Cap. 39
- ¡Omma voy a salir! - Jimin desapareció por la puerta de su hogar a penas dijo aquello.
Jin miró en aquella dirección algo extrañado, para luego dirigir su mirada a Jungkook quien bajaba las escaleras calmadamente.
- ¿A dónde fue tu hermano? - una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios al oír la pregunta.
- En busca de su felicidad - Todos en la sala quedaron igual o más confundidos de lo que estaban, pero le restaron importancia.
Esos hermanos... ¿acaso alguien podía entenderlos?
***
Llevaba corriendo ¿Cuánto? ¿15 minutos?
No lo sabía exactamente, pero su respiración estaba agitada y sus piernas comenzaban a quemar un poco.
Con su mirada recorrió la calle que era iluminada por faroles, la noche había caído hace unos minutos, pero debía hablar con su hyung, se arrepentiría si tenía tiempo para pensarlo.
Después de todo ¿Quien no ha echo alguna locura por amor?
El paisaje comenzaba a serle familiar, ya faltaba poco para su llegada.
Finalmente se detuvo frente a un edificio de departamentos, ya había visitado antes a Yoongi, sabía lo que debía hacer.
A paso decidido se dirigió al ascensor que lo llevaría al sexto piso.
Durante aquellos segundos trató de regular su respiración y descansar un poco su mente.
Los nervios comenzaban a hacerse presentes de a poco.
Pero ya no había vuelta atrás, no cuando su puño ya había tocado la superficie dura de la madera de la puerta.
Unos segundos que le parecieron horas fue lo que tardó el dueño de aquel lugar en abrir.
Ambos se quedaron congelados contemplandose el uno al otro, sin saber bien que decir.
Los ojos de cada uno se deslizaban por cada milímetro de su anatomía, pasando por sus hermosos rasgos faciales, para detenerse en sus ojos.
Los ojos gatunos de Yoongi se llenaron de lágrimas, abriendo su boca repetidas veces, sin embargo, ningún sonido salía de ella.
Jimin lo comprendió, después de todo estaban en la misma situación y solo hizo lo primero que le vino a la mente.
Tomó el rostro contrario entre sus manos y lo besó.
El mayor de ambos estaba sorprendido, esperaba una cachetada, un golpe, que le soltará mil insultos, pero no esperaba eso.
Sus ojos se cerraron con lentitud y solo se concentró en corresponder aquel íntimo contacto que compartían.
Jimin empujó un poco a Yoongi para dirigirlo al interior de su hogar, no quería que sus vecinos contemplarán aquella escena.
Una vez la puerta estuvo cerrada tras él se separo del contrario.
Yoongi se negaba a abrir sus ojos, no quería ver el rostro de desilusión que probablemente cargaba el menor.
- Tenemos que hablar - soltando un suspiro en señal de rendición Yoongi se volteó y caminó hacía su sofá, para luego lanzarse sobre este.
- Lo se... te vez algo cansado, será mejor si tu también tomas asiento - Jimin se restó a asentir y sentarse a pocos centímetros de su hyung.
La tensión era palpable en el ambiente, ambos demasiado temerosos como para iniciar esa conversación.
- Jungkook me dijo que te disculpaste con él - habló por fin el más bajo, tomando un poco del coraje que lo había llevado a ese lugar.
- Así es, yo, también te debo una disculpa, se que no merezco tu perdón y que soy una mierda de persona, pero quiero que sepas que me arrepiento de lo que te hice y que me duele más de lo que imaginas esta situación - su voz sonaba rota, pero al estar tan sumidos en su propio mundo, fue algo que Jimin no pudo notar.
- Eso no fue lo único que me dijo, preguntaste por mi ¿no es así? Ah Yoongi ¿Qué estas buscando? ¿Es acaso volver a hacerme caer? ¿Por qué de pronto Jungkook no te gusta? Los sentimientos no cambian de un día para otro - los sentimientos no cambian de un día para otro... ¿estaba mal que aquella frase le diera un poco de esperanza?
- No quiero hacerte daño Jimin, solo quería saber como estabas, sin malas intenciones y sobre lo otro... yo ya no siento nada por Jungkook, porque desde hace un tiempo, me gusta alguien más - terminó de confesar avergonzado.
Jimin sentía como su corazón era roto y pisoteado de muchas maneras diferentes.
A Yoongi le gustaba alguien más.
Alguien más.
Sus ojos se aguaron y no tardaron nada en comenzar a derramar gotas saladas que recorrían todo un camino desde sus ojos hasta su mentón.
- Si te gusta alguien más no deberías dejar que las personas vayan basándote por ahí ¿Por qué me dejaste hacerlo? ¿Por qué cuando entre por esa puerta me correspondiste y no me apartaste? - Yoongi buscó con rapidez la mano contraria para entrelazarla con la suya, pero como siempre, nunca podía anticipar lo que Jimin haría, la mano del menor se empuñó para seguidamente golpear con fuerza su rostro.
El sonido fue seco y en su expresión podía notarse el gran dolor que sentía, pero no le importó, podría curarse eso más tarde.
- ¡Te dejé hacerlo porque la persona que me gusta eres tú! - Jimin abrió sus ojos hasta más no poder, el color subiendo a sus mejillas con rapidez.
- Pe...pero ¿Cómo? - el mayor trató de acercarse de nuevo a Jimin, esta vez teniendo éxito en lograrlo, sus brazos lo estaban rodeando mientras la cabeza del menor reposaba en su pecho.
- Se que no es una gran excusa ni una gran razón, pero yo no lo sabía, estaba tan cegado pensando que el que me gustaba era tu hermano que no noté como fui cayendo ante ti con cada pequeña acción, el día del beso, no estaba triste porque el me hubiera rechazado, estaba devastado porque tu nos viste, porque sabía que había arruinado casa posibilidad que pude haber tenido contigo, yo realmente te amo Jimin, pero se que no soy digno ni de tu perdón, ni de tu amor - para ese entonces Yoongi ya lloraba desconsoladamente al igual que el contrario, Jimin se separó ligeramente de él para verlo a los ojos.
- Se que tal vez no debería, pero admito que también he cometido errores y como ya te lo dije, los sentimientos no cambian de un día para otro, yo también te amo Yoongi y no quiero que te sientas indigno de mi amor, porque por un tiempo yo también me sentí así, ahora ambos estamos rotos, pero creo que juntos podemos curarnos, Min Yoongi ¿quieres ser mi novio oficial? - una gran sonrisa se dibujó en ambos rostros.
- Para mi sería todo un honor, Park Jimin - sin más que decir ambos volvieron a besarse, más tarde Yoongi lo fue a dejar a su casa y Jimin casi pierde la cabeza gracias a una chancla voladora de Jin, quien no paraba de decirle lo preocupado que estaba por la hora a la que había llegado y lo irresponsable que había sido al no avisar nada sobre su paradero.
Si, una noche especial en su vida definitivamente.
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