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Capitulo 39

Fluke llego a la estación de policías y lo sentaron en una silla, era una habitación que lo hacia sentir incomodo, unos hombres con trajes y corbatas se sentaron delante de él, venían mas preguntas.

—¿Esto ha pasado otras veces con su hijo?, ¿en donde esta su padre?, ¿cuando te diste cuenta que el niño había desaparecido?, ¿hay antecedentes familiares de enfermedades mentales señor Natouch?, ¿quien es su pariente mas cercano?

El solo se quedo allí escuchando como decían pregunta tras pregunta, las manos le temblaban, se movió incomodo de la silla y cuando se intento poner de pie una mano lo hizo sentarse de nuevo, se sentía como un delincuente, esa gente en vez de estar aya afuera buscando a su hijo lo tenían allí contestando preguntas inútiles, respiro tratando de calmarse para comenzar hablar, pero fue interrumpido antes de que pudiera pronunciar alguna palabra.

—Hemos encontrado un informe del hospital de que Nirin Teerapat Natouch estuvo hospitalizada por un brazo roto, ella es su hija menor, ¿correcto?

Sus ojos se levantaron y miraron al hombre, no le había gustado el tono que había usado para hacer esa preguntas, ¿que quería implicar con aquello?

—Si, es mi hija y el incidente del cual habla ocurrió en el preescolar...

—¿Ha habido otros problemas con los niños y su salud en este ultimo año?

—No, ellos han estado bien... ¿ya saben algo de Aroon?, deberían dejarme salir para ir a buscarlo yo mismo...

—Solo necesitamos entender la situación señor Natouch, ahora díganos sobre su mudanza aquí, ¿en donde esta el padre de los niños?

—El esta muerto.

—¿De donde nos dijo que era?

El castaño ya se estaba desesperando —¿Como ayudan estas preguntas a encontrar a mi hijo?, no los entiendo, les dije que probablemente se fue al puerto... Es un lugar que conoce, ¿porque no lo están buscando allí?

—Ya hay gente buscándolo alrededor de su apartamento, la posibilidad de que un niño de cinco años logre llegar hasta el puerto es...

En ese momento Fluke ya no lo pudo contener mas, sus sollozos se escaparon de sus labios, presiono sus manos contra sus ojos, rogando en su cabeza que su niño estuviera bien, porque al parecer la policía no estaba ayudando a encontrarlo.

Kao y Ohm recorrieron hacia la estación de trenes, no les importaba lo que pensara la gente que los veía pasar, para su suerte aun no estaban las multitudes que acostumbraban a caminar a las diferentes estaciones de tren, encontraron el tren que los llevaría al mirador a donde habían ido aquella vez.

—Por favor que este allí, que lo encontremos—, susurro en voz baja Kao sentado a su lado.

—Cuando lleguemos ya habrán pasado casi cinco horas de su desaparición—, hablo Ohm su cuerpo estaba temblando y no era por el frió de la mañana, algunas lagrimas habían escapado de sus ojos.

—Él va estar bien, es un niño inteligente y fue una noche cálida—. Esas palabras mas que para aviar la angustia de su amigo, se las decía Kao a si mismo, auto convenciéndose de que todo iba a estar bien.

Pero eso no hizo nada parea acallar el escalofrió que estaba recorriendo la espalda de Ohm, habían tantos escenarios recorriendo su mente, uno peor que el otro y por eso hizo una pregunta que le hubiera encantado no pronunciar —¿Aroon sabe nadar?

—No lo se—. Nego Kao haciendo una mueca.

Cuando por fin llegaron a su destino ya el sol había terminado de hacer su aparición, haciendo que sus corazones dieran un vuelco angustiado, empujaron a los pasajeros que esperaban para subir al tren y se abrieron paso al exterior de la estación de tren.

—Izquierda—. Señalo Ohm el camino que debían seguir —Tienes que estar allí, por favor que este allí—, susurro en voz baja mientras corrían por las calles.

Llegaron al puerto y comenzaron a buscar con la mirada para ver si podían ver al niño, —¡Aroon, Aroon!—. Lo llamo Kao sin respuesta alguna.

Ohm solo se quedo parado con los ojos cerrados, pidiéndole a Teerapat que lo ayudara, respiro profundamente, escuchando los latidos de su corazón, el zumbido en sus oídos y el aire intentado entrar en sus pulmones, la voz de Kao se escuchaba lejana llamando al pequeño, abrió los ojos y miro nuevamente a su alrededor acercándose a la barandilla que distanciaba su lugar del puerto en si.

—¿Que estas haciendo?—, pregunto Kao preocupado.

—Esta allá abajo—, repondio con voz asustado el interpelado, lo mas probable era que el niño hubiera intentado bajar para llegar al puerto, pero no era un camino fácil así que podría estar herido, salto la baranda golpeándose con la rama de uno de los arboles que estaba cerca —Kao llama una ambulancia...

Kao jadeo ante esa perspectiva, pero hizo lo que su amigo le pidió y llamo a los servicios de emergencia mientras veía como Ohm comenzaba a descender, por el camino de piedras y vegetación que se extendía debajo de sus pies.

—Aroon—. Llamo Thitiwat con voz ronca, sus ojos buscando entre las grietas y arboles —Por favor que estés bien —. Jadeando pesadamente se detuvo en su andar escaneando todo a su alrededor lentamente, solo podía ver arboles y rocas —Aroon por favor...—Y fue entonces que escucho un sollozo suave, el sonido había hecho que una corriente eléctrica lo atravesara.

—¡Papá!, ¡Papi!—. La voz del pequeño se escucho en el silencio de la mañana.

—Aroon—. Lo llamo con fuerza.

—¡Papá!, ¡Papá!

—Sigue gritando pequeño, sigue gritando...

—¡Papá!

Con la respiración entrecortada siguió el sonido, ignorando como las ramas y raíces se quedaban enganchadas en su ropa, deslizándose el resto del camino desde donde provenían los llamados del niño, hasta que por fin lo vio, estaba en una pequeña grieta usando su pijama azul completamente llena de barro y su pierna atrapada por unas rocas, tenia sangre en la cara por un corte que estaba en su frente, ademas de que pudo notar que su labio estaba hinchado, los ojos marrones del pequeño intentaron enfocarse por un momento en el pelinegro, pero las lagrimas no lo dejaban ver bien.

—Papá—. Esa palabra fue dicha en un suspiro, uno cansado y derrotado.

Jadeando Ohm termino de deslizarse a su lado, presionando sus labios en la mejilla del chico que se dejo hacer —¡Aroon dios!, estas bien, estas bien, te tengo pequeño.

Inspecciono la pierna del niño sacándola de debajo de la roca, suspirando aliviado de que parecía estar bien, solo estaban puestas encima de ella, se quito la checa y envolvió su cuerpo con ella para atraerlo hacia su pecho.

—¿Aroon estas bien?, ¿te duele algo?—, pregunto derramando lagrimas de alivio.

—Quiero a mi papi, quiero ver a mi papi.

Ohm levanto la mirada hacia arriba, tragando saliva, la ayuda había llegado —Pronto Aroon, pronto estarás con tu papi.

—¿Ohm estas bien?—. Se escucho el grito de Kao.

—Si, ¡Lo encontré!

—¿Estas llorando?—, pregunto el pequeño llamando su atención, a lo que él solo asintió —Me alegro de que vinieras por mi, estaba rezando—. El niño apoyo su cabeza en el pecho del pelinegro.

—Esa fue una buena idea Aroon...

—Estaba orando para que viniera mi papá, me alegro que fueras tu el que vino—. Sollozo mas fuerte el pequeño.

Se quedaron en silencio para unos segundos después ver descender a los rescatistas, quienes tomaron al niño y lo colocaron en una cesta especial para comenzar el ascenso, los ayudaron a subir con Aroon mirando todo el tiempo a Ohm, no aparto sus ojos de él, hizo todo lo que le pidieron los paramedicos pero no lo perdió de vista y se sintió aliviado cuando este subió a la ambulancia con él.

El silencio en la habitación del hospital era denso, solo se escuchaba el sonido del monitor que regulaba los latidos del corazón del pequeño, Ohm ingreso y Fluke se sobresalto por le sonido de la puerta abriéndose, sus ojos siguieron cada uno de los movimientos del pelinegro hasta que este tomo una silla y se sentó junto a él, ambos cerca de la cama del pequeño.

—Deberias ir a dormir Fluke...

—¡No!—. Su respuesta fue tranquila pero no dejaba lugar a ninguna replica —No puedo quitarle los ojos de encima, no quiero perderlo de vista de nuevo.

Mordiéndose el labio el pelinegro le paso un vaso con té caliente, el cual el castaño tomo en sus manos agradecido por tener algo que sostener entre sus manos, se sentía cansado pero no podía irse del lado de su bebé.

—Él me dijo...—, susurro nuevamente el castaño —Me dijo que quería irse a casa en uno de esos barcos, también me dijo que le habías dicho que a veces ellos iban a casa.

Ohm cerro los ojos y suspiro antes de hablar —Si yo le dije eso, estábamos hablando de que eran barcos de cargas que llevaban las cosas que veía en las tiendas.

El doncel solo asintió con expresión cansada, tratando de ocultar una nueva tanda de lágrimas que salían de sus ojos, el pelinegro solo lo miro extendiendo su mano tratando de darle consuelo solo para ver cómo el castaño la apartaba de su camino, su  barbilla estaba temblando mientras respiraba profundamente; Ohm solo retiro su mano y la apretó en un puño tragando con fuerza ignorando el dolor en su pecho.

—Si quieres yo puedo quedarme con él para que tú vayas a casa a descansar—. Se ofreció el pelinegro.

—No, yo quiero quedarme...— Su voz vaciló antes de continuar hablando —Yo creo que debería volver al norte...

Ohm no espero esas palabras, se quedó inmóvil en su silla, no sabía que decir, sus ojos oscuros fijos en la mirada ahora perdida de Fluke, su incapacidad de mirarlo a los ojos era más dolorosa que recibir su mirada enojada.

—¿Que dices?

—No puedo hacer esto solo—. Señaló a la cama en donde estaba Aroon —¡Pensé que podía!, Pensé que me iría mejor por mi cuenta, pero le estoy fallando a mis hijos, tu no estuviste allí cuando los servicios sociales me hicieron todas esas preguntas, querían saber porque sucedió esto, incluso tenían un informe del brazo roto de Nirin—. Para ese momento su voz ya estaba temblorosa por la angustia —Me preguntaron si estaba solo, si había familia a la que le pudiera pedir ayuda, y yo... Yo no supe que responder, solo podía pensar en Aroon... El necesitaba su familia, necesita a sus tíos, abuelos, yo... Yo fui egoísta al traerlos aquí...

—¡Para!— Ohm jadeo asustado por todo lo que él estaba diciendo, no podía seguir escuchándolo —No le estás fallando a tus hijos Fluke, los niños hacen cosas, esto podría haber sucedido en cualquier lugar, ¡Con cualquiera!.

—¿Que sabes tú acerca de fallar?—, pregunto el castaño de repente, le gritó en voz baja para no despertar al niño —No eres padre, no sabes lo que es despertarse en medio de la noche y...

—Puede que no lo sepa, no se cómo es el pánico de no encontrarlo en su habitación, pero no disminuye el hecho de que yo hubiera muerto buscándolo sino lo hubiera encontrado en ese mirador en la mañana—. La voz de Ohm no tembló y su tono no cambio, lo tomo del brazo de manera firme —No finjas que no habría sufrido si él todavía estuviera ahí afuera.

En ese momento Fluke se puso de pie, con la mirada hacia el piso —Necesito descansar... Necesito que te vayas por favor...

Ohm solo se quedó allí quieto, su cuerpo estaba completamente tenso, ahora sabía lo que se sentía cuándo alguien lo alejaba de su vida, miro hacia la cama en donde estaba el pequeño dormido, para susurrar un leve está bien, se puso de pie pero antes de irse o hacer cualquier cosa lo tomo de la muñeca haciéndolo girar para que lo mirara a la cara.

—Se que has estado huyendo este último año Fluke, no lo conviertas en un hábito, piensa en lo que estás haciendo—. Sus ojos buscaron su mirada castaña, dándose cuenta de su expresión de sorpresa —Se lo difícil que es romper ese tipo de hábito.

Lo soltó suavemente y se dio vuelta para salir de la habitación, sin darse cuenta que allí dentro el castaño dejaba escapar el aire que había estado contenido, tratando de calmar su corazón que latía furiosamente, estaba inseguro de la sensación que tenía en esos momentos en su pecho, sin saber cómo llamarlo, no podía definirlo, quería decir que era irá, decepción, tristeza, no lo sabía, se volvió a sentar en la silla escondiendo su cara entre sus manos, llorando en silencio, dejando salir la tensión de su cuerpo, su hijo estaba a salvo, pero no sabía que haría a partir de allí con su vida.


Seguimos con el drama...

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