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Capítulo 2 : Sentimiento de culpa

-Pero un momento, ¿está relacionado con la marca de mi espalda?- Preguntó Tanjiro bastante confundido.

-Me temo que si... Lo siento... -

-Un momento, entonces...-se pone serio y pensativo - Debió ser cuando Muzan me absorbió. Se introdujo una parte suya dentro de mi-

-Acércate un poco... Pero no demasiado, no podemos tocarnos o podría pasar algo malo-Kyojuro siempre hablaba con una sonrisa dulce pero sus ojos demostraban profunda preocupación y tristeza.

Tanjiro se acercó un poco de rodillas mirando triste a su Sensei, quería tocar al menos su mano pero si no podía hacerlo debía tener su motivo.

-Como me lo temía... No hay nada que esté relacionado con demonios en tu cuerpo... Lo que te está... Matando... Es una maldición - Dijo serio el pilar, sin dejar de mirarlo.

-¿Una maldición? ¿Entonces esta marca no desaparecerá sino que se extenderá?-

-Esa marca te seguirá consumiendo... Hasta que acabe con tu vida... Lo siento... Realmente lo siento... No pude enseñarte nada y ahora tampoco puedo ayudarte -

-Por.. ¿Por qué? - soltó un hipido acompañado de un sollozo - Yo estaba listo para ver a mi familia y... Muzan incluso muerto me sigue haciendo daño-

-Lo lamento... Si bien por la marca no tenías mucho tiempo... 10 años era mejor que cualquier otra cosa... quería que vivieras, que formaras una familia si te daba el tiempo... Que tuvieras hijos...-

-No lo lamentes, no es su culpa, Rengoku-san - Respondió mientras seguía sollozando, saber que moriría antes de lo esperado era una dura noticia - Debieron matarme mientras era demonio. Quizás eso era mi color de la espada, que moriría pronto y solo ¡Po.. Por eso es negra!-

-Tu espada no es negra por esa razón... No te desprecies -

-¿Entonces por qué es negra?-

-Mira... Los colores se relacionan mucho con un elemento... En mi familia siempre fuimos apasionados como las llamas... Desde siempre muestras espadas fueron rojas como el fuego, el chico amarillo, Agatsuma, sigiloso como un rayos y rápido como la luz, el brillo dorado de su espada está relacionado con su alma, Tomioka como el agua imperturbable y cristalina, su espada representa ese color... Pero dime... ¿Sabes qué sucede si juntas todos los colores del arcoiris? ¿Todas las cualidades de los espadachines? -

-Todos los colores del arcoiris juntos forman un solo color ¿y sabes qué color forma? -

-Blanco creo- Respondió dudoso el menor.

-Se nota que nunca has jugado con pinturas... Cuando juntas todos los colores en un lienzo se forma el color negro... Al igual que tu espada... Demostraba tu potencial para poder desarrollar todo tipo de habilidades -

Tanjirou se sonrojo un poco por no saber algo tan básico - Nunca lo pensé de ese modo

Y no, nunca jugué con pinturas. Al morir mi padre yo solo podía trabajar para mantener a mi familia, no podía pensar en nada más-

-Bueno... No puedo negar que tu vida fue dura... Pero no pienses que mereces tu sufrimiento porque no es así, tú fuiste un pilar importante para acabar con los demonios para siempre... -

-No Rengoku-san, pero yo debí haber muerto ese día - dice apenado - Yo no podía más. Llegué al límite-

-y nosotros te ayudamos a reunir fuerzas para luchar... Porque tu esfuerzo merecía un mundo sin demonios-

-Perdí un brazo, el ojo. Me estaba desangrando por ahí. Yo... Yo quería descansar - le dice con tono sincero sin poder mirarlo a los ojos.

-Lo siento... De haber sabido que...sufrimos de esta manera... Lo siento, solo esperaba que vivieras y no pensé en tus sentimientos joven Kamado - respondió con pesar el pilar, no era su deseo que su aprendiz sufriera

-Mi hermana ya era humana, eso es lo que siempre quise, no pensaba en tener pareja o hijos porque no sabía si iba a sobrevivir. Solo quería que mi hermana sobreviviera-

Kyojuro se arrodilló con cuidado frente al pelirrojo y se inclinó en una respetuosa reverencia - esto es mi culpa... Deseaba con todo mi corazón que vivieras... Que tuvieras una vida pacífica y feliz con tu hermana... perdona mi egoísmo -

-¿Como que tuya? - pregunta extrañado el Kamado.

-Ayudamos a que recibieras la medicina y a eliminar a Musan de tu cuerpo... Pero yo... Nunca dejé de pedirle a Dios por tu vida... Y cuando creí que mis plegarias habían sido oídas... Tu cuerpo... Comenzó a desgastarse de forma poco saludable -dijo sin cambiar su posición.

-No se culpe, Rengoku-san. Pero le aseguro que si llego a matar a alguien siendo demonio me cojo la espada y me autodecapito...Y lo otro quizás es una consecuencia de que no se debe forzar el cuerpo más de lo que puede. Porque yo no podía ni abrir mi ojo o alzar la mirada cuando Muzan fue destruido. Había llegado al límite. No podía más - dijo derramando una pequeña lagrima.

-La maldición que tienes no es por sobreexigir tu cuerpo... El castigo que tienes por ello son las consecuencias de la marca... Pero lo de tu espalda... Es una maldición cruel -

-Pero ¿de dónde? Las maldiciones las lanza alguien-

-Muzan... Tal vez usó sus únicas fuerzas para hacerte todo el daño posible... Y nada es más doloroso que una muerte lenta...-

-Realmente cuando mi ojo se inflamó después de que me lo clavara pensé que ya estaba muerto. Mi cuello estaba algo abierto sangrando... Ya había asumido mi muerte ¿tan malo era querer descansar por fin?-

-Lo siento... De verdad... Supongo que lo que menos deseas ahora es ver a quien tanto deseaba verte con vida... - Su mirada seguía siendo triste, como si todo ese brillo y determinación tan característico se fuera apagando a cada frase.

-No digas eso. No sabías de esta maldición - Tanjiro no quería que su Sensei se culpara de algo que no le correspondía, él había sido su inspiración y una de las razones para no rendirse, le dolía verlo así.

-De haberlo sabido... Yo... -El pilar bajó aún más la cabeza, su pecho dolía, oír al Kamado desear la muerte le afectaba demasiado-de verdad lo siento... -

-No podías saberlo. Nadie lo sabía. El único culpable es Muzan. Lo odio, lo odio mucho. Espero que se esté pudriendo en el infierno por todo el daño que hizo-

-Tanjiro no manches tu corazón con más odio - acercó su mano con la intención de acariciarle la mejilla, pero se detuvo a unos centímetros, los vivos no pueden interactuar con los muertos, ni los muertos con los vivos, aún si éstos estaban próximos a la muerte.

-Si no me puedo mover mucho ahora sin que me duela, ¿cómo estaré en un mes?-

Kyojuro solo negó, su cuerpo visiblemente tangible se comenzó a transparentar, su tiempo se agotaba.

-Rengoku-san...-

-Lo siento... Ya no me queda tiempo... Lo siento-

-Espera, dime que volveré a verte - dijo desesperado derramando una lágrima al ver como desaparecía lentamente.

-Cuando no me sienta culpable por pedir por tu vida... Volveré - susurro con evidente melancolía, levantándose de su lugar.

Ni en este sitio, sea lo que fuera, podía abrazarlo - ¡No, espera! - intentó alcanzarlo, al menos tomar su haori por un momento pero fue inutil. Lentamente se siguió desvaneciendo, el pilar no pudo atreverse a mirar al Kamado una última vez antes de desaparecer por completo ante sus ojos.

-Maldita sea - golpeó el suelo con fuerza gritando y empezando a llorar, era como perderlo otra vez y no poder hacer nada para evitarlo.

Pero él tampoco podía permanecer en ese lugar por mucho tiempo, todo a su alrededor parecía oscurecerse con rapidez.

Pegó un último grito antes de caer hacia abajo sin freno hasta que abrió su ojo soltando un pequeño jadeo. Miro la insignia con forma de llama con el ojo húmedo de llorar.

-Rengoku-san - solloza abrazándola con fuerza. Su almohada estaba húmeda por sus lágrimas, se sentía inutil, triste y vacío.

Pero era de noche, al parecer ese fugaz encuentro con el Rengoku había sido en un pequeño momento de su largo sueño.

Nezuko dormía en otro futón sobre el pecho de Zenitsu.

Tanjiro solo negó con una sonrisa, no tenía fuerzas para separarlos, ya que no aprobaba esa cantidad de afecto a no ser que se casaran.

-No puedo moverme - murmura dolido. Suspiro con frustración, podía oler lágrimas e imaginaba que podían ser de su hermana, así que solo por esta vez no iría a meterse en medio de ambos para que durmieran separados.

-Dudo que esta noche pueda volver a dormir...-

Tal y como había pensado sucedió, no podía parar de pensar en lo que creía un extraño sueño con el que fue el pilar de la flama, su mirada dolida, su sonrisa apagada, el aroma de su culpa, y sobre todo en sus palabras - con que... Una maldición -

"Vas a morir muy pronto, mi muchacho"

No sabía qué pensar al respecto, de todas formas sólo tenía 10 años más de vida antes que él precio de obtener la marca fuera cobrado.

-Quizás solo llegue a la semana. No me puedo ni levantar-

-No digas esas cosas... Tu no te mueres hasta que veas como me caso con tu hermana - susurró Zenitsu, pero al segundo siguió roncando.

Tanjirou solo lanzó un fuerte suspiro y cerró su ojo mas no pudo volver a dormirse.

-Cinco días después -

-Lo siento, he usado todos mis conocimientos en el tratamiento de este chico pero... Tiene algo muy extraño en su cuerpo, en mis años como doctor jamás vi algo parecido -

-¿Entonces no hay nada que pueda hacer? - pregunta Nezuko mientras ve la marca de su hermano que ya cubría un lado de la parte de arriba de la espalda y el dolor era más intenso.

-Me disculpo profundamente, pero no puedo tratar algo que no sé que es -

-No se preocupe - Tanjirou contiene un gemido apoyándose contra la almohada - Muchas gracias por intentarlo, doctor-

-De que lo acompañe un momento, hay algo que debo hacer fuera también - dijo Zenitsu bastante desanimado, debía hablarles a las únicas que tal vez podrían ayudar a su amigo.

Una vez que el doctor se había marchado llamó al cuervo de Tanjiro, después de todo a pesar de la disolución de cazadores de demonios, aún debían encargarse de cuidar a los cuervos entrenados y de paso les ayudaba para enviarse cartas. De su pequeño gorrión mensajero, tenía noticias seguido ya que tenía un nido cerca de la casa, pero había decidido retomar su vida salvaje.

-Ahh, ¿qué pasa rubio llorón?- habló el ave, quien siempre solía estar cerca del hogar Kamado.

-Necesito que envíes esto a Kanao, no es una carta habitual, esto es una Emergencia -

-Ahh esta bien. No tardaré - dice después de que Zenitsu le atara la carta en una pata, esa carta llevaba sus últimas esperanzas, junto con las de Nezuko.

Una vez que el cuervo se fue, volvió al hogar, si bien todo el dinero recibido en su tiempo en la organización era suficiente para vivir bien, Zenitsu había tomado el rol de protector y había aprendido el oficio Kamado, saliendo a vender carbón regularmente, antes siendo acompañado por Tanjiro antes de que su salud empeorara de golpe.

-Aggg me duele más que antes - Tanjiro se quejaba en la habitación, su hermana era consciente de que el dolor debía ser considerable como para que su hermano mayor hiciera comentarios al respecto.

-Oni-san... Te cubre un lado de tu espalda-

La puerta se abrió, Zenitsu estaba serio y silencioso, se sentó junto al Kamado mayor y le dio un par de cariñosas palmadas en la cabeza - Sé que no querías que lo hiciera, pero ya está hecho, le envié una carta a Kanao pidiendo ayuda... Estoy seguro... De que ellas sabrán cómo ayudarte mejor que el doctor-

-No era necesario - le respondió el pelirrojo apretando los dientes para poder hablar.

-El doctor del pueblo no sabía qué hacer, no voy a esperar a que esa cosa se siga expandiendo por tu cuerpo haciéndote sufrir a un más - El Agatsuma se oía autoritario, después de todo, él también sufría con todo lo que ocurría.

-Zenitsu - dijo con la voz un poco ronca y leves ojeras, no había dormido apenas desde la visita de su Sensei Rengoku - Gracias por no rendirte-

-Jamás lo haría si se trata de ti, tu, Nezuko-chan y el jabalí son mi familia ahora -

-Oni-san, no has dormido desde hace días-

-Lo intento... Pero es algo difícil... -

- ¿Por qué? ¿Te preocupa algo?- preguntó su hermana con una voz bastante suave y triste.

-Bueno, es normal estar preocupado en mi situación, pero al menos me consuelo viéndolos dormir a ambos -Respondió intentando sonar más calmado, no quería seguir preocupando a su amada hermana.

-Oni-san, también quiero que duermas. Ya tienes bastante con esa marca..es como si te debilitará cada vez más-

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