18 Recuperándola
Al parecer, Alma si me ha dejado, no responde mis mensajes, ni mis llamadas, quise ir por el consultorio, pero no quería parecer una loca desquiciada, aunque lo estoy, estoy desquiciada y loca por volverla a ver, no paro de pensar en ella y no sé que hacer. No quiero perderla, pero al parecer la perdí.
—Subiré al primer, piso que nadie me moleste —le digo a guardia de seguridad.
Subo con una chica a la que ni siquiera he visto bien, tengo que comenzar a olvidar a Alma, aunque no quiero, aunque me duela hacerlo, tengo que arrancarla de mi corazón, y la única mala forma que conozco es con otros cuerpos para con caer en mi maldita adicción del alcohol, recaigo en mi segunda mala adicción, sexo sin amor.
La chica intenta poner todo de si para seducirme, la tengo encima de mis piernas, pero ni siquiera puedo verla, quiero que sea Alma quién esté aquí conmigo. Escuchamos un fuerte ruido y volteo a ver para ver a mi ex cuñada empuñando un bate de baseball, la intento calmar, la pobre chica tiene una expresión de pánico.
—No estoy con tu hermana —le digo con pesar y lágrimas en los ojos—, ella me dejó —comienzo a llorar como todos estos días tapándome el rostro—. Tu hermana me dejó —logro decir sin poder para el llanto—. Has lo que quieras, destroza el bar si quieres, no me importa —al parecer duda de mis palabras, pero no me interesa convencerla me duele demasiado.
—¿Qué le hiciste? —se sienta a mi lado sin tocarme con el bate aún en sus manos.
—Nada, no le hice nada —digo intentando dejar infructuosamente de llorar—, jamás haría algo para dañarla, la amo —le admito y me resigno sentándome apoyando mi espalda en el respaldar, mientras tiro mi cabeza hacia atrás y veo el techo—. Hacía mucho que no me enamoraba así —le digo entre el sollozo—, había olvidado lo mucho que dolía perder a alguien.
Lo que menos esperaba sucede, ella se apiada de mí y mi miseria y decide ayudarme a recuperar a su hermana, nos levantamos en este preciso instante y vamos a su casa para arreglar todo esto.
Alma abre la puerta, por el ángulo que estoy no me vio, pero yo si pude verla, se ve que no ha dormido en días, está desarreglada y ojerosa, abraza a su hermana y no puedo evitar sentir envidia lo que más quiero es tenerla entre mis brazos.
Finalmente suelta a Hope y ella le dice que le trajo una sorpresa, en cuanto me ve sus ojos se llenan de brillo y una sonrisa fugaz es reemplazada por un ceño fruncido de preocupación ¿Qué hago yo con Hope en su casa a mitad de la noche?
—Estás hermosa.
—Ay por favor, luce horrible —dice la idiota de Hope y me dan ganas de golpearla—. Bueno al parecer si es cierto que de verdad la amas —toma la mano de su hermana—. Tenemos que hablar las tres, en realidad las cuatro, pero me gustaría hablar con ustedes primero ¿Podemos entrar?
—Sí, pasen.
Nos deja lugar para pasar y no le despego los ojos de encima, un poco más de una semana sim vernos y parece una eternidad.
Nos dirigimos al sofá Hope toma el sillón de una persona sin darnos más posibilidades que sentarnos juntas, aunque Alma mantiene una distancia de mí y apenas me mira, porque está ocupada mirándome a su hermana con preocupación.
—Hable con mi cuñadita —dice Hope y ambas nos sorprendemos cuando me llama así ¿Me acepta?— aquí presente y llegamos a un acuerdo —suspiro—. Quiero verte feliz, aunque hayas sido una idiota mentirosa que me ha ocultado esto desde hace tiempo —le dice y ella baja la mirada—, veo que ambas la han estado pasando mal, yo sé lo que es eso, pasé alejada de la persona que amo por años, por un mal entendido —cierra los ojos y suspira negando con la cabeza—. Luego te explico, larga historia. En fin no sé como o que se hace en estos casos, pero tienen mi bendición —nos hace la señal de la cruz en al aire— o lo que sea que se haga —Alma se para y la abraza fuerte llorando—. Si de verdad pensaste que iba a dejarte sufriendo por esta inútil por elegirme como una tonta heroína, estás equivocada —le dice abrazándola— ¿Sabes cómo supe que en verdad te ama? —ella se separa y niega mientras le seca las lágrimas, yo solo me he mantenido callada observando— Bueno llegue a su bar con un peluche que me regaló Mati —sonríe, esta loca calló con un bate ¿A eso le llaman peluche? Es igual que la otra trastornada— quién por cierto es mi novia, sí, larga historia luego te cuento, y a ella no le importo que fuera a destrozar su bar con mi peluche —su hermana la mira sin entender ¿Cómo un peluche haría destrozos?—, el peluche como el que abrazaba cuando era chica —ah bueno es loca desde niña.
—Oh —se ríe—, estás loca.
Uno mi mano de Daliah con la de Alma, ella entrelaza nuestros dedos y me sostiene firme. Hope antes de irse me pide hablar con su novia, no estoy muy convencida con la idea, ella me odia y no creo que eso cambie, hasta prefiero que sea así a se de cuenta de la misma verdad que Alma me hizo ver, no fue mi culpa que Gwen muriera hice de todo para evitar que fuera a la misión, y ella tomó sus decisiones que la llevaron a un trágico final.
Miro a los ojos a Alma y con alivio le digo de nuevo lo que tengo atorado en la garganta, y o pensé que no volvería a decirle.
—Te amo Alma y no voy a dejar que nada, ni nadie te lastime, ni siquiera yo —beso su mano y ella sonríe.
—Que asco de cursis que son, me voy. Feliz reconciliación —camina a la puerta y al voltear ya estoy besando a Alma— ¡Esperen que ponga un pie afuera! —nos reímos y nos separamos... un poco— Por cierto quien debe preocuparte, no es Matilde, ni siquiera yo —sonríe— sino mis madres, sobre todo mamá —comienza a reírse y Alma se pone blanca— o sí, ella será la más difícil —se marcha y le pregunto preocupada.
—No es tan mala como la hace sonar ¿verdad? —digo todo este tiempo, me ha contando maravillas de ellas—. Cielo.
—Bueno, mamá puede ser algo... pero lo harás bien, les vas a agradar. Siéntate, tenemos que hablar —me siento a su lado, aún tomando su mano—. Yo lo lamento todo lo que te he hecho pasar —quiero hablar y me frena—, por favor déjame continuar porque ya lo he pensado y ensayé mucho —respira—. Te pedí no lastimarme, pero la que no ha cumplido contigo he sido yo, lamento haber sido una idiota, amor. Tenías razón y en estos días lo pensé mucho —me mira a los ojos—, nunca va a haber el momento perfecto, quiero que conozcas a mis madres, a mis colegas y mis amigas de manera formal. La verdad es que Matilde me llamó hace unos días que creía saber donde estaba mi hermana, pero al parecer mientras todos estábamos preocupados, ellas estaban de luna de miel. De todas maneras había tomado una decisión —traga despacio.
—¿Cuál? —le pregunto nerviosa.
—Honestamente hace un tiempo si hubiera tenido que elegir, entre mi familia y algo o alguien más, nadie hubiera llegado a la segunda ronda, pero desde hace un tiempo lo decidí y tu saldrías ganando, por eso no quería tener que elegir, porque eres mi felicidad y amo a mi familia, pero te amo a ti.
Nos quedamos ambas calladas un momento y bajo la mirada a nuestras manos juntas, algún día pondré una alianza en sus manos y las mías que me unan más a ella. Pero estoy analizando todo lo que acaba de decirme, no quería perder a su familia, ella me había elegido a mí, no iba a dejarme.
—Pensé que ibas a dejarme.
—Te dije que no lo haría. Pero necesitaba tiempo para arreglar las cosas con mi hermana, aparte para no hacerte más daño en el proceso, no pensé que estás estúpidas fueran a demorarse un poco más de una semana de luna de miel —me río—. No te volveré a hacer pasar por algo así —toma mi rostro entre sus manos para que la mire—. Hablé con mis mamás ayer para hacer la presentación oficial este fin de semana, pero salen de viaje mañana y me pidieron cuidarles la casa y regalar las plantas. ¿Puedes esperar a que ellas lleguen? llego a hacer la presentación por video llamada y la diosa griega de mi madre se teletransporta a despresurizarme los ovarios —me río y asiento.
Nos besamos y antes de irnos a la cama, le cuento que pensé que me había dejado o iba a hacerlo, y que Hope me encontró en el baro con una chica bailándome, pero ni siquiera podía verla, no quiero secretos entre nosotras, eso me ganó una nalgada bastante fuerte y a cambio de su perdón tengo que traerle por un mes cosas de su panadería favorita, lo cuál no me parece castigo, aunque la amenaza fue más una promesa "vuelve a hacerte la soltera y te arranco los ovarios y las manos, así no puedes ni tocarte, ni tocar a nadie", por ende no hubo sexo de reconciliación... hoy.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro