Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

11 Bendita acampada

Un fin de semana maravilloso, y una contractura desde la punta del dedo gordo del pie hasta las cejas. Hacía demasiado que no dormía cuerpo a tierra y sí, ame verla dormir a mi lado y abrazarla por dos noches, pero siento que la gracia de no dormir en una cama, me está pasando factura.

—¿Cómo la has pasado? —le pregunto cuando terminamos de guardar todo en el jeep y cierro el maletero.

—Muy bien, hacía mucho que no pasaba un día tan lindo y en la naturaleza —me dice con una gran sonrisa— ¿y tú?

—Me duele desde la uña del pie, hasta las cejas —comienza a reír y me abraza para luego masajear mis hombros frente a mí—. Guau, si que estás tensa.

—Te lo dije —intento darle un beso y me hace la cobra, debe ser de familia esto, su hermana también me la hizo un vez, pero si se lo digo seré mujer muerta—. Déjame besarte —niega y hago puchero—, por favor.

—Has vivido demasiado tiempo pegada a mis labios estos días.

—Es nuestro primer fin de semana todo el día juntas y la primera vez que dormimos juntas también, aunque me hubiera gustado que fuera en una cómoda cama, con un colchón suave.

—Ya habrá tiempo para eso —sonrío y vuelvo a intentar besarla, pero se separa—. Nos tenemos que ir —se ríe, la abrazo por la espalda y la lleno de besos.

—Ahora si podemos irnos.

Llegamos a su casa, y me invita por primera vez a pasar, esta vez para invitarme a almorzar. Al entrar veo que no es muy grande, pero es acogedora, bien iluminada y entra bastante luz, es como ella misma, que con su sola presencia te hace sentir en casa.

—¿Quieres bañarte? te puedo prestar algo de ropa.

—Claro sino te molesta, porque el agua del parque no me daba mucha confianza cuando me fui a bañar.

Me hace pasar al baño de su habitación, me da una toalla limpia y ropa, saco ropa interior de mi bolso y me meto al baño con ella. Abro el agua de la ducha, la dejo a mi gusto y comienzo a lavar mi cabello y cuerpo, ahora tengo el olor de Alma en mi piel, sonrío por eso, tomo la toalla y también la huelo, es que huele tan rico ella y todas sus cosas. Me seco para luego colocarme la ropa interior y salgo del baño para terminar de vestirme mientras seco con la toalla mi cabello, entonces ella entra y me observa, por un momento se queda tiesa y dirige su vista a mis cicatrices, esas que dónde no tengo tatuajes, esas que casi me hacen perder la vida.

Se acerca lentamente y siento sus manos suaves y sus ojos llenos de compasión y preocupación por mí.

—¿Dolieron mucho? —me pregunta rozando mi piel como si tocara una flor delicada.

—Sí, por esta —señalo una enorme en mi estomago— casi muero —hace una mueca de dolor y traga despacio.

—Menos mal que no moriste, así pudimos conocernos —me mira y yo sonrío.

—Menos mal.

—Ya está la comida —me deja un casto beso y se dirige a la cocina, pero aún la noto pensativa—. ¿Te duelen?

—A veces sí —ella asiente algo preocupada.

Llego al comedor y veo la mesa puesta, me hace señas para que me siente y lo hago frente a ella, comemos y conversamos de algunas cosas, pero sé que quiere preguntarme algo más, en este tiempo que nos llevamos conociendo se me da mejor leerla.

—Lo que quieras preguntar, hazlo —sonríe y agacha la mirada a su plato vacío.

—No sé si quieras hablar sobre eso. Sobre... —me mira y sé que mira donde tengo las cicatrices.

—Yo te dije que te demostraría que puedes confiar en mí —tomo su mano—, te diré lo que quieras saber —antes de que pregunte, hablo—. Fue una bomba, la metralla salió disparada, a ella la mató en el acto —trago y cierro los ojos.

—No sigas.

—Quiero hacerlo. Es lo que estuve evitando hacer en sesión  —respiro—. Un pedazo de metal impactó la arteria en su cuello, murió desangrada en mis brazos —suspiro en cuanto lo suelto, hace mucho que no se le cuento a alguien—. No puedo darte detalles sobre dónde y cómo paso, pero lo que si puedo decirte, es que cuando me rescataron estaba moribunda, debí haber muerto y lo desee, lo desee con todas mi fuerzas, pero la muerte se negaba a llevarme. Estuve en coma inducido por la gravedad de mis heridas, luego fue mucho tiempo más de recuperación, una amiga que también tiene un bar me ayudó bastante con el manejo, Katerina dejó su propio bar para ayudarme con el mío —sonrío—, algún día te la presentaré, ella tiene dos parejas.

—Me encantaría conocerla —eso me da la esperanza de un futuro juntas.

—Las cicatrices del rostro, fue las que más me preocupe en arreglar, casi quedo desfigurada y casi pierdo un ojo, las del brazo las tape con tatuajes y las demás que no se ven no me preocupe en arreglarlas, estaba harta de las cirugías, los injertos y todo lo que implica meterse a quirófano.

—En realidad las que no se ven, las estás arreglando con la terapia ahora —se acera y me deja un beso justo en la cicatriz del rostro y sobre el hombro en las otras—. Estuve pensado en algo —cambia radicalmente de tema—, pero primero me iré e bañar, así que si quieres saber que es, vas a tener que quedarte un rato más.

Levantamos todo de la mesa, ni siquiera me deja lavar los platos, luego se va a bañar y me siento en el sofá con mi teléfono para ver si necesitan algo en el bar o pasó algo importante, pero no hay novedades relevantes. Luego de un rato ella vuelve limpia con un frasco en las manos.

—Bien, no me mal interpretes o te daré un golpe —me río y ella me sonríe—, sácate la blusa y si haces un comentario ya sabes que pasa —le hago caso, ella se coloca lo del pote en las manos y se coloca a mi espalda con sus manos en mis hombros para comenzar a darme un masaje—. Tenía un ex que me pagó clases de masaje para que le hiciera, fui a las clases, aprendí y lo dejé por idiota —me río.

—Me siento gratamente beneficiada —miro hacía arriba sonriendo y ella se agacha a besarme.

—Ahora necesito que te calles y te relajes, quizás te duelan algunos puntos —toca un nudo y se me escapa un gemido a lo que siento que se ríe—, bueno eso fue algo... nuevo —No digo nada y ella continúa con sus masajes, me siento cada vez más relajada y cansada—. Antes de que te duermas, vamos a la habitación —la miro levantando una ceja—. Ay por favor —me río y la sigo—. Acuéstate boca abajo en la cama.

Lo hago y se suba a mi espalda, con un movimiento rápido desbrocha mi brasier, siento sus manos calientes y resbalosas recorrer mi espalda en masajes tan deliciosos, que siento mis parpados cada vez más y más pesados. Entonces sé que perdí la batalla contra el sueño cuando despierto y la tengo durmiendo a mi lado y en algún momento al parecer la abrace y ella mi vistió, ni siquiera lo note, pero tengo el brasier puesto y una camiseta larga también, me separo de ella un poco y veo la baba que le dejé en el hombro, me dormí tan profundamente, me relaje tanto que no lo note.

—¿Cómo te sientes?

—Mucho mejor —le digo restregándome los ojos— ¿Cuánto dormimos?

—Dormiste —me aclara— unas —mira el reloj— seis horas —me siento de pronto en la cama—. Tranquila —toma mi mano.

—Me quede dormida y —me limpio la boca—, perdón por la baba, yo ya me voy —busco mis zapatillas—, luego de ir al baño, perdón, me relajé demasiado. Yo lo siento.

—Daliah, cálmate —se sienta a mi lado y me besa—, ve al baño y vuelve a acostarte, quédate a dormir, es tarde y ya estás aquí ¿Qué más da que te quedes un rato más? 

La miro sin poder creérmelo, pero ni loca rechazo tremenda oferta. Voy al baño y vuelvo a acostarme a su lado con una sonrisa, me acomodo a su lado y la abrazo entrelazando nuestras pierna y manos. Bendita contractura y bendito ex imbécil, hoy gozo de los beneficios de todo eso. 

Ella voltea para quedar frente a frente a mí, mientras me acaricia y yo me hundo en su pecho.

—Creo que estoy creando un monstruito de afecto.

—Podría mal acostumbrarme a esto.

—Lo vemos luego de tu período de prueba —me río. Ambas sabemos que lo voy a aprobar, no estoy dispuesta a perderla.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro