Esperó con paciencia hasta que fuera de madrugada, el edificio de registro estaba a una calle de la torre Hokage, lo estuvo analizando con cuidado por horas desde un árbol no muy lejos de ahí, había una pequeña ventana en el segundo piso abierta, sólo debía esperar a que el guardia cambiara su turno, estaba seguro que mantenían horarios similares a los de la Torre Hokage, aún recordaba cuando robó el pergamino, eran horarios de ocho horas, si estaba en lo correcto, no tardaban en hacer el cambio de guardia, sonrió al ver llegar al reemplazo del guardia, comenzaron a saludarse y dar el reporte de su guardia.

Naruto no perdió tiempo, mientras eso sucedía bajó del árbol cayendo al techo de una casa, corrió con velocidad sin hacer ruido, brincó con habilidad rodando al interior de la pequeña ventana, se detuvo observando su entorno, estaba dentro de un baño, abrió con sigilo la puerta al pasillo, había hecho memoria por horas, recordaba haber seguido a su abuela un día mientras pedía que alguien lo entrenara antes de su viaje con Ero-sennin, recordó que la Senju se paró en el mostrador de la entrada pidiendo una carpeta, el archivo de tres shinobis, recordó que el encargado entró al pasillo y dio vuelta a la derecha, siguió la ruta con sigilo, no había guardias en el interior, sólo en la entrada principal, abrió sus ojos bastante al darse cuenta que el lugar parecía la maldita biblioteca, estaba lleno de carpetas, suspiró con fastidio, mordió su mejilla pensando en qué hacer, si generaba un grupo de clones de golpe se darían cuenta que estaba ahí adentro, trató de concentrarse levantando dos dedos en el signo de la rata, debía usar una limitada cantidad de chakra para generar un clon, si creaba cada determinado tiempo uno, no sentirían la diferencia, asintió.

El clon y él comenzaron a revisar carpeta por carpeta, abrían y cerraban carpetas con velocidad al observar el nombre y la foto en la carpeta, se dio cuenta que estaban en orden alfabético, no sólo eso, estaban ordenados por año de graduación de la academia, sonrió con más calma al darse cuenta que la búsqueda se reducía, buscaron con velocidad el año en que se graduó, al encontrarlo empezaron a buscar su carpeta por orden alfabético, pasó a algunos de sus amigos de generación, pensó que podía estar cerca, sonrió al localizar su archivo, lo abrió con velocidad, apretó el ceño al sólo ver una maldita hoja a diferencia de las demás carpetas, bajó su mirada leyendo cosas básicas sobre él, información personal, misiones, tonterías, hasta que llegó en la última parte “archivo clasificado” era verdad, era un idiota, era el maldito jinchuriki de la aldea, todos le ocultaban cosas ¿por qué tendrían su archivo al alcance de cualquira? suspiró cabreado girando su mirada ¿dónde podían tener los archivos clasificados? salió del lugar con sigilo analizando ¿dónde diablos podrían estar?

….

Naruto veía la torre Hokage con seriedad una vez más, toda la maldita semana había estado analizando, es el maldito lugar más seguro en la aldea, no podía preguntar a nadie o se darían cuenta de sus intenciones, pero si lo analizaba, recordaba que toda la torre estaba llena de bodegas de archivos de misiones, había entrado en la mayoría, su abuela lo castigaba ordenando carpetas cuando era niño, también acompañó a Shikamaru y a Sakura cuando la kage los usaba de apoyo “de mandaderos”.

Pensaba con cuidado observando la torre qué sala no había visto, planta baja, oficinas de registro, primer piso, recepción y distribución, segundo piso, misiones, tercer piso, administración y distribución de misiones, pagos, cuarto piso, oficina kage, la sala de consejo y la bóveda, abrió sus azules con sorpresa, era un idiota, ese lugar estaba lleno de documentos, no sólo el pergamino kage se encontraba en el lugar, debía tener lo más confidencial de Konoha, él era uno de los secretos de la maldita aldea ¿No era así? Sonrió con algo de maldad.

No podía entrar directo, habían aumentado la seguridad desde aquel día que robó el pergamino Hokage cuando era un niño, rascó su nuca con frustración, por la noche había mucha seguridad, en el día sólo el guardia de la entrada, si entraba y simplemente lo sacaba debía noquear al guardia, se darían cuenta y comenzarían una búsqueda por su cabeza, a menos qué, sonrió con maldad, obtendría sus cosas, no sabía qué podía haber, pero estaba seguro que había algo para él, suspiró hondo regresando a su departamento para planear todo correctamente.

….

Observó la casa de Sakura, sus padres salían de la propiedad discutiendo sobre recoger el tiradero en casa, observó que la casa estaba libre, con velocidad se coló en las escaleras, levantó el tapete sacando una llave, abrió la puerta, subió a la habitación de su amiga, muchas veces había acompañado a la Haruno a casa, la había visto sacar la llave del lugar, sabía que su habitación era la de arriba porque desde ahí a veces le gritaba, simplemente abrió la habitación observando el lugar, no perdió tiempo, abrió sus cajones buscando equipo de herramientas, debía tener repuestos de todo lo que llevaba con ella, bajo su cama encontró una enorme caja, la sacó con velocidad observando instrumentos médicos, había cajas pequeñas, “venenos” “toxinas” “retardantes de veneno” “antídotos” “tranquilizantes” “sedantes” bingo “sedantes para relajar” “sedantes para el enemigo” “somnífero” “paralizantes”, mordió su mejilla decidiendo, tomó ambos, los guardó con cuidado en su estuche de herramientas, dejó todo como estaba, desapareció de la casa Haruno.