— ¿Saldremos a festejar?

— Prefiero quedarme y descansar

— Vamos, Ara, nos quedan tres partidos nada más y seremos primer lugar.

— En serio Dani, solo quiero llamar a mamá, hablar con Yohan y todo estará mejor, quiero dormír mientras me canta una de sus canciones.

— Quizás no te duermas pronto —dijo con su voz extraña, mire en dirección a mi puerta, ahí estaba Jungkook mirándonos— Buenas noches, amiga, disfruta el kamasutra.

— Cállate —se metió a su habitación antes de sentir mi golpe en su brazo, tomé aire y caminé hasta mi puerta. Quitando la mirada de él.

— Felicidades por tus victorias —dijo hasta que me quedé frente a él.

— Gracias —no quería verlo, no en este momento.

— ¿Qué sucede?, ¿acaso tú entrenador de nuevo te regaña? —su mano rozó mi mejilla, la que en el impulso fue a mis hombros acercándome a él — Te extraño —dejo un beso en mi cabeza.

No pude contener mis ganas de abrazarlo también, sí, también lo extrañaba, me hizo mucha falta en mis competencias, ver qué me animaba, hacer nuestra suma de números con los dedos, yo, creo que…

— Bell, necesito decirte algo, ¿Podemos hablar? 

— ¿En tu cuarto o el mío?

— Ya estamos aquí —di un paso atrás para abrir la puerta.

Apenas la puerta se cerró tras nosotros nos invadió un silencio, fuimos hasta el sofá y nos sentamos uno al lado del otro.

— ¿Y bien? —tomó de mi mano y comenzó a juguetear.

— Mañana es mi primera competencia ¿Irás?

— No me la perdería —cruzamos miradas.

— Este año, es el último para mí —contuve el aliento ante la posibilidad de no verlo nuevamente— mi padre dice que esto de las competencias no me dará mucho futuro, y en parte tiene razón, así que iré a la universidad

— Vaya, un chico de veinticuatro irá por primera vez a la universidad —sonrió al fin— amo que quieras superarte.

— En realidad, yo quería seguir compitiendo, tengo una razón muy poderosa para querer ir a cada juego internacional.

— ¿Cuál?, ¿Molestarme?

— Y verte —dijo asintiendo— de hecho, es verte, es, dios me siento tan ridículo —sonrió nervioso— Bell, si tú me pidieras que vaya contigo yo lo haría —frunci mi entrecejo— te volviste una obsesión, una perfecta y hermosa obsesión, que no logré controlar.

— Jungkook…

— Para mi no fue solo una noche, ha sido la noche que marcó mi vida, Aranza, y desde ese momento cada que una chica me pregunta si quiero salir con ella digo y respondo que tengo novia, de hecho todos en mi grupo saben que mi novia es la mejor jugadora de Voley que conocerán en sus vida.

— Suficiente —quite mi mano de entre la suya

— No sientes lo mismo —susurro para sus adentros, dió un fuerte suspiro y frotó sus manos en sus piernas quitando el sudor por los nervios— dime algo Bell.

— Yo no puedo —lo ví levantarse, camino de aquí para allá.

— ¿Tienes novio?, por eso te vieron salir del hospital, tu, fuiste a verle, tú, estás comprometida y yo soy el amante.

— Oye!... Tu sales con JungSan —me levanté con molestia comenzando una nueva discusión— No me culpes a mi de infidelidad cuánto tu eres igual.

— ¿Acaso no oíste lo que te dije? —exclamó con molestia— Te amo, y no tengo a nadie más en mi vida —tomo mis mejillas entre sus manos y me beso— Te amo que dejaría todo por ti

Siguió con el beso apresurado que fue quitándonos la ropa poco a poco.