[15] Recuerdos que aún lastiman
— ¿Qué?, ¿De verdad la escuela se ve igual?— Marty miraba incrédulo la estructura
— Hasta tiene los mismos colores— alcé una ceja recordando 1955 y 1985
— Parece que ni siquiera viajamos en el tiempo— dijo en voz baja y solté una risa
Íbamos platicando de camino a mi casillero, cuando me topé con una vieja amiga.
—¡__________!— se llama Jenna, solía darme guías para los exámenes y pronto nos hicimos amigas —¿Qué te sucedió?, Dejaste de venir como una semana a la escuela, estaba preocupada
—Oh, lo siento mucho Jenna, no me sentía muy bien para venir— bajé la cabeza ligeramente
—¿Ese estúpido de Ryan sigue fastidiando?— parecía molesta
—No, ya no, ya no pienso en eso— reí —te quiero presentar a alguien— jalé el brazo de Marty
—¿Uh?... ¿Te he visto en algún lado?— Jenna lo miraba con detenimiento, había olvidado que el si estaba en este tiempo
—Eh--
—Quizás a mi padre, Martin Seamus McFly, yo soy el mismo pero... Ya sabes, con un Jr.— me le quedé viendo anonadada
—¡Claro!, El señor McFly, no sabía que tenía hijos— sonrió de todas formas y estrechó su mano —es un gusto, veo que __________ no desperdició está semana en lo absoluto— me guiñó un ojo y yo me sonroje
—¡Suficiente!, Hay que ir a clases— los separé y jalé a Marty nuevamente —¡te veo al rato Jenna!
—Pues tiene razón, nunca hubo tiempo desperdiciado— con su mano libre acomodó un mechón de mi cabello
—Calla— reí aún con el sonrojo
Marty a diferencia de mi, no podía fingir que era un estudiante de intercambio, pues algunos, como Jenna, lo reconocían por su versión de este tiempo, pero no tuvo problema para manejar su identidad como un falso hijo.
—Eres muy bueno con las mentiras— nos encontrábamos en el comedor —espero no me mientas a mi en algo— alcé una ceja
—Solo con lo de que eres mi amiga— tomó un bocado de su comida, y le di un golpe en el brazo
—Que irritante eres— reí un poco
—En serio, no quiero decir que eres mi amiga— me miró dejando el almuerzo a un lado —al menos, ya no— sonrió, nuevamente me sonroje
—Basta, ya fue mucho por hoy esto de ponerme de este color— me tape con un cuaderno que tenía afuera
—A mi me encantan todas tu expresiones— bajó el cuaderno
—Ya fue suficiente, McFly— reí con vergüenza.
Todo el encanto del momento fue dolorosamente cortado por la mirada que crucé con Ryan Schmidt, quién tenía la mirada completamente clavada en mí, ni siquiera la desvió cuando también lo miré.
—¿Qué sucede __________?— se preocupó —te pusiste pálida de un momento a otro— pensó, y siguió mi mirada, fue entonces cuando Marty lo vió que desvió su mirada —Así que es él— hizo una mueca de disgusto
—Vamonos de aquí— Marty no se veía muy convencido, pero asintió y tomó mi brazo con delicadeza para irnos
—Se ve que es un engreído patán, ¿Cómo pudiste salir con él?
—Fueron tiempos complicados para mí...— bajé la cabeza —por ahora no quiero hablar de ello— suspiré
—Entiendo, y lo respetaré, tal y como tú lo hiciste conmigo— me abrazó fuertemente por el hombro, atrayendome a él
—Gracias, Marty— tomé la mano que tenía en mi hombro
—¡__________!— me sorprendí por quién apareció enfrente nuestro —¿Dónde estuviste todo este tiempo?, ¿Sabes lo difícil que fue llevar el periódico escolar sin ti?— se veía molesto
—¡David!, Yo... De verdad lo siento, no tenía motivación para venir— me avergonce
—Bien... Lo entiendo, se él porque, pero la próxima vez tan si quiera avisa, te mandé mensajes como un loco
—Lo siento, prometo estar ahí en la tarde
—Esta bien, te veo entonces, perdona amigo, soy David, compañero de __________ en el periódico escolar— le dió la mano a Marty
—Yo soy Marty McFly, un gusto— estrecharon manos
—¿Te he visto antes?— alzó una ceja
—Su padre es el señor McFly— sonreí
—Ahhh, el viejo McFly, pensé que vivía solo— se rascó la cabeza y sonó su teléfono en ese instante —te veo en la tarde, __________ me tengo que ir— se despidió y corrió contestando el teléfono
—¿Entonces si era cierto lo del periódico?— me miró
—¿Qué creías?
—Que solo lo decías para que no le dijera ñoño a Vincent— le di un codazo leve —por cierto, tiene las manos muy suaves
—Antes se llamaba Donna— sonreí y el se sorprendió
—¿Dices que...?— asentí —si que son tiempos diferentes
—Toma— le di las llaves de casa —procura no desordenar aún más mi habitación
—¿Qué?, No pensarás que me iré de aquí sin ti, me da un poco de miedo— miró a los alrededores con nervios —además, no te dejaré sola con el inútil ese
—Tranquilo, Marty, no estaré sola, no quiero que te aburras, la oficina del periódico es pequeña y apenas cabemos 3 personas
Hizo una mueca, la verdad yo tampoco quería que me dejará, pero tampoco quiero que me espere todo el tiempo que estaré ahi metida.
—Llama cuando acabes, vendré por ti, ¿De acuerdo?
—¡Por supuesto!— lo abracé con fuerza
El correspondió poco después, parece que lo tomé por sopresa, pero me encerró entre sus cálidos brazos.
—__________
—¿Sí?
—Enseñame a usar la pequeña televisión— me hizo soltar una risa
Y así lo hice, durante el tiempo que nos quedaba, Marty aprendió a tomar fotos, responder llamadas y enviar mensajes.
Cuando llegó la hora de despedirnos, me repitió que le llamara, nos despedimos y me metí a la cueva del sufrimiento.
—Sinceramente, no sé porque seguimos haciendo esto, nadie lee esto ya— recordé a Vincent y la época en dónde si leían el periódico
—Por qué nos suben puntos en las materias que necesitamos— David revisaba unos papeles desde su asiento
—Bueno, eso es cierto— me encogí de hombros
El tiempo pasó bastante rápido, pues trabajé demasiado, David me dió mucho trabajo, se que se estaba desquitando por haberlo dejado solo.
—¡Terminé!— sonreí triunfante y miré la hora, dispuesta a hablarle a Marty, mi batería se esfumó —oye, préstame tu cargador
—No es el mismo que el tuyo, ¿Recuerdas?
Me preocupé, ¿Ahora como le hablaría?.
—Entonces préstame tu teléfono un momento
—No tengo crédito
—¡David!
—Lamento ser pobre— me sacó la lengua
Bien, ahora sí estaba muy preocupada, la otra chica del periódico se había ido hace poco más de media hora.
—¿Aún te vas a quedar?
—Sip, tengo que terminar de ordenar lo que se va a imprimir mañana, tardaré como unas 2 horas
—Ehm...
—Saldré a ver qué ese estúpido no esté cerca, regresaré y te avisaré, ¿De acuerdo?, Si está ahí prometo acompañarte— asentí repetidas veces
—Gracias
Se levantó y salió, miré a través de la ventana, tardó un poco pero volvió.
—Buenas noticias, no hay nadie, así que corre a casa— soltó una risa
—¡Te veo mañana!— no hizo falta que me lo dijera dos veces para que lo hiciera
Salí como una bala de la escuela, esperando que nadie me viera, pero...
—__________ Brown— ay David, tu y tu visión de topo...
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Cuelguen a Ryan, yo escribí al personaje y ya me cae mal ajajaja
Ayios
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