Volvía el sábado. Había sido una semana tranquila dentro de su normalidad, aunque Seungmin estaba un poco raro últimamente. Ahora debía volver a aquella mansión. Se preguntaba como de malo sería Félix aquella vez. Todavía no entraba en su cabeza que la persona con la que había estado hablando por teléfono esos días fuera la misma que intentaba hacerle la vida imposible.

Respiró hondo y llamó a la puerta de la mansión. El señor Kang le abrió. Después de saludarse y vestirse, subió a la planta de arriba. Llamó a la puerta de la habitación del hijo mayor. Este estaba estudiando de nuevo con Woojin. Les dejó a solas y pasó a la habitación del menor. Cogió aire antes de ello.

- ¿Necesita algo? - preguntó amablemente.

- Es sábado... por qué no responderá - decía el otro para sí mismo mirando su teléfono sobre la cama.

- ¿Señorito Lee?

- ¡Oh! - el chico parpadeó y le miró dándose cuenta de su presencia. - Perdón. ¿Qué decías?

- Que si necesitaba algo.

- Por el momento no.

- Estás raro hoy.

Se encogió de hombros - Tal vez sea porque tengo cosas peores pensadas para ti - sonrió con malicia.

- ¿Por qué la tomó conmigo? No sé que hice para caerle así de mal.

- Estuviste en el lugar equivocado en el momento equivocado y luego preferiste luchar contra ello en vez de hacerme caso. Te revelaste contra mí y me retaste. No me gusta lo que no puedo controlar ¿sabes?

- Sé que en el fondo no es así. Tiene que haber una razón mejor.

- No hay otra razón.

- Está bien. Me iré entonces.

Changbin salió de la habitación y comenzó a caminar por la casa. Memorizaba cada parte. Al final, acabó rapeando sobre el lugar. Solo para pasar el aburrimiento. Un grito lo sacó de su estado de creatividad. Extrañado fue hasta el lugar del que procedía. Era la habitación de Félix. La puerta estaba entreabierta. Al asomarse, pudo ver a padre e hijo mirándose fijamente y de forma amenazante hacia el otro.

- Eres la desgracia de la familia. Igual a tu madre. Insoportable - dijo el hombre - Por ello será Christopher quien herede la empresa y no tú. ¿Estudiar música? ¿Eso buscabas en tu portátil? La música no sirve para nada. Aprende de una vez. Estudia alguna carrera de provecho al menos y deja de holgazanear todo el día. Sé más como tu hermano. Buen estudiante, buenos modales, buen trabajo en el futuro y una bonita esposa. Nada mejor para mantener la imagen de la empresa.

- ¿Acaso no hago todo lo que me dices? Por una vez te pido que me dejes hacer algo con lo que estoy a gusto. Estudio, soy adorado por todos en la ciudad, finjo para ti y tu estúpida imagen de empresa. ¿Y así me lo compensas? Solo quiero estudiar música, al menos una cosa.

- Si estudias eso te desheredo.

- ¿Y qué hay de malo en estudiar música? - intervino de pronto Changbin. Los dos hombres se le quedaron mirando - Siento la interrupción y la impertinencia puesto que soy solo un criado. Pero me gustaría dar mi opinión sobre este asunto. Félix debería ser él mismo, solo le daña finjir que es quien no es. No es bueno para él ni para nadie. Podría desarrollar trastornos de personalidad y supongo que tener un hijo con una enfermedad mental tampoco es bueno para la empresa. Por otro lado, la música es una disciplina muy exigente y en la que hay que trabajar mucho para logar grandes metas. Es un mundo difícil, pero es tan digno como cualquier otro trabajo. Y como su padre, debería apoyarle en lo que quiera hacer. Ahora mismo esa imagen que quieres mantener se está rompiendo. Para tener esa imagen ¿no debería mostrarse como un padre que apoya a sus hijos? Solo digo... - se encogió de hombros - Ahora mismo la imagen que me llevé de usted es peor que la que tengo que cualquier otra persona. Supongo que no querrá que nadie lo sepa. Déjele estudiar música y nadie lo sabrá. Ahora si me disculpan, seguiré con mi trabajo - hizo una reverencia y salió de su habitación.

- Ese estúpido niño malcriado - soltó el hombre de la casa. Abrió la puerta de golpe y pasó de largo de Changbin andando con pasos fuertes hasta su despacho.

Félix se quedó perplejo ante la escena que acababa de presenciar. ¿Cómo debía reaccionar a eso? ¿Qué debería de pensar de Changbin? Realmente no sabía que hacer. Se tumbó en la cama con la cabeza entre la almohada. ¿Changbin era bueno o malo para él? ¿Le dañaría o le ayudaría? Después de todas las cosas malas que le había hecho ¿por qué se ponía de su lado contra su padre? Era alguien que no entendía, que no podía controlar y eso le enfurecía. Pero en el fondo le intrigaba y le atraía, aunque no lo admitiera ni para sí mismo.

Tocó la campanilla del mayordomo y el chico de sus pensamientos no tardó en aparecer.

- ¿Qué necesita?

- No estoy en deuda contigo. No pienso hacer nada por ti ni cambiar mi actitud hacia ti si es lo que esperas que haga por ese numerito de antes. No vas a controlarme - le dijo amenazante.

- Tampoco lo esperaba. Sabía que me seguiría tratando igual. Eres muy orgulloso.

- ¿Entonces? ¿Por qué lo hiciste? - alzó una ceja.

- Porque era lo correcto. Dije todo lo que pienso de verdad. No lo hice con segundas intenciones. En verdad creo que debería dejar de fingir por él. Es estúpido. ¿Necesita algo más?

- No, puedes irte.

- Está bien.

Changbin lo dejó solo de nuevo y sonrió para si mismo. Tenía la sensación de que había ganado una batalla en aquella guerra.

El pelirrojo se revolvió el pelo estresado y se tiró sobre la cama. De pronto recordó algo. Las cartas que había cogido del despacho de su padre. Se acercó hasta el armario y las sacó de donde las tenía escondidas. Comenzó a leer una tras otra tras otra. estaban todas dirigidas a él. Todas y cada una de ellas, eran cartas que durante todos aquellos años su madre le había escrito y su padre se las había ocultado. 

Abrazó los papeles mientras comenzaba a llorar. Su madre no le había olvidado. Su madre le quería. Ahora sabía la razón por la que se había ido. Sentía dolor por lo que había hecho su padre y alegría por recibir tantas noticias buenas de su madre. Pero no podía decírselo a nadie, porque si no, se descubriría su secreto. Tendría que llorar solo.

Changbin entró por tercera vez en la habitación. Había escuchado su llanto mientras caminaba por el pasillo sin nada que hacer y no podía simplemente mantenerse ajeno. El menor parecía no haberle visto. Se acercó a él y le abrazó por detrás, sorprendiéndole. Durante unos segundos no hizo nada, pero de pronto se dio la vuelta y comenzó a llorar sobre el pecho del pelinegro. Se sujetó fuertemente a la chaqueta de su uniforme.

- ¿Por qué... ? Mi madre debe de haber estado preocupada porque no la contestaba... Ella me enviaba una carta cada mes y yo no leí ninguna. Mi padre las escondía todas. Durante tanto tiempo creí que me había abandonado. No conseguía contactarme con ella de ninguna manera. Hyung me decía que me rindiera, que no la encontraría. Y ahora... La he encontrado pero no puedo hacer nada. Y todo es por culpa de ese idiota de mi padre. Le odio, le odio tanto. Él me apartó de ella. Él me obliga a ser como quiere que sea. Y no puedo hacer nada. Nada.

El mayor se sorprendió por aquella confesión. Le tomó del rostro y le hizo mirarle, secándole las lágrimas con los pulgares. - Tranquilo. Entiendo tu situación, ahora sí. Al contrario que toda esa gente con la que finges y a pesar de que me las has hecho pasar canutas. Voy a apoyarte. Estaré a tu lado y no diré nada a nadie. Encontraste esas cartas porque entraste sin permiso en el despacho de tu padre o algo. Por eso no puedes decirlo ni hacer nada. Finges para seguir el modelo de tu padre y que deje de reñirte o algo por el estilo. En secreto, gamberradas contra los laboratorios de tu padre para vengarte. Me inculpaste a mí y me las haces pasar tan mal porque necesitas alguien que sea tu coartada para mantener la imagen que tu padre creó de ti. Me odias porque me he estado resistiendo y no me puedes controlar. Porque te he estado plantando cara. Pero he descubierto al verdadero Félix. Sé que en el fondo eres una buena persona que no sabe como manejar sus sentimientos hacia su padre y por eso realiza estupideces. Pero voy a cubrirte. He decidido que mientras no involucre a nadie que quiera voy a ser esa coartada. Porque entiendo lo que estás pasando y nadie es tan idiota como yo para ofrecerse ha hacer algo así. Por lo tanto, intenta dejarme de odiar a cambio. Porque... todo lo que he dicho es verdad ¿no?

Félix no podía apartar su mirada de aquellos ojos amables. Asintió lentamente sin poder creerse lo que oía. Enterró su rostro en el pecho del chico de nuevo y este le abrazó dándole palmadas en la espalda.

- Estúpido - le dijo.

- Así soy yo.

Estuvieron un rato así, hasta que alguien llamó a la puerta y sin entrar dijo que Changbin debía irse ya a su casa. Habían pasado horas sin darse cuenta. Se despidieron incómodos y el pelirrojo volvió a quedarse solo.

Imagenes de todo lo que había pasado viajaron por su cabeza y enterró la cara en la almohada sonrojado. ¿De qué iba ese chico? ¿Acaso era estúpido? ¿Quién en su sano juicio se inculparía de algo que no ha hecho por otra persona? Era totalmente irracional. Y menos por alguien que le había estado manipulando como él. No tenía sentido. Aquello solo le hacía recordarle más que era alguien incontrolable. Además, le había visto en su peor forma; débil y llorando, por lo tanto tenía una carta contra él ahora. Si es que la utilizaba. De todas formas era demasiado vergonzoso haberse dejado consolar así por el enemigo. Se repitió de nuevo a sí mismo lo mucho que le odiaba.

Si no puedes con el enemigo, únete a él.

¿Debería hacer eso? Cogió su teléfono móvil y envió un mensaje a su contacto favorito. Él era su único amigo de verdad, podía confiar en él para pedirle consejo sobre aquello ¿no?

Hipotéticamente trate muy mal a alguien

Pero él ha cogido y me ha consolado

¿Qué debería hacer?

Punto número uno, con decir hipotéticamente ya se que todo esto es real :v

Punto número dos, tal vez quiera decir que te perdona por todo. ¿No deberías hacer las paces con esa persona y ser amigos o algo?

Pero yo realmente le odio

Pues entonces tírale por un puente y dile que no te vuelva a hablar

Pero me vio llorar y tiene suficiente como para demandarme

Te metiste en un buen lío niño rico

¿Por qué le odias?

No le puedo controlar

No sé lo que piensa ni como reaccionará a nada

Es la única persona que se me escapa

Ah! Y a mí si me controlas?

Contigo es diferente :v

Tampoco sé como reaccionaras a nada

Pero nunca te hice nada malo por lo que debamos ser enemigos

Y con esa persona si?

Sip

Piénsalo un poco Eric

Acaso no es más divertido e interesante cuando no sabes como reaccionará alguien a cualquier cosa que hagas.

A mi me parece que sí

No sé tú

De todas formas el primero que se debe perdonar por lo que sea malo que le hayas hecho, eres tú.

Tal vez tengas razón

Dime una cosa... ¿Yo te caigo bien? ¿Somos amigos?

Pos obveo bb ;)

Entonces, si esa persona dices que es como yo y no la puedes controlar como al resto... ¿por qué tendría que caerte mal? ¿acaso la conoces de verdad?

No... No lo sé... 

Intenta hacer las paces, y si no funciona... Siempre me tienes a mí ;)

Jajajaja otra vez intentando ligar conmigo??? 6u9

Tal vez 6u9

Félix apagó el teléfono y miró al techo. A pesar de todo el odio que había estado sintiendo recientemente hacia Changbin, intentaría hacer caso a su amigo. No le conocía y todo lo que parecía haberle mostrado una y otra vez era que era una buena persona. A lo mejor, incluso llegaran a ser amigos después de todo. Era una tonta esperanza; lo sabía, pero por alguna razón la tenía.

#IAmWho-StrayKids

#MúsicaAleatoriaDeMiMóvil:v