Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

2




— ¿En qué piso estarás? —preguntó Dani al llegar a mi lado con la tarjeta de su habitación.

Hace unas horas habíamos llegado al aeropuerto internacional de Incheon, una van nos esperaba a los deportistas y luego, trasladó hasta nuestro lugar de competición, Busan.

— En el 501, piso 5 ¿Tú? —conteste mirando mi pase.

— 503 estaremos cerca —dijo con emoción.

— ¿Pijamada? —subí mis cejas en complicidad.

— Aranza Bello —escuche mi nombre en un español bruto, su voz erizo toda mi piel y mi corazón comenzó a latir con fuerza en mi pecho.

Di un leve suspiró, con molestia, claro está, Dani siempre decía que no nos entendía.

Solemos molestarnos al otro, contestar de mala gana o desearnos mal, por eso llegamos a lo que llegamos.

Gire sobre mis pies y debí levantar un poco mi vista, la sonrisa latina en sus labios me ponía boba, y babosa.

— Creo que deberías pagar extra por las lecciones de español. —dio una leve carcajada y su grupo de amigos llegó a su espalda, entre ellos, una chica que se puso a la par de él, la que me miró de pies a cabeza y sentí gran molestia, no por como me veía con desprecio, sino por la cercanía que ambos tenían.

Creo que me expuse yo misma, mis ojos no se despejaban de ella, y de cómo su brazo tocaba el cuerpo de Jungkook, trague costosamente y despabile, es normal que luego de años él encontrará a alguien

— Te presento a JungSan, competirá contigo.

— Un gusto —dije reverenciando, estoy en su país y debo adecuarme a sus costumbres— lo siento, debemos irnos —tome la mano de Dan e intente alejarme.

— Feliz cumpleaños —dijo en mi lengua natal, aún no lo olvidaba, y siempre en esta fecha recibía un mensaje o correo de su parte saludándome, reverencien nuevamente a el.

Sentía que vomitaria en ese mismo instante, ¿que es esto que está en mi ser?, no logro controlarlo.

— ¿Estás bien? —Dani apretó el botón para que las puertas del elevador se cierren, y yo evité mirar en su dirección.

¡Maldición!, parezco una niña de quince.

— Solo quiero llegar a mi cuarto

Apenas las puertas se abrieron decidí caminar hasta que encontré el número de mi cuarto, escuchaba la voz de mi amiga, pero no podía prestar atención a sus palabras, si no llego al inodoro juro que vacié mi estómago aquí mismo.

Deje mi bolso en el piso y me adentre hasta abrazar el W.C… que malos recuerdos de ese sabor en mi garganta, claro que aquella vez era una causa diferente

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro