Capitulo 31
Ohm habría que haber sido ciego y sordo para no ver la irritación de Kao cuando apareció el lunes en la escuela, la sala de maestros como de costumbre estaba vacía a esas horas tempranas y aunque ya había visto pasar a Up, este solo saludo para seguir de largo a su oficina, no se acercó como lo había hecho en días anteriores.
Lo cual, desde un principio no le había presagiado nada bueno, para cuándo llego su amigo ya sentía la tensión deslizándose por su espalda y no estuvo decepcionado porque apenas llego y dejó sus cosas sobre la mesa lo primero que pregunto fue:
—¿Entonces estas con Sornarin ahora?
Se esperaba esa pregunta pero no tan pronto, por eso no pudo evitar hacerse el desentendido —¿De que hablas?
—De Ploy y tu— Kao fue claro con sus palabras, no se rendiría hasta que tuviera una respuesta en concreto.
—Yo solo necesitaba hablar con ella, le dije de nuevo que no estaba interesado—, respondió con los ojos fijos en el otro pelinegro.
—Sabes muy bien que eso no es lo que parecía— Noppakao no iba a dejar que las cosas se terminaran así como así, su voz había adquirido un pequeño gruñido.
—Realmente no me importa como se veía, ese no es asunto tuyo.
—¡Eres un idiota!—. Finalmente la rabia en Kao había despertado, Ohm trago saliva cuando recibió toda la fuerza de su furia, sus ojos irradiaban rabia pura —¡Él lloro!.
—¿Quien?
—No te hagas el que no sabe, no estés jugando al desentendido, sabes perfectamente de quien te estoy hablando.
El interpelado no le hizo caso y desvío la mirada para encender su computadora y perderse en la pantalla.
—Ohm... ¿A que estas jugando?
—Te dije que no estaría con él, te dije que no puedo hacerlo...
Kao lo había amenazado tantas veces con golpearlo por su actitud pero nunca sucedía, no era ese tipo de amigo violento, hasta ese día, Ohm lo había empujado a ello, se inclinó sobre la mesa y lo agarró de la camisa con fuerza, lo tiro de la silla con un golpe certero en la cara llevándose consigo los libros que estaban en la esquina de ella, con la mandíbula apretada, Ohm se puso de pie mientras se limpiaba el rastro de sangre en su labio que le había dejado el golpe de su amigo.
—Eres un maldito insensible— Kao no lo dejo volver a sentarse porque lo tomo nuevamente y lo estampó contra la pared —El esta enamorado de ti, tu hiciste que se enamorara, te vi hacerlo, te vi convertirte en todo para él y ahora que esta empezando a darse cuenta de que podría necesitarlo, vas y mete la pata, ¿vas a empezar a salir con una ex estudiante que solo está encaprichada?—. Lo soltó cuando Thitiwat intento empujarlo de vuelta.
Su mandíbula palpitaba, el puñetazo había sido efectivo, hacia tanto tiempo que nadie lo golpeaba, había olvidado como se sentía y el dolor hizo despertar en él cosas que su cabeza había enterrado en lo más profundo, respirando con dificultad le regresó la mirada a Kao.
—Se que me equivoque, pero es que entre en pánico, estoy tratando de arreglarlo...
—¡Lo arruinaste!
—Lo se, pero es que necesito que me odie un poco, lo suficiente para que busque en otra parte.
Kao solo le devolvió la mirada, sus manos estaban hechas puños, le picaban por volver a golpearlo —Estas loco.
—Kao no puedo...
Este solo negó con la cabeza para apartarse mirándolo decepcionado —Creo que hubiera sido mejor que siguieras siendo un imbécil con él, así como lo fuiste cuando llego aquí.
La puerta se abrió de repente y Narong se asomo por ella con el rostro confundido —¿Esta todo bien?, ¿Qué está pasando?
—Nada, solo que me tropecé y me lastime—, murmuró Ohm presionado la mano contra su rostro en donde se estaba formando un moretón.
—Pero, ¿Estas bien?
—Sí no se preocupe, solo necesito un poco de hielo—. Con cuidado se deslizó junto a ella rumbo hacia las cocinas de la escuela, se limpio nuevamente la sangre con la manga de su chaqueta negra, cuando iba por la puerta principal levantó la vista al oír que esta era abierta, allí estaba él, se había quedado parado al verlo.
—Ohm... ¿Que te paso?—, pregunto acercándose a donde estaba.
—Solo me caí—. Fue lo único que contestó antes de continuar con su camino, haciendo que el castaño se sobresaltara por la sorpresa, mirándolo como se perdía por los pasillos.
Por un momento considero seguirlo para ayudarlo, ese golpe se veía realmente mal, pero a su mente vino la imagen de la joven con vestido azul con la que se había ido ese fin de semana y dio un paso atrás, siguió su camino a la sala de profesores con la respiración inestable en sus pulmones, no le gustaba recordar esa escena.
El trato de comportarse normal, al principio no podía entender que había cambiado, pero después se fue dando cuenta de que no estaba hablando con Ohm y la confusión llego a su cerebro, no se había dado cuenta en que momento había dejado de hacerlo, solo sucedió, solo intercambiaban palabras suaves de trabajo, susurros que antes abrían sido conversaciones completas.
Preguntas que antes había dado por sentado como si todavía podía ir por los niños al preescolar, en ese momento se sintió fuera de lugar al preguntar aquello porque el solo lo miro con sus ojos oscuros, para decirle que por supuesto, como si lo hubiera ofendido.
Y así fue como transcurrieron los días, los silencios solo se acababan cuando necesitaban intercambiar alguna información, la mejilla magullada de Ohm se volvió lentamente verde y amarilla y luego se desvaneció por completo, lo que él llamó una caída el supo inmediatamente que no fue tal, solo fue Kao quien lo había golpeado.
Su nombre se había quedado atascado en la garganta, ya solo lo llamaba Thitiwat en sus horas de trabajo, evito que ese sonido saliera de su boca, practicaba en casa llamarlo por su apellido para que no se le pudiera salir su nombre de repente.
No le había vuelto a decir Ohm, podía contar con los dedos de su manos las veces que lo había llamado así esa semana, ni siquiera cuando estaban en casa, esas noche lo había visto desde su lugar sentado en la mesa como le daba un beso de buenas noches a Nirin, como había arropado a Aroon en la cama, para luego pasar junto a él sin mirarlo a los ojos y solo darle un escueto buenas noches, no lo veía a la cara, ni siquiera esperaba que él le devolviera el saludo.
Ahora estaba acostado en la cama escuchando la lluvia como caía en las calles, su goteo chocando contra las ventanas haciéndolo temblar, miro fijamente el teléfono brillando en su mano en la oscuridad de la habitación, su nombre resaltado en la pantalla, su dedo flotando, dudando si marcarle o no, pero no lo hizo, solo lo coloco en la mesa de noche.
Lo miraba en la escuela con la confusión en su rostro mientras limpiaba el salón de clases con la luz del sol filtrándose a través de la ventana, convirtiendo el polvo en una neblina dorada inclinada sobre el aire, iluminando su cabello, haciendo que brillara con la luz.
¿Qué estaba mal con él?, se había ido a casa y después de darle de comer a sus hijos y dejarlos viendo un rato sus caricaturas, se fue a la ducha, en donde hundió su cara en sus brazos, tratando de no recordarlo envuelto a su alrededor en esa misma ducha, su respiración se había acelerado oprimiendo su pecho.
En su mente se había formado el mantra "extraño a Teerapat ", repitiéndolo una y otra vez; y los días habían seguido pasando, miro el calendario que tenían en la sala de profesores, su rostro estaba pálido e impasible, el sueño lo había estado evadiendo durante varias semanas ya, entre leer las cartas que tenia en su apartamento y despertarse en medio de la noche sin aliento se le habían pasado los días, se estaban haciendo cada vez mas frecuentes unos sueños en donde sentía unos labios fantasmales sobre su piel, no había descansado para nada en esos días, el no poder definir con quien estaba estaba soñando lo atormentaba, pero junio había llegado de todos modos, sin importarle si estaba preparado o no.
Era un fin de semana, estaría solo en casa con los niños, afuera en el patio de la escuela podía ver como los estudiantes se movían ajenos a sus preocupaciones.
—Fluke—. Lo llamo Kao sentándose a su lado, su mano se demoro en su espalda y cuando sintió su toque algunas lágrimas se acumularon en sus ojos —¿Estas bien?
Lamiéndose los labios un poco secos, lo miro y luego volvió a mirar el calendario —Es Junio—. Su voz vacilo sintiendo algo, el espero, sus ojos parpadearon hacia el puñado de profesores que estaban en la esquina de la habitación, cerciorándose de que no estaban pendientes de su conversación.
—Ya estamos a mitad de año—, dijo Kao como intuyendo lo que estaba viendo.
—Teerapat murió el 10—, dijo por fin Fluke dejando salir una de sus tantas preocupaciones.
La comprensión se deslizó por el rostro de Kao, sus ojos se suavizaron —¡Oh Fluke!—. Lo tomo por la muñeca para sacarlo al pasillo, no quería que los otros fueran testigos de su eminente quiebre.
Para su alivio, estaban a final del día y la mayoría de los estudiantes habían comenzado a irse a sus salas de club, sus risas aun se filtraban por los pasillos, sus palabras animadas solo eran un eco en sus oídos.
En la semi privacidad del espacio vacío, Kao se volteo hacia el doncel para ver su rostro con preocupación —¿Vas a necesitar un tiempo a solas?, no sabía que él había muerto para estas fechas.
—Me encantaría, pero no puedo permitirme un tiempo solo—. Admitió sacudiendo la cabeza —Es el sábado, así que... Tengo que cuidar de los niños...
—Up y yo podemos hacernos cargo de ellos—, dijo rápidamente el pelinegro, mirando hacia la puerta de la oficina del nombrado —El me dijo hace unos días que quería que lo acompañará a buscar un gato para él, incluso quiere regalarle uno a Nirin, claro si tu estabas de acuerdo con ello, pero no habíamos tenido la oportunidad de hablar contigo, en realidad he sido yo el que lo ha estado postergando, no entiendo porque no puede ir solo por su gato—. Termino su declaración con algo de confusión.
—No lo se... — La idea de que sus hijos salieran justo ese día y lo dejaran solo en su apartamento no le era muy atractiva.
Antes de que pudiera decir otra cosa, se estremeció al ver a Ohm bajando las escaleras desde el segundo piso, venía con los ojos fijos en un libro, pero su mirada se concentro en ellos al verlos parados en el pasillo, en especial observó la cara algo demacrada del castaño, tenia días que lo había visto de esa manera pero no se había atrevido a preguntarle que le pasaba, no se sentía con el derecho de hacerlo.
—¿Cuál es el problema?—, pregunto viendo por unos segundos la angustia pasar por esos ojos castaños.
—No es nada—, contesto Fluke desviando la mirada hacia el piso, tenia tiempo que el pelinegro no le preguntaba nada tan personal como eso, cosa que hizo que una traicionera lagrima se deslizara por su mejilla, la cual borro bruscamente, pues no quería que lo viera llorar.
—Es Junio Teerapat murió para estas fechas—, dijo Kao, quería que el otro supiera por lo que estaba pasando el doncel en esos momentos, no podía seguir haciéndose de la vista gorda ante sus sentimientos.
—Kao... Voy a estar bien, no tienes porque preocuparte...
—¿Cuando es su aniversario de muerte?—. La voz de Ohm tenía un tono familiar que se había perdido durante esos días y Kao lo estudio brevemente antes de girarse nuevamente hacia donde estaba el castaño.
—El 10—, contesto al fin Fluke en un susurro dejando caer sus hombros —Es el sábado.
—Le estaba diciendo que Up y yo podemos llevarnos a los niños para ir en la búsqueda de un gatito, pero Fluke no cree...
—Yo puedo salir con ellos el sábado—. Reanudó su caminata hacia la sala de profesores —Después de todo le prometí a Aroon que lo llevaría al puerto para que viera las banderas.
—¿De verdad?—, pregunto el doncel, si saber porque estaba luchando contra lo que necesitaba desesperadamente, no sobreviviría todo el día con los niños mirándolo, estudiándolo, dándose cuenta de lo que estaba sucediendo ese día, sería el fantasma de un esposo, cansado, triste y sólo.
—Los recogeré después de las diez—, dijo Ohm antes de abrir la puerta de la sala de profesores —Te los devolveré antes de la hora de la cena.
La puerta se cerró tras él y Kao gruñó algo disgustado—Sea lo que sea lo que le paso, esta tardando mucho en dejarlo ir, extraño al Ohm de antes, ahora solo esta el señor silencioso nuevamente.
—Creo que es mejor que me vaya a casa—. Fluke no quiso darle importancia a sus palabras.
—¿Quieres que te acompañe?, ya no tengo clases y no tengo nada que hacer, seria divertido jugar un rato con los niños.
—No, yo puedo irme solo—. Se negó sabiendo que solo quería huir del compromiso que había adquirido con Up para salir a dar una vuelta —Además se muy bien que quedaste con cierto secretario de ir al centro después de la escuela.
—Pero Fluke...
—Estoy bien Kao, solo estoy algo cansado.
Y rápidamente antes de que pudiera decir otra cosa el pelinegro ingresó a la sala de profesores en búsqueda de sus cosas, allí guardo rápidamente todo en su bolso le dio un asentimiento a Ohm y salió nuevamente dirigiéndose a las puertas de la escuela donde el sol estaba muriendo en la distancia, incendiando el mundo incluso cuando el de él parecía oscurecerse cada vez más.
Así iniciamos la semana, Ohm ha metido la pata y lo ha hecho en grande...
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