Parte única.
Estoy roto.
Las voces en mi cabeza no parecen querer callar.
Y me están volviendo loco.
Me siento vacío.
Algo dentro de mí parece no funcionar correctamente.
Esas voces en mi cabeza que alguna vez consideré amigas ahora parecen querer destruirme. Acabar conmigo, hundirme.
No eres nadie.
No vales nada.
Probablemente estarías mejor muerto.
Me es difícil encontrar la manera de ahogarlas. Me es difícil encontrar una manera de respirar.
Incluso mi piel parece estar sofocándome.
Un montón de preguntas me embarga cada día.
La luz que antes solía irradiar desde mi interior ha desaparecido ahora, llevándose con ella todo aquello con lo que alguna vez soñé. Volviendo opaco todo a mi alrededor, llevándose el resplandor.
Mis aspiraciones, mis sueños... Ni siquiera sé si soy lo suficientemente capaz de cumplirlos. Y temo no hacerlo.
Pero mientras más pienso en ello, más profundo caigo en éste pozo. Más hondo me arrastran las olas.
No hay nada ahora que me motive a continuar luchando, a continuar intentando, por más que quiera; las voces que suelen atormentarme no me dan duelo.
La sensación de vacío en mi corazón es tan grande, tan dolorosa, que no puede dejarme ni dormir, porque mi corazón jamás encuentra tranquilidad, al igual que mi cabeza.
Simplemente soy un alma errante, un alma que quiere encontrar la calma.
¿Hacia donde debo ir? ¿Debo desaparecer?
El gran mar de pensamientos negativos que me rodea parece querer derrumbarme, ahogarme. Acabar con mi existencia de una vez por todas.
He querido iniciar de nuevo, tener una segunda oportunidad para hacer las cosas bien y no desviarme al camino equivocado, pero necesito una razón para continuar.
El mar, que crece incesante es tenebroso ante mis ojos, y de alguna u otra manera siempre logra arrastrarme hacia su profundidad...
¿Debo dejar que las olas me hundan o intentar nadar? Ese es el dilema.
El dolor en mi corazón no hace más que incrementar con el pasar de los segundos, no estoy bien, nada está bien...
Nada tiene sentido ahora, aquello que solía apasionarme ahora se ha ido, se ha ido con las ráfagas del viento.
Y sólo puedo pensar, en que quizá morir pueda por fin detener la agonía, la sensación de estar muerto en vida, pero sé que lo que ya está muerto nunca puede morir.
Y aún cuando puedo correr, nunca puedo escapar completamente de ésta sensación.
¿Alguna vez podré encontrar la paz?
Solo quiero que la insensibilidad dentro de mí se vaya. Quiero que el gris en mi vida se aleje, y que vuelva el arcoiris.
Que mi vida vuelva a cobrar sentido.
Que los días no se me vayan, porque con ellos se me va la vida.
Porque de un tiempo para acá, los días se han convertido en un deseo mortal.
Estoy frágil, y roto.
No puedo hacer nada por alejar a mis demonios, no puedo darle sentido a mi vida nuevamente.
Antes los miedos solían asfixiarme.
Pero sé que el miedo es una excusa.
Antes, solía temer a la muerte... pero ya no más.
Porque he muerto miles de veces, en vida.
Ahora conozco la sensación y no me aterra.
Lo que no logro comprender del todo es...
¿Por qué el deseo de explorar el universo cuando no nos conocemos ni a nosotros mismos?
Solía sentir que mi existencia era importante, pero sé que no soy nada. Sé que, comparado al universo soy demasiado pequeño como para significar algo. Que si dejo de existir probablemente nadie llorará mi muerte.
Sólo eres un estorbo.
Sólo quiero que aquello que suele atormentarme se vaya.
¿Puedes salvar mi alma rota?
Tengo miedo de estar cerca a quienes solían rodearme, de transmitir la incesante agonía a alguien más, de causar lástima, pero odio estar sólo, y anhelo esa sensación de no sentir nada de esto en absoluto.
Solía creer que me iba bien, que tenía un propósito, que algún día mis sueños se podrían cumplir, pero he conseguido algunos logros, y mientras más alto llego más bajo me hundo en realidad...
¿Que significan los logros si lo que antes solía apasionarme ya no lo hace?
Quiero ahogar a mis demonios, pero no puedo; ellos saben nadar.
La tristeza parece no tener final, y ante la constante presencia de ella, siento que muero un poquito más cada día.
Solía ser amarillo, pero ahora el azul me invade.
Azul, azul por todas partes.
Ahora el amarillo, la felicidad, me recuerdan a aquél que alguna vez me dio calidez.
Jungkook...
No puedo evitar pensar en él, en sus ojos que solían rebosar de alegría al verme.
En la sonrisa que me otorgaba y que parecía deslumbrar.
No quería arrastrarlo a mi infierno.
No quería darle problemas... No quería arruinar su vida, así como la mía lo estaba.
Así que me alejé, me alejé y me alejé cada vez más, hasta que estuve seguro de que jamás me querría de vuelta.
Porque con mi partida quise hacerle creer que ya no le amaba.
Y sin embargo sé que jamás pude dejar de hacerlo.
Aún en la agonía, pensar en él me daba un poco de paz...
Y quisiera que él lo supiera, que mi corazón nunca dejó de pertenecerle.
Que por más que quería que alguien me salvara, eso no le correspondía a él...
No quería hacerle sufrir, no quería hacerle lidiar con esto. No quería que él sostuviera el peso de mi mundo.
Por eso maté el amor que sé que alguna vez sintió por mí. O al menos lo intenté.
¿Realmente merecí el amor que me fue otorgado?
Siento que fui un cobarde, un malagradecido que no pudo hacer un esfuerzo por tratar de afrontar la realidad por más que lo intentó. Y, que la miseria que afronté la tenía bien merecida.
Quise luchar, pero no pude soportarlo.
Mis demonios acabaron conmigo, las voces en mi cabeza me arrastraron hacia las sombras, y todos ellos juntos; las voces, las sombras, los demonios... me convirtieron en nada.
Sin embargo, aún después de todo el sufrimiento, mi corazón nunca dejó de amarle.
Siempre perteneceré a él, y trataré de protegerle...
Aún si no estoy con él...
Le cuidaré, aún si es desde el infierno.
Porque el amor que sentí por él, no, el amor que siento por él es indestructible, jamás pudo incinerarse, a pesar de que yo sí me convertí en cenizas.
Porque en vida, él logró darme un infinito, y elevarme hacía las estrellas.
No gané ésta batalla, y lo siento, siento no haber sido fuerte... Siento haber sido débil, siento no haber sido suficiente, siento no haber cumplido todas mis promesas, Jungkook.
Y siento haberte hecho pasar por ello.
Pero quizá te de consuelo el saber que ahora estoy mejor. Porque, aún cuando no cumplí todos mis sueños, tenerte a mi lado fue el sueño más precioso que pude experimentar.
Gracias por eso.
Gracias por haber sido un sustento, por haberme hecho saber que aún cuando estás demasiado roto, puede haber alguien amándote que te ayudará y unirá todos tus pequeños pedazos. O que al menos lo intentará con todas sus fuerzas.
Le diste un poco de sentido a mi vida, sin embargo me odio porque aún así fui débil y dejé que mis tormentos me acabaran, te fallé...
No espero que llores mi muerte, ni que logres perdonarme, pero todo aquello que sentía me superaba en maneras que no podía soportar... No quería arrastrarte a esto. Jamás lo quise.
Pero, ¿lo hice, no es así?
Las cosas nunca salen como las planeo.
Sería egoísta esperar que me perdones, de verdad, pero como mínimo quería darte una perspectiva de mi sentir, aún cuando tenía miedo de saber lo que podrías llegar a pensar.
Necesitaba hacerte saber, que tu presencia logró adormecer el dolor, al menos por un tiempo, que fuiste una luz que jamás se extinguió...
Y sin embargo, cuando te alejé de mí, volví a perder mi camino... Cuando perdí tu luz, todo a mi alrededor volvió a convertirse en oscuridad.
Y me odio un poco por eso.
Porque sé que a pesar de no quererlo, causé estragos en tu vida...
Porque sé que ahora la tristeza no te abandonará a ti... Así como tampoco lo hará el enojo.
Y sé que todos tenemos horrores y demonios que enfrentar, pero yo estaba paralizado, sin saber que hacer para alejar esa sensación de vacío.
Ellos se arrastraban sobre mi cama, envolviendo sus dedos alrededor de mi garganta.
Soy un pecador, un pecador que fue condenado, un pecador que, a pesar de haber hecho lo que hizo no puede redimirse, porque ya no podía vivir ni consigo mismo...
No todas las batallas se ganan, pero se debe intentar luchar contra ellas cada día.
Lamento haber sido uno de los que luchó solo para terminar rindiéndose.
Y es egoísta, pero quiero que tú ganes tu propia batalla aún sí es sin mi, Jungkook.
🌼
No tienen idea de lo liberador que se ha sentido plasmar esto, realmente espero que se haya entendido cómo se sentía Taehyung. Últimamente me he sentido igual que él, es por eso que esto ha sido algo así como terapia.
Estoy bien, no se preocupen, o al menos trato de estarlo, pero igual sé que todos hemos llegado a sentirnos de este modo alguna vez en nuestras vidas, y escribir esto de verdad me ha ayudado. También el simple hecho de escribir me ayudó, no saben la alegría que me invade de saber que logré escribir algo en tanto tiempo 😿❤️
Cómo siempre, espero que les guste, les amo un montón ❤️
shameless-devil.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro