Era una mañana tranquila en Konoha, los shinobis se encargaban de los daños ocasionados en la pelea anterior. En cierta habitación del hospital un hombre disfrutaba de una taza de té mientras escuchaba los reportes de lo ocurrido.

-ya nos hemos encargado de los ninjas de la arena y sonido, pronto enviaremos a un grupo para los tramites de negociación – termino Azuma, vio a su padre y suspiro a causa del cansancio.

Sarutobi al notar eso dejo su taza -fueron muchas menos perdidas de las que esperaba –

-es verdad, nos hubiera ido muy mal de no ser por aquel grupo-

-debo suponer que aquel joven formaba parte de el –

-la verdad me sorprendí, yo creí que... –

-yo tampoco sé cómo, pero me salvo – le dio una sonrisa para que se relajara. Antes de que hablaran más sobre el asunto la puerta fue abierta por un joven rubio.

-me alegro de que estés bien Jiji – Naruto entro feliz con las manos sobre su cabeza. Al ver ese cabello rubio ambos adultos lo relacionaron con aquel enmascarado, pero al ser más grande que el pequeño frente a ellos lo descartaron. Después de todo había reportes de que el Uzumaki estuvo ayudando a los civiles para ir al refugio. Azuma se retiró después de despedirse ya que tenía mucho trabajo por hacer.

-¿Qué te trae aquí?-

-vine a ver como estabas Jiji – con una mano se sobaba la nariz – también vine a traerte saludos de Ero-sennin, dijo que vendría después de arreglar algo – le dejo una canasta con manzanas.

– bueno solo viene a ver como estabas, le prometí a los demás que les ayudaría – corrió hacia la puerta deteniéndose justo en ella, antes de salir volteo hacia el Hokage – en serio me alegro de que estés bien Jiji – su cara demostraba el enorme alivio que sentía, sus ojos azules como el cielo reflejaban una tranquilidad que le recordaban a los amables ojos de su padre.

Volvió rápidamente a su actitud infantil – nos vemos después Jiji- salió a toda prisa del hospital dejando a un Hokage muy pensativo.

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En la azotea de la torre Hokage se encontraba un peliblanco admirando el paisaje. Dos figuras se acercaron por detrás

-antes de que me digan algo – las paro antes de que empezaran a hablar aun si voltearse – les tengo una mejor propuesta –

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Algunos días habían pasado desde el ataque y recuperación del Hokage. A pesar de haber salido del riesgo, el chakra del Hokage se encontraba muy inestable por utilizar una técnica prohibida, además del daño a sus pulmones a causa de la espalda de Orochimaru, por lo que seguiría durante un tiempo en el hospital.

En este momento Naruto se encontraba en el cuarto de una posada, habían salido a buscar a la futura Hokage, pero antes de poder encontrase con ella, tenían que ocuparse de ciertos invitados.

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Un pelinegro corría furiosamente por las calles, habían intentado en varias posadas buscando al rubio, pero todo parecía inútil.

Hace poco se enteró de que una organización se encontraba detrás de Naruto no entendía muy bien el por qué, lo que si sabía era que podría encontrarse a Itachi y así realizar su tan ansiada venganza.

Apresuro su paso, tenía que encontrar a Naruto lo antes posible, con eso en mente, se metió en la próxima posada.

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*toc, toc * se escuchó el sonido de alguien llamando la puerta, la cual se encontraba abierta. Con un adelante de parte del rubio dos figuras entraron a la pequeña habitación viendo inmediatamente a un lado de ellos un rubio en la pequeña cocina.

- ¿quieren un poco? – volteo hacia ellos, poniendo tres platos de Ramen en el pequeño comedor, sentándose primero.

Los dos Akatsuki estaban algo impresionados por la calma del muchacho, se acercaron aun sin sentarse, creyendo que la quietud se debía a la ignorancia del chico.

-Uzumaki Naruto hemos venido... -los paro levantando la mano y agarrando los palillos para empezar a comer.

-se para que han venido, les recomiendo que empiecen a comer, el ramen sabe mucho mejor cuando está caliente- les dio una gran sonrisa – aunque no es como el de Ichiraku es bastante bueno –

Los dos Akatsuki se sentaron impacientes por saber que tramaba el rubio, no había señales de algún otro chakra cercano, con cierta molestia vieron el Ramen tratando de encontrar algo.

-no tiene veneno – contesto el rubio aun comiendo – no haría algo tan vil como arruinar mi preciado ramen – menciono indignado. Ambos se vieron y luego al rubio buscando alguna trampa en sus ojos, pero solo se encontraron con unos ojos azules emocionados por disfrutar la comida.

Después de segundos de pensar, el primero en sentarse fue Itachi, seguido de Kisame y tras una probada al tazón se pudieron dar cuenta de que solo era una comida, alimento que sus estómagos agradecieron.

-¿cuál es tu juego niño? - el primero fue Kisame -¿Qué pretendes? –

-no es ningún juego –

-dijiste que sabias a que veníamos, pero creo que no lo entiendes – siguió Itachi.

-ohhh claro que lo se Itachi-san, ustedes vienen por mí, mejor dicho, por el Bijū encerrado en mi – hablo tranquilo. Alzo sus ojos viéndolos con una determinación que solo se consigue con años de experiencia – lo que quiero saber es ¿no les interesaría dejar de ser fugitivos? – menciono serio dejando asombrados a los dos hombres.

Antes de que contratacaran continuo – no me malinterpreten no quiero que se unan a otra organización extraña o algo por el estilo - regreso a su tono normal, moviendo sus manos para explicarse mejor – les estoy ofreciendo la oportunidad de empezar de nuevo-

-¿a qué te refieres? –

-todos tenemos motivos para realizar nuestros actos – su mirada se dirigió hacia el azabache – todos cometemos errores, yo les ofrezco la oportunidad de enmendar esos errores y vivir aquella vida que una vez quisieron – se aclaró la garganta – en resumen, lo que quiero decirles, es que yo quiero ofrecerles un hogar – lo último lo dijo extendiendo sus brazos y dándoles una hermosa sonrisa que se extendía con los rayos del sol que le brindaba la ventana a sus espaldas.

Ambos se le quedaron viendo como si de un loco se tratase, conforme la conversación avanzaba en sus pechos se removía algo que creían se encontraba muerto hace años. Cuando la última parte les fue señalada no pudieron esconder su asombro, muchas veces les habían ofrecido cosas por sus servicios, dinero, mujeres, fama, pelas y combates espectaculares, más recientemente una misión o propósito, pero ahora les ofrecían algo que no les había pasado nunca por su cabeza, un hogar, esa sola palabra creaba una agradable sensación en su pecho. Desviaron esos pensamientos al golpearlos la realidad.

-no nos molestes niño, como si fuéramos a creer que Konoha no nos arrestaría a penas presentarnos ahí – hablo Kisame molesto por haberse dejado llevar por aquellas palabras.

-¿y quién dijo algo sobre Konoha? – hablo serio el rubio. Pero antes de que alguien dijera algo más, la puerta fue abierta por un azabache algo exhausto.

Sasuke había corrido por todas las calles, preguntando en cada posada, cuando por fin llego a la que parecía la indicada, no podía creer lo que sus ojos veían. Sentados en una mesa se encontraban dos Akatsuki y el rubio, dejo esos pensamientos fuera al ver al motivo de su odio.

-ITACHIII- grito creando un Chidori, pero cuando estaba a punto de lanzarse, sintió algo en su espalda, para que después todo se volviera negro.

-eso estuvo cerca- suspiro un clon de Naruto, que sostenía a un inconsciente Sasuke.

-creo que es mejor dejar esta conversación para después – hablo el Naruto original. Se comió lo que quedaba de ramen.

Ambos Akatsuki se pararon listos para la pelea, pero antes de que comenzara el combate vieron como dos clones se paraban justo al lado de cada uno y en un borrón amarillo desaparecieron todos de la posada.

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Lo primero que vio fue el verde inconfundible del bosque, al tener una idea de lo que estaba pasando separo el cuerpo junto al suyo lanzándole un Kunai.

-Itachi-san no quiero pelear con usted- hablo primero el rubio – yo sé el motivo por el que se unió a Akatsuki, se lo que ocurrió tras la masacre Uchiha –

-¿Cómo? –

-¿solo se lo puedo decir si usted confía en mí?-alzo su brazo.

El azabache cambio el color de sus ojos - ¿Cómo sé que esto no es una trampa? No dejare que interfieras – y con un Kunai en las manos se lanzó hacia el rubio.

-supongo que será de la forma difícil – suspiro y sostuvo un Kunai.

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-¿Qué demonios? – Kisame se sorprendió, se encontrar en la cima de una montaña, no muy grande, pero sabía que se encontraba sumamente lejos aquella posada.

-ahora podemos hablar sin interrupciones – menciono el rubio a solo unos metros de el - aunque supongo que solo me escucharas después de derrotarte – se puso en posición de pelea sacando unas shuriken –

-bien dicho mocoso – saco a Samehada y se lanzó contra el insólito niño.

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Los sonidos de los Kunai se escuchaban por el silencioso bosque, llevaban solo minutos de una pela de Taijutsu, sorprendiéndose el azabache por la fuerza del rubio y su agilidad para evitar sus ojos.

Lanzo un shuriken hacia el rubio, para después aparecerse cuando volteo para esquivarlo. Cuando sus ojos estaban listos para el Genjutsu, solo pudo ver una manga que ocultaba los ojos azules, seguido de una patada directo en el costado – no podrá meterme en un Genjutsu, llevo toda la vida peleando con Uchihas – hablo feliz, recuperando un poco de aliento – además – un ojo fue cambiando de tonalidad hasta quedar de un color rojizo – Kurama no lo dejara – hablo divertido.

-terminemos con esto – hablo serio no dejando sorprenderse. Hizo varios sellos con las manos – Katon :gokkyu no jutsu – una gran bola de fuego salió de su boca, destrozando varios arboles.

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La montaña se había convertido en un campo acuático, del cual Kisame tenía ventaja. La pelea de Taijutsu se había alargado un poco, a pesar de haber robado gran cantidad de chakra el rubio seguía ahí como si nada, cualquiera ya hubiera muerto por la falta de este.

-eres muy interesante niño. Muy pocos siguen viviendo después de desenfundar a Samehada –

-gracias, pero existen varias personas que podían darte una buena pelea – sonrió - especialmente en Konoha hay un hombre excepcionalmente fuerte que podría derrotarte con Taijutsu –

-me encantaría ver eso – sonrió divertido.

Cerro sus ojos por unos breve momentos para luego abrirlos con un leve tono amarillo en sus parpados – me gustaría seguir peleando, pero pelar con Itachi-san me está dificultando tener mi chakra equilibrado.... así que –

Apareció detrás de el formando una Rasengan, que Kisame apenas y pudo contener con Samehada. Naruto impulso la esfera de chakra llevándose consigo a Kisame por varios metros logrando que se estrellara contra una gran piedra, enterrándolo profundamente – considera mi oferta, peleare contigo las veces que quieras – y en un pop su clon desapareció.

Kisame salió rápidamente con Samehada descubierta totalmente y parte de su ropa echa tirones – interesante – murmullo con una sonrisa.

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-Kaidan juusa no jutsu- una gran parvada de cuervos salió en dirección del rubio.

-Fūton: Jūha Reppū Shō – de sus manos salieron dos grandes ráfagas de aire que dispersaron a los cuervos y mandaron a volar a Itachi. En un segundo desapareció atacando por detrás - lo siento, puede que esto duela....Rasengan – una esfera de chakra color anaranjado impacto de lleno sobre su espalda causando que escupiera sangre y quedara inconsciente.

El rubio se tiro un poco al piso recuperando aire – es hora de irnos, causamos mucho alboroto – vio el paisaje completamente cambiado a causa de las técnicas. Sujeto el hombro del azabache desapareciendo en rayo amarillo.

Continuara ..........................

Les traje dos nuevos capítulos

Siento haberme ausentado, pero tuve problemas con la computadora e internet
Espero que les guste, ambos son cortos, pero no quería agregar mas y que se cortara la tensión
Por cierto gracias por todos sus comentarios y votos 😊