Preparando la sorpresa
** CAMARA ON **
[GRABANDO]
(10/09/10)
¡Se acerca nuestro aniversario! bueno, en realidad es el aniversario de la primera vez que nos cruzamos ya que luego de eso comenzó nuestra historia... pero ¡Wow! ¡Qué emoción! Él dijo que me sorprendería, así que tendré que esperar cuatro días para eso.
Aún no sé qué pueda regalarle... (🤔)
*susurra* mentira, lo tengo enfrente y no quiero delatar mi sorpresa.
Ah, olvidé mencionarles, hicimos una visita al doctor y ya sabemos el sexo del bebé, los bebés... serán dos y serán niñas. Esa es la buena noticia, aunque en el Santuario aún no lo saben. La mala es que nacerá para Navidad...
Radamanthys:- Según tengo entendido, nacerán bajo el signo de Capricornio. -
Kanon:- ¡¡¡¿¿¿QUEEEEEÉ???!!! - Grito ensordecedor. - Esa no la vi venir... - Se desmaya.
-- Graba Radamanthys --
Bueno, amigas... amigos... Kanon nos ha abandonado... así que seguiré yo.
Como ella ya les dijo, serán dos niñas, estuvimos pensando en nombres y decidimos que yo le daría el nombre a la mayor y ella a la menor. Por ahora pensamos algo distinto... yo quiero que sea fuerte como Diana, Diosa romana de la caza y protectora de la naturaleza y la Luna. Y ustedes dirán "¿por qué Diana y no Artemisa?" Es fácil... porque la relación con Artemisa no fue muy grata que digamos y no quiero que mi Kanon tenga esos recuerdos amargos al tener que mencionar el nombre de mi hija.
Ella dice que debe ser angelical y su decisión fue llamarla Angeline, cuyo significado es "la mensajera del cielo". Es su decisión, no la mía. Dudo mucho que sea angelical ya que, bueno... estamos hablando de NUESTRAS hijas, no de las de una posible unión de Shaka y Mu.
Debo admitir que estoy muy feliz *sonríe cálidamente* aunque... ahorita que lo pienso, deberíamos informarle a Milo y los demás caballeros sobre las niñas, por si quieren hacerles algún regalo.
Bueno, hasta aquí llego yo. Nos vemos en la próxima guerra santa... ok, no... en la próxima grabación.
[FIN DE LA CINTA]
Yyyyyyyy... sí, costó reanimarla a la peliagua... pero lo lograron.
(10/11/10)
Pasaron dos días y Radamanthys aún no sabía qué sorpresa darle así que pidió auxilio a sus "compadres" ya que según él era una celebración importante.
Aiacos:- Oye... ¿y desde cuándo somos consejeros amorosos? - Preguntó el azabache con el seño fruncido.
Minos:- De veras Radamanthys, ¿por qué tenemos que meternos en esto? - Dijo inexpresivo, como siempre mientras lo veía de costado.
Radamanthys:- Porque no puedo recurrir a nadie más. - El peliplata y el azabache estaban charlando mirando por una ventana el "hermoso" paisaje del Inframundo. Aiacos estaba sentado en el marco de la ventana y Minos apoyado en contra del mismo.
Aiacos:- Ve con Pandora, yo no tengo ganas de pensar... - Lo echó sutilmente con la mano.
Minos:- A mí no me mires, sabes que yo soy cualquier cosa menos romántico. - Le quitó la vista de encima cruzándose de brazos molesto.
Radamanthys:- Pero tiren ideas, no lo sé, participen... digan algo. - Garuda rodó los ojos.
Aiacos:- Algo. - Pronunció sarcástico aún sin mirarlo haciendo que al noruego se le dibujara una pequeña mueca similar a una sonrisa.
Aunque no lo pareciera, Minos sí estaba pensando en algo para ayudar al danés. Al azabache no le importaba en lo absoluto.
Minos:- ¿Qué me gustaría a mí que me regalen? ¿Peluches? Tiene varios... eso no. Chocolates no... Las flores se marchitan... ¿Anillos? ¿Tienen anillos de compromiso? - Con un vistazo relámpago observó las manos de Radamanthys. No había anillo alguno. - Eso puede ser y una cena para dos así puede entregáselo. ¿O tal vez más? Con sus amigos así lo hacen público. That is! (¡Eso es!) - Abrió grandes los ojos, relajó su postura y dirigió su mirada a Wyvern. - Oye, idiota... - Qué amoroso... (Nótese el sarcasmo...) pero obtuvo la atención del rubio. - ¿Qué te parece un anillo de compromiso y una cena junto con sus amigos para hacerlo público? -
Aiacos:- Pero hay que hacer muchos arreglos para una boda, y ella ya tiene pancita. -
Minos:- Cierto. Pero se podría preparar para luego del nacimiento de las niñas. -
Aiacos:- Oooooh... eso tiene sentido... - Lo pensó mejor. - Pero eso es en dos días. Debemos salir sin que él se entere. - Oootra vez a pensar...
Minos:- ¡Ya sé! -
Radamanthys:- Cállate que ahí viene. - Todos hicieron silencio y empezó la discusión.
Minos:- ¡A mí no me callas! - Se miraron fiero. - Vámonos Aiacos, debemos ir con el Señor Hades, nos mandó a llamar y si nos retrasamos se pondrá furioso. - Comenzó su camino hacia la puerta seguido del azabache que se limitó a no decir nada. - Ya arreglaré cuentas contigo. - Salió fingiendo indignación con la cabeza en alto.
Radamanthys:- Hmph. -
(Vía cosmos)
Minos:- Lo lamento Rada, luego seguiremos. -
Radamanthys:- Tranquilo, entendí que era lo mejor seguirte la corriente. -
Aiacos:- ¿Y cómo le haremos? -
Radamanthys:- Nos vemos en la biblioteca cuando ella se duerma. -
Minos/Aiacos:- Sí. -
Una vez que estuvieron fuera de la vista de la señorita Kanon, muy disimuladamente comenzaron a acelerar el paso hasta llegar a la habitación de Minos. Al cerrar la puerta ambos soltaron una gran cantidad de aire recostándose en la puerta y dejándose caer lentamente hasta sentarse en el suelo.
Garuda volteó hacia Grifo y apoyó ambas manos sobre su muslo izquierdo.
Aiacos:- ¿Lo hacemos otra vez? - Hubo un pequeño silencio y ambos echaron a reír. - Pobre Rada... - No pudo decir más nada.
El peliplata lo tomó por ambos lados del rostro y lo besó tomándolo por la cintura y acercándolo más hacia sí. El beso se intensificó y en su afán por acortar distancias cayó de espaldas al piso con su amante sobre él. Ambos se detuvieron a falta de aire y quedaron atrapados en la mirada del otro. Aiacos no podía decir nada, no se esperaba tal acción por parte del otro juez. Minos sonrió pícaro y dio vuelta la situación.
Minos:- ¿Quieres divertirte un poco? - Se acercó a él y mordió su cuello y su oreja. - No te das una mínima idea de lo mucho que quiero verte cabalgarme... - Las palabras del noruego excitaban al azabache. - Ven conmigo... -
Se levantó y lo llevó estilo princesa a su cama mientras él no dejaba de mirarlo fijamente entre el asombro y la curiosidad sin poder emitir palabras. Al dejarlo sobre la cama, lo recostó un poco y depositó un par de besos en su cuello. Garuda no aguantó más e intentó quitarse la duda.
Aiacos:- Y bien... ¿qué tienes en mente? -
Minos:- Ya verás... son tantas cosas las que quiero probar... que ya no puedo aguantar más. - Susurró coqueto a su oído, tan sensualmente que hizo que se le erizara la piel.
Pasó su mano por la pierna de Garuda haciendo un camino por ésta hacia su entrepierna y luego a su camisa desabrochando los botones mientras volvía a besarlo.
Pellizcaba suavemente sus pezones oyéndolo suspirar y soltar leves gemidos. El azabache se retorcía debajo del peliplata quien abandonó sus labios para succionar su pezón derecho a la vez que su mano derecha bajaba hasta la entrepierna de su novio.
Aiacos:- Mi... mmngh... ¡Aaaah...! - Casi no podía coordinar palabras. - Minos... -
El mencionado se relamía y sonreía malicioso al oír sus gemidos y torpes intentos de formular una frase, pero no se detenía. Con una mirada casi sádica quitó su cinturón y desabrochó sus pantalones bajando lentamente el cierre del mismo. Aún sobre su ropa interior acariciaba su miembro erecto con el rostro sintiendo su aroma a excitación. Tanteó con las yemas de sus dedos y al encontrar la punta empezó a hacer círculos en ésta. Al ver que dio un respingo y sentirlo lo suficientemente duro, finalmente liberó su erección que ya dolía por tanta irrigación sanguínea.
Minos:- Parece que estás ansioso... - Lamió su miembro desde la base hasta la punta metiéndoselo de lleno en la boca.
Aiacos:- ¡Aaah! - Una corriente eléctrica le recorrió la columna vertebral haciendo que se retuerza en su lugar.
Minos:- Jmjmjmjm... - Rió malicioso y satisfecho. - Te ves delicioso cuando haces eso. -
Aiacos:- Mal...dito... - Apretaba los dientes y empuñaba las sábanas a la vez que sentía que Minos retomaba su felación. - ¡Mmngh! ¡Aaah! - Sus gemidos eran inevitables, no podía contenerlos. - ¡Detente o me voy a...! - Muy tarde... - ¡¡AAAAAH!! - Se corrió en su boca y su rostro. - Lo siento... Minos... - Su tono de preocupación y algo de desesperación era evidente, pero éste último no borraba su sonrisa. - ¿Minos...? -
Minos:- Te viniste mucho... - Se limpiaba el rostro con los dedos y los chupaba sintiendo su sabor. - Qué delicia... -
Aiacos:- No, Minos, no digas eso... me apenas... - Estaba completamente ruborizado mirándolo casi con terror por lo que había hecho.
El peliplata volvió a subir hasta estar a la altura del azabache. Se lubricó tres de sus dedos y separó las piernas del otro juez quedando él en medio. Lo miraba fija y sensualmente mientras él se sentía hipnotizado por esa mirada color ámbar tan penetrante. El noruego bajó sus dedos hasta la entrada del nepalí, empezó a jugar en círculos en ésta.
Minos:- Relájate y respira profundo. - Logró relajarlo un poco y metió el primer dedo.
Aiacos:- ¡Aaagh! - Abrió grandes los ojos arqueando su espalda y soltando un audible gemido. - Yigh... - Pero los cerró al instante apretando los dientes por el dolor. - ¡Minos! - Contrajo su cuerpo y se abrazó con fuerza al mayor. - Det... ¡Aaaah...! -
Minos:- Shh-shh-shh-shh-shhh... te oirán si haces mucho ruido... - Sonrió malicioso. - Pero pensándolo bien... amo oírte cuando pides piedad... - Su mirada y sonrisa sádicas, en parte, aterraban al azabache.
Su dedo comenzó a entrar y salir simulando sus embestidas. Lo movía en círculos viendo sus expresiones. Le fascinaban... al sentir que se relajó metió un segundo dedo haciendo tijeras para dilatarlo mientras lo oía gemir.
Aiacos:- Oye, eso... duele... - Dolía como los mil demonios, pero no podía oponerse. - ¡Aaaah! - Apretaba los hombros del peliplata.
Minos:- Mmmmm... música para mis oídos... - Seguía con su trabajo.
Introdujo un tercer dedo sin dejar de mover los otros dos. Ya estaba en su punto.
Aiacos:- ¿Qué pretendes hacer ahora...? - Quedó expectante a la espera de una respuesta.
Minos:- Tú qué crees...? - Se quitó su cinturón y, junto con eso, sus pantalones y ropa interior dejando expuesto su miembro a la vista de Garuda.
Aiacos:- Es... enorme... - Se quedó pasmado al ver el tamaño del mayor. - Por favor dime que no lo meterás... -
Minos:- ¿Para qué mentirte...? Por supuesto que lo haré. - Sonrió malicioso mirándolo lascivamente. - Relájate o dolerá de verdad. -
Aiacos:- ¡NO! - En un acto de desesperación lo empujó lejos de sí. - No lo harás por lo menos mientras yo esté consciente. - Grave error haber dicho eso... -
Minos:- Hmph... Jmjmjmjm... se hará como tú quieras... - Se levantó de la cama alejándose unos metros de ésta y puso, en menos de un segundo, una expresión sádica que daba miedo... - ¡MARIONETA CÓSMICA! - Los hilos fueron a las extremidades del azabache manteniéndolo quieto contra su voluntad atando sus manos a la cabecera de la cama y sus manteniendo sus piernas abiertas semi flexionadas. - Te ves hermoso... ¿Ahora sí te gusta más? - Le encantaba y excitaba esa vista de Garuda sumado a su cara de terror... era el cocktail perfecto.
Aiacos:- No Minos, detente... -
Minos:- Descuida, si te portas bien y te relajas, te dolerá menos y no te lastimarás. - Se quitó su camisa arrojándola a quién sabe dónde, y se acercó a él lentamente con una expresión totalmente desquiciada.
Aiacos:- No me queda otra... - Intentó seguir las instrucciones de Minos, cerró sus ojos tratando de calmarse y éste último lo notó.
Sus ojos color ámbar parecían devorarlo al menor y eso lo tenía perdido. Volvió a asaltarlo con uno de sus dedos comprobando que no había problema y se posicionó entre sus piernas lubricando su miembro y apoyándose en su entrada.
Minos:- Esto será interesante... - Se introdujo en él con cuidado, pero a medio camino la ansiedad le ganó y se metió de lleno y sin esperar.
Aiacos:- ¡Aaagh! - Abrió grandes los ojos arqueando su espalda, tirando de los hilos y desesperándose por no poder moverse. - ¡Maldito! Eso... ¡duele! -
Minos:- Aprietas mucho... - Apretaba los dientes. - Relája...te - El menor respiró profundo un par de veces y se calmó comenzando a mover sus caderas para darle a entender que podía continuar.
El peliplata empezó a moverse lentamente para acostumbrarlo a su vaivén. El azabache comenzaba a sentirse mejor a cada embestida relajándose por completo y empezando a dejar escapar leves gemidos ante tales acciones, pero no le bastaba.
Aiacos:- Por... por favor, libera mis piernas. - Al ver que ya no oponía resistencia, hizo un gesto con la mano liberando sus piernas y volvió con él.
Minos:- ¿Así está mejor? -
Aiacos:- Sí... - Grande fue la sorpresa del noruego cuando sintió que las piernas de su amante lo rodeaban por la cadera y lo obligaban a embestirlo rápida y profundamente.
Ambos:- ¡Aaaah! - El menor arqueó su espalda y el mayor empuñó las sábanas maldiciéndose por ser tan débil ante su compañero.
Minos:- No hagas eso o harás que pierda el control. - Pero eso no le importó. Volvió a obligarlo, sin previo aviso, a embestirlo profundamente y la voluntad del peliplata colapsó. - Tú lo pediste... - Comenzó a darle feroces estocadas, rápidas y profundas golpeando su punto de placer a la vez que lo masturbaba.
Aiacos:- Aaah... aaah... Minooos... - Su tono era cada vez más elevando. - Minooooos... ¡No aguanto! -
Minos: ¡Hazlo! - Imperó estando casi en su punto y acelerando el ritmo de su mano sobre el pene del contrario. Dio las últimas estocadas y llegó al final del camino. - AAAAARGH - Rugió de placer.
Aiacos:- ¡AAAAAAAAAH! - Ese grito salió desde lo profundo de su garganta y fue escuchado por todo el castillo.
En otra parte del castillo de Hades...
La geminiana y el otro juez estaban en compañía del Señor del Inframundo y su hermana teniendo un pequeño descanso bebiendo té y café hasta que...
Kanon:- ¿Alguien escuchó algo...? - Los otros tres se miraron entre sí y bebieron de sus tazas simultáneamente.
Radamanthys/Pandora/Hades:- No, nada... - Mentira... los tres escucharon y sabían perfectamente de dónde provenía ese "ruido" y quién lo había emitido.
Veinte minutos después...
Aparecieron en el salón de descansos (donde se encontraba Kanon y compañía) Aiacos y Minos como si nada hubiera pasado...
El Señor Hades los miró de lado y volvió a su café. Pandora sonrió de lado sin decir nada. Radamanthys sólo los miró fijo
Kanon:- Oigan chicos, ¿ustedes no oyeron nada? - El azabache se puso nervioso y miró disimuladamente al rubio quien lo miró asesinamente.
Radamanthys:- ¡¡Dile que no!! -
Minos:- En absoluto. - Dijo negando con la cabeza sin rastros de nerviosismo.
Kanon:- Ok, está bien. Queremos ir a un restaurante a la noche, ¿nos acompañan? -
Aiacos:- Yo me apunto. - Dijo muy sonriente y animado.
Radamanthys:- ¿Minos? - El aludido arqueó una ceja.
Minos:- Sí, ¿por qué no? - Tomó a su novio por la cintura y acercándolo más hacia sí le dio un corto beso en los labios dejando a un Aiacos totalmente ruborizado casi tan rojo como un tomate.
La peliagua lo quedó mirando unos segundos e hizo el intento de tocar su frente, pero él retrocedió unos pocos pasos.
Kanon:- Oye, Aiacos... ¿te sientes bien? Tu cara está toda roja, ¿tienes fiebre? -
Radamanthys:- No le des importancia, ve a darte una ducha y a ponerte linda para la noche. -
Kanon:- ¡Sí! - Se acercó a él y le dio un fugaz beso en los labios. - Nos vemos más tarde. - Salió corriendo hacia la habitación para prepararse.
Los tres jueces se miraron entre sí y sin mediar palabras se dirigieron a la biblioteca. Se sentaron en una mesa redonda en la que cabían algo apretados, pero así era mejor ya que no debían ser oídos por nadie. Se sirvieron un poco de té y café para relajarse.
Minos:- Bien, sabemos que tú... - Lo señaló como si fuera a tirar del gatillo (👉). - ... no puedes separarte de él. -
Radamanthys:- Exaaacto entonces ustedes serán los encargados de mandar a hacer las alianzas. -
Aiacos:- No mames, Radamanthys... ¿nosotros? Siquiera sabemos de qué nos estás hablando. -
Minos:- Haz de cuenta como que no dijo nada. - Lo miró de costado totalmente sin emoción alguna. - ¿Qué es lo que quieres? ¿Dónde lo conseguimos? Y ¿cómo quieres que sea la presentación? - Rada sonrió.
Radamanthys:- Quiero dos anillos de plata con detalles en oro que por dentro digan "Kanon 10-13" y el otro "Rada 10-13" -
Aiacos:- ¿Y por qué no "Radamanthys"? - Interrumpe preguntando como un niño.
Radamanthys:- Porque no lo terminarían ni para el año que viene. -
Minos:- Sólo cállate, por favor. -
Aiacos:- Ok, ok... -
Les dio la dirección y les dijo todo sobre el lugar. El azabache se quedó tieso y con la boca abierta al oír tanta información junta.
Minos:- Cierra la boca que te entran moscas... - Lo hizo reaccionar. - Está bien, ya tomé nota, volveremos en la noche. - Se levantó y dio la media vuelta saliendo del lugar llevando a rastras al azabache. - Debemos ir a la joyería del centro de la ciudad. -
Aiacos:- Está bien, pero deja de arrastrarme así. - El peliplata se detuvo y lo soltó.
Minos:- Está bien, pero camina. - Salieron del castillo lo más normal que pudieron y fueron a la joyería indicada.
Aiacos:- ¿Es aquí? - El noruego asintió y entraron al lugar.
El nepalí no podía dejar de mirar cada cosa que se le cruzaba, nunca había estado en un lugar así y el brillo por todos lados le llamaba demasiado la atención. Su compañero lo notó e hizo rápidamente su pedido yendo a su lado lo más pronto que pudo.
Minos:- ¿Hay algo que te guste...? - Apareció tras él asustándolo un poco.
Aiacos:- ¿Ah? ¿Qué? Sí, sí... pero es mejor no gastar de más ya que no es nuestro dinero. - Se sintió un tanto apenado porque lo encontró ensimismado mirando con asombro un anillo de plata labrado.
Minos:- Relájate, tú tranquilo. - Le hizo una seña a la señorita que los atendía y, con disimulo, volteó al azabache para que mirara hacia otro lado diciéndole a la ésta que también se llevarían ese anillo Sólo que en otra cajita.
Aiacos:- ¿Qué ocurre? ¿Minos...? - Miró hacia atrás y el noruego volvió a hacer que mire hacia adelante.
Minos:- Bien, vendremos en dos horas. - Tomó de la mano al otro juez y lo sacó casi a la rastra. - Vamos a buscar a Camus y a Milo, debemos perder dos horas y ellos pueden ayudarnos. -
Aiacos:- Sí. - Asintió y se dirigieron al Santuario. - Sólo espero que esto sea una buena idea. - Suspiró resignado.
Al llegar al dichoso Santuario los recibió Mu, como era de esperarse. Al ya conocer un poco más a los jueces, no se alarmó tanto. Se acercó a ellos con una cálida sonrisa como era costumbre en el caballero de Aries.
Mu:- Buenos días muchachos, ¿cómo están? ¿Se les ofrece algo? -
Aiacos:- Pues... debemos esperar un poco y nos gustaría que Camus y Milo nos acompañen. -
Minos:- Es verdad. Pero Tanto Escorpio como Acuario están muy arriba y al no tener intenciones contra el Santuario nos... -
Aiacos:- Nos da weba subir, no es tan difícil de entender. - El primer guardián rio por el comentario del canceriano.
Mu:- Está bien, está bien. Ya los llamo. - Se desapareció unos minutos y volvió con los caballeros de Acuario y Escorpio.
Milo:- ¡Aiacos! - Ahí estaba el explosivo escorpiano.
Camus:- Minos. - Siempre con toda su característica frialdad y tranquilidad.
Aiacos:- ¿Quieren venir a tomar un helado con nosotros? - El peliplata lo abrazó por la cintura y él se dejó hacer.
Milo:- Vaya, vaya... - Los miró sonriente. - Qué bueno verlos así. - Tomó la mano de su novio entrelazando sus dedos y comenzó a caminar con tranquilidad hacia Rodorio.
Compraron sus tan deseados helados y se sentaron en un banco frente a una gran fuente en el medio del parque. Linda fue la sorpresa cuando les dijeron a los caballeros lo que se estaba preparando para Kanon.
Camus:- ¿Y cuándo sería eso? -
Minos:- En dos días. -
Milo:- ¡¿Dos días?! ¿Eso no es demasiado poco? -
Minos:- En absoluto. - Dijo con toda la serenidad y calma del mundo. - Sólo debemos hacer la reservación en el restaurante favorito de él que también es el tuyo... - Se refirió al escorpiano. - ... así que esa es su misión. ¿Qué les parece? - Vaya proposición más atrevida.
A pesar de llevarse y entenderse mejor, aún no tenían la confianza suficiente como para hablar con tanta familiaridad. Milo y Aiacos al ser un poco más abiertos, no tuvieron problemas en llevarse bien, pero Camus y Minos... de no ser por el plan suicida de Saga, jamás habrían cruzado palabra.
Camus:- Me parece sencillo, ¿tú qué opinas, Milo? - El aludido estaba en la luna planeando junto con el nepalí una salida con los desastrosos del Santuario por lo que ignoró al acuariano... MUY-MALA-IDEA.
Milo:- ¿Te parece bien? -
Aiacos:- ¡Siiiiií! - Se emocionó el juez menor.
Camus:- Milo... - Y nada. - Milo... - Elevó un poco su tono de voz, a pesar de su serenidad, empezó a cansarse. Milo, te estoy hablando... -
Milo:- Camus, ¿tú qué opinas? - Eso fue la gota que rebalsó el vaso.
Camus:- Ayyyyy... (suspiro de resignación) Minos, discúlpame. - Habló con tanta tranquilidad que hasta dio miedo.
Se puso de pie y levantó al pobre bicho de la oreja como si fuera una pluma, sin decir ni una sola palabra y con un rostro totalmente neutro hasta quedar a su altura.
Milo:- Auh, auh, auh, auh, auh, auh, aaaauuuh... - Se quejó hasta llegar a pararse. - ¡Camus! ¡Eso duele! - Se exasperó.
Camus:- A ver bicho, te lo pondré de la siguiente manera... - Hizo una pequeña pausa y arremetió con todo. - ¡Cuando yo te hablo tú me escuchas y si tienes cosas que hablar con otros te esperas hasta que YO te termine de hablar! - Los jueces lo miraron con terror, jamás habían visto ese lado tan agresivo y demandante del francés.
Aiacos se abrazó a Minos asustado y éste le correspondió abrazándolo posesivamente para protegerlo.
Aiacos:- Esa hielera loca da meio... -
Minos:- No me digas... tengo la piel de gallina... - Ambos se hablaron por cosmos.
Una vez que terminó de cantarle las cuarenta al octavo guardián, suspiró y se tranquilizó sentándose nuevamente.
Camus:- Bien, debemos irnos y empezar con nuestra parte de colaboración para el festejo. Debemos ir a Cáncer y Leo, ahí están Aioria y Death Mask. Ellos también son amigos de Kanon. -
Milo:- Pero a Death Mask no le agradan los chicos... - Señaló a los jueces con su mano derecha mirando al peliagua.
Aiacos:- En eso puede que tengas razón, pero es el compromiso de Kanon, es por él, no es mi fiesta de cumpleaños. - Sabias palabras.
Camus:- Garuda tiene razón. - Habló seriamente y se puso de pie. - Debemos ir y convencer a Afrodita y a Shaka. - Los otros tres lo miraron raro sin entender nada. - Oigan... ¿por qué me miran así? -
Minos:- Es que no tiene sentido. -
Aiacos:- Sí, realmente no. -
Milo:- ¿Por qué con ellos, cubito? - Esa pregunta iba realmente por parte de los tres.
Camus:- Eso es fácil de responder. Jmjmjmjm... - Rio discreto pero malicioso. - Porque los tres desastrosos son mandilones, sus pasivos son los que mandan. -
Milo:- ¡Oye, eso no es cierto! - Trató de defender su orgullo.
Camus:- Cállate Milo... - Usó un tono apenas amenazante.
Milo:- Sí cubito. - Bajó la cabeza como perro regañado.
Garuda y Griffo echaron a reírse al unísono. El onceavo guardián tenía razón.
Camus:- Bien. Como les decía, primero hay que convencer a Afrodita y a Shaka, el resto será más fácil. - Concluyó.
Minos:- Entonces iremos por nuestro paquete importante y nos veremos mañana aquí mismo para hablar de nuestras novedades. - Todos asintieron y Escorpio y Acuario se fueron en una dirección mientras que Griffo y Garuda fueron en otra.
Había un curioso de colado que en un abrir y cerrar de ojos volvió a su Templo.
¿...?:- Debo avisar a Afrodita y a Shaka. - El parque quedaba al otro lado de Rodorio por lo que tuvo tiempo de invitar a tomar el té a los caballeros de Piscis y Virgo. - Dita, Shaka, ¿quieren venir a Aries a beber un poco de té con masas finas? Hay algo importante que deben saber. No se tarden. -
Afrodita:- Ya voy Mucito, estoy saliendo para allá. - Salió corriendo la diva del Santuario escaleras abajo hasta llegar a Virgo donde encontró al virginiano muy concentrado en su meditación... mentira, estaba en su postura habitual, pero se había dormido. - Shaka... - Sin respuestas. - Shaka... se acercó al rubio y susurró en su oído. - Aioria está esperándote desnudo en Leo y dijo que quiere darte duro y parejo... - El güero abrió grandes los ojos de repente y se puso de pie.
Shaka:- Ya estoy en camino. - El Sueco lo miró asesinamente.
Afrodita:- O sea... si yo te llamo te vale v3rg4, pero si la gata está encuerada sales corriendo. - Lo último que había que hacerle al pececito era hacerlo enojar.
Shaka:- Ay... - Un escalofrío recorrió su espina dorsal y se giró para "ver" al peliceleste. - Afro...dita... yo... - Las palabras no le salían. - ¿Qué le digo...? ¿Qué le digo...? - Pensaba para sí. - Oye espera un segundo. No eres mi novio ni mi padre. - Frunció el seño con algo de molestia.
Afrodita:- Bueno, está bien... pero el borrego nos invitó a tomar el té con masas finas en Aries. - Se rindió al ver que el virginiano no cedería y que tenía buenos fundamentos.
Virgo abrió los ojos, nunca se hubiera imaginado que venía para hacerle esa invitación. Bueno... en realidad, Mu los había llamado a ambos, pero la Barbie no lo escuchó por andarse frito.
Shaka:- Bueno, si lo pones de ese modo... - Rodó los ojos y volvió a cerrarlos retornando a su habitual expresión serena. - ... vamos, si él nos invita de esa manera es porque tiene algo que contarnos. - Sí señoritas y señores, Sailor Venus es tan chismoso como Dita y Mucito...
Ambos bajaron y se encontraron con Mu quien les relató lo que vio y escuchó en el parque de Rodorio cosa que hizo que los otros dos chillaran de emoción y que al ponerse a pensar...
Afrodita: Esto no le agradará en lo más mínimo a Saga... - Su tono de preocupación dejó pensando a los caballeros de Aries y Virgo... ¿Cómo le harían para que Géminis mayor no se entere?
Shaka:- Opino igual, es suicidio en masa. - Se habían achicado.
Y justo en ese momento, entraban dos caballeros que con los agudos oídos del mayor, habían escuchado una parte de la conversación.
¿...?:- Pero qué cobardes son... - Dijo seria y despectivamente mirándolos desaprobatoriamente.
Mu/Shaka/Afrodita:- ¡CAMUS! - Los tres lo miraron con terror ya que los había cachado chismoseando.
Milo:- No, el Cuco. - Su sarcasmo casi hace reír al acuariano que muy entero se quedó inmutable. - Por supuesto que es él. -
Camus:- ¿Qué tanto están hablando? - Su tono frío retumbó en todo el living.
Milo:- Ya cubito, no seas malo con ellos, tienen que ayudarnos y Mu ya hizo una parte del trabajo. - Defendió al pelilavanda que por poco y se lo comían vivo los nervios.
Camus:- Jaaah... (suspiro de resignación) está bien. Ahora hay que poner en práctica el plan. - Sus palabras calmas les dieron seguridad y ánimo a los demás caballeros.
Ambos asintieron y se pusieron de pie para salir de Aries.
Milo:- Así que ya saben... - Sus palabras fueron calladas por la presencia del Caballero de Géminis. - Piensa algo rápido bicho... - Pasó fugazmente por su cabeza. - Díganles a Death y Aioria que esta noche nos juntamos en Leo a beber algo. - Dijo muy entusiasmado hasta que volteó hacia Saga.
Virgo, Escorpio, Acuario y Piscis miraron mal al Gemelo y salieron de Aries escaleras arriba los cuatro muy serios.
Saga:- Todo esto es tu culpa por idiota... - Se recriminaba a sí mismo en su mente mientras salía del Santuario hacia las calles de Rodorio.
- Justo en ese momento -
Los jueces de Hades estaban charlando muy animados caminando con varias bolsas hacia el bosque a las afueras de Rodorio.
Aiacos:- Kanon estará muy contenta. - Le sonreía al noruego.
Saga:- ¿Kanon...? - Todo lo relacionado a su hermano le interesaba por lo que ocultó su cosmos y comenzó a seguirlos como una sombra invisible.
Minos:- ¿Verdad que sí? -
Aiacos:- ¡Siiiiií! - Parecía un niño.
El mayor de los Géminis nunca había visto a los jueces tan animados y conversando como personas normales, por lo que le parecía algo bastante extraño. Frunció el seño mirándolos raro. ¿Realmente no tenían malas intenciones contra su hermano y el Santuario?
Saga:- Esto es demasiado raro... ya hasta da miedo verlos así... - Justo antes de verlos pasar por el portal hacia el Inframundo, pisó una rama que delató su ubicación.
Minos:- ¡¿Quién está ahí?! - Ambos se pusieron a la defensiva, pero no recibieron respuesta.
Saga:- ¡DEMONIOS! - Se quedó estático.
Aiacos:- No siento nada, tal vez solo haya sido un animal. - Se miraron fijamente entre sí y se relajaron un poco.
Minos:- Vámonos, no quiero causar disturbios. -
Aiacos:- Hmph. - Asintió y se adentró junto a su novio en el portal.
El peliplata dio un último vistazo y entró en el portal cerrándose éste de inmediato.
Saga:- Jaaah... - Soltó una masiva cantidad de aire recostándose en el árbol donde estaba escondido. - Por poco y me atrapan... - Volvió a ponerse de pie y se colocó en posición. - Otra Dimensión. - Pasó a través de su propio portal al sitio donde realmente estaba yendo ignorando olímpicamente a todo el mundo.
- En otra parte del Santuario -
Afrodita:- ¿Creen que Saga cambie luego de esto? - Estaba recostado en su Sofá con la cabeza apoyada en la falda del cuarto guardián y éste estaba con los brazos abiertos extendidos a lo largo del mismo y su cabeza hacia atrás.
Camus:- Habrá que ver... esperar. - Estaba sentado de piernas cruzadas en uno de los sillones con sus dedos entrelazados algo pensativo.
Aioria:- No conozco muy bien a Saga, pero creo que, en el extremo caso de que Kanon vuelva a aceptarlo, no lo menospreciaría otra vez. - El león estaba sentado en la alfombra apoyando su espalda en la mesa ratona del pisciano con la pierna derecha flexionada apoyando su codo en la rodilla de ésta y la otra completamente estirada y relajada.
Milo:- No lo sé compadre... - Dijo como un suspiro. - ... así de poderoso que es, a veces suele ser muy estúpido, ignorante e insensible. - El bicho estaba como acostado con la cabeza en el brazo del segundo sillón mirando hacia arriba y sus piernas colgaban del otro lado. Su mano izquierda estaba posada sobre su abdomen y el brazo derecho colgaba llegando a tocar el suelo.
Shaka:- No suelo concordar con Milo, pero, esta vez, tiene razón. - Dijo muy seriamente sentado sobre un almohadón en forma de corazón en su típica posición de loto.
Los seis caballeros estaban aburridos y algo desganados por eso se pusieron a pensar en qué probabilidades había de que Kanon vuelva con su hermano.
Death Mask:- Conozco a Kanon... - Enderezó un poco su cabeza abriendo los ojos para mirar a sus compañeros. - ... él todavía sigue amando a Saga. - Todos los demás caballeros lo miraron con los ojos abiertos como platos de la impresión. - ¿Qué? No me miren así, es la verdad. ¿Acaso creen que se puede dejar de amar a alguien de la noche a la mañana? - Sabias palabras que dejaron a todos con las mil y un preguntas en la cabeza.
- Al mismo tiempo en el Templo de Géminis y en el Inframundo -
Saga/Kanon:- ¡Atchú! - Estornudan a la vez. - Alguien debe andar hablando de mí... - Se limpiaron la nariz y siguieron con los suyo.
El día siguió sin más novedades, Kanon ansiosa por que llegue ese día y Radamanthys igual sólo que nervioso también.
Minos:- Radamanthys... - Lo llamó vía cosmos.
Radamanthys:- ¿Qué ocurre, Minos? - Al oírlo, miró en dirección a la habitación del ariano frunciendo un poco el seño.
Minos:- Tenemos el paquete. Nos vemos en la biblioteca en unos minutos. - Dijo con un tono muy serio.
Radamanthys:- Hmph. - Eso era un simple "Sí".
- Diez minutos después... -
Minos:- Entonces así quedamos. -
Radamanthys:- Exacto. - Ya habían hablado y arreglado todo.
El día especial estaba a la vuelta de la esquina y todo iba yendo de maravilla.
¡¡Al fin!! Después de haber desaparecido por más de un año... ¡¡he vuelto!!
Les dejo el pequeño capítulo, tal vez pueda subir pronto el próximo 😁
Bueno... eso depende de mi inspiración 😅
Besos y nos leemos pronto 😘😘😘
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