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XXVIII: ¿Y ahora qué?

Antes de empezar pido disculpas por cualquier error ortográfico

●Personajes hablando: -Hola-
●Personajes pensando: -(Hola)-
●Present Mic personajes hablando por micrófono: -¡HOLA!-
●Escritos (Papeles, Conversaciones por msj): "Hola"
●Povs: Soy el autor
●Voces de personajes en la mente de otros: "Está lloviendo"
Personajes hablando por un video: —[Hola].

Inicio del Capítulo.

Un ambiente lúgubre, las nubes de tormenta inundaban el cielo, una multitud vestida de negro y música fúnebre que coronaba la atmósfera del lugar.

El cementerio de los caídos era precisamente eso, un cementerio donde enterraban a cada uno de los héroes, aspirantes a héroe o civiles que fallecieran en combate o una misión.

El funeral de los caídos en la misión del rescate se habia organizado de tal manera que los ataúdes estaban separados y las personas hacían un recorrido para pasar por cada uno de ellos y dejar sus respetos y condolencias a la familia o algunas flores.

La familia Todoroki, con Rei estaba junta en la tumba de Endeavor, si bien ninguno tenía la mejor relación con el hombre, desde Shoto y su desprecio masivo hacia su padre, pasando por Natsuo que prácticamente decidía no hablar con el hombre cada vez que se veían, hasta Fuyumi quien siempre movió cielo y tierra para tratar de ayudar a su familia. Mientras que Rei, al llevar años sin ver al hombre estaba ahí para despedir al hombre del que una vez, sintió al menos algo de afecto.

Shoto se sentía extraño, no se sentia triste para nada, ni siquiera un poco, pero sentía como si una parte de él si se sintiera un poco triste, la parte de él que era más bondadosa, y la que se veía opacada por esa personalidad fría.

Natsuo se sentía similar a su hermano, solo que estaba ocupado tratando de encontrar un recuerdo feliz con su padre.

Y Fuyumi, se sentía triste, siempre había querido a su padre a pesar de todo, y siempre intentó reunir a su familia.

¿Como describiría este lugar Fuyumi Todoroki?

Un lugar lleno de hipócritas.

Muchas de estas personas Fuyumi podía reconocerlas, gente conocida, quizá hasta famosa que nunca tardó un despreciar a Endeavor, con motivos claramente, pero nunca trataron de ocultar su desprecio, y así mismo con la mayoría de la gente ahí, personas que antes ni siquiera hubieran querido que Endeavor se les acercara. Sinceramente Fuyumi prefería que nadie hubiera venido.

Y si bien, de los fallecidos el nombre más rimbombante era el de Endeavor, la estación que más llamaba la atención era la que ponía el nombre de "Oliver".

Allí estaban aproximadamente 40 niños de todas las edades llorando frente a la tumba.

Masumi apretaba los puños para contener las lágrimas mientras Dan la abrazaba. Ambos miraban la tumba de su amigo...no, Oliver era su hermano mayor, el que siempre cuidó de todos, el que nunca dudó un segundo en sacrificarse para ayudar a alguien. Todos estaban llorando a un héroe.

Y en este momento la tumba del final, la que marcaba que ya habías pasado por todas las demás tenía a un solo hombre parado delante de ella.

Toshinori Yagi, ese hombre frágil, un saco de huesos prácticamente, estaba parado frente a la tumba de Sir Nighteye. No estaba en su transformación de All Might porque quería poder tener algo de tranquilidad frente a la tumba del que una vez fue su amigo.

Y Toshinori sabía que su actual estado era un reflejo de su corazón, estaba resquebrajado, otro más a la lista de personas que no pudo salvar.

—Patético.

Toshinori puso su mano sobre su pecho y por detrás de él se acercaba Ken caminando con unas muletas. Ken lo miró pero no dijo ninguna palabra.

Una mano se posó sobre el hombro de Toshinori y este se giró para ver a Riza colocándole la mano en el hombro.

—Ha sido un tiempo, ¿no, Toshi? — ella dijo con una sonrisa melancólica que All Might devolvió.

Ken no tenía idea de quien era pero al ver cómo ambos se miraban supo que eran algo similar a los amigos. Eso lo hizo reflexionar un poco, siempre había pensado que el único amigo de Toshinori era Naomasa, e igual se veían poco, pero el lenguaje corporal de su maestro le dijo que tenía total confianza en esa mujer. Ken solo se alejó un poco.

—Ciertamente hace tiempo que no nos veíamos— le dijo Toshinori a Riza. —Es triste que esta sea nuestra forma de reencontrarnos— él dijo.

Riza asintió mirando la tumba de su viejo compañero —Algunos dicen que más cosas suceden por algo— Riza mencionó.

—Ambos sabemos que no crees ni en religiones ni en supersticiones— Toshinori contestó y Riza se encogió de hombros.

—Pues si— ella dijo y ambos se quedaron en silencio mirando la tumba, en total calma y aislados de todo a su alrededor. —Ryuko vino conmigo y supongo que conoces a Izuku— ella mencionó y Toshinori asintió.

—Vamos con ella, ¿Izuku está con ella? — Toshinori preguntó.

Riza negó con la cabeza con una mirada con algo de pena —Izuku está en la tumba de su hermana— ella dijo simplemente y All Might asintió, habían includo a Izumi al ser su muerte producto de su secuestro.

—No se ve nada bien— Eijiro dijo para si mismo mirando a su amigo frente a la tumba de Izumi —Hace 2 días me dijo que habían encaminado su relación, después solo me dijo que Izumi amaneció muerta, y de ahí incluso Riza me dijo que no quiso hablar con nadie— Eijiro le dijo a Kyouka, quien estaba a su lado.

—Todo esto...es simplemente demasiado, pero de nosotros 4 él la ha pasado peor— Kyouka mencionó triste por su amigo. Se giró a ver a Eijiro pero él ya no estaba ahí, estaba caminando hacia Izuku.

[Con los Todoroki]

Rei estaba metida en sus recuerdos de cuando conoció a Enji.

[Flashback]

Enji Todoroki de 23 años estaba sacando de la basura de su departamento, vivía en una zona relativamente lujosa de la ciudad pero sin llegar a compararse con algún millonario o algo así, mantenía su casa con un diseño clásico japonés lo cual la convertía en algo característico.

Mientras caminaba hacia el bajante de la basura vió como en el departamento de al lado, es decir, a unos metros de distancia de él estaba parada una chica junto con varias maletas a su alrededor. Enji levantó una ceja, el cabello de la chica ciertamente era llamativo, pero le sorprendió verla ahí principalmente porque nadie del condominio le dijo que alguien se mudaría.

— ¿Necesitas ayuda con eso? — Enji dijo parado detrás de la chica. La albina dió un pequeño brinco y se giró a ver a Enji quien señalaba las maletas.

— ¿Oh? Hola— fue todo lo que ella dijo lo que hizo que Enji volviera a enarcar una ceja.

—Soy Todoroki Enji— él dijo extendiendo su mano.

La albina aceptó con una pequeña sonrisa —Soy Kocho Rei— ella dijo. Enji volvió a señalar las maletas —Oh claro, déjame abrir la puerta— dijo distraídamente. Rei abrió la puerta y Enji la ayudó a meter las maletas. El departamento estaba totalmente vacío, era lo que uno llamaría un "departamento en gris", las paredes sin pintar, un poco de polvo por el lugar.

Enji miró el lugar, sabía que hace años que nadie vivía aquí, y el estado del departamento era...triste como mínimo.

—Esto no tiene muebles, ¿como dormirás aquí? — Enji preguntó y Rei se giró a verlo.

—La compañia de mudanza los traerá hoy más tarde, el anterior dueño me dijo que todo el tema del cableado y el agua estaba listo, que solo faltaba amueblarlo y pintarlo— ella dijo. Enji asintió y un breve recuerdo de ver electricistas y gente de la compañía de agua frente al departamento pasó por su mente.

Entiendo, supongo que ya no necesitas mi...

—Aaaaaaah— Rei gritó desde la cocina. Enji se acercó rápidamente para ver, literalmente, toda la cocina congelada. Y en el centro del piso estaba una rata. Rei estaba parada sobre la estufa.

Enji casi quiso reírse...casi, en su lugar miró a Rei y dijo —Supongo que ya no necesitas mi ayuda— él dijo. —Fue un placer conocerte, espero que nos llevemos bien— el dijo con su tono fuerte y Rei supo que lo decía para no ser grosero.

Ella asintió y se bajó de la estufa —Gracias por la ayuda con las maletas— ella le sonrió y Enji asintió mientras se alejaba.

Enji llegó a su departamento y cerró la puerta. Soltó una pequeña risa por lo bajo, le había tocado una vecina algo...curiosa.

[Fin Flashback]

Rei salió de sus pensamientos al ver que Natsuo la llamaba.

— ¡Mamá! Tienes que ver esto, hay que admitir que es genial— Natsuo dijo señalando a Fuyumi parada al lado de la tumba de Enji.

— ¡Escuchenme todos pedazos de hipócritas! — Fuyumi gritó con un megáfono que sacó de quien sabe dónde. — ¡Si! ¡Ustedes saben a quienes me refiero! ¡A esos malnacidos que nunca dudaron en despreciar a mi padre y ahora tiene la cara de venir aquí el día de su muerte! — ella gritó y se empezaron a escuchar murmullos.

—Enji fue un pésimo padre, esposo, cualquier cosa, pero hay que admitir que no cualquiera tiene los huevos para hacer eso— le dijo Natsuo a su madre quien asintió.

Shoto por su parte estaba confuso, ¿qué hacía su hermana defendiendo a su padre con capa y espada? En su mente, no tenía ni pies ni cabeza esa idea, Enji había hecho todo lo posible para ser en peor padre y esposo del mundo, y ahí estaba Fuyumi, haciendo que todos...

— ¡Váyanse a la mierda todos ustedes pedazos de caretas! — ella volvió a gritar interrumpiendo la línea de pensamiento de Shoto.

— ¿Por qué lo hace? — Shoto susurró para sí mismo pero no hubo una respuesta proveniente de algún lado, solo silencio.

Fuyumi lanzó el megáfono contra el piso y lo rompió para luego caminar hacia su familia.

— ¿Podemos irnos? — Fuyumi preguntó molesta.

—Tú mandas— Natsuo se encogió de hombros pero Rei negó.

Pueden irse antes, me quedaré un rato, mi psiquiatra está cerca y me dirá cuando mi tiempo de estar aquí se acabe— dijo la madre y los otros 2 asistieron mirando a Shoto quien simplemente asintió hacia sus hermanos. Luego de una breve despedida los 3 hermanos se fueron del lugar.

[...]

—A todo esto, ¿dónde está Hizashi? — kyouka. Los chicos de la 1-A presentes estaban junto a los de la 1-B, menos por Eijiro, Izuku e Hizashi que estaban separados y por varios que estaban en misiones como Bakugo, o que estaban indispuestos como Momo.

Los chicos miraron a su alrededor sin poder ver al nombrado.

—Ni idea— dijo Mina —Por algún lado debe estar, aunque no está con Izuku— dijo señalando al chico junto a Eijiro en la tumba de Izumi.

—Esto es patético dijo una voz.

—Cállate— Hizashi le respondió —Es un funeral, todos lo hacen Hizashi dijo.

—Es simplemente un símbolo de que son débiles, no pueden dejar de aferrarse a algo tan efímero con la vida humana— la voz dijo.

Hizashi se quedó en silencio.

—Quizá tengas razón dijo luego de un rato. —Pero igual duele sabes, aparentar ser fuerte y ser fuerte de verdad son dos cosas, ya me quedó eso claro— Hizashi dijo recordando todas esas veces que decidió no mostrar su debilidad a pesar de si ser débil —Y ni siquiera intento en este momento ocultar mi dolor, no vale la pena dijo mientras unas lágrimas salían de sus ojos.

—Sabes la razón de su muerte— la voz dijo e Hizashi entendió la insinuación.

—Claro que lo sé, no fue lo suficientemente fuerte pero...eso no elimina el dolor— él dijo mirando el cielo —Una vez leí en un libro que no somos libre de nuestro destino...porque no somos libres de lo que deseamos— él dijo.

—Yo también lo leí una vez— dijo la voz y cambia volvieron a quedar en silencio.

— ¿Has pensado en su oferta? — la voz preguntó.

—Un poco— dijo simplemente.

— ¿Qué más te queda? — la voz preguntó —Inko perdió la batalla, Izumi está muerta, Kaito igual, e Izuku...ambos sabemos que ese día puente que los conectó a ambos fue Izumi...sin ella su relación morirá la voz dijo e Hizashi la escuchó con atención.

—Quizá tengas razón él dijo —Pero ese tipo es un asesino, y no me he perdido tanto a mi mismo como para asesinar a alguien— Hizashi mencionó.

—Él te ofrece lo que deseas Hizashi— la voz dijo. —Te ofrece poder, poder real, ese sujeto es en verdad es fuerte y no solo lo aparenta— la voz dijo metiendo más leña al fuego haciendo que Hizashi repasara sus palabras.

—Eso es verdad, pero tendría que vender mi alma al diablo— Hizashi respondió a la voz.

—Supongo que no le dirás a nadie de su identidad— la voz dijo cambiando en tema.

—Me tiene un poco intranquilo esa amenaza...el tipo es uno de los villanos más fuertes...podría hacer cualquier cosa hacia mi— Hizashi dijo.

—También creo que se armaría una sospecha hacia ti también, ¿por qué un villano tan buscado le revelaría su identidad a un estudiante para héroe? — la voz dijo e Hizashi asintió.

—Vámonos— dijo Hizashi bajándose del árbol en el que estaba montado, el chico empezó a alejarse del cementerio.

[Con Izuku]

—Es algo chistoso y retorcido si lo piensas Eijiro— Izuku le dijo a su amigo.

— ¿Qué cosa? — el pelirrojo cuestionó.

—Por primera vez en mucho tiempo voluntariamente le hice cara a un problema, y cuando parecía que lo resolví resulta que ya estaba perdido desde antes— él dijo con una risa sin humor —Definitivamente estoy maldito...mi familia lo está— susurró pero Eijiro lo escuchó.

El pelirrojo no sabía que decir, ni siquiera sabía si decir o no algo, movió su mano hacia el hombro se Izuku pero se detuvo unos segundos antes mirando el rostro de su amigo, en lugar de ponerle la mano en el hombro que era lo que tenía pensado él abrazó al peliverde quién no hizo ni el más mínimo movimiento para zafarse.

Unos pasos se escucharon detrás e Izuku se movió un poco para ver y vió a una pequeña niña caminando hacia ellos, el peliverde la ignoró hasta que vió como la niña ponía una pequeña flor sobre la tumba de Izumi.

Izuku la miró extrañado, confundido, así que preguntó — ¿Quién eres? — su voz salió en un tono profundo que incomodó un poco a la niña. Cuando la chica iba responder una vez femenina habló a sus espaldas dejándolo atónito al no poder sentir a la chica.

—Conocimos a tu hermana— la voz de Masumi llegó a los oídos de Izuku, al instante entendió quienes eran estos chicos.

El peliverde miró a Masumi y se levantó, ambos se miraron frente a frente, a pesar de la clara diferencia de estatura Masumi no retrocedió ni un centímetro.

—Soy Izuku— él se presentó extendiendo su mano, Masumi la tomó.

—Masumi.

Izuku se giró a ver a todos los niños que caminaban hasta la tumba de Izumi.

— ¿Tanto hizo por ellos? — él dijo para si mismo.

Cuando llegó era una idiota total— Masumi le dijo —Las primeras dos semanas fue insoportable...pero, ella lentamente comenzó a comprender que no tenía que actuar de manera fuerte a pesar no serlo, aprendió muchas cosas...y nos ayudó mucho Masumi le dijo con una leve sonrisa. Izuku también sonrió.

—Entiendo— él susurró con una sonrisa genuina.

[...]

Pasaron unas horas desde el funeral, los únicos que quedaban eran Shoto y su madre y unas pocas personas más.

— ¿Por qué seguimos aquí? — Shoto preguntó.

—En mi familia era una tradición quedarse en los funerales hasta que el sol se pusiera— Rei respondió, ella miró el horizonte, ya estaba por ocultarse el sol —Parece que ya nos vamos ella dijo mirando a su cuidador a unos metros de ellos.

Rei se arrodilló y juntó las manos, hizo una breve oración y se levantó También era una tradición pedir por el descanso del alma del fallecido, hazlo, te esperamos en el auto— y con eso Rei empezó a alejarse.

Shoto miró la foto de su padre frente a la lápida. Inconscientemente apretó el puño, Endeavor había muerto, pero no hacía que el odio y rencor de Shoto disminuyera. Habían pasado algunos minutos y él seguía ahí parado, sin moverse.

—Día difícil, ¿eh? — dijo una voz detrás de Shoto, él se giró y vió a un encapuchado. —Es raro ver a niños aquí.

— ¿Qué haces aqui? — preguntó Shoto a la defensiva.

—Vengo a ver a alguien que conocía que falleció dijo el hombre con un tono burlón que Shoto notó.

Shoto vió que el hombre no se movió y decidió preguntar.

— ¿Conocías a mi...a Endeavor? — inquirió Shoto.

—Podrias decir que si— dijo vagamente el hombre.

Shoto decidió irse de ahí, hizo lo que su madre le pidió, un poco arregañadientes, y empezó a salir de ahí.

También tengo un mensaje para ti Shoto— Shoto se detuvo. —Quiero que sepas que el sacrificio de tu padre no fue en vano, da igual de que lado seas— esto confundió al de cabello bicolor —Quiero que sepas que el mundo va a cambiar, para que nadie como tú vuelva a aparecer dijo el hombre acercándose a Shoto. Por instinto Shoto dió unos pasos atrás.

Shoto se tropezó y cayó al suelo.

—Para que nadie como Natsuo aparezca, para que nadie como Fuyumi lo haga...para que nadie como Touya aparezca...— Shoto se levantó y tenía al hombre frente a él —Es una promesa— el hombre acercó su mano a la cara de Shoto y justo antes de tocarlo su cuerpo se derritió totalmente en una sustancia blanquecina similar a la pasta dental.

La ropa del sujeto cayó al suelo y Shoto vió que una placa brillaba debajo de la ropa. La placa tenía un nombre...

"Dabi"

[...]

Izuku llegó a su habitación en la Yūei, se quitó el saco y todo el traje e inmediatamente se dió una ducha. Al salir tomó su teléfono y llamó a Hizashi. El teléfono sonó por varios segundos pero nadie contestó. Izuku chasqueó la lengua e intentó una vez más obteniendo el sonido de la contestadora.

Izuku se sentó en la cama, decidió dejar en paz a Hizashi, si él no quería hablar que no hablara. Su estómago gruñó, no había comido demasiado ese día, pero tampoco tenía ganas de levantarse. Se quedó mirando en techo un rato perdido en sus pensamientos.

Pasó horas mirando el techo, todo su cuarto estaba desordenado, cuadernos tirados por el suelo, hojas arrancadas pegadas en las paredes, una que otra fisura en el piso, el peliverde estaba pensado en su encuentro de mañana, había hablado con Olivier y habían quedado en que mañana harían eso.

Al cabo de unas horas se quedó dormido, pero era como una luz intermitente, lograba dormir un poco y se despertaba agitado, sudando y asustado de algo que no podía recordar, solo recordaba revivir en su sueño el día del funeral de Tokoyami. Miró el reloj de su celular y eran las 4: 21 A.M, solo suspiró intentado dormir un poco.

[A las 12: 00 P.M]

— ¡Muy bien! ¡Todos a dormir! ¡Apaguen las luces! — Gritó uno de los guardias de seguridad de tártaros mientras pasaba por las celdas del área más profunda de la prisión.

Inmediatamente las luces se apagaron y un golpe se escuchó. — ¡Al menos esperen a que salga! — Gritó el mismo oficial y las luces se encendieron de nuevo. El hombre salió del pasillo y ahí las luces se apagaron.

Overhaul suspiró recostandose en la esquina de su celda, se tocó la cara, el lugar donde su máscara de pájaro siempre estaba. El hombre apretó los puños, aunque trató de calmarse, la idea de Shigaraki era un todo o nada, ese idiota, según Overhaul, había creado un plan para poder escapar, pero así como podía salir bien podía salir muy mal.

La imagen de dos personas llegaron a su cabeza, la primera era una mujer de cabello rubio, más baja que él y con ojos grises, ella también solía usar una máscara como la suya solo que en lugar de ser morada era plateada.

La otra persona era un niño pequeño, como de 8 años, tenía un rostro similar al suyo pero el cabello era como el de la mujer.

Overhaul apretó los puños aún más fuerte, apretó su rostro, el lugar donde siempre estaba la máscara.

"¡Papá! ¡Hice una máscara en clase! ¡Pruébatela!"

La voz de un niño sonó en su cabeza, Overhaul se encogió en el suelo mientras apretaba su cara y su cabeza.

"¡Tú también mamá, pruébatela!"

La voz del niño sonó de nuevo.

"¡Claro cariño!.

Ahora fue la voz de una mujer.

"¿Quieres que hagamos una para mi y para tu papá?".

La voz de una mujer sonó en la cabeza de Chisaki.

"Lo siento, no puedo aguantar más".

Overhaul recordó esa nota, la encontró mientras volvía a su casa para luego ver a su esposa ahorcada.

—Por favor...aléjense de mi cabeza— susurró el castaño.

"Señor le pido que se calme, aún no encontramos a su hijo".

La voz de una oficial de policía llegó a su mente, el día de aquella noche fatídica.

"¡¿Como quieres que me calme?! ¡Tengo una semana que no veo a mi hijo y no veo a nadie moviendo un dedo!".

Sus propios gritos hacia la mujer sonaron en su cabeza.

Inmediatamente la imagen de ese chico, su hijo, llegó a su cabeza, la imagen de un chico normal, que no tenía idea de quien había sido su padre y que vivía sin preocupaciones era muy consoladora para el hombre.

"Su hijo fue encontrado ayer...estaba muerto".

La voz de un oficial hizo que esa imagen se quebrara.

Un estruendo sonó en medio de la oscuridad, Overhaul golpeó su cabeza contra la pared intentando noquearse a sí mismo.

"La autopsia reveló que fue asesino por un arma blanca mediante 21 apuñaladas".

— ¡Aaaaaaaah! — Overhaul gritó en la oscuridad, esto llamó la atención de las celdas alrededor. —Salagan de mi cabeza— el dijo para si mismo mientras se tomaba la cara —Si lo que mi subconsciente quiere es que no olvide mi meta entonces está haciendo un buen trabajo— dijo para si mismo.

— ¡Cállate y deja dormir! — Gritó Shigaraki desde la celda de al lado.

"Lo siento no puedo aguantar más"

Esa nota llegó una vez más a su cabeza.

"Su hijo pertenece a ese pequeña parte de la población que no posee una particularidad, quirk, kosei, como quiera llamarlo"

La voz de un doctor sonó en la cabeza de Overhaul. De nuevo golpeó su cabeza contra la pared.

—Para.

"No me afecta demasiado no tener quirk, solo quiero poder dibujar, y eso no tiene que ver los quirks"

Esa era la voz del hijo de Overhaul una vez más.

"Los chicos son un poco crueles con el tema del quirk pero no es como si me importara"

Cada vez que sonaba la voz de su hijo el corazón de Overhaul, que si, si tiene, se resquebraja.

"Lo llamé aquí, se que es la décima vez que viene por una lesión de su hijo, aparentemente uno de los chicos se pasó un poco jugando".

Recordar la voz de la directora del colegio del niño hizo enfurecer a Overhaul, todos se metían con su hijo por su condición de quirkless, y casi todos, incluida la directora hacían la vista gorda.

"Papá no quiero ir más al colegio".

— ¡Detente! — exclamó Overhaul golpeándose contra la pared de nuevo — ¡Ya no más! ¡No necesito ver más! — exclamó con ira y dolor.

"Papá no aguanto más".

— ¡PARA YA MALDICIÓN! — Gritó y con toda su fuerza se golpeó contra la pared. Luego procedió a golpearse contra los barrotes de la celda.

"Hemos descubierto que su hijo fue raptado por un grupo que tiene un largo historial, se identifican dejando una marca en sus víctimas y porque sólo atacan ciertas personas".

La voz de una de las oficiales llegó a su mente.

Overhaul empezó a hacer todo el ruido posible para que algún guardia viniera a noquearlo, mientras tanto seguía golpeandose a sí mismo.

"¿Cuál sería es marca?"

Su propia voz preguntándole a la oficial llegó a su cabeza.

"Los marcan como si fueran una especie de mercancía, como si fueran ganado"

La voz de la oficial sonó de nuevo.


"La marca pone quirkless".

— ¡YA NO MÁS! ¡DETENTE YA! — Exclamó Overhaul mientras la imagen de su hijo con esa marca en el pecho llegaba a su mente.

Las luces se encendieron y varios pasos se escucharon entrar a área.

Luego la imagen de sus manos manchadas de sangre luego de perseguir y asesinar a dicho grupo llegó a su mente. Esa imagen ya era común, fue el día en que su objetivo se fijó. El objetivo de borrar todos y cada uno de los quirks de este planeta.

Rápidamente los guardias abrieron la celda y luego de varios golpes muy contundentes Overhaul cayó inconsciente.

[...]

—No suena tan mal su idea.

—Sólo cállate, quiero dormir.

—El tiempo se te acaba, no sabemos que puede pasar si no aceptas.

—Ya lo sé, pero es que no tengo intención de aceptar, voy a contarle a All Might, eso seguro pondrá a salvo a mamá.

—Tienes razón, quizá sea lo mejor.

—Me alegro que estemos de acuerdo en eso...al menos una vez tenía que pasar.

—Oye ya hasta hace poco pensábamos igual, el poder lo es...

—No continúes...de verdad me he preguntado, ¿en serio quiero pensar de esa forma? No quiero creer que el mundo solo se rige por eso, otros factores tienen que entrar en cuenta.

—Eso es un pensamiento ingenuo y lo sabes.

—Quizá ser ingenuo por una vez no esté tan mal, incluso después de todo quiero creer que al menos estoy...estamos errados en cierta parte, que no todo es el poder sabes.

—Creo que en el fondo también deseo eso, pero hay una cosa que no puedes negar.

— ¿Y esa sería?.

—Que pensaste la oferta de Kitsune.

—Yo...

—No lo puedes negar, una parte de ti...de nosotros quiso aceptar.

—Fue un momento en el que no estaba pensando con claridad...ya tengo la mente más clara.

—Lo que digas, yo creo que solo intentas cubrir la realidad queriendo convencerte a ti mismo de algo que simplemente no es real.

—Tienes razón...pero creo que incluso después de todo no se a donde voy.

—Ni siquiera sé si tengo una razón de existir— Hizashi dijo.

[Día Siguiente]
[4:23 P.M]

— ¿Estás listo? — Olivier le preguntó a Izuku.

—Si, necesito hacer esto— él dijo y la rubia asintió.

Izuku sentía que lo estaban mirando, a pesar de no tener demasiado tiempo para centrarse en su entrenamiento no había perdido el tiempo del todo. Había empezado a encender su Nen en estado Zetsu la mayor parte del día, en un principio no pudo hacerlo ni por media hora, pero luego de casi un mes podía hasta 3 horas. Esto no solo ayudó a durar más en estado Zetsu, sino que también le otorgó mayor control de Nen, aunque hasta ahora no lo ha probado en una pelea. Aunque algo era seguro, estar mucho tiempo en estado Zetsu le había ayudado a mejorar sus sentidos.

Riza miraba desde el auto, Izuku sabía que ella estaba ahí, esa era la mirada que sentía sobre él...o al menos eso creía.

¿Dónde estaba Izuku?.

Frente a la casa de los Tokoyami.

Él necesitaba sacarse eso del pecho, necesitaba decirle a los padre de su compañero muerto como sucedió todo en realidad...

Porque lo estaba matando por dentro.

— ¿Podrías esperar acá afuera? — Izuku le pidió a Olivier —No quiero que nadie entre conmigo— él dijo. Olivier asintió haciéndose a un lado, ella llevaba prácticamente un mes conociendolo y sabía lo que le chico tenía que hacer.

Izuku tocó el timbre.

Riza miró el volante por unos segundos, dió una leve sonrisa con una pizca de orgullo y encendió el auto. Izuku había venido con Olivier y la mujer era la encargada de llevarse a Izuku de nuevo a la sala de su habitual consulta. Riza solo se fue del lugar.

La puerta se abrió revelando al padre de Tokoyami — ¿Que desea...? — el hombre se detuvo al ver a Izuku —Te me haces conocido...¿Mustang te llamabas? — él dijo con una ceja arriba.

—Si, pero por favor solo dígame Izuku...— él dijo.

El hombre lo miró por varios segundos mientras asentía — ¿En te puedo ayudar? — preguntó.

—Quisiera hablar con usted y su esposa...si es posible claramente— dijo Izuku de manera formal.

Lo lamento chico, no estoy recibiendo visitas— dijo el hombre e Izuku pudo notar la tristeza en cada parte de su rostro. El hombre retrocedió para cerrar la puerta pero Izuku colocó el pie para evitarlo.

Solo serán 5 minutos...lo prometo— Izuku pidió.

— (Es obvio que tiene que ver con Fumi...sino no sé por qué más vendría...no se que tendrá para decir pero al menos voy a escucharlo) — dijo el hombre abriendo de nuevo la puerta  —Está bien, pasa— dijo haciéndose a un lado.

Ambos entraron, Izuku vió que la casa era relativamente normal, entrabas por la sala, a la derecha la cocina y si seguías recto y a la izquierda estarían los cuartos. Notó que la casa estaba un poco desarreglada, había algunos cuadros de la familia por el lugar, Izuku evitó mirarlos ya que la imagen de todas sus pesadillas se estaba haciendo más frecuente en su mente provocado por el temor de hablar con los padres de Tokoyami.

El hombre caminó hacia una de las habitaciones e instintivamente lo siguió. El hombre lo detuvo.

—Espera aquí en la sala, iré a buscar a Michelle— dijo el hombre. Izuku suponía que hablaba de la esposa.

El hombre caminó hasta una de las habitaciones, mientras Izuku esperaba en el sofá. El hombre entró a la habitación y pudo escuchar unos leves susurros inentendibles. La curiosidad le ganó y silenciosamente, y en estado de Zetsu para aumentar su sigilo se acercó hasta estar delante de la puerta por la que el padre de Tokoyami entró, y lo que vió lo asustó un poco.

La habitación era simple, el closet, la cama matrimonial, un pequeño baño a la derecha, pero lo que lo asustó fue que el cuarto estaba plagado de fotos de su difunto compañero, estaban colgados en la pared, pegados en ella, en el suelo...en toda la habitación.

Escuchó como los padres de Tokoyami discutían.

—No quiero salir— dijo Michelle, la madre de Tokoyami —No voy a salir Hank— ella dijo con un tono roto mientras sostenía una foto de su hijo en una esquina de la habitación.

—Vamos cariño...serán solo 5 minutos— Hank, el padre de Tokoyami trató de convencer a su esposa.

— ¡Yo solo voy a salir cuando algún héroe haga algo! ¡Cuando atrapen al culpable del asesinato de mi hijo! — gritó la mujer.

El pecho de Izuku casi se comprime debido al remordimiento, Izuku sentía y sabía, que en parte la culpa era suya. Se quedó ahí parado, con las manos en el pecho, sentía un vacío en el estómago, sentía que la bilis le subía por la garganta.

Trató de calmarse tomando respiraciones lentas y funcionó un poco, pero ese temor a abrir la boca persistía.

— (Tú puedes...no puedes seguir huyendo...tienes que enfrentar tus problemas de frente...) — pensó Izuku, él carraspeó un poco llamando la atención. —Yo...yo...escuché el grito...y precisamente venía a hablarles de ello— Izuku dijo haciendo que ambos padres abrieran los ojos.

Si bien el hecho de que él le haya mentido a Kitsune no era algo que solo el supiera, ya que lo sabía Olivier y Naomasa quien luego de la muerte de Tokoyami y en privado lo había entrevistado. Sin embargo, para el peliverde esto era...era probablemente su más grande secreto, el secreto más grande que él había creado, porque el de la alquimia era desde hace muchos años impuesto por la familia Mustang.

— ¿Qué? — dijo Hank sorprendido.

—Vengo a confesarles algo...sobre el asesinato de su hijo— dijo Izuku.

—Si esto es una broma no es graciosa, el asesino fue un villano y no hay más nada que decir dijo Michelle con ira.

Izuku los miró y dijo —Ese día, cuando nos enfrentamos al villano, él apuntó con su arma a Tokoyami...— dijo Izuku con notorio pesar en su voz —Luego él le hizo una pregunta, me dijo que si le decía la verdad Tokoyami viviría...pero si le mentía él viviría Izuku se detuvo dejando que la información fuera procesada.

Y aquí el peliverde tenía pensado decir que no tuvo elección, que él debía mentir para proteger un secreto.

Pero no.

—Y yo le mentí, como resultado...

—Cállate y no sigas— Hank ordenó e Izuku se calló.

— ¿Estás jodiendome? — Michelle dijo — ¡¿Te estás riendo de ?! — ella exclamó con ira mientras unas lágrimas empezaban a salir por sus ojos. Ella se levantó y quiso caminar hacia Izuku pero Hank la detuvo.

—Cálmate Michelle— él pidió abrazándola.

— ¡No me pidas que me calme! ¡Este mocoso jugó con la vida de mi hijo sin razón alguna! — ella gritó — ¡¿Querías jugar a ser Dios?! ¡¿Querías jugar con su vida?! ¡Dímelo! — cada palabra caló muy hondo en el corazón de Izuku quien no respondió a nada.

— ¡Calma Michelle! — dijo Hank activando su quirk mientras dos alas negras gigantescas salían de su espalda.

Izuku sabía que la situación estaba escalando un poco en intensidad.

— ¡Debiste haber muerto tú y no Fumi!.

















Slash.














A pesar de no haber habido ningún ruido por unos segundos, cualquiera que leyera bien la situación hubiera escuchado el romperse del corazón de Izuku.

Él se mordió el labio para no llorar, él no necesitaba que nadie le dijera eso, muchas noches de insomnio le hicieron pensar en eso, Kitsune parecía haber estado ahí por él, Tokoyami solo estaba en el fuego cruzado, él no tenía nada que ver ahí.

Las grandes alas de Hank cubrieron suavemente a su esposa, aunque el hombre mentiría si dijera que no estaba furioso, estaba ardiendo en ira hacia Izuku, pero él no perdería la compostura...no era así como lo habían criado.

—Escuchame niño...vas a irte de mi casa ahora y nunca jamás vuelvas a pisar este lugar...— dijo el hombre con una voz que denotaba su furia controlada —Y jamás te atrevas a llamar a mi hijo siquiera como compañero...— sentenció.

Izuku se quedó ahí estático por varios segundos.

— ¡Ahora! — rugió Hank.

Izuku sacudió la cabeza —Si sirve de algo...de verdad lo lamento— dijo mientras empezaba a caminar hacia la salida.

Mientras caminaba, cada paso se le hacía eterno, sentía que el pasillo se le alargaba, que la casa no lo dejaría salir, que no lo dejaría salir hasta que pagara. Inconscientemente miró las fotos de su difunto com...de Tokoyami. Las imágenes de sus pesadillas se hacían presentes en su mente, cuando finalmente logró llegar al final y salir de la casa no pudo hacer más que recostarse en una de las paredes mientras se tapaba la cara.

Olivier lo miró, pero no se acercó a él. Lo dejó ahí esperando que el chico se acercara al auto.

Una profunda tristeza inundó a Izuku, él sabía que la reacción sería de este estilo, pensó estar listo, pero no, nunca fue amigo de Tokoyami, pero su muerte lo carcomía por dentro. Izuku le había dicho a Olivier que lo que lo torturaba era no contarle la verdad a los padres de Tokoyami, y en parte era cierto, pero lo que más le dolía era que tenía cierta responsabilidad en la muerte de alguien inocente y que solo estuvo en el lugar incorrecto y en el momento incorrecto.

Izuku trató de calmarse y empezó a caminar hacia el auto de Olivier, entró, pero no se dirigieron la palabra, Olivier solo encendió el auto y se fueron de ahí.

En el trayecto no se digeron ni una palabra, Izuku permaneció en silencio total, cosa que no sorprendió a Olivier, ya estaba familiarizada con el comportamiento de Izuku, cuando algo surgía se lo guardaba para sí mismo, y luego si no encontraba una especie de solución se lo comunicaba a alguien en busca de ayuda.

Finalmente llegaron de nuevo a la sala de sus habituales sesiones y se bajaron del auto. Izuku siguió sin decir ninguna palabra.

Ahora ambos estaban sentados en la oficina y Olivier decidió hablar.

— ¿Cómo te sientes? — Izuku la miró por varios segundos.

—...Me siento un poco liberado...pero a la vez triste— él dijo mirando directamente a la rubia —Solo necesito...

—Entiendo, ¿quieres dejarlo aquí por hoy? — Olivier preguntó

Izuku asintió —Me parece bien— Izuku se levantó y le quiso darle la mano a Olivier quien la aceptó.

—Me alegra lo mucho que hemos progresado Izuku, te veré en nuestra próxima sesión— Olivier dijo e Izuku asintió.

[...]

—La comida de hospital es un asco— se quejó Rumi —Esperaba que al menos el desayuno fuera bueno— la heroína estaba en una gran habitación con dos camillas de hospital, miró a un lado y vió a Youko inconsciente conectada varias máquinas.

Un doctor entró a la habitación con unos papeles en las manos. Era un hombre mayor, más de 50 años probablemente.

— ¿Está buena la comida? — dijo el doctor.

—Cállate Tom— escupió Rumi haciendo reír al doctor suavemente.

Ambos se quedaron en silencio mientras el doctor miraba el suero de Rumi y el resto de sus signos vitales.

— ¿Cómo está ella? — preguntó la heroína conejo.

—Vivirá, pero tiene estrictamente prohibido usar su quirk a menos que quiera morir a los pocos minutos dijo Tom con un tono serio. —Es muy joven para colgar el traje pero así es la vida— dijo mirando a Youko a la Rumi asintió.

— ¿Ella está afuera? — Rumi preguntó.

—Si, Hayasaka está afuera respondió Tom — ¿Quieres hablar con ella? — Rumi asintió a la pregunta.

Pasaron unos minutos y cuando Tom terminó su trabajo dejó entrar a Hayasaka. Ambas mujeres se miraron por varia segundos hasta que Rumi habló.

—Yo lo siento.

—No te disculpes, Rumi— dijo Hayasaka parada frente a la albina —Te lo advertimos, a ambas se lo advertimos, pero no hubo manera— dijo con molestia en su tono.

Rumi bajó un poco la cabeza.

—Sin embargo— Hayasaka dijo —Era algo que Youko quería hacer, yo siempre le dije que hiciera aquello que la volviera feliz, y si ser una aspirante a héroe y ser tu alumna lo era, entonces yo no podía detenerla por más que quisiera— dijo la sirvienta con una leve sonrisa. —Aunque ya no podrá hacerlo más susurró.

— ¿Puedo ser totalmente sincera contigo? — Hayasaka se sorprendió un poco por la pregunta pero respondió.

—Claro.

—En un principio me ofrecí a ayudar a Youko porque mi hermano tenía un problema inquietantemente similar, y yo no fui un apoyo para él, incluso me atrevería a decir que contribuí a su muerte— dijo Rumi sorprendiendo a Hayasaka —Con todos estos años, todas las experiencias que he tenido con esa chica no solo han alegrado mi vida, sino que me ayudaron a ser la mejor versión de mi misma— Rumi sonrió, una leve sonrisa que iluminaba su rostro —Me ayudó a aceptar mis errores y corregirlos para ser mejor, y aunque lo que hice no se puede corregir, al menos ahora tengo la fuerza para al menos enfrentarme a ello— Lentemente unas lágrimas empezaron a salir por los ojos de Rumi —Y tú también fuiste parte de eso, y aunque no tengamos la mejor relación igual eres importante para mi...y tengo gran parte de la culpa de que Youko esté así— Hayasaka se acerco a Rumi y la abrazó.

Las emotivas palabras de la heroína conejo calaron hondo en el corazón de Hayasaka y no pudo hacer más que darle un abrazo a la mujer que lloraba, una mezcla de tristeza, arrepentimiento y agradecimiento era lo que fluía por las lágrimas de la mujer  que solo necesitaba sacar todo eso de su pecho.

[...]

La noche había caído y Lucius Yaoyorozu, abuelo de Momo estaba llegando a su casa. Desde la prematura muerte de su hijo, Ryu Yaoyorozu el anciano había retomado algunas de las responsabilidades que habían sido de su hijo y que Ema no había podido tomar.

Eran alrededor de las 8 P.M, el anciano vivía en su propia mansión junto a su esposa, la mansión estaba a unos 5 minutos en auto de la mansión de Momo y Ema. Aunque la de los dos ancianos era mucho más pequeña para comodidad de ellos. Eran una mansión de 2 pisos, abajo era la sala, la biblioteca, la cocina, y una sala de billar, y arriba eran las habitaciones y algunos armarios para guardar cosas.

El chófer paró el auto frente a la puerta de la casa, ya habían pasado por el jardín, Lucius se bajó y el chófer se encargaría de estacionar el auto.

El chófer siguió hasta llegar al estacionamiento bajo tierra, apagó el auto y de repente todo se volvió negro para él.

Lucius abrió la puerta y encontró todo apagado, supuso que su esposa, Martha, estaría en la habitación del segundo piso.

Pasó por todo el lugar que estaba en un silencio sepulcral, empezó a subir las escaleras y un mal presentimiento se adueñó de su pecho, pero lo ignoró.

Llegó hasta la habitación suya y de su esposa, la cual tenía el televisor encendido por lo que se podía ver por debajo de la puerta. Abrió la puerta y la habitación estaba vacía, solo estaba el televisor. Pero algo lo horrorizó.

Su esposa estaba colgada del techo, muerta, mientras había un escrito en la pared.

"Todos tarde o temprano pagan sus pecados"

Lucius se tapó la boca horrorizado, asustado, sus piernas empezaron a temblar mientras recuerdos del pasado llegaban a su mente.



























¡CHEK-CHEK!














El sonido de un arma que le acaban de quitar el seguro sonó detrás de la cabeza de Lucius. El hombre se quedó estático.

—Hola Lucius— dijo una voz detrás del anciano, era una voz masculina. —Ha pasado un tiempo desde que nos vimos, ¿20 años? — dijo el hombre con una voz seria —Creo que necesitamos hablar un poco— susurró.

FIN DEL CAPÍTULO.
Palabras: 7057

Espero les haya encantado,
déjenme sus estrellitas acá abajo y sus comentarios para mejorar mis fallos y síganme para estar al tanto de mis actualizaciones.
Un saludo y
hasta la próxima 👋🏽

Echo-Sempai.

21/08/2020

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