De camino a la casa de mis padres, yo iba con todas las ilusiones, de presentarles a Joey como mi novio y él sin soltar mi mano, me sonreía a menudo. Se sentía tan pleno y realizado.

Solo pensábamos que habíamos estado juntos anoche y lo que habíamos vivido en la ducha y Joey me miró tierno, yo me reí y salí corriendo como una niña de guardería y él feliz me siguió.

Riéndonos fuerte, la gente nos miraba y sonreía y a Joey no importándole, corríamos como dos niños enamorados.

Me alcanzó y tomándome por la espalda, yo me reí sintiéndome tan feliz y contenta y él también rió.

_ Te amo tanto Romina que ahora lo voy a gritar a los cuatro vientos

_ No Joey, pero ¿qué vas hacer cariño? – él me soltó y se agachó frente a mí y yo le sonreí -

_ ¡ROMINA, TE AMO!

_ ¡Jajaja! ¡Oh Joey!

Me acerqué a él, le acaricié su rostro y él me miró perdidamente enamorado.

Comprándome un bello ramo de rosas, yo lo miré sorprendida y él me sonrió tierno.

_ Son para ti, para mi dulce niña, ahora mujer

_ Mi amor, son preciosas. Me gustan mucho las flores, al igual que los chocolates

_ Jejeje. Qué bueno que te gusten, porque las escogí pensando en ti. De hecho son tan bellas, como lo eres tú

_ Mi Joey, mí amado Joey. Te amo tanto

_ Y yo a ti. Me has hecho y me haces el hombre más afortunado de todos

_ Mi Joey

_ Ven aquí

Me dijo y me abrazó con todo su amor y yo sosteniendo con cariño el ramo de rosas, lo atesoré con todo mi amor y lo abrasé a él, sintiéndome protegida y feliz en sus brazos.

Llegando a la casa de mis padres, mi mamá me abrasó fuerte y mi padre acarició mi cabello. Él sonrió tierno al ver aquella escena de reencuentro con mis papás.

_ Te extrañamos, tanto, hija

_ ¿Cómo estuvo el vuelo?

_ ¿Te dio miedo? – les sonreí –

_ No la verdad – miré a Joey y él me sonrió y mis padres lo miraron sorprendidos–

_ ¿¡No es el gran Joey Tempest!?

_ Si es cierto – tomé a Joey de su mano -

_ Mamá, papá. Les quiero presentar a Joey, mi novio

_ ¡Tú novio!

_ Si, así es señores. Soy el novio de su hija, a quien quiero y amo mucho y bueno, si ustedes me dan su autorización, quiero llevármela a vivir conmigo a Londres

_ ¡Que! ¡A Londres! – Joey les sonrió –

_ Si a Londres...

Mis papás atónitos, me miraron y yo les sonreí más que contenta y ellos aún no pudiendo creer que se tratará de Joey en persona, lo miraron y luego nos miraron a los dos juntos tomados de la mano y nos sonrieron...

Mi papá dándole la mano a Joey, él le sonrió amablemente y le prometió que cuidaría de mí y mi mamá abrazándome, yo la abrasé con todo mi cariño y ellos contentos invitaron al que era mi novio a almorzar y luego a cenar a su casa.

2 semanas después...

Después de pasear juntos, conocer toda la ciudad de La serena, pasar tiempo con mis padres y él promocionar su nuevo disco, había llegado la hora de partir los dos a Londres.

Esperaba por mí en el aeropuerto, todo era como la primera vez de nuestro reencuentro, cuando nos vimos justo en aquel mismo avión.

Caminaba con urgencia hacia el aeropuerto y mirándolo como aquel día allá en Santiago, recordé como empezó todo y sonreí. Escuché que nuestro vuelo comenzaría en menos de 15 minutos y corrí por él, al igual que aquel día. En ocasiones amo las coincidencias...

Corriendo junto con mis maletas, se me había olvidado comprar mis bombones de chocolate blanco para emergencias y urgida, de pronto vi a Joey, el que lucía tan guapo y tierno como esa vez. Él me vio y me miró deslumbrado frente al dulce vestido que yo había escogido, para nuestro segundo viaje en avión, juntos y me sonrió perdidamente.

_ Hola Joey. Siento haberte hecho esperar

_ No importa, así está bien pequeña. Te ves hermosa con ese vestido

_ Gracias. Por un momento creí que te irías sin mí

_ Jejeje, no, como crees. Por nada del mundo me iría sin ti mi vida. Estas dos semanas fueron las mejores que he vivido y todo gracias a ti

_ Mi Joey. No quiero separarme por nada de ti – acarició mi mentón -

_ Jejeje, no lo harás – le sonreí -

_ Ahora debemos irnos, antes que el avión se vaya sin nosotros

_ Espera pequeña

_ ¿Qué cosa?

Sonrió tierno y sacó de su chaqueta una caja de bombones de chocolate blanco, rellenos con yogurt de frambuesa y yo me sorprendí.

_ Ten, los compré para ti mi niña bella

Lo miré anonadada y él sonriéndome, lo miré perdidamente y le recibí aquella dulce caja con todo cariño y más lo quise

_ Son mis chocolates preferidos

_ Si, es por eso que te los quise comprar. Sé cuánto te gustan

_ Joey, mi Joey. Gracias

Le dije, lo abrasé con todo mi amor y él me abrazó y rió feliz a mi espalda. Me amó con locura.

Mirándonos, escuchamos que nuestro vuelo saldría en menos de diez minutos y nos sonreímos. Joey tomó mi mano, yo le acaricié su mejilla y nos besamos. Caminamos juntos y abrazados rumbo a nuestro avión, el que nos llevaría a Londres, para iniciar una nueva vida juntos, viviendo de nuestro amor, el que inició un día como aquel, rumbo a un viaje a mi país en avión.

Fin.