~1~ ¿Pesadilla o Realidad?
. Está demás decir que los personajes no me perteneces.Le pertenecen a la diosa Rumiko Takashi, yo solo usé los personajes y los adapté a mi historia a mi antojo .
. La historia es TOTALMENTE MÍA. Si ven una igual háganmelo saber o denúncienla .
. No soy robahistorias. Todo lo que leerán en los siguientes capítulos es todo imaginado en mi hermosa cabecita .
. Esta historia no está basada en algún hecho real.Si hay alguna similitud con algo ocurrido en el pasado de alguien quiero que sepan que yo no soy responsable de las similitudes entre ficción y realidad .
. Crédito correspondiente a todos los autores de las imágenes que he utilizado .
¡Disfruten!💝
By: Mary__🌸
...
Era la última batalla en donde se escribiría el final del demonio Naraku; el cual ya había reunido casi todos los fragmentos y usarlos a sus más malévolos antojos.Conviertiendo su cuerpo en una araña venenosa gigante.
El grupo de Inuyasha no tardó en llegar al lugar en donde se desarrollaría la batalla.Solo que hubo un pequeño atraso ya que cierta azabache y InuYokai terminaban unos asuntos de seria importancia para su reciente relación amorosa; entablada desde que el demonio había tomado la decisión de integrarse al grupo.
—. ¡Tú siempre llegando tarde! ¿No pueden dejar sus cochinadas para después?. — chillaba el híbrido señalando a la pareja que se asomaba entre el espesor del bosque.
—. ¡Y tú siempre tan gritón! ¡Cállate Inuyasha! Deja que hagan lo que les plasca con sus vidas. — contraataca la castaña. Levantando el gigantesco bumerán y arojándolo en dirección al híbrido.
—. No te molestes, exterminadora.Yo mismo acabaré con este mezquino después de matar al maldito de Naraku. — dice el demonio peliplateado.Pasando por el lado de Inuyasha y adentrándose una vez más al espeso bosque.
—. ¡Amo bonito espéreme!. — bosifera el demonio Jaken; corriendo detrás del Yokai junto con la pequeña Rin.
—. ¿Kagome estás bien?. — pregunta incrédulo el kitsune en los hombros del monje.
—. Si Shippo, estoy muy bien.Vámonos. — dice y subiendo en su bicicleta se adentran al bosque siguiendo el aura demoniaca de Sesshomaru ya que este se dirigía en dirección a Naraku.
...
Llegando al gigantesco cuerpo arácnido se podía ver como el cielo se había tornado de violeta oscuro acompañado con nuves negras y aires muy fríos.
La azabache tembló ante la fría brisa, llamando la atención del Yokai el cual se acercó a ella y le estampó un cálido beso en la frente de su amada humana.Ella sonríe tierna a lo igual que él. Volviendo a caminar, ahora, pisando las huellas de Inuyasha,Sango y Miroku.
—. Kagome, cuando todo este caos termine quiero que vivas conmigo en mi palacio en el Oeste.Quiero que te conviertas en mi esposa y Lady del Oeste y además; también quiero que seas la madre de mis cachorros.Te amo, mi Miko. — dice el Yokai besando los suaves labios de la joven.
—. Será un gusto Sesshomaru.Para mí será un placer ser tu Lady,tu esposa y madre de tus hijos pero. — hace una pausa. — yo soy humana y no creo que nuestros hijos sean completamente demonios puros como tú. — dice en tono triste.
—. No me importa.Si son tuyos no me importará que tengan tu sangre corriendo en sus venas.
—. Te amo.
—. También te amo, mi Miko.
—. ¡Oigan ustedes! Más les vale apurarse antes de que los dejemos atrás. — vuelve a rechistar el híbrido en la entrada de la criatura.
—. Ya vamos Inuyasha, vamos Sesshomaru.
...
Caminando en la oscuridad de las entrañas del monstruo arácnido y después de derrotar a las innumerables creaciones y marionetas de Naraku llegaron a su cuerpo principal, encontrándolo pegado al cuerpo de la araña.El grupo de amigos comenzaron los ataques hacia el cuerpo enemigo.
Después de tanto atacar y gastar valiosa energía, Naraku se debilitó y eso le facilitó a los hermanos demonios y sacerdotisa el ataque.
La Miko lanzó su flecha purificada en un aura rosa y violeta.Sesshomaru desenvainó a Batussaiga y lanzó su ataque destructivo mientras que Inuyasha usó el Viento Cortante.
El demonio calló derrotado y los integrantes del grupo de Inuyasha celebraron su victoria orgullosos.Justo antes de que el cuerpo de Naraku se desvaneciera en cenizas la Perla de Shikon salió de su interior y absorbió a Kagome en un agujero negro, preocupando a los demás integrantes.
—. ¡Kagome!. — gritan todas a unisono el nombre de la azabache.
...
—. ¿Donde estoy? ¿Hay alguien ahí? ¿Sango? ¿Shippo ¿Miroku? ¿Inuyasha?... ¡¿Sesshomaru?!. — gritaba el nombre de cada uno de sus acompañantes.Al no recibir respuesta se tapó la cara con ambas manos y lloró.Un esplendor se hizo vigente en todo ese extraño espacio negro.La perla apareció purificada con la flecha que ella antes le había lanzado a Naraku.Había atravesado la perla.
—. Sacerdorisa pide tu deseo. — dice la joya rosada.Palpitando.
—. ¿Mi...deseo?.
—. Tú deseo. ¿Que deseas, Miko?.
—. No lo sé... Yo no tengo ningún deseo.
—. Claro que lo tienes, recuérdalo.
La azabache cerró los ojos y viajó en el interior de sus recuerdos y memorias.Encontrando los más hermosos momento y también los más oscuros.
Y así pudo recordar algo... Un deseo que no sólo lo tenía ella; sino también su antiguo amor.Recordó la muerte de Kikyo.La muerte que no solo la había afectado a ella; también a Inuyasha.Recordó ese momento en el que lo vio sentado en la hierva con Kikyo en sus brazos, llorando.
Secó sus lágrimas al recordar ese recuerdo y miró a la perla.Decidida de lo que iba que desear sería lo correcto para todo el mundo.
—. Perla Shikon te pediré dos deseos.
—. Dime, sacerdotisa.
—. Quiero que desaparescas y que tu alma purificada reencarne en el cuerpo de la sacerdotisa Kikyo. — dijo.La habitación negra tembló a lo igual que la perla y gotas de sangre calleron después de que una oscura sombra con forma de garra pasara por su lado.
—. ¡Maldita!. — bramó la joya para luego desaparecer junto con el negro que la cubría.
...
Después de caminar desorientada ya que no volvió al mismo lugar de donde ella había desapecido notó caras de tristeza a su alrededor.Rin y Jaken lloraban sujetando una mano con garras.Sango estaba abrazada a Miroku el cual le tocaba la cabeza delicadamente.Inuyasha no estaba.Tal vez la presencia de Kikyo lo llamó.
La azabache se acercó con una sonrisa, dispuesta para alegrar el ambiente hasta que se dio cuenta de quien había muerto.El cuerpo de Sesshomaru se encontraba a los pies de un árbol desangrado y con pocas señales de poder sobrevivir.La marca de garras nacía desde su hombro derecho hasta terminar en su cadera.El ataque le había desgarrado casi toda la carne y raspó las costillas que protegían el corazón. Se oía el palpitar de un débil corazón en el pecho del demonio moribundo.Sus ojos dorados se apagaban en un color dorado casi sin vida.Su respiración cada vez era menos frecuente y ya no podía moverse.Ya no tenía salvación.
La azabache corrió en su dirección llorando.Calló arrodillada en el suelo y sujetando su otra mano ensangrentada gritó su nombre entre sollozos.
—. ¡Sesshomaru! ¡No mueras!. — gritó.Una lágrima se deslizó por su mejilla y terminó en un diminuto charco en la mejilla del mencionado.
El demonio abrió los ojos y la miró.Mostró sus colmillos en una tierna sonrisa.Un pequeño hilo de sangre brotó de su boca, entristeciendo más a su amada.
—. ¿Qué te han hecho, Sesshy?. — dice con la voz quebrada.
—. No lo sé. Kagome... Acércate. — dice.La azabache obedece. — Te amo, mi Miko. Lamento no haber... Sobre...Vi...Vido. — su cabeza cae hacia atrás y ya no se escuchan los débiles latidos y ni hay rastros de respiración. El Yokai más temido en todo el salvaje oeste estaba... Muerto.
Un chillido triste se oyó de la boca de Rin.La pequeña niña había perdido su razón por culpa de la reciente pérdida. Sango la carga en brazos y se la lleva junto con Miroku y Shippo hasta llegar a la gata demonio de la exterminadora e irse del lugar.
La azabache aún tiene la mirada triste y apaga en el cuerpo de su amado, esperando a que él vuelva a abrir los ojos y le haga saber que era una broma.No ocurrió.Dos horas pasaron después de que Sesshomaru se despidiera de ella.Ahora la azabache mantiene la idea de que todo lo que ha ocurrido es una pesadilla.Que nada es real.Que su amado nunca la dejaría.Que su muerte es solo un estúpido sueño.Que nada es cierto.
Nada de lo que se había propuesto a pensar era verdadero.Ella no soñaba y tampoco lo que había ocurrido lo era.Sesshomaru había muerto, era la realidad.Volvió a llorar y en un sollozo largo dejó que una frase se le escapara: "Te amo". Así dijo y en instantes el cuerpo sin vida del demonio fue desvaneciéndose en brillos blancos y dorados al cielo nocturno. La luna menguante recibía cada brillo del alma de aquel demonio.Un aullido hizo el viento y a lo lejos, casi en la luna, se vio la sombra de un demonio con el cabello largo y blanco. Hiéndose. Dándole la espalda a su antigua amante.
Secó sus lágrimas y se levantó del suelo.Sujetó su bicicleta y se fue a pie por toda la llanura.
...
Llegó a la entrada de la aldea en donde todos la recibieron con caras preocupadas.Vio el pequeño arrollo en donde él y ella se habían dado su primer beso amoroso. Dejó caer su bicicleta y luego se arrodilló en el suelo, ya no tan suave. Y volvió a llorar. Los aldeanos hicieron un círculo a su alrededor y se preguntaban: ¿Por qué la joven llora?.No hubo respuesta alguna ante sus preguntas.
Volvió a levantarse mientras se secaba sus lágrimas y caminaba hacia la cabaña de la anciana Kaede.Entró y encontró a la anciana arrodillada frente al cuerpo dormido de Rin
—. Pasa, mija. Sango me lo ha contado todo, lo lamento. — dijo la mayor.
La azabache corrió en dirección a la señora.Se dejó caer de rodillas al suelo de madera fría y la abrazó, llorando en los hombros encorvados de la anciana. Kaede le acomodaba el cabello que tapaba su cara y también rascaba suavemente su espalda. Kagome dejó de abrazarla y se secó las lágrimas.
—. ¿Por qué me pasa esto? ¿Qué mal he hecho yo para merecer esto? Lo amaba tanto... — volvió a llora esta vez cubriendo su cara.
—. Kagome... Vete a tu época y relájate. Naraku a sido destruido junto con la Perla de Shikon. Ya no habrá más búsqueda de fragmentos ni tampoco habrá demonios en su búsqueda. Mi hermana a vuelto a este mundo gracias al deseo que le pediste a la perla e hicistes feliz a Inuyasha. En cambio tú...
—. Terminé destruida. Tiene razón, abuela Kaede ¿Qué sentido tiene que venga a este mundo si ya no hay perla ni tampoco esta él hombre que tanto amaba?.
—. No hay ninguno pero si deseas un sabio y ancestral consejo puedes venir a verme, si gustas. — dice la anciana y exhibe una cálida sonrisa.
—. Gracias, abuela Kaede. Por favor cuide a Rin y a Shippo por mí y también salude a los demás de mi parte. — dice y sale de la casucha.Agarrando otra vez su bicicleta y adentrándose al bosque hasta llegar al pozo devorador de cadáveres y lanzarse en su interior, siendo absorbida por una luz azul brillante.
~continuará~
By: Mary__🌸
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