22 Propuesta
—¿Y aceptaste un año y medio para tener hijos? —me pregunta Hope entre risas— mi mami es toda una negociante. Si sabes que lo que ellas digan te tiene que valer pepino y medio ¿Verdad? De hecho si no le pides casamiento a mi hermana de acá a unos meses lo hará ella de seguro, y así su acuerdo quedaría anulado.
—Dime de nuevo ¿Por qué no considere llevar a la mejor negociante de tratos a verlas?
—Porque eres una idiota —me responde sincera con una sonrisa.
—Era una pregunta retórica. Bueno esta es mi idea —le explico todo en lo que he pensado y ella solo me escucha hasta que termine de hablar.
—Eres tan cursi —me dice y blanqueo los ojos—, ya sé quién me ayudará para cuando haga lo mismo con Mati.
—¿Me vas a ayudar o no?
—Si ya tienes todo armado ¿En qué te ayudo? —sonrío ella será la encargada de traer a Alma y asegurarse de que ella no sospeche nada.
Están todos en el lugar y yo siento que transpiro con el traje puesto, aunque afuera no hace calor.
—Respira o la corbata va a ahogarte —me dice Scarlett desajustandomela un poco.
—¿Crees que dirá que si? Dime por favor que crees que me dirá que sí, eres su madre y...
—Daliah, si algo sé de mi hija es que —enumera—, uno es indomable y dos te ama con locura, claro que dirá que sí. Ahora es momento de hacer esto —besa mi frente.
Bajo a dónde están los músicos sigo muy nerviosa, hace demasiado que no hago esto, y Kate tampoco, pero ella me ayudó, después de todo es mi mejor amiga y me hizo ser su dama de honor, me lo debe y claro que me lo voy a cobrar.
—Quiero que sepas que te odio —la miro y sonrío—, no, no te odio, pero hace mucho que no hago esto y estoy muy nerviosa.
—Solo hazlo como ensayamos.
—Lo sé, puta genio. Ahora vamos a pedirle a loca mujer que te ama que sea tu esposa —sonrío y de pronto se acerca a abrazarme—. Estoy de verdad muy feliz por ti, finalmente has logrado salir a adelante, sentar la vagina promiscua que tenias —me río— y ser feliz —se separa y me mira a los ojos—. Si la cagas con ella, me la quedo de amiga —voltea y le doy una nalgada a lo que se va riendo.
Me coloco entre bambalinas y el concierto comienza como estaba previsto, los músicos de la orquesta siguen con su repertorio y yo siento mi corazón latir con fuerza. Kate toma mi mano a mi lado, ambas estamos nerviosas, pero podremos hacerlo. La música se corta y la luz se apaga y entro tomando mi lugar en el piano que parecía estar en segundo plano, una luz me ilumina y me concentró en la partitura para no cagarla, si miro a Alma no voy a poder seguir, la orquesta me acompaña sumandose instrumentos de a poco, el director voltea y le hace la seña a Hope, que se levanta tomando a su hermana de la mano para llevarla al escenario, Katherina toma mi lugar en el piano y le extiendo la mano temblando, mientras me alcanzan un micrófono y la música sigue sonando suave de fondo.
—Cielo, sé que caí primero por ti, sé que con tu toque has mejorado o reparado cada cosa que tocas en mi vida, incluso procuras cuidar de las cicatrices de heridas que no hiciste. Te amo, Alma, te amo tanto que te siento en cada latido de mi corazón, eres una bocanada de oxígeno que me llena los pulmones, que me refresca, que me hace sentir viva. Cielo —me arrodillo abriendo la caja con el anillo y el público hace un gesto de asombro—, por favor cásate conmigo, hazme el honor de ser tu esposa.
Ella se queda un momento en shock con los ojos llenos de lágrimas y mira el anillo, no me responde. La cagué, la cagué, la cagué, ella no quiere casarse, me dirá que no y...
—¡Ya dile que sí, quiero más nietos! —suena uma voz entre el público.
—¡Mamá! —responde Alma de manera instintiva y ve que entre el público está su familia y nuestros amigos—. Sí, si me quiero casar contigo, amor.
Suspiro aliviada mientras me ayuda a levantarme, la gente aplaude y la beso. Estamos finalmente comprometidas, vamos a casarnos ¡Será mi esposa!
Nos casamos 6 meses después, entro a la iglesia y no tengo a nadie que me entregue, se lo iba a pedir a Kate, pero una propuesta me llegó antes que me dejó sorprendida.
—Yo lo haré si quieres —dice fingiendo desinterés.
—¿En serio?
—Sí —dice nula sin sentimientos.
—Bueno.
Esa fue toda nuestra conversación. Atenea se colocó su mejor traje que no era tan lujoso como el mío sino más bien sobrio de un gris opaco, me extendió el ramo, arregló mi corbata y clavó sus ojos verdes en mí.
—Sé que mi hija puede destruirte con dos pestañazos —me da una sonrisa algo malévola—. Pero aún así espero que no lo haga, que sean felices y que me des los nietos que acordamos —aprieta mi mejilla.
Esto es lo más tierno que puedo llegar a sacar de Atenea y lo tomo. Suena la marcha nupcial, Atenea se coloca a mi lado tomando mi brazo y avanzamos por el camino hasta llegar al altar, veo a nuestros seres queridos aquí con nosotras, compartiendo este momento y me siento inmensamente feliz.
Mi suegra me deja con una sonrisa, y mi mejor amiga toca mi hombro en señal de apoyo parada detrás se mí como mi dama de honor, junto a Hope.
Veo aparecer a Alma tomada del brazo de su hermano mayor, pero ni siquiera sé como va él vestido, estoy totalmente perdida de amor por la magnífica imagen que mi futura esposa me regalaba. Su vestido blanco rozaba el suelo ¿Así se ve una reina? Porque ella nació para gobernar definitivamente. Camina hacia mí y mis ojos se llenan de lágrimas de felicidad, una gran sonrisa adorna mi rostro y ella llega frente a mí, mientras la recibo extendiendole una mano.
—Estás maravillosamente, hermosa, estás radiante, eres la mujer más hermosa que jamás hayan visto mis ojos.
—¿Enamorada acaso de tu esposa? —me guiña un ojo.
—Totalmente —beso su mano.
La ceremonia comienza, los nervios se van disipando, y el gran momento llega de dar el sí, sin duda alguna ambas aceptamos todo lo que el matrimonio conlleva y nos besamos.
Salíamos de la iglesia bajo una lluvía de pétalos de rosas, risas y sonrisas, para subirnos a un auto clásico y vernos en el salón dónde será la fiesta.
—¿Y si nos escapamos? —me dice Alma y la miro.
—¿Estás loca? Nos esperan en el salón.
—Sí, pero de todas maneras la fiesta no va a empezar sin nosotras —me dice divertida y me pone esos ojitos que me pueden.
—¿A dónde quieres ir? —¿Alguna vez tendré la fortaleza de decirle que no a ese gesto suyo? No, sé, pero no hoy.
—¿Qué tal al lugar dónde inicio todo?
—¿El bar? —ella niega divertida— ¿Dónde entonces? —me sonríe— ¿El campamento?
—Queda de pasada y quiero hacer algo antes de continuar —miro su vestido blanco, porque vamos a meternos en medio de la tierra y mugre, definitivamente el conductor de este auto no querrá meter su clásico—. No te preocupes por esto, lo tengo resuelto.
Amo mucho a esta mujer y su locura, porque definitivamente es nuestra boda y estoy siguiéndole el apunte en una locura. Nos detenemos a orilla del camino y claro que debí imaginar que solo una o dos personas tan loca como ellas accederían a esto, Bailey y Alexa nos reciben con una gran sonrisa.
—Vistete rápido —le dice Alexa mientras le tira ropa y Alma se sube atrás y como un rayo sale vestida—. Yo me quedo con el conductor y tu vestido, vayan.
Bailey nos lleva al campamento, Alma toma mi mano y se baja corriendo, yo sigo de traje pero con zapatillas y un pantalón diferente para no ensuciar mis zapatos y el pantalón de vestir. Llegamos al árbol que yo uso como mi refugio cada vez que vengo, ella saca una navaja y comienza a tallar su inicial, luego me da la navaja a mí, tallo mi letra, y abajo talla "esposas", me pide que le haga un corazón al rededor y de la mejor manera lo tallo.
—¿No podía esperar a la próxima?
—No, quiero que todos cuando lo vean sepan que es nuestro árbol y que lo logramos, somos esposas.
—Volvamos a la fiesta o van a matarnos.
Corremos de vuelta y Bailey nis informa que ya nos empezaron a llamar. Llegamos al salón vestidas de nuevo formalmente y todos nos esperaban.
—Te lo dije, nos íban a esperar —me dice sintiendo.
—Tu mami tiene razón, eres indomable.
—No siempre —me guiña un ojo, la beso y nos vamos a compartir del evento con la familia, luego de haber compartido un momento solo nuestro.
Fin.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro