— ¡Cómo se te ocurre traer a tu madre y ese niño!

— Es mi hijo, no tengo porque ocultarlo, muchas jugadoras son madres.

— Pero ninguna de ellas es primer lugar mundial por dos años consecutivos, Ara.

— Bien, sabe que, entrenador, si a usted le da vergüenza su familia a mi no. Ya ganamos el puto título, ahora déjeme disfrutar de lo único que me mantiene viva— dije caminando a la puerta.

— ¡Último año que te traigo a competir, eres un dolor de cabeza niña!.

— No sé preocupe por ello, renunció… —abrí la puerta con molestia, ahí estaba Dani y Tae mirando.

Seguí mi camino hasta llegar a la escalera de emergencia, bajé unos cuantos escalones y me senté a llorar.

Recordar lo que había pasado hace un par de horas me tenía frustrada, Kook no tenía que enterarse así, y eso que ni siquiera sabe toda la verdad.

Una vez más tranquila, fui hasta mi cuarto, al abrirlo escuché risas en el interior, Jeon jugaba con mi hijo como si ya lo supiera todo, mamá cuando me vio se acercó a mi.

— ¿Es él?

— Aún no se lo digo.

— No creo que le moleste, se tomó la molestia de aprender el idioma, se comunicó conmigo y me trajo aquí, y por lo que veo, ya te pidió algo más serio —miró el anillo que cuelga de mi cuello.

— Me odiara cuando sepa que no se lo dije antes.

— No lo creo.

— Llegaste —dijo Kook levantándose del sofá y caminando hacia mí con Yohan— ¿Vamos a comer?

— Tengo mucha ham…

— Deberías ir a tu cuarto —interrumpi, mi madre codeo mis costillas.

— Vamos a comer —dijo— el viaje fue largo y quiero probar algo de aquí.

Jungkook miraba sonriente a mamá, y asentía cada que ella hablaba, besó el cuello de Yohan, y se lo entregó.

— Ya vuelvo, cambiate de ropa —beso mis labios fugazmente y lo acompañe a la puerta— tu madre puede quedarse en el cuarto de junto, así estará más cómoda.

— Son muchas molestias —dije bajando mi mirada.

— Solo unas pocas —tomo mis caderas acercándonos— es un niño increíble, y huele a tí.

— Gracias —cerré mis ojos— Jungkook.

— Ve a cambiarte, bella Bell, quiero conocer a tu familia, que pronto también será la mía —respire profundo— te amo —dejo un beso en mi frente y se alejó de mí.

Solo espero que no me odie