Capitulo 41
La mañana siguiente el primero en levantarse fue Ohm, la luz del sol había comenzado a pegarle en el rostro, se sentía aun aletargado por el sueño pero muy cómodo de estar en ese lugar, se hundió entre las sabanas, respirando ese olor a rosas que lo volvía loco, abrió lentamente sus ojos encontrándose con la mejor imagen que podía tener ese día al despertarse, Fluke estaba a su lado aun dormido, su cabello completamente despeinado a causa de sus actividades nocturnas, sus labios hinchados de esos besos apasionados que se dieron.
Y a su espalda la luz de la mañana iluminando su piel, haciendo que se pudiera notar un tenue brillo por la capa de sudor que aun persistía en su cuerpo, una imagen que le gustaría ver todos los días al despertar; Fluke se movió adormilado, solo se quería poner mas cómodo en la cama, tragando saliva Ohm se movió para recorrer con la mirada desde la curva de su mejilla hasta su cuello bajando por su brazo hasta llegar a su mano que descansaba lánguida contra las sabanas blancas.
Sus ojos se detuvieron en su dedo anular, ese en el cual la linea de su viejo anillo se había desvanecido desde hace mucho tiempo, estaba perdido en sus pensamientos admirando la belleza de su acompañante, cuando un sonido en la habitación contigua lo hizo volver a la realidad, no estaban solos, el castaño también despertó posando su mirada marrón sobre él, su rostro ya algo rosado termino de colorearse de rojo, al tiempo que se escondía nuevamente entre las sabanas para regalarle una tímida sonrisa.
La cual se borro cuando sintió la mano errante del pelinegro recorriendo su muslo debajo de las sabanas, haciendo que un escalofrió corriera por su piel, pero no pudo seguir con esas sutiles caricias porque el sonido que antes habían escuchado estaba mas cerca, lo cual hizo que ambos abrieran los ojos asustados, la cerradura de la puerta estaba siendo girada.
—¡Papi!—. La voz de Nirin resonó mientras seguía intentando abrir la puerta sin éxito alguno, lo cual hizo que frunciera el ceño con un tierno puchero —¡Papi!
—Debería irme—, susurro Ohm levantándose de su lugar, señalando hacia la ventana.
Ante esas palabras el castaño abrió sus ojos sin saber que decir, mientras observaba como este recogía su ropa del suelo y la comenzaba a colocar en su sitio, así que mordiéndose el labio con bastante fuerza tomo una decisión.
—Ohm—. Lo llamo agarrándolo del brazo —No tienes que irte, creo que lo mejor es que hablemos con ellos, probablemente deberíamos hablar nosotros primero pero...
No pudo continuar hablando porque repentinamente se vio tendido nuevamente en la cama, el pelinegro había abandonado las prendas que aun le faltaba por colocarse a un lado, tenia una cosa mas importante que hacer en esos momentos, lo beso con todo lo que tenia, no le importaba que los niños estuvieran afuera, quería demostrarle lo feliz que estaba con esa decisión, se separo de los labios del doncel dándole un pequeño mordisco al inferior.
—¡Dios Fluke!, si tuviéramos mas tiempo—. Beso su mejilla.
—¡Papi!—. Volvieron a escuchar las voces de los niños llamándolo a través de la madera.
—Creo que deberíamos vestirnos—. Sugirió Ohm levantándose nuevamente de la cama.
El castaño gimió estirándose por la orilla de su lado de la cama buscando las prendas que habían sido descartadas el día anterior, tarea que se le estaba haciendo difícil porque quería mantener las sabanas sobre su cuerpo, no quería mostrar su piel a la luz del día, se sentía tímido, cosa que noto el pelinegro y para no seguir abochornandolo se termino de colocar los pantalones y se puso de pie.
—Saldré yo primero, ¿te parece?
—Si.
Ohm camino hacia la puerta y se quedo allí parado por un momento solo sosteniendo la manilla, sus ojos estaban fijos sobre el castaño que seguía buscando su ropa en el suelo pero que volteo en su dirección al sentir lo penetrante de su mirada, el sonido de Nirin al otro lado de la puerta tocando con sus pequeños puños fue ignorado por ambos, porque en fracción de segundos el pelinegro se había movido de donde estaba para llegar nuevamente a la cama.
Sorprendido el doncel dejo escapar un suave jadeo de sus labios, mientras sentía como Ohm se subía sobre su cuerpo dejando sus piernas a cada lado de su cadera, este lo tomo de la muñecas y las subió sobre su cabeza, presionándolas contra el colchón, impidiendo que se moviera, aunque el no tenia intenciones de escapar de su agarre.
Cuando estuvo satisfecho con la posición en la que estaban descendió su rostro para dejar un camino de besos que iban desde su clavícula, subiendo a su cuello en donde dejo un linda marca para de allí llegar a su mejilla y finalmente tomar su boca en un beso necesitado en el cual sus lenguas comenzaron a pelear por el control del mismo robandoles el aliento.
Pero así como había comenzado todo, rápido había terminado, pues Ohm se levanto rápidamente de su posición y salio por la puerta sin decir ninguna palabra, solamente lo escucho saludar a su hija apenas la vio "Buenos días pequeña" cerrando la puerta detrás de él.
Fluke solo se quedo allí tendido tratando de regular su respiración, pensando en lo diferente que había sido todo con Ohm en comparación con lo que tenia con su difunto esposo, su mano revoloteo hacia su calvicula en donde habían comenzado los besos hace unos segundos atrás tratando de mantener la calma, hasta que se topo con el collar que había permanecido en su cuello desde que se quito el anillo y del cual no se había acordado la ultima noche, haciendo que sintiera una mezcla entre alivio y tristeza, se sentó y miro su anillo de bodas detenidamente por unos instantes hasta que la voz de Aroon llego a él a través de la puerta.
—¡Papi!, ¿cuando llego el tío Ohm?—. El doncel nada mas escucharlo se levanto de la cama y se dirigió a su armario en busca del algo que ponerse antes de que su hijo irrumpiera en la habitación para hacer sus preguntas.
—¿Entonces el tío Ohm se quedara a dormir a partir de ahora?—, pregunto Aroon escondiéndose detrás de su tazón de cereales.
Fluke solo parpadeo con su rostro sonrrojado, con las manos en su regazo sin saber que contestar, por un momento su mirada se movió hacia la cocina en donde estaba el pelinegro de espaldas terminando el desayuno.
Nirin solo era una observadora que no entendía nada mientras se seguía llevando sus tostadas a la boca, una mancha de mermelada chorreándole por la barbilla, Ohm no decía nada solo se ocupaba de la cocina evitando cualquier contacto visual con los niños y con el mismo doncel, él tampoco sabía que decir.
—Todavía no tengo que esa respuesta Aroon, el tío Ohm y yo tenemos algunas cosas que hablar antes de decirte algo—, contesto al fin Fluke.
—Así es Aroon te tendremos una respuesta después—. Llego el pelinegro a la mesa colocando un plato en frente del castaño.
—¿Eso quiere decir que tendremos una casa como la que teníamos antes?—, pregunto ilusionado el niño.
—No lo se hijo, como te dije el tío Ohm y yo tenemos que hablar primero.
El niño solo asintió con la cabeza conforme, esperaría su respuesta, haciendo que tanto el pelinegro como el doncel suspiraran aliviados por no tener que seguir hablando, comieron en silencio, ya no tenían nada que decir, por ahora solo iban a dejar que las cosas siguieran su curso.
Cuando Fluke se levantó a recoger los platos pudo escuchar el ruido de su hija pidiéndole a su tío galleta que jugará con ella y a su petición se había unido su hijo, todo era alegría en su pequeño apartamento a esas horas de la mañana, termino de limpiar los platos y se deslizó por la pared para sentarse en el suelo y ver como se divertían en la sala sus hijos con ese hombre que había llegado a poner su mundo patas arriba.
Mientras estaba en esa posición algo llamó su atención, a poca distancia de su posición había una hoja de papel tirada en el suelo, desconcertado la recogió reconociendo inmediatamente la letra, era la de Ohm, con los ojos abiertos por la sorpresa la leyó.
...lamento mucho no haber podido cumplir con esa solicitud, te extraño y también lo hice todos esos años de ausencia...
Nirin grito de felicidad mientras se subía sobre la espalda de Ohm tratando de aplastarlo contra el suelo.
...Se que nunca seré la mitad de lo que eras tú para ellos, que quizás no cubriré sus necesidades de la forma en que lo hiciste tu, y la verdad es que no quiero hacerlo, tú eras luz, yo soy oscuridad y espero pueda ser algo para él, que no le moleste mi forma de ser...
¡Arriba!, se escucho la voz del pelinegro tirando ahora a Aroon sobre su espalda, el niño chillo nervioso y se agarró con fuerza alrededor del cuello del adulto.
—¡No me dejes caer!
—Tranquilo no voy a dejar que te caigas.
...No sé cómo lo llegaste a conocer tan bien, pero lo hiciste y yo lo hice a través de ti, a veces trato de recordarlo cuando éramos jóvenes y no puedo, creo que es mejor así, conozco al doncel valiente y fuerte que se encontró conmigo en la escuela...
...Lo amo y se que él siempre te amara, pero eso está bien, nunca he dudado de su capacidad de amarme, de tener sentimientos románticos por mi, tu siempre serás un hermoso recuerdo en su corazón, de lo que siempre he dudado es de mi capacidad para merecer amor...
Para ese entonces los ojos oscuros de Ohm se habían fijado en el doncel y en el papel que tenía entre sus manos, cosa que hizo que se quedara paralizado por un momento, suavemente deposito al niño en el suelo, su mano deslizándose en su bolsillo donde había metido la carta, su intención era dársela si Fluke se negaba a hablar con él, pero ahora...
...¿Podrías ser feliz por mi? Cómo yo tendría que haberlo sido por ti, yo debí de haber estado en el día de tu boda, en el nacimiento de tus hijos, en cada día importante, un día nos veremos de nuevo y dejaré que me golpees por idiota...
Tu hermano siempre
Ohm
Lentamente el castaño miró hacia arriba, encontrándose con la mirada del otro, las lágrimas llenaron sus ojos mientras le regalaba una sonrisa.
—¿Papi?—. Lo llamo Aroon preocupado no le gustaban las lágrimas de ningún tipo en el rostro de su progenitor.
—No deberías de estar leyendo el correo de otras personas Fluke—, susurro Ohm para reprenderlo.
Él solo rió con ganas para luego levantarse de su posición y caminar los pocos pasos que los separaban, en un principio había pensado que llevarían las cosas con calma, presentarían cuidadosamente la idea a los niños, que dejarían que las cosas se fueran ajustando por si solas, un período de adaptación tranquilo a su nueva situación.
Pero después de leer esas palabras no podía permitir que las cosas fueran de esa manera, cada una de ellas habían llegado a su corazón, se había dado cuenta de los miedos de Ohm y de cuanto los amaba, que también quiso mucho a Teerapat pero simplemente necesitaba escapar y él sabía mucho de eso, fue lo mismo que él hizo, irse para volver a empezar.
Llego hasta el lugar en donde estaba el pelinegro arrodillado, se bajo a su altura para luego tomarlo de las mejillas y darle un suave beso en los labios, las exclamaciones de asombro de sus hijos no lo detuvieron, siguió demostrándole que él también lo quería en su vida.
Retrocedió lentamente y sonrió escuchando a Aroon suspirar ruidosamente mientras que Ohm solo miraba aturdido sin saber que había pasado.
—¡Al fin!, ¡tendremos un nuevo papá!—, exclamó emocionado el pequeño dejándose caer en el suelo aliviado.
Por fin su papi había decidido darles lo que tanto ellos querían, que Ohm fuera su nuevo papá, él se había ganado su lugar en esa pequeña familia de tres y sabía muy bien que su verdadero padre desde el cielo estaría feliz por ellos, después de todo él siempre les dijo que él tío Ohm era la única persona que podría cuidarlos si llegara a faltar, había cumplido su promesa, los había juntado para que pudieran tener una nueva familia.
Feliz inicio de semana, así iniciamos la recta final de esta historia que espero estarla terminando esta semana o principios de la otra.
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