Capítulo 19
1 mes después.
Malibú, L. A
Me pasé un gran tiempo buscando a Bridget, pero no logré contactarla en el hotel en el que la había dejado aquel día. La situación se había vuelto algo misteriosa, pero después de todo, le había prometido a Nick que lo pensaría. Fue difícil, pero decidí darle una oportunidad, todos merecemos una oportunidad, y el resultado fue sorprendentemente favorable. Decidimos ir a ese sitio que tanto soñé pisar con él: Los Ángeles.
Pensé que extrañaría a mi pequeña familia de más, pero cuando yo y Nicholas salimos del LAX para tomar el taxi, me sentí libre. Su preciosa casa en Zuma Beach, Malibú, era un lugar espléndido para pasar nuestras merecidas vacaciones, después de que selláramos un contrato con una importante firma china. Todo su universo empresarial iba creciendo y nosotros trabajábamos cada vez más. Nuestra relación se fui afianzando mucho más de lo que esperaba. Se notaba que estaba intentando hacer un cambio radical en su vida, y yo era fundamental para que ello funcionara.
* * *
Tiramos las maletas encima del blando colchón y nos besamos. Estamos exhaustos por el largo viaje en avión, pero al fin llegamos al lugar del que tanto me habló en las últimas semanas. Me carga en sus brazos y comienza a darme vueltas mientras yo me río a carcajadas.
-Este es nuestro nidito de amor -me dice al oído, y me muerdo el labio cuando su aliento me acaricia la piel. Un momento después de juguetear con nuestros labios añade-: Qué tal si le damos una mejor utilidad a ese colchón, princesa -me propone y ríe pícaramente, mientras yo asiento deseosa de sus caricias.
Tiramos todas las maletas en el suelo y nos acostamos en nuestro nidito de amor. Nicholas comienza a quitarme el vestido con la boca mientras yo me río. Su paciencia termina agotándose y me lo arranca con las manos, haciendo que me queje un poco, pero después me acalla con un apasionante beso.
-Ese vestido era caro -lo reprendo y él arquea una ceja mientras acerca su rostro al mío nuevamente.
-Tienes muchos más de esos, cariño -me dice y comienza a besarme en el cuello.
Cierro los párpados y me dejo llevar por sus caricias placenteras. Cuando su mano me arranca con imponente fuerza las bragas, siento que ya es el momento perfecto para experimentar los bellos placeres del sexo. Quiero que sea él quien me haga mujer, que me tome y haga fantasear. Lo miro y está sudado y con el cabello despeinado, como me gusta. Me hace arquearme para quitarme el sostén y luego me pellizca los pezones con los dientes, haciéndome gemir ante la descarga que se esparce por todo mi encandilado cuerpo.
-¿Segura de que quieres dar este paso? -me pregunta mientras me acaricia el abdomen con sus labios.
Me pongo una almohada detrás de la cabeza para sentirme más cómoda y lo vuelvo a mirar. Aguarda a mi respuesta con sus ojos deseosos y profundos. Acaricio por un instante su precioso cabello enmarañado, y asiento en respuesta a su pregunta.
Se apoya en los brazos y acerca su rostro al mío. Un poco después de mirarme con ternura, me susurra al oído:
-Primero quiero proporcionarte caricias y juguetear con mis manos en tu cuerpo.
Sus palabras me hacen ruborizar y suelto una risita casi imperceptible.
-V-Vale -tartamudeo mientras dejo caer mi cabeza en la almohada para que comience.
Con sus labios comienza a besar mis pechos y notos que se me endurecen los pezones, son de lo más traicioneros. Su lengua me envuelve los pezones, después su boca succiona y me muerde delicadamente con los dientes, haciendo que los gemidos se desprendan descontroladamente de mi garganta. No puedo evitar morderme el labio inferior, esto es muy excitante, siento que estoy más que húmeda.
Con suaves caricias desciende por mi abdomen y logra que me ría un poco ante la leve sensación parecida a las cosquillas.
-¿Estarías dispuesto a todo por mí? -le pregunto acomodándome el cabello a un lado, él me mira y detiene las caricias, para después sonreír.
-Claro que sí, princesa. Por ti estoy dispuesto a todo -responde acercando sus labios a los míos. Me fijo en la tienda de campaña que se le forma debajo de los pantalones.
Paso mis manos por su espalda caliente y le hago caricias. Nick sonríe en mis labios y con picardía roza mi sexo con dos de sus dedos. Joder, estoy jodidamente caliente. No quiero que se detenga ni un segundo.
-Quiero que sigas, Nick -le digo con la voz interrumpida por gemidos-. Necesito sentirte.
Introduce un dedo dentro de mí y yo al instante gimo contra su boca. Esboza una suave sonrisa y me mira con dulzura. Le gusta verme disfrutar de sus caricias.
-¿Quieres más, cariño? -me pregunta, jugueteando con su dedo corazón en mi interior.
Con voz suplicante y ligeramente enronquecida respondo:
-P-Por favor.
Una vez más veo como su melena castaña se le interpone delante de sus ojos verdes como la esmeralda, y me echo hacia tras, dejando que Nicholas siga haciendo de mí un reproductor de gemidos.
Nick sigue acariciándome con sus dedos hasta que logra que llegue al clímax. El placer es algo indescriptible, una sensación de paz que no puedo explicar. Saca sus dedos de mi interior y se los pasa por los labios. Después se apoya en los brazos y me besa, tiene el corazón a mil y la respiración trabajosa. Su erección no se baja por nada.
-Usa un condón, Nick -le digo para precaver, y él me sonríe.
-Claro, princesa. No queremos ver todavía a un pequeño Nick o una pequeña Anna, jugando por ahí -me dice y sonríe juguetonamente.
Yo le pego en el hombro mientras me río.
-No lo digas ni en broma. No estoy preparada para tener hijo aún.
-Pero bueno, quizás después... quien sabe.
-No lo sé, Nick. Por favor, no es momento para el tema -le digo poniendo los ojos en blanco miro como las palmeras se mueven a través del ventanal.
Nicholas se levanta y abre un cajón de un estante, sacando de ahí un pequeño sobre. Lo rasga con los dientes y saca un condón. Me mira y le sonrío. Siento que estoy preparada, quiero que sea con él, y puede que después me arrepienta, pero en estos momentos es todo lo que quiero.
Se retira los pantalones y apaga la luz. Solo entra un poco por el ventanal, ya que está atardeciendo. Veo a su silueta desnuda acercarse a mí. Se sienta a mi lado y se coloca el condón, mientras que yo le beso la espalda. Sacude la cabeza para deshacerse de las hebras de cabello que se interponen en su vista, y me mira con una sonrisa.
Me tumba en el colchón y se me sube encima. Su respiración caliente se esparce por mi rostro, mientras que el deseo que siento no se aminora.
-¿Sabes qué? -me dice en tono juguetón.
-¿Qué?
-Eres jodidamente hermosa. Me estás volviendo loco.
Presiona un poco contra mí y trago en seco. Siento que un poco de inseguridad me invade momentáneamente, pero cierro los párpados y pienso en que todo irá bien. Después de todo, es solo sexo, aunque es mucho más, sexo realizado con amor.
-Todo irá bien, princesa. Solo déjate llevar y disfruta.
Asiento mientras se adentra dentro de mí. Me dejo llevar por la sensación, por cada embestida que realiza con suavidad. Nuestros gemidos se mezclan y nuestras respiraciones se vuelven trabajosas. Aplica más fuerza y siento que todo su sexo se adentra en mi interior, desprendo un jadeo. Joder, estoy endiabladamente enamorada, loca por este hombre. Lo amo y estoy feliz de que sea el primer y único dentro de mí.
Atrapa mis labios con los suyos y nuestras lenguas se rozan en sintonía. Rodeo su cintura con mis piernas y lo empujo un poco más dentro de mí. Duele, joder, duele un poco. Pero el dolor es menos ante el placer. El tacto de cada caricia, de cada beso y respiración compartida.
-Me siento muy bien, Nick. Me estás haciendo sentir bien -le digo y tras una fuerte embestida suelto un gemido.
-Nena, tú también me estás haciendo sentir bien. Más que eso, estoy loco por como haces que me mueva en tu interior.
Me muevo con un poco más de fuerza y siento una suave sensación. Nick em toma de la cintura y comienza a bombear con fuerza. En estos momentos me siento completamente libre y realizada. Solo estamos yo, él y Los Ángeles, como soñé alguna vez. La hermosa playa y esta habitación que guarda nuestro pequeño secreto.
N/A:
Uyyyy, mucho amorcito entre los quesitos. Un Ti Amuuu para Nick y Anna. He amado escribir sobre su intimidad, y espero que os haya gustado.
❤❤❤❤
Veremos si me alcanza el tiempo para los premios Wattys 2020. Ojalá que sí 🙇
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