III
No sé dónde estás... solo sé que te he pensado. No sé dónde deambulan tus miradas cuando recuerdo -fugaz- tu nombre... cuando recuerdo -mordaz- que aun somos, del todo, desconocidos.
No sé hacia dónde disparas tus palabras cuando la pantalla no nos muestra ya tu rostro a diario... y me pregunto, a conveniencia ciega, ¿qué será de ti mientras no te vemos?
Porque, aún siendo un par de extraños, yo te extraño.
Porque, aún siendo un par de extraños, yo te pienso en positivo a manera de reflejo, porque me veo en ti de cierto modo... me siento en ti, también, de cierto modo.
Y tan solo somos un par de extraños...
A.V.
17/05/2020
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