Cuando llegue a la escuela a la misma hora de siempre como era costumbre futarou kun aún no había llegado por lo que me sentí aliviada pero un sentimiento de querer verlo inundó mi pecho, sabía que en realidad quería verlo pero la vergüenza que sentía era mayor, sólo esperaba el no haberlo asustado con mi precipitada acción.

Espere a que la clases comenzarán y cuando entro el primer profesor me decidí a sacar el material didáctico peronmendi cuando que no lo traía.

Me había ido a dormir luego de haber sido molestada por mis hermanas por lo que había olvidado cambiar el horario y no traía el libro de texto.

-Ahora que se supone que voy a hacer- susurré mientras pensaba alguna forma de conseguir algún libro pero de pronto el salón se volvió ruidoso y cuando levanté la mirada al frente pude ver la razón del bullicio.

Frente a mi se encontraba futarou kun, normalmente cuando llega solo algunos compañeros que son los que susurran cosas malas de el lo notan, pero esta vez había conseguido que todos comenzaran a murmurar, la causa era distinta a la de todos los días, ya que cuando entro al salón ya no se encontraba el mismo rubio con apariencia de pandillero, más bien era un pelinegro con un atuendo que consistía en el uniforme pero con la modificaciones de un suéter de color gris.

Que se supone que había ocurrido con el, no puede ser que luego de lo que hize el decidió cambiar totalmente su apariencia solo para que no lo reconociera.

Mientras el salón seguía ruidoso veía como futarou kun sacaba su libreta  como siempre lo hacía, pero a diferencia de siempre esta vez el profesor leía atentamente, me sorprendió el cambio de actitud ya que normalmente solo le hubiera calificado con un 6 y lo mandaría a su asiento pero ahora mientras leía la expresión de su rostro mostraba malestar y luego sorpresa para terminar cerrando la libreta no sin antes calificarla.

-No se lo que hicistes pero tú tarea fue perfecta- el profesor le entregó la libreta a lo que futarou kun la tomó procediendo a guardarla y comenzó a ir a su asiento entre el ruido que se generó tras lo dicho por el profesor.

-Acaso dijo que estaba perfecta su tarea.

-eso escuché y dudo que el profesor que nunca revisaba la tarea de Uesugi diga algo así sin que sea cierto.

-Tal vez la copió de algún lado.

-Idiota, no podría ya que era un ensayo personal dado por el profesor personalmente.

-Pero enserio Uesugi lo hizo.

-Tal vez no es tan malo como creíamos.

Al parecer la reputación de futarou kun había aumentado y los rumores acerca de el comenzaron a ser cuestionados.

Me alegraba por el ya que yo era la única que sabia lo inteligente que en realidad era, pero... eso era lo único que me hacía especial sobre el resto de compañeros...

No no no, no debería preocuparme por eso, ya que yo era la única que pasaba tiempo con él, lo que me convertía en la persona más cercana a el.

Como se había acordado no podía dirigirle la palabra a futarou kun durante las clases, por lo que me impaciente a la hora de salida para reunirnos para que me ayude a estudiar.

Todo hubiera salido bien si no hubiera sido por el hecho de que durante el almuerzo la mayoría de los compañeros se acercaron a futarou kun solo para conocer la razón de su cambio y preguntarle si los rumores acerca de que eliminaba bandas de otras escuelas era cierto.

Futarou aunque era bastante antipático contestaba a los compañeros y ellos hablaban como si siempre hubieran sido grandes amigos, que se creen siendo tan familiares con el si siempre lo trataron como un estorbo.

Ignorando a los compañeros miraba a futarou kun pero lo que me dejó un sabor amargo era que en ningún momento me miró, así llego la hora de la salida donde me dirigí a la biblioteca pero me detuve cuando sentí que mi celular había vibrado por lo que al revisarlo mire un mensaje de parte de futarou kun donde me informaba que el día de hoy no abría estudio debido a ciertas circunstancias.

Claro que eso era mentira ya que sabia que la razón era que el no quería verme.

Bueno, tal vez sería bueno estudiar un poco para no olvidar lo que ya se.

Por lo que me dirigí fuera de la escuela con rumbo a mi hogar.

Para empeorar las cosas el pronóstico del tiempo me había engañado y había comenzado a llover, claro que no llevaba paraguas pero no era problema ya que hoy tenia ganas de caminar bajo la lluvia.

Fin del capítulo.