Capítulo 11: Trío con tu peor enemigo
- Lo siento – el cuerpo de Higuchi se inclinó en una reverencia, disculpándose por centésima vez en lo que llevan de año por un mal comportamiento de Akutagawa – No volverá a pasar.
Fukuzawa la observó al otro lado de su escritorio con su característico rostro estoico, si le pagasen por cada vez que recibía una disculpa de Higuchi y un "no volverá a pasar" entonces se podría comprar 7 mansiones, 12 piscinas, 54 Ferraris y todavía le sobraría para invertir en el turismo espacial. Esa mañana, Akutagawa había presenciado como Dazai coqueteaba con Lucy, quien para él era una presencia desconocida así que como era propio en el chico, le había llamado de todo menos guapa. Por su parte, Lucy no se quedó callada y ahí comenzó una pelea. Para su sorpresa, la pelirroja también era bastante temperamental.
- ¿Tú no vas a decir nada?
Al lado de Higuchi se encontraba Mori, sentado en una de las sillas frente al escritorio mirando su móvil como si nada de eso tuviese que ver con él.
- ¿Hmm? ¿Decías algo?
Una vena se hinchó en la frente de Fukuzawa pero Haruno, que estaba detrás de él, le susurró con una sonrisa nerviosa que se mantuviera en calma y aunque le costó, no le quedó más remedio.
- Decía que TU sobrino no hace más que armar peleas aquí dentro. Su actitud agresiva con cualquier persona que respira cerca de Dazai entorpece su trabajo.
- ¿Sí? Bueno, pero Dazai no se ha quejado ¿a qué no?
- Me da igual que Dazai no se queje, el resto de personas sí, yo la primera.
- Pero tus quejas son porque eres viejo y a los ancianos cualquier cosa les enfada.
- ¿Anciano? ¿Yo?
- Presidente – Haruno volvió a susurrar – Por favor, no se altere.
- Tch, mira, las cosas son así. Este edificio es un lugar de trabajo serio, hay normas de convivencia que Akutagawa debe respetar, si no lo hace, le tendré que prohibir la entrada.
- Pero eso... ¡Eso es injusto! - acabó saltando Higuchi.
- ¿Qué tiene de injusto que no quiera trabajar con un seiyuu tan inmaduro?
- Akutagawa-senpai no es inmaduro, tiene un gran talento, sí que es cierto que tiene poca paciencia, pero siempre logra un gran trabajo.
- No me parece que un gran trabajo suponga pelearse con otros seiyuus incluso con una camarera.
- ¡Pero es que la rabia de Akutagawa-senpai la crean ustedes! - al darse cuenta de la acusación que había lanzado, Higuchi se sentó y agachó la mirada – Lo lamento.
- No, no. Continúa - la incitó Mori con una sonrisa – Ryu es tu representado, está bien que le estés defendiendo.
- Y-yo... - aunque titubeo al principio, el saber que Mori la estaba apoyando le dio valor para plantar cara a Fukuzawa – Yo pienso que usted no está siendo justo con Akutagawa-senpai, él solo quiere grabar con Dazai Osamu pero no le dan una oportunidad.
- Ya se la dimos, no solo una, cientos.
- ¿De verdad considera la última vez una oportunidad? Akutagawa-senpai había trabajado tan duro... ¡pero usted le dijo a Dazai Osamu que le dejase K.O! ¡En realidad Akutagawa-senpai estaba aguantando bien, usted le puso en el límite!
Fukuzawa se quedó callado ante eso, en realidad la rubia llevaba algo de razón.
- Akutagawa-senpai lleva toda su carrera buscando grabar un CD drama con Dazai Osamu, si logra eso, entonces su actitud podría suavizarse. Es usted la primera persona que obstaculiza la solución del problema – tras acabar su charla, Higuchi miró de reojo a Mori, este solo sonreía sin decir nada más. Sinceramente, no sabía si había defendido bien su postura o solo lo había fastidiado del todo.
- Es suficiente, iros. Los dos – le dedicó una mala mirada a Mori pero este no se vio afectado. Se levantó de la silla y le abrió la puerta a Higuchi, la cual abandonó la habitación cabizbaja con el mayor detrás. Una vez que estos dos estuvieron solos, Fukuzawa se permitió el privilegio de suspirar, giró su cabeza hacia Haruno la cual parecía haberse quedado pensando en algo - ¿Qué pasa?
- N-no, nada, es que... presidente, ¿y si Higuchi tiene razón?
- ¿A qué te refieres?
- ¿Y si lo que tanto le impedimos a Akutagawa es precisamente la solución al problema?
- Akutagawa no puede grabar con Dazai, ya lo tenemos bastante comprobado.
- Ya, ya lo sé, pero el motivo por el que no logra grabar con él es porque baja la guardia ante su actuación, si hubiese una manera de que Akutagawa se mantuviese alerta...
- ¿En qué estás pensando?
- Presidente... - los ojos de Haruno dejaron de ser visibles ya que el reflejo en sus gafas volvió los cristales completamente blancos – Debemos sobrepasar la barrera de lo moralmente correcto y explorar nuevos territorios.
- Ah... claro... perdona, ¿qué?
- No neguemos a Akutagawa un CD drama, diseñemos uno especialmente para él.
- ¿Y cómo se supone que vamos a hacerlo?
- Cuenta usted con las herramientas necesarias para ello, usémoslas sabiamente.
Fukuzawa arqueó una ceja, seguía sin entender a qué se estaba refiriendo.
Dazai no sabía a que temperatura estaba el termostato del despacho de Fukuzawa pero si le invitasen a adivinarlo, él diría que a menos 30 grados. No es que hubiese ninguna ventana abierta, ni que el aire acondicionado estuviese demasiado alto, es que los chicos que tenía sentados, uno a cada lado, desprendían tal aire de rechazo entre ellos que si seguía en medio se podría acabar transformando en un muñeco de nieve.
- Presidente... ¿para qué nos ha llamado? - se atrevió a preguntar Dazai.
- Creo que la verdadera pregunta es por qué lo ha llamado a él - Akutagawa señaló a Atsushi con la cabeza con repulsión.
- Que curioso, yo iba a hacer la misma pregunta.
La mirada azabache chocó con furia contra la bicolor de Atsushi. Los rayos que se lanzaron entre ellos debieron sentirse realmente reales, al menos para Dazai que mantenía una sonrisa de incomodidad.
- Presidente... desee prisa, por favor.
- Os he llamado a los tres aquí porque... bueno... porque... - Fukuzawa aclaró su garganta y miró de reojo a Haruno – Yo... le quiero dar una oportunidad a Akutagawa para que grabe con Dazai.
La expresión de sorpresa de Akutagawa contrastó con la de molestia de Atsushi. En cuanto a Dazai, este había optado por el modo estatua para intentar pasar desapercibido. Si no respiraba, entonces no estaba.
- ¡Pero presidente! Pensé que ya había quedado claro que Akutagawa no puede.
- ¡¿Cómo que no puedo?!
- ¿Te recuerdo la última vez? ¡Acabaste desmayado en el suelo!
- Fue porque esa mañana desayuné mal.
- ¡¿Qué excusa es esa?!
Dazai optó por seguir sonriendo a pesar de que sentía como si un dragón y un tigre estuviesen enseñándose las fauces entre ellos y con él en medio.
- Tu opinión no importa, este viejo ya ha dicho que quiere que grabe con Dazai-san.
- No me llames viejo.
- Y me complace que te haya llamado a ti solo para humillarte.
- No me hace caso – Fukuzawa se masajeó las sienes, tratar con Akutagawa era tan complejo como tartar con su tío.
- Calma, calma – Haruno le intentó animar con una sonrisa y para quitarle un poco de carga, decidió retomar ella la conversación - Verás, no hemos llamado a Atsushi para humillarle, le hemos llamado porque queremos contar con él también en el CD drama.
- ¿Ah? / ¿Ah? - ambos chicos se confundieron pero cuando ataron un poco los cabos, pusieron cara de asco - ¡Yo no me grabo liándome con este! / ¡Yo no me grabo liándome con este!
- No, no, no os confundáis por favor, no es un CD drama entre vosotros dos. Es un CD drama entre vosotros tres – Haruno dibujó en el aire un triángulo con una sonrisa, expresión que no fue compartida por los tres chicos delante de ella.
- ¿Tres...?
- ¿A qué...?
- Bueno – Dazia se levantó y sacudió su ropa – Que tarde se hizo, yo me marcho ya. Adiós.
Su huida se vio interrumpida cuando Akutagawa y Atsushi le agarraron de cada brazo y le devolvieron a la silla.
- ¿De qué habla esta?
- Haruno-san, explíquese mejor por favor.
- Sí, por supuesto. La propuesta que tenemos entre manos es grabar un trío entre vosotros tres – la indecente propuesta fue lanzada con una brillante sonrisa.
- ¿Yo? ¿Y este? / ¿Yo? ¿Y este? - ambos se señalaron a si mismos y luego al otro. Tras recibir un asentimiento por parte de Haruno y Fukuzawa, fruncieron el ceño - Ni muerto / De eso nada.
- Por favor, no lo rechacéis tan pronto.
- No rechazo nada, grabaré con Dazai-san – Akutagawa se enganchó de su brazo y lo tiró hacia él - Pero no necesito ninguna puta haciendo el patético intento de hacerme sombra.
- ¿Quién está intentando hacerte sombra? - Atsushi se enganchó al brazo libre de Dazai y lo atrajo hacia él - Con como vistes, tú eres tu propia sombra.
- ¡Suelta a Dazai-san!
- ¡Suéltale tú!
- ¡No quiero grabar contigo!
- ¡Pues yo tampoco!
- Presidente, ¿a qué viene esta propuesta? - preguntó Dazai mientras era tirado de un lado a otro en esa extraña batalla - ¿Acaso usted desea ver el mundo arder?
- Al contrario, quiero hacer esto para que Akutagawa consiga lo que lleva tanto tiempo buscando y así calme un poco su rabia.
- ¡¿Y cómo espera que me calme si me pide que grabe con esta zorra?!
- ¡No soy una zorra!
- ¡Pues aléjate ahora mismo de Dazai-san!
- ¡No quiero!
- Como decía, ¿usted desea ver el mundo arder? - repitió su pregunta mientras sufría tirones más fuertes.
- Que haya incluido a Atsushi en este CD drama tiene su explicación. Es por tu bien, Akutagawa.
- ¿Cómo?
- Viendo tus intentos en las grabaciones con Dazai, hemos detectado que tu mayor dificultad viene por el hecho de que bajas mucho la guardia a su lado – Haruno continuó la explicación - No obstante, con Atsushi cerca, siempre estás alerta. Hemos pensado que para que logres el éxito en una grabación con Dazai, Atsushi tiene que estar incluido. Como con él cerca siempre estás a la defensiva, tu mente estará al 100% de su capacidad y no te dejará caer cuando grabes con Dazai y esto solo lo podemos lograr en un trío.
Akutagawa disminuyó la fuerza con la que agarraba a Dazai. Le fastidiaba que esa lógica tuviese sentido, con Atsushi cerca, él no se desmayaría cuando Dazai dijese algo atrevido, pero supondría tener que grabar con él y además dejar que el albino grabase con Dazai también y lo peor de todo ¡Un trío! Tendría que estar compartiendo con esa gata desnutrida a su hombre. ¿Merecía la pena? No lo sabía.
- ¿Qué dices, Akutagawa? - Fukuzawa lanzó la propuesta, Akutagawa lo pensó unos segundos para después engancharse al brazo de Dazai con sus dos brazos y evitar la mirada del presidente.
- Parece... una idea correcta.
- ¿Dazai?
- Supongo que es necesario si queremos probar a calmar a esta bestia.
- ¿Atsushi?
- No – el albino ni se lo pensó - ¿Por qué haría yo eso? No me interesa ayudarle. Es borde y me trata mal, ¿tengo algún motivo para participar en esto?
- Entonces hasta aquí llegamos – Fukuzawa se rindió rápido - No te voy a obligar a participar en algo que no quieres.
- Gatito – Dazai llamó su atención - Por favor, vamos a intentarlo.
Ante la petición, Atsushi frunció el ceño y cruzó miradas una vez más con Akutagawa, este le dedicaba una fría mirada de desprecio, como si de él no dependiese el que pudiera grabar con su crush. Aunque se podría haber vuelto a negar si seguía enfocado en Akutagawa, sus ojos acabaron viajando hacia Dazai. El castaño siempre le estaba ayudando, por lo que rechazar una petición suya le parecía muy descortés.
- Bueno... lo haré solo y exclusivamente por Dazai-san.
- Jajaja, Atsushi, eres muy dócil si se trata de Dazai - comentó Haruno sacando disimuladamente su móvil.
- No soy dócil, Dazai-san siempre me está ayudando, es lo menos que puedo hacer por él. Si Dazai-san tiene algo que pedirme, lo cumpliré.
- S-sí... ya veo – Haruno tragó duro, había empezado a sudar mientras murmuraba y tecleaba rápidamente en su móvil una idea para un fanfic - "Nakajima Atsushi, como señal de gratitud hacia su superior por cuidar siempre de él, le ofrece su preciada virginidad. El chico es tan dócil que cumple cualquiera de las fantasías que Dazai le pide" Iaaaaaaaaaaa, mis seguidores de wattpad lo van a amar.
- Haruno.
- ¡Sí, presidente!
- Deja ya eso.
- ¡Sí!
- Bien. En cuanto a vosotros tres, bajad a la cafetería, allí está el guionista del CD drama.
- ¿El? ¿Y Yosano-sensei?
Ante la pregunta de Dazai, Fukuzawa frunció el ceño y tosió falsamente para aclarar su garganta.
- Yosano anda ocupada en otros proyectos, se lo he encargado a... otra persona. Bajad y reuníos con él y no me contéis ningún detalle.
- ¿Por...? Ah, claro, le acompaño en el sentimiento, presidente.
El castaño le dedicó una sonrisa y se levantó de su asiento con ambos chicos detrás de él echando chispas. Tal y como pidió Fukuzawa, bajaron a la cafetería con Dazai liderando el camino y Akutagawa y Atsushi empujándose entre ellos. No hizo falta que el mayor le especificase quien era el guionista, por su comportamiento ya se podía imaginar de quien se trataba así que al localizarle se dirigió hacia él y le saludo.
- ¡Hello!
- ¡AH! - Poe pegó un salto por el susto, haciendo que Karl abandonase sus hombros y viajase hacia Atsushi en busca de descansar encima de un humano menos asustadizo. Atsushi se agachó para recibirlo bajo la mirada recelosa de Akutagawa – M-me asustaste.
- Jajajaja, solo te saludaba - tomó asiento frente al americano – Eres nuestro guionista ¿verdad?
- S-sí... Fuku... digo, el presidente no se veía muy convencido, pero Ranpo-kun y Yosano-san le insistieron. Estoy algo nervioso, siento que esto es una prueba y quiero demostrarle mi talento.
- Seguro que lo logras – Atsushi le sonrió con Karl entre sus brazos. Ante un acto tan empalagoso y no apto para diabéticos, Akutagawa rodó los ojos y se sentó al lado de Dazai, haciendo que Atsushi frunciera el ceño - ¿Qué haces?
- Sentarme.
- ¿Por qué ahí? Yo quería sentarme al lado de Dazai-san.
- Sí, ojalá me importase lo que tú quisieras.
Ambos chicos se estuvieron mirando un rato mientras se gruñían. La escena había tensado a Poe, Dazai había decidido mantenerse al margen para no recibir un mordisco del tigre o el dragón y Karl ignoraba la situación meneando la cola tranquilamente. La batalla acabó y Atsushi se sentó junto a Poe aunque continuó mirando mal al azabache.
- ¿O-ocurre algo?
- No / No.
- ¿Seguro...?
- Hentai-kun, ¿en qué habías pensado para el CD drama?
- ¿Hentai...? Bu-bueno... hay muchas opciones. Como es un trío de chicos es un HHH, pero son dos pasivos y un activo ¿verdad? ¿No hay ningún versátil?
- ¿Versátil? - la palabra confundió a Atsushi - ¿Usted es versátil, Dazai-san?
- Ni por todo el oro del mundo. Hentai-kun, son dos pasivos y un activo.
- ¿Y los pasivos...? Hmm... - agachó la mirada avergonzado al sentirse observado por Atsushi - ¿Los pasivos no van a tocarse entre ellos?
Akutagawa pegó un manotazo a la mesa, haciendo que esta temblara y pegara un susto de muerte a Poe.
- Escúchame una cosa copia barata de Dazai-san, la única manera de que yo me liara con este adefesio es que estuviese sufriendo un coma etílico. Si eres tú quien va a escribir el guion entonces debe ser algo sencillo para que ese cerebro de guisante no trabaje mucho. Haz esto, Dazai-san se acuesta conmigo y esa puta de allí se masturba detrás de la puerta.
- ¡Oye!
- Pe-pero... eso en realidad no es un trío.
- ¿Y tú que mierda sabes de tríos?
- Hmmm.... ¿y tú?
- ¡¿Ah?!
- ¡Para ya de molestarle! - Atsushi salió en defensa del americano - ¿Cómo puede ser un seiyuu tan borde con un guionista?
- De la misma manera que tú eres una puta tan promiscua.
- ¡Que no soy una puta!
- ¿Y por qué le defiendes? ¿Acaso te lo estás tirando porque se parece a Dazai-san? Maldito enfermo.
- ¡Pero si el enfermo eres tú!
- ¡¿Yo?!
- ¡Pues sí! ¿O acaso no eras tú el que estaba en el ascensor casi desnudo con el pervertido de Chuuya-san?
- ¡¿QUÉ LE HAS LLAMADO?! - Akutagawa golpeó la mesa otra vez con las manos y se puso de pie - ¡Lávate la boca antes de hablar de Chuuya-san!
- ¡Tú también! - Atsushi se puso de pie también, con Karl todavía en sus brazos - ¡Lávate la boca porque a saber qué te has metido en ella!
Una vez más, las chispas volvían a saltar con tanta intensidad entre ellos que, si hubiese habido una pizca de madera cerca, se habría encendido una fogata. Poe observó la situación medio incómodo medio asustado. A su parecer, aquí había un factor que iba a imposibilitar la grabación de un CD drama entre los tres.
- Perdón, pero... ¿siempre...? Es decir, ¿siempre os lleváis así? Os insultáis y esas cosas.
- Yo no insulto – Atsushi frunció el ceño - Él empieza.
- No tendría que empezar nada si no demostrases a cada segundo lo puta que eres.
- ¡Que dejes de llamarme así!
- ¡Te dejaré de llamar así cuando dejes de serlo!
- N-no creo... no creo que un CD drama funciones con vosotros tres...
- ¿¡Ah?! / ¡¿Ah?! - la afilada mirada de los más jóvenes se clavó sobre Poe, el cual empezó a sudar por el miedo de poder ser devorado completamente por semejantes animales salvajes.
- ¿Qué insinúas?
- Explíquese, Poe-san.
- Pu-pues... simplemente, no hay química, lo único que veo es rabia hacia el otro. Esa actitud acabará saliendo en la grabación, si no la cambiáis, el CD drama saldrá muy falso y no gustará a los consumidores. Será un fracaso.
- Sí - Dazai se apoyó en el respaldo – En eso tienes razón.
- Hay tiempo para mejorar vuestra química. Mientras yo trabajo en el guion, usad ese tiempo para prepararos. Pasad tiempo juntos los 3, eso debería ayudar.
- ¿Pasar tiempo...?
- ¿Juntos...?
Atsushi y Akutagawa se miraron entre ellos como si estuviesen observando la cosa más asquerosa del mundo. Era cierto que no había química entre ellos, solo odio y mal comportamiento y la verdad es que no estaban muy seguros de que eso pudiese cambiar.
- Es una buena idea, Hentai-kun – Dazai miró a ambos chicos – Pasemos tiempo juntos. Mañana comamos juntos, hagamos un picnic debajo de algún árbol del parque.
No les gustaba la idea, pasar un solo segundo en compañía del otro era un completo infierno, pero uno quería grabar ese CD drama con Dazai y el otro quería cumplir una petición de este. Para lograr ambos objetivos debían cumplir una misión casi imposible, hacer pensar a los que iban a escuchar la grabación que podían disfrutar teniendo sexo entre los tres.
- El clima es bueno – Dazai se dejó caer en la manta que habían colocado debajo de ese árbol. Tal y como prometió, harían un picnic. No esperaba que ambos chicos expulsasen arcoíris y se llevasen de la nada super bien entre ellos, pero al menos esperaba que el comer juntos sirviera para bajar ese odio mutuo que se procesaban entre ellos - ¿Qué opináis?
Akutagawa y Atsushi se sentaron de rodillas al mismo tiempo sobre la tela, uno a cada lado de Dazai pero como estaban frente a frente, no tardaron en mirarse con rabia esperando que por arte de magia de sus propios ojos saliesen rayos láser que les permitieran fulminar al otro.
- ¡Ah, que hambre! - el mayor decidió interrumpir los intentos de asesinatos con la mirada – No he desayunado bien así que ahora mi estómago ruge como un ti... ósea como un dra... no sé, como algo que ruja.
- Es un alivio escuchar eso – Akutagawa movió un bento de tres pisos que se encontraba a sus espaldas. Era de color rojo y negro y tenía detalles dorados, si no estuviesen comiendo, cualquiera se podría haber pensado que en vez de un bento era un joyero – Porque he preparado varios platos que serán de su agrado, todos diseñados para dejarle completamente satisfecho – al levantar la tapa, el contenido cegó por varios segundos a Dazai y Atsushi, era como si la luz de un foco les impidiese ver, pero cuando la luz se disipó, la comida del primer piso por fin fue visible ante ellos. Allí, dispuestas en varias filas perfectamente simétricas, se encontraban alineadas varias patas de cangrejo – Son cangrejos pescados en distintas partes de las zonas costeras de Japón, además están cuidadosamente ordenados alfabéticamente. El primero es de la región de Akita mientras que este, que está de los últimos, es de la región de Yamaguchi.
- Entonces... ¿son cangrejos de distintas zonas?
- No todos los alimentos son iguales, aunque provengan del mismo animal. Sé que el cangrejo es el alimento favorito de Dazai-san y lo sé porque YO le conozco desde hace mucho más tiempo que cualquiera gata rastrera y roba hombres, por lo que es de esperar que YO sea la única persona que sea capaz de complacerle y no me refiero solo al ámbito alimenticio.
- ¿De qué vas? - una vena se comenzó a hinchar en la frente de Atsushi – El cangrejo es un animal muy caro, ¿cuánto te has gastado en un solo bento?
- No es de tu incumbencia, además, puedo usar mi dinero en lo que a mí me plazca. Dedicar un poco a comprar el alimento favorito de Dazai-san no es nada, aunque comprendo que te dé rabia. El cangrejo es un alimento que jamás llegarás a catar, aunque grabases 20 CD dramas diarios el resto de tu vida.
- Pero serás...
- ¿Puedo?
- Como usted guste – Akutagawa empujó más el bento hacia Dazai y le dedicó una sonrisa de superioridad a Atsushi cuando el castaño se llevó una de las patas del cangrejo a la boca. A ojos de Atsushi no pasó desapercibido como la mirada de Dazai se iluminaba, le estaba gustando esa comida.
- Está muy bueno.
- Por supuesto, era un resultado predecible. Mis amplios conocimientos sobre usted solo otorgan un resultado, la complacencia.
- ¿Y eso es todo? ¿Cangrejo y ya está?
- Me alegra que preguntes, gata en celo. Calla y observa – Akutagawa levantó el primer piso del bento y dejó a la vista otros platos como ensalada, arroz y carne – Es ternera de Kobe, originaria de la prefectura de Hyogo.
- ¿Dónde narices has hecho la compra?
- ¿Y a ti qué mierda te importa?
- Está bastante bueno – Dazai dio su opinión después de meterse un trozo de carne a la boca – Pero nada supera al cangrejo, se nota cuando la comida es de calidad.
El comentario hizo que Atsushi bajase la cabeza y mirase de reojo el bento que había dejado detrás de él. No tenía pisos como el de Akutagawa, era de un solo color y estaba cubierto con un pañuelo. Si bien el del gótico parecía un joyero, el suyo parecía una simple caja vieja.
- La comida es importante, pero el postre no debe ser olvidado – Akutagawa cogió dos cerezas unidas y dejó una en su boca para acercarse más a Dazai, incitándole a que mordiese la otra – Adelante.
- ¡Hmmm! - el castaño se atragantó con lo que estaba comiendo así que golpeó repetidas veces su pecho – N-no, no, no quiero postre de verdad.
- La fruta es importante.
- Cierto, cierto, pero... nuevos estudios dicen que es malo tomar postre en la comida.
- ¿Quién hizo ese estudio?
- Eh...
- Que no quiere – Atsushi se metió en medio y tiró de la cereza para separarla de la de la boca de Akutagawa – No seas pesado.
- ¿Y tú por qué te metes? Ni siquiera has traído nada para alimentar el estómago de Dazai-san.
- ¡Sí he traído!
- ¿Y dónde está esa comida de pobre comprada en el supermercado?
Atsushi comenzó a gruñir ante el comentario, Dazai echó su cuerpo hacia atrás para ver el bento oculto detrás del chico. Era normal que después de ver el que había traído Akutagawa se sintiese intimidado, pero la verdad es que se moría de ganas por probar algo cocinado por las suaves manos de Atsushi.
- Gatito, ¿puedo probarlo?
- ¿Eh? Pe-pero... n-no tiene cangrejo, ni la mejor ternera de Japón. Los ingredientes vienen del supermercado que está a dos calles de mi piso.
- No creo que eso importe si están bien cocinados.
- Bueno... - Atsushi dejó el bento delante del castaño tal y como hizo Akutagawa, con algo de vergüenza quitó el pañuelo que lo envolvía y dejó a la luz el diseño sencillo de la fiambrera, lo que causó una sonrisa de victoria en Akutagawa – Borra esa mueca de tu cara.
- Es un bento pequeño, como tu cerebro.
- El tuyo era grande, como ese enorme y gordo culo que cargas.
- ¡¿Qué?!
- Será de comer tanta ternera de Kobe.
- Ya, ya, no me estropeéis la comida con esos comentarios – Dazai destapó el bento, encontrándose con salchichas cortadas en forma de pulpo, con bolas de arroz con forma de cabecita de tigre y todo ello acompañado de lechuga, maíz, unas rodajas de tomate y una omurice con algo de tomate encima.
- Es sencillo, pero... le he dedicado mucho tiempo – Atsushi jugó nervioso con sus dedos, cualquier bento, por muy lujoso que fuera, quedaría en ridículo ante Dazai después de haber probado el de Akutagawa. Se estaba poniendo en ridículo o eso pensaba hasta que pudo ver como los rostros de las dos personas que le acompañaban reflejaban asombro - ¿Qué pasa?
- Maldita zorra... ¡¿cómo has podido comprar pulpo?! Está económicamente fuera de tu alcance.
- ¿Pulpo?
- Increíble - el castaño uso los palillos desechables que acompañaban al bento para coger una de las salchichas – Es la primera vez que veo un pulpo así. ¿Dónde lo conseguiste? Ni siquiera parece pulpo.
- Pero es que...
- ¡Dazai-san, deténgase! Es obvio que este gato desnutrido no ha podido costearse un pulpo, debe tratarse de alimento robado. Si lo ingiere, entonces será usted cómplice.
- Mira, mira, tiene mini tentáculos - ignorándole, Dazai acercó el alimento a la cara del gótico.
- ¿Me está escuchando? No lo coma.
- Tiene buena pinta, tal vez Atsushi-kun compró mini pulpos en oferta.
- Le digo que es imposible, su sueldo no le debería dar ni para comprar un tentáculo.
- ¡Oye! ¿Tú qué sabes de mi sueldo? Y ni es comida robada y ni es pulpo, son salchichas – tanto Dazai como Akutagawa se le quedaron mirando raro, ¿acaso era tan raro eso? - ¿Qué pasa? Son salchichas de cerdo cortadas con forma de pulpo, es algo común en el almuerzo de los escolares.
- ¿No es pulpo entonces? Increíble - Dazai se las quedó mirando desde todos los ángulos, hecho que fue bastante tierno para Atsushi.
- No lo es, ¿no cortaban las salchichas así vuestras madres cuando os hacían el almuerzo?
La reacción que obtuvo ante este comentario fue muy distinta, mientras que Akutagawa agachó la mirada con el ceño levemente fruncido, Dazai dejó escapar una pequeña risa, lo cual confundió a Atsushi. ¿Había dicho algo gracioso?
- ¿Qué pasa?
- Nada, nada. La verdad es que mi madre no cocinaba mucho, mi almuerzo lo compraba en la cafetería.
- Ya veo... ¿y tú? - al sentirse preguntado, Akutagawa levantó la mirada levemente - ¿Eran acaso las salchichas muy poca cosa para ti?
Su respuesta fue inmediata, frunció el ceño y abrió la boca para gritarle cualquier insulto en su cara, pero Dazai los interrumpió después de meterse una salchicha a la boca.
- ¡Waaaa! Están muy buenas, Atsushi-kun, se nota que lo has cocinado con amor.
- ¿Amor? / ¿Amor? - la palabra coloreó de rojo el rostro del albino y llenó de rabia el del gótico.
- N-no, no es así.
- Más te vale o patearé tu trasero con tanta fuerza que te haré dar una vuelta entera al mundo.
- Es carne barata, eso se acaba notando, pero la forma es muy linda y están bien cocinadas.
- Gracias – Atsushi se quedó mirando emocionado como Dazai degustaba las salchichas. Si fuese un gato de verdad, ahora estaría moviendo su rabito suavemente de un lado a otro, le gustaba cuando le felicitaban al hacer algo bien - ¿Le gustan? - solo para volver a oír un cumplido, preguntó algo que ya era obvio.
- Sí, buen trabajo – su mano se posó sobre los cabellos albinos y los acarició como si se tratase de un animalito de verdad. Atsushi recibió la caricia sin ninguna queja, pero Akutagawa se le quedó mirando y rezando internamente para que cayese un meteorito y le aplastase.
Estaba preparado para lanzarse hacia el gato desnutrido y borrarle esa sonrisa boba de un arañazo, pero su nariz acabó olfateando el olor del bento de Atsushi y no pudo evitar quedarse mirándolo. Esa fiambrera no tenía ninguna comida que pudiese considerarse como de calidad, pero tenía que admitir, al menos internamente, que tenía buena pinta. La comida estaba preparada de una manera linda, tanto que hasta daba algo de pena comerse esos pulpitos o destrozar a mordiscos esas bolas de arroz. Sin darse cuenta, había empezado a salivar, quería probarlo, pero su orgullo era de las cosas más grandes que poseía así que no se podía dar el lujo de pedirle comida a la prostituta que le estaba intentando levantar al amor de su vida.
Para su buena suerte, Dazai se percató de la situación, suspiró pesadamente ante la actitud tsundere del chico a su derecha y cogió otra salchicha con los palillos para acercársela a Akutagawa.
- ¿Quieres?
Las mejillas de Akutagawa se tiñeron de rojo ante la propuesta de ser alimentado por Dazai mientras que Atsushi fruncía el ceño. No necesitó que volviese a preguntar, Akutagawa se había acerado más y había abierto la boca. No tardó en recibir una de las salchichas por cortesía de Dazai, mientras masticaba, sonreía con burla al albino.
- Pero serás... - farfulló en voz baja y tiró de la manga de Dazai para llamar su atención - Aliménteme a mí también por favor.
- Vale... - la petición le extrañó, pero usó los palillos para alcanzar una pata de cangrejo del bento de Akutagawa y acercárselo a Atsushi. Este cerró los ojos, colocó su mechón largo detrás de su oreja para no mancharlo y abrió la boca esperando que el castaño metiera el alimento en ella, pero su sucia mente podrida le gritaba que metiese otra cosa, iba a tener razón Kunikida todas las veces que le ha llamado degenerado – Ugh... - para callar sus pensamientos pervertidos, cerró los ojos cuando Atsushi comió el cangrejo, pero el gemido de satisfacción que soltó no ayudó para nada.
- ¡Mhhh! Está bueno.
- Es cangrejo de calidad, ¿qué esperabas? - protestó el gótico, ante lo cual Atsushi sonrió.
- ¿Y tú? ¿Te ha gustado la carne de salchicha para pobres?
- Era mediocre - mintió para mantener su orgullo – Que estuviese cortado de una manera linda no mejora su sabor.
- Oye...
- Además, estaban algo crudas, tendrías que haberlas hecho más.
- ¡Oye!
- Nada sorprendente, cocina mediocre de alguien mediocre.
- Vale, pues si tan mediocre es, no comas más.
- Tú tampoco, la miel no está hecha para la boca del asno.
Ambos chicos apartaron sus bentos del otro y los acercaron hacia Dazai.
- Aliménteme / Aliménteme.
- ¿Qué? ¿Al mismo tiempo?
Sin darle opción, ambos abrieron la boca en su dirección y una vez más el depravado en su interior volvía a susurrarle cosas indebidas, pero no hizo falta callarle porque Akutagawa agarró una bola de arroz del bento de Atsushi y la metió en la boca del albino, provocándole una tos.
- ¡Oye! - protestó después de tragarla y superar la tos - ¡¿Pero de qué vas?!
- Tenías la boca bien abierta, pensé que tenías hambre.
- Pero serás... - Atsushi agarró una pata de cangrejo y se la lanzó a la cara del gótico. Ambos no tardaron en estallar y en ponerse de pie para comenzar una pelea.
- ¡Pero serás zorra! ¡¿Qué haces con la comida que cociné para Dazai-san?!
- ¡Pues lo mismo que tú!
- Ya, ya – evitando que pasasen de los gritos a los puñetazos, Dazai les agarró de las muñecas y los devolvió al suelo – A lo mejor comer juntos no ha sido la mejor de las ideas, dejad que me eche una cabezadita y nos vamos ¿vale?
- Bueno... vale.
- Si lo pide Dazai-san.
Ambos chicos recuperaron la compostura, lo que permitió a Dazai suspirar para sus adentros. Se dejó caer hacia atrás con la intención de recostarse y dormir unos minutos, pero su cabeza chocó con algo distinto al suelo, era blandito y caliente, imaginándose de que se trataba, abrió los ojos para encontrarse con Akutagawa. El chico se había movido para que su cabeza aterrizase en su regazo.
- ¿Qué haces?
- Ser la almohada de Dazai-san.
- No era necesario, pero... me haría gracia que Chuuya me viera ahora mismo.
- Siéntase libre de descansar – los dedos de Akutagawa se pasaron por el flequillo castaño y empezó a desordenarlo – Cierre los ojos, yo velaré por su sueño.
- ¿Por qué tú? - la ceja de Atsushi comenzó a sufrir un pequeño tic.
- Porque mis muslos no están mancillados por corridas de adictos a las putas.
- Los míos tampoco y a Dazai-san le gusta dormir en mi regazo.
- ¿Ah? - inconscientemente, Akutagawa tiró con fuerza del flequillo que supuestamente acariciaba - ¿Qué dices? ¿Cómo va a disfrutar de estar tumbado en esas paliduchas piernas?
- Lo prefiere, así que deja de molestar – Atsushi se sentó al lado de la cabeza de Dazai, con cuidado pasó su mano por debajo de esta y la movió para dejarla sobre su regazo - ¿Se siente bien, Dazai-san?
- Ah... - los ojos del castaño se cerraron, una sonrisa boba apareció en su rostro y un aura de arcoíris y nubecitas de algodón le rodeó - Quiero morir aquí...
- Jajaja, me alegra que le guste.
- Desgraciado... - Akutagawa tomó la cabeza de Dazai y la devolvió a su regazo – No muevas a Dazai-san así, le podrías hacer daño en el cuello.
- Pues mira quien habla, el bruto destroza paredes – una vez más, Atsushi movió la cabeza del castaño y la puso en su regazo – Si alguien le va a romper el cuello eres tú.
- Hey...
- ¿Yo? ¡Yo nunca haría daño a Dazai-san!
- ¡Yo tampoco le haría nunca daño! ¿Qué te crees?
- Si seguís moviéndome de regazo en regazo, me acabaréis rompiendo el cuello de verdad.
Las palabras de Dazai detuvieron a ambos chicos, que se quedaron mirando entre ellos.
- Decida entonces.
- Sí, decida.
- ¿Qué regazo es mejor? / ¿Qué regazo es mejor?
Hay preguntas en esta vida que es mejor no contestar, esta era una de ellas.
- Bueno, se me fue el sueño y mira que tarde es.
- Pero...
- Recoged todo, tengo que hacer una llamadita.
Sabía que seguramente no recogieran, lo más probable es que al volver estuvieran tirados en el suelo y agarrándose de los pelos, pero tenía que hacer urgentemente esa llamada. A cierta distancia de los chicos, marcó un número y se pegó el móvil a la oreja, no tardó en ser contestado por Poe.
- ¿Sí?
- Hentai-kun, que mala idea la tuya.
- Ayer dijiste que era buena.
- Pues es mala, es horrorosa. Atsushi-kun y Akutagawa son un gato y un perro en una batalla constante, no pueden ni siquiera comer juntos sin discutir. ¿Qué hago? Usa tus amplios conocimientos de degenerado para ayudarme.
- ¿Dege...? Hmm... no sabía que se llevaban tan mal. Si hubiese algo que tuviesen en común... creo que eso les ayudaría a simpatizar con el otro. ¿Sabes si existe algo así?
- ¿Algo en común? - Dazai se rascó la mejilla mientras comenzaba a pensar – Creo que sí que hay algo. Como todo pervertido, eres muy sabio, Hentai-kun.
- Ya... ¿podrías dejar de llamarme pervertido? Y de llamarme Hentai también...
- Jajajaja, no. Venga, hasta luego – tras guardar su móvil, volvió al sitio donde había dejado a los chicos y como era de esperar, ya se encontraban en el suelo tirándose de los pelos - ¿Se puede saber qué hacéis? - los separó sin ninguna dificultad, como si hubiesen sido dos gatitos bebés peleándose entre ellos.
- Empezó él / Empezó él - inculparon al otro con el dedo.
- De todas formas da igual, pero terminad de recoger, os quiero llevar a un sitio.
Atsushi y Akutagawa se le quedaron mirando confusos por eso.
Durante el tiempo que duró el viaje, Dazai se sintió como un profesor de parvulario controlando que Akutagawa y Atsushi no se dieran de golpes en la calle, incluso estuvo más atento en los semáforos porque presentía que aprovecharían e intentarían tirar al otro a la calle con el semáforo en rojo. Cualquiera se puede llevar mal con alguien pero lo de estos dos superaba cualquier nivel de odio existente. Que grabasen un CD drama fingiendo que tienen sexo entre ellos era sumamente surrealista, pero había que intentarlo.
- Es aquí - usó sus brazos para separar los cuerpos de los dos chicos que amenazaban con comenzar a empujarse a saber por qué.
Tras compartir una última mirada de odio entre ellos, Atsushi y Akutagawa miraron el sitio al que les había llevado Dazai. Parecía una cafetería normal, con un logo de un gato en el letrero, Atsushi supuso que los llevó allí por la extraña fijación del castaño con los gatos, aunque Akutagawa pareció comprender mucho más ya que entendió enseguida que ese sitio no era una cafetería normal. Como el gótico estaba extrañamente emocionado, fue el primero en entrar, con Dazai y Atsushi detrás. Su actitud desconcertó al albino porque rara vez se podía ver a Akutagawa emocionado por algo que no fuese Dazai aunque comprendió el motivo enseguida cuando puso un pie dentro del local.
- Ga... ¡Gatitos! - los ojos de Atsushi comenzaron a brillar al ver a cientos de gatitos campando a sus anchas por la cafetería - Pero... ¿no los echan? ¿Les dejan estar aquí? - lanzó su pregunta a Dazai.
- El negocio es que estén aquí, es una cafetería de gatos.
- ¿De gatos...?
- Sí, ¿no sabías de ellas?
- ¡No! De haber sabido que existían habría venido antes.
- Jajajaja, que lindo – el halago enrojeció las mejillas de Atsushi – Las cafeterías de gatos son como una cafetería normal solo que puedes jugar con los gatos de aquí.
- ¡¿En serio?! ¡¿Con todos?!
- No sé si decirte que con todos – Dazai buscó con la mirada a Akutagawa que ya se había adentrado en el local y había ocupado una mesa donde había un gato negro tumbado - ¿Vamos?
Atsushi asintió ante la invitación y siguió a Dazai hasta la mesa donde se encontraba Akutagawa. Contrario a las expectativas del castaño, el albino se sentó al lado del gótico y comenzó a acariciar al gato negro de la mesa.
- Es muy bonito - comentó absorto en el suave pelaje del animal.
Entonces pasó algo inesperado, algo que Dazai nunca se imaginó ver en esta vida, un suceso tan extraño que ni siquiera los mejores científicos podrían explicar. Akutagawa Ryunosuke respondió a un comentario de Nakajima Atsushi... ¡SIN METER UN INSULTO ENTRE MEDIAS!
- Es un gato del bosque noruego.
- ¿Cómo?
- Es la raza - acarició la tripa del gato haciendo que este se tumbase boca arriba para seguir recibiendo mimos – Son gatos muy grandes y sus orejas puntiagudas recuerdan a la de los linces.
- Ya veo... sí que tiene las orejas puntiagudas, pero es muy mono.
A los pocos segundos, más gatos llegaron hacia Akutagawa, como si de Blancanieves se tratase acabó rodeado de animales.
- Siamés, montés, korat, siberiano – como si fuese un libro, Akutagawa comenzó a mencionar la raza de cada gato que se restregaba contra su pierna.
- ¿Te las sabes todas?
- No, solamente... me gustan los gatos.
- A mí también, pero no me sé todas las razas – Atsushi estiró su mano y comenzó a acariciar a un gato que se había recostado en el regazo de Akutagawa – Son muy mensos.
- Al vivir en la cafetería, deben estar acostumbrados al contacto humano.
- Y a ti... - Atsushi le miró de reojo – Se te dan sorpresivamente bien.
- ¿Qué es eso de sorpresivamente? Tengo dos gatos en casa, por supuesto que sé cómo tratarlos.
- Hmm... no lo sabía - pareció mostrarse desinteresado, pero Dazai pudo notar como esa información pareció despertar su interés. Puede que estuvieran yendo por buen camino, tenía que probar a intervenir un poco.
- Rashoumon es el gato de Akutagawa, Nadeshiko el de su hermana.
- ¿Hermana? ¿Tienes una hermana?
Dazai se mordió los labios, veía venir de lejos un "¿Y a ti qué mierda te importa?" pero la respuesta le sorprendió.
- Sí - el gótico respondió con simpleza, dios bendiga a los gatos por suavizar el agresivo carácter del chico.
- No lo sabía, bueno, en realidad no sé mucho de ti.
- ¿Y para qué es necesario que me conozcas?
- No sé, bueno, somos compañeros de trabajo o algo así ¿no?
- Hmm... y-yo tampoco sé nada de ti. Solo sé que un día apareciste de la nada y te pusiste a seducir a Dazai-san.
- Yo no seduzco a nadie y tú no tuviste una buena manera de presentarte.
- Sí, sí, nada más veros comenzasteis a tiraros de los pelos... literalmente... ¡Pero oye! En realidad, tenéis muchas cosas en común, tantas que incluso podrías acabar siendo amigos.
- ¿Amigos? / ¿Amigos? - preguntaron con mala cara – Impensable... / No lo creo.
- ¿No? Pues a los dos os encantan los gatos.
- ¿Y?
- ¿Y?
- Que diga algo más.
- Pues... o-os... os gusta que os feliciten cuando hacéis algo bien.
- Solo me complace que lo haga Dazai-san.
- Y os gusta gruñir.
- Solo gruño cuando Akutagawa me molesta.
- Y vuestros muslos son gordos, son buenas almohadas.
- ¿Eso es algo en común? / ¿Eso es algo en común?
- Pues sí. Argh, bueno, no quería decir esto, pero también tenéis en común que la vida no ha sido amable con vosotros, pero aun así estáis aquí ¿no?
Su comentario despertó la curiosidad de ambos chicos y aunque querían preguntar, no estaban dispuestos. No querían mostrar ni un poco de interés por la vida del otro.
- Aunque acepto con gratitud el halago de Dazai-san hacia mis muslos, rechazo completamente la suposición de que me parezco a este albino de rostro enfermizo.
- Yo tampoco creo parecerme a ti, para empezar, yo tengo cejas.
- ¡¿AH?! ¿Sí? Pues en lo que a mí respecta, no prostituyo mi cuerpo en callejones para pagarme un saco de arroz como hacen otros.
- ¡Yo no me prostituyo por arroz!
- ¡AH! ¡Mirad esto de aquí! - Dazai se hizo con el gato más gordo que encontró y lo dejó frente a los chicos - ¡Es un gato gordo! ¡Y mirad su cara!
Analizando la figura del gato que había atrapado Dazai, había ciertas características que le recordaban a una persona que conocían. Puede que se debiera a su vejez o fuese una característica propia de su raza, pero su ceño estaba fruncido y había unas líneas en su pelaje alrededor de sus ojos que le hacían parecer que llevaba gafas. Su color de pelo también era peculiar ya que parecía una mezcla entre verde y amarillo. Al identificarle con ese hombre conocido por todos, Akutagawa tapó su boca para controlar una pequeña risa, aunque Atsushi no hizo lo mismo y rio libremente.
- Jajajaja, se da un aire a Kunikida-san.
- ¿Verdad?
Con la sombra de una nueva discusión ya despejada, Dazai se permitió respirar algo más tranquilo. Intervenir entre Atsushi y Akutagawa era una tarea que se debía llevar a cabo con sumo cuidado, cualquier palabra que salía de sus labios ofendía al otro y podía ser la mecha de una nueva pelea, por lo que mantenerse concentrado era de vital y máxima importancia.
- Hey, no te vayas – viendo que el Kunikida gato se quería alejar, Atsushi se puso a cuatro patas y estiró su mano hacia la dirección por la que se estaba alejando, dejando su trasero alzado y bien a la vista para Dazai.
El castaño comenzó a sudar. Que ganas de azotarle tenía, pero hacer eso estaba mal. Si le daba una nalgada, Atsushi se enfadaría, eso o se giraría con sus mejillas sonrojadas pidiéndole otra. Sí, ambas opciones tenían un 50% de probabilidades de pasar. No debió enseñarle ese Kunikida gato, por su culpa tenía una buena pero culposa vista. ¡¿Por qué meneaba el trasero de lado a lado?! ¡Dazai tiene aguante, pero no está hecho de piedra! Decidió respirar lento para tranquilizarse y pensar en las cosas menos eróticas que conociese, como Chuuya en bragas, iugh, eso sí que era asqueroso, pero el Chuuya se acabó transformando en un Atsushi vistiendo el legendario traje de Ero-maid neko. ¡Se acabó, es humano y tiene debilidades! No puede tener un traserito redondo meneándose frente a su cara y dejarlo pasar así como así. Bien, decidido, fingiría que se le resbaló la mano. A pesar de que su decisión ya estaba tomada, parece que Akutagawa se le adelantó porque dejó uno de los gatos con los que estaba jugando y pateó con fuerza el trasero de Atsushi, haciendo que este cayese de boca al suelo.
Al despegar el rostro del suelo, el albino no se veía para nada contento. En cuanto a Dazai, su rostro perdió color ante la futura discusión que sabía que no iba a poder parar.
- ¡¿Se puede saber qué haces?!
- Eso te iba a preguntar yo, puta.
- ¡¿Perdona?!
- Te pones a menear ese culo deforme y feo frente a Dazai-san para seducirle, pero que asco das.
- Yo no estaba haciendo eso.
- ¿Acaso me tomas por ciego?
- Por ciego no sé, por estúpido un poco sí, la verdad.
Las chispas comenzaron a saltar entre ellos una vez más. La batalla ya estaba perdida, ni siquiera rodeados de gatos podían convivir como personas normales, pero Dazai tenía fe, tenía fe en esas bolitas de pelo con bigotes que maúllan y se restriegan.
- Hey, hey, hey, mirad chicos, mirad este gato tan apuesto de aquí - Dazai se puso entre medias de ambos sujetando un gato castaño que parecía tener algo de flequillo – Es un gato sexy, sin lugar a dudas.
- Ah, ese gato – una de las camareras se acercó sujetando una bandeja con varios cuencos de leche para los gatos – Se llama Osamu, en honor a Dazai Osa... ¡Ah, pero si es usted!
- ¿Llamasteis a un gato como yo? Que honor. ¿Veis, chicos? Es un gato sexy porque se llama como yo.
- Osamu es un gato rebelde, cuando le quitamos el ojo ya está intentando montar a otro gato.
- Jajajaja, ese es mi chico.
- Es un gato en celo, como tú - comentó con rabia Akutagawa dirigiéndose a Atsushi.
- Es un pervertido, como tú - Atsushi le devolvió el golpe.
Durante unos segundos, la respiración de Dazai se cortó. Los dos chicos se miraban fijamente con rabia, pero ninguno hacía nada. ¿Se iba a quedar ahí la discusión? Ojalá hubiese sido así, de haber sabido que se iba a armar la que se iba a armar, habría enganchado a los chicos con una correa antes de entrar.
- Es imposible...
- No puedo aceptarlo...
- ¡No tenemos nada en común! / ¡No tenemos nada en común!
Más rápidos que los golpes de Kunikida cuando le descubre coqueteando con camareras, Akutagawa y Atsushi se había agarrado de los pelos y habían comenzado a tirarse de ellos. La pobre camarera que allí se encontraba se volvió una víctima de la extraña situación cuando entre empujones, los chicos acabaron chocando con ella y la bandeja con la leche de los gatos acabó aterrizando en la ropa de ambos.
- ¡Cu-cuidado!
- ¡Zorra! - Akutagawa consiguió tirar a Atsushi al suelo, poniéndose encima de él - Solo usas ese asqueroso culo tuyo para seducir y robar a Dazai-san.
- ¿Y tú qué? Mucho obsesionarte con Dazai-san, pero al final acabas teniendo sexo con el pervertido de Chuuya-san en el ascensor.
- ¡¿CHUUUYA-SAN PERVERTIDO?! ¡RETIRA ESO!
- Pues es una verdad indiscutible... - murmuró Dazai.
El gato que compartía su nombre se acabó escabullendo de sus manos y llegó rápidamente hacia los chicos tirados en el suelo y peleándose entre ellos. Al animal no le importaba la discusión, solo la leche que se había derramado sobre ellos y que había calado dentro de sus ropas. Aprovechando los huecos que dejaban sus cuerpos, el gato se metió entre ellos y se restregó contra la cadera de Atsushi hasta que consiguió levantar su camisa y colarse dentro de ella para comenzar a lamer la leche sobre su piel.
- ¡Ah...! - la rasposa lengua del animal sobre una zona tan sensible como su estómago o su cadera le provocó cosquillas, coloreó sus mejillas de rojo por la vergüenza y le hizo revolverse un poco con los ojos algo aguados - ¡N-no, para por favor! ¡N-no me lamas ahí, O-osamu!
Sabía que el gato se llamaba como él, pero aun así Dazai se quedó con la boca abierta.
- ¡O-osamu, para...! ¡No~! ¡Ahí no por favor! ¡Ah~! ¡N-no subas tan arriba...! - cuando el gato llegó a sus pezones, el rostro de Atsushi ya estaba completamente rojo y comenzó a retorcerse sobre el suelo - ¡Osamu, no, e-esa es una zona sensible! ¡Osamu, para por favor, m-me...! ¡Me voy a volver loco si sigues lamiendo~!
Atsushi soltó el pelo de Akutagawa y comenzó a palpar el cuerpo del gato bajo su camisa para intentar echarle de allí, cosa que solo consiguió cuando el animal asomó la cabeza por el cuello de su camisa y giró su rostro hacia Akutagawa, que tenía restos de la leche derramada sobre su rostro. El animal no desaprovechó ni un segundo y comenzó a lamer su mejilla, avergonzando al gótico.
- ¿Q-qué haces, Osamu? M-me hace cosquillas – al intentar lamer sus labios, Akutagawa se tapó rápidamente la boca – N-no, esa zona está reservada para Dazai-san, tienes prohibido tocarla.
Confuso por esa acción, el gato bajó más y comenzó a lamer su cuello, causándole más cosquillas.
- ¡N-no! ¡Cada centímetro de mi piel está reservada para Dazai-san! ¡O-osamu... para! N-no puedo permitirme ser mancillado frente a la puta.
- ¡Si vas a ser mancillado, quita de encima!
Varios gatos se habían acercado por el escándalo que estaban montando y al ver su preciada leche derramada sobre los chicos, se acercaron para lamer lo poco que quedaba y había dejado Osamu. En unos pocos segundos, los dos chicos en el suelo habían acabado rodeados de gatos lamiendo cada centímetro de piel expuesta, ya fuese sus cuellos, sus brazos o sus muslos. Algunos intentaban colarse debajo de sus ropas como había hecho Osamu para buscar relamer la leche que quedase. Los resultados de tales acciones fueron un Atsushi revolviéndose en el suelo entre gemidos con Akutagawa encima de él en las mismas condiciones.
En esta situación, ya no eran solo los gatos los que se habían acercado, algún que otro cliente se había acercado curioso por lo que estaba pasando y se había quedado embobado mirando la escena digna de un hentai frente a sus ojos. Dazai también estaba embobado, mirando fijamente a su contraparte gatuna que se divertía de lo lindo volviendo a colarse debajo de la ropa de Atsushi y volviendo a causarle gemidos.
Si había vida después de la muerte, Dazai quería renacer como un gato.
En el mundo animal, cuando un perro y un gato se pelean, estos atacan valiéndose de distintas partes de su cuerpo, mientras que el perro usa sus colmillos, el gato usa sus afiladas garras y en el mundo humano pues pasa algo parecido.
- ¡Pero bueno! - Atsushi se remangó la camisa - ¡Me mordiste!
- ¡¿Y tú qué?! - Akutagawa se señaló la mejilla - ¡Me arañaste!
Dazai contemplaba desde su cocina como en su sofá las encarnaciones de un dragón violento y un tigre rabioso se mantenían discutiendo a pesar de ya haber estado tirándose de los pelos antes. Obviamente les habían expulsado de la cafetería y obviamente a ninguno de los chicos les había gustado así que se echaban la culpa entre ellos. Pensó en volver a llamar a Poe pero no para pedirle un consejo si no para cancelar el CD drama, si unos gatitos no habían conseguido mejorar la relación de esos dos, entonces dudaba que algo en este planeta pudiera.
- ¿Y qué haces aquí? - le echó en cara Akutagawa - ¿Cómo te atreves a meterte en el sagrado piso de Dazai-san?
- ¿Y tú qué? Seguro que has venido para meterle cámaras ocultas en la ducha.
- ¿La ducha? Allí no hay buenas zonas para ocultar cámaras y encima se mojarían, maldito estúpido.
- ¡Disimula un poco más tus conocimientos de acosador!
- ¡Ah! ¡No te soporto! ¡Dazai-san, expulsa a esta puta de aquí ahora mismo!
- ¡No, de eso nada, el que te vas eres tú! ¡Dazai-san, échale de aquí!
- Dazai-san / Dazai-san.
- ¡Dazai-san! / ¡Dazai-san!
- ¡DAZAI-SAN! / ¡DAZAI-SAN!
- ¡AAAAAAAAAAAAAH! ¡BASTA YA! - su grito pareció intimidarles de cierta manera. Parecían un perro y un gato que habían sido regañados por su dueño, genial, ahora se sentía como la mierda – No era... no quería... dios, sois complicadísimos - Dazai se dirigió hacia el salón quedando entre medias de ambos – No quería gritaros - habló mirando a Akutagawa – Lo siento – ahora se giró hacia Atsushi – Pero me parece que estáis poniendo muy poco de vuestra parte para que esto funcione.
- No es cierto, yo pongo todo mi esfuerzo para grabar a su lado Dazai-san.
- Yo también me esfuerzo para que su grabación quede bien.
- Pues ahí está el problema, no es una grabación conmigo, es una grabación con nosotros. Somos tres, no dos, es un trío, ¿comprendéis? No podéis querer solo obtener una buena grabación conmigo, tiene que quedar una grabación buena entre vosotros también.
- Yo estoy realmente comprometido con esto, Dazai-san.
- Yo también.
- ¿Sí? No lo parecía cuando os estabais tirando de los pelos con una manada de gatos lamiéndoos cada rincón de piel que veían.
- Es vergonzoso haberme visto de esa manera frente a usted... pido disculpas.
- Yo también lo siento, Dazai-san y por mi parte quiero que sepa que estoy dispuesto a todo para que este CD drama salga bien, pero es que... puede que el problema sea simplemente que Akutagawa y yo no hemos hecho nunca otra cosa juntos que no sea discutir.
- Sí, puedes tener razón - el mayor masajeó su cuello - ¿Y si hacemos algo juntos? Algo más íntimo que comer juntos o ir a una cafetería.
- ¿Cómo qué?
- ¿A qué se refiere?
- Pues... - sus ojos se pasearon por el techo de la habitación - ¿Y si hacemos un trío de verdad?
La respuesta que obtuvo fue absoluto silencio, se esperaba esa reacción, después de todo era una broma, solo quería ver las divertidas reacciones de los chicos y tal vez castigarles un poco haciéndoles pasar algo de vergüenza por el espectáculo pornográfico que habían montado en la cafetería. Aunque la cosa no tardó en írsele de las manos.
- Yo... - el primero en hablar fue Akutagawa – Y-ya tenía pensado entregarle mi primera vez a usted. Aunque no es de mi agrado meter a terceras personas en nuestra cama, aceptaré por el bien de nuestro CD drama.
La respuesta dejó sin habla a Dazai, para empezar, ¿cuándo SU cama se había convertido en NUESTRA cama? A veces tenía la ligera duda de que si dejaba a Akutagawa un día solo en su piso se pensaría que es su esposo y cuando volviera le encontraría con un delantal negro cocinándole la cena y hablando de ir a cenar el domingo con Mori.
- Oye...
- ¡¿Tri-tri-tri-trío?! - la propuesta hizo entrar en pánico a Atsushi – Pe-pe-pero el amor se hace entre dos personas.
- ¿Cuál te crees que es el tema del CD, estúpido?
- ¡Pe-pero es un CD drama, no es la realidad!
- Los tríos existen en la realidad, ¿cómo no los vas a conocer si vendes tu cuerpo por dinero? Seguro que has hecho más de uno.
- ¡No, por supuesto que no! Y en la realidad... en la realidad no sé si están bien.
- Perfecto, pues haznos la cena mientras Dazai-san me hace suyo para ensayar nuestro CD.
- No me dejes fuera de todo esto, yo también participo en el CD drama.
- Pues no lo parece, después de todo no estás poniendo nada de tu parte.
- ¡¿Qué no lo estoy poniendo?!
- Pues no, yo por ejemplo estoy aceptando que Dazai-san me tome en una relación de tres, CONTIGO presente. La sola idea de pensar eso me hace querer vomitar, pero lo acepto porque sé que es lo mejor para el proyecto.
- O-oye... - Dazai quiso intervenir y aclarara que era una broma, pero no pudo.
- Y tú no te atreves, tu mentalidad infantil te frena. Puede que lo mejor sea que te vayas por esa puerta y desaparezcas.
- N-no... yo también... yo también... ¡Y-yo también puedo sacrificarme para que el CD drama salga bien!
Atsushi y Akutagawa compartieron una mirada de rabia entre ellos para después cambiarla a una de determinación cuando se giraron para mirar a Dazai.
- Dazai-san - Akutagawa tomó su mano – He estado esperando este momento durante mucho tiempo.
- Da-dazai-san... - con algo de duda y nerviosismo, Atsushi tomó su otra mano – Y-yo lo voy a intentar ¿vale?
Dazai miró confuso a un lado y al otro, ¿qué acababa de provocar? No supo cómo ni en qué momento, pero se encontraba sentado en su cama con un chico a cada lado con la mirada agachada por la vergüenza.
- Bu-bueno... - decidió romper el hielo – Pues se ha quedado buena temperatura ¿no pensáis?
Ninguno respondió, tal vez lo mejor era aclarar que lo del trío era una broma y dejarles asaltar su despensa de dulces.
- Oye chicos... lo de antes, lo del trío, pues no era algo que yo dijese en...
No pudo seguir hablando porque la mano de Akutagawa se plantó sobre su hombro y le tumbó en la cama, subiéndose este encima de él y dejando a Atsushi asombrado por el atrevimiento del gótico.
- ¡Waaaaaaa! - el más joven tapó sus ojos aunque siguió observando por el espacio que dejaban sus dedos - ¿Q-qué haces?
- He esperado... mucho tiempo por esto, aunque sea contigo en medio, no pienso desaprovechar la oportunidad.
Las pálidas manos de Akutagawa fueron a parar una a cada lado de su rostro, atrapando con delicadeza sus mejillas. La había cagado, ofrecerle sexo a Akutagawa había sido como ofrecerle heroína a un drogadicto, si se lo ponías delante no iba a dejar pasar la oportunidad.
- Oye, Akutagawa, yo antes no estaba...
- No hace falta que use palabras cuando nuestros cuerpos son los que transmitirán lo que buscamos expresar.
El chico se levantó poético, de eso no había ninguna duda.
- Llevo tanto tiempo... - los ojos de Akutagawa se cerraron y fue bajando su rostro poco a poco hasta quedar a escasos milímetros del de Dazai – Esperando este momento...
- A-A-A-A-A-A-A-A-A-A-A-A.... O-oye... - el castaño se apretujó todo lo que pudo contra el colchón - Chu-chuuya me va a matar.
Cuando pensó que ya se quedaría a merced del gótico, se llevó la sorpresa de que este se había caído de la cama debido a un empujón por cortesía de Atsushi.
- ¡N-no hagas eso! - protestó con el rostro completamente rojo - ¡L-los besos...! ¡¡¡Los besos....!!!!! ¡¡¡¡¡¡¡¡Los besos.....!!!!!!!!!!
- ¡AH! ¡Cállate ya! Que molesto eres, maldita zorra.
- ¡No está bien que le beses!
- Maldito estúpido, los besos son un componente fundamental del sexo. Has aceptado, pero no te ves nada dispuesto. Lo mejor para garantizar que Dazai-san goce de un buen orgasmo será que te marches.
- ¡Yo si estoy dispuesto!
- Tú de verdad... - aunque frunció el ceño, Akutagawa recuperó una postura más relajada – Que remedio, ya que eres un virgen inútil tendré que guiarte.
- ¿Y tú no eres un virgen? - murmuró Dazai mientras intentaba levantarse de la cama y huir pero Akutagawa ya se había vuelto a poner encima de él - Chicos...
- Guarde silencio por favor, Dazai-san. Le complaceré dentro de poco. Tú, zorrita – se dirigió hacia Atsushi – Los tríos te parecen raros porque no comprendes que una sola persona pueda atender a dos ¿no es así?
- Hmm...
- Pues funciona así, mientras uno tiene sexo, el otro espera en el suelo.
- ¿El suelo?
- ¿Quién sabe aquí las cosas? ¿Una puta inútil y estúpida como tú o alguien inteligente como yo?
- Decídete primero, ¿es un prostituto o un virgen? - criticó Dazai al mismo tiempo que intentaba levantar a Akutagawa de encima de él, pero el chico tenía las rodillas bien clavadas a cada lado suyo.
- Bu-bueno... - haciéndole caso, Atsushi fue hacia el suelo - ¿Y ahora?
- Ponte de rodillas.
- ¿Para?
- Para que cuando Dazai-san acabe conmigo, te tenga listo para profanar esa asquerosa boca que tienes.
No muy convencido por aquello, Atsushi se puso de rodillas.
- ¿Y ahora?
- Pega la frente al suelo.
- ¿Ah?
- ¿Quién sabe más? - le recordó.
- ¿Quiin sibi mis? - le imitó con voz molesta e hizo lo que le pidió, quedando de rodillas y con la frente pegada al suelo - ¿Y ahora?
- Quédate así en el lapso que tiempo que transcurre desde que Dazai-san me penetra hasta que alcanzamos el orgasmo.
- ¡Pero eso no es un trío!
- ¿Y tú que sabes?
- Es que demasiado lógico, hasta para mí. Digo yo que si es una relación de tres, pues tendrán que estar los tres en la cama.
- Joder – Akutagawa rodó los ojos – Para una vez que piensas y justo es ahora.
- ¡¿Qué insinúas?!
- Vale, vale, tú ganas. Súbete a la cama y quédate en una esquinita. Esperar en esquinas se te da bien ¿no?
- No he pillado el doble sentido de eso, pero seguro que es para insultarme y tampoco creo que en un trío la otra persona se deba quedar mirando ¿no?
- ¿Cuántos penes te crees que tiene Dazai-san, maldito estúpido?
- Tiene uno.
- No respondas a preguntas retóricas. ¡Argh! Es que no te aguanto.
- ¿Y-y po-por qué eres el primero en subirte encima de Dazai-san?
- Pues porque llevo esperando esto demasiado tiempo, tú solo llevas metiéndote los dedos pensando en él unas semanas.
- No sé a que te refieres con lo de los dedos pero yo no he hecho eso.
- Holiiii, ¿me recordáis? - saludó Dazai con una sonrisa – Me lleváis ignorando un rato pero creo que es momento de aclararos que cuando he hablado de un trío yo no estaba...
- También quiero participar... - confesó Atsushi abochornado – Porque... es una relación de tres.
- Que pesado, vale, tú ganas, pues ponte encima de su cara.
- ¿Su cara?
- ¿Mi cara?
- ¿Hay que explicarte todo, zorra? - Akutagawa estiró la mano y tiró de Atsushi para colocarle a horcajadas sobre Dazai igual que él solo que en su caso estaba sobre su cara, sin llegar a sentarse sobre ella.
- ¿Q-q-q-q-q-q-q-q-q-qué?
- Mantente ahí.
- ¡¿Aquí?! ¡¿Todo el rato?! Pe-pero... - al agachar la mirada y ver parte del rostro de Dazai, la vergüenza le invadió - ¡Da-dazai-san me mira desde abajo!
- Sí... - el mayor no negó nada, tenía los ojos fijos en el trasero del chico encima de él - En realidad no está nada mal....
- ¡¿Eh?!
- Deja de chillar y ni se te ocurra mirarme, tus ojos me dan asco.
- ¿Y hacía donde quieres que mire?
- No es mi problema - desentendiéndose de aquello, dirigió sus manos hacia la bragueta de Dazai y comenzó a desabrocharla, despertando al castaño de su ensoñación con el trasero encima de su rostro.
- ¡Akutagawa! ¡Lo del trío no iba en serio! - confesó por fin.
- Entiendo.
- Menos mal - suspiró tranquilo.
- Entiendo que le dé vergüenza, pero no tema, mi arduo entrenamiento dará sus frutos consiguiéndole otorgar placer.
Prefirió no preguntar qué era aquel arduo entrenamiento, seguro que implicaba un consolador, un dakimakura suyo y un CD drama con su voz, pero hay cosas que son mejor no saber.
- Dazai-san ha dicho que no lo decía en serio – gracias a dios, Atsushi salió en su rescate.
- Tch, ¿cómo quieres que recule cuándo por fin estoy encima de él?
- Pues bajándote - intentó empujarle, pero Akutagawa fue más rápido y le empujó antes, haciendo que cayera de lleno sobre la cara de Dazai, quedando el rostro del castaño completamente enterrado entre las suaves nalgas - ¡AH! - al darse cuenta de su posición, la vergüenza le invadió - ¡Dazai-san!
No le hacía gracia que la gata rompe hogares estuviera sentada encima de la cara de su hombre, pero decidió volver a centrarse en lo suyo e intentar desabrochar la bragueta de Dazai, aunque no pudo por las manos de Dazai deteniendo las suyas.
- Dazai-san...
- Juhfujumu – sus palabras fueron inentendibles por tener el trasero del albino encima de la cara.
- ¡Da-dazai-san! - protestó Atsushi con el rostro rojo – N-no hable, s-su boca se presiona en... ¡ah! ¡N-no, Dazai-san!
- Dazai-san... por favor – con sus manos atrapadas por las de Dazai, Akutagawa comenzó a restregarse encima de su entrepierna - Déjeme continuar, podemos alcanzar el clímax, juntos.
- Da-dazai-san... - Atsushi se tapó la boca por la vergüenza de sentir como la cara del mayor estaba presionada contra su trasero.
- Dazai-san... - por su parte, Akutagawa suspiró de placer al continuar restregándose encima del mayor aunque paró de hacer esto cuando notó como las manos de Dazai se desplomaba inertes sobre el colchón - ¿Dazai-san?
- ¿Dazai-san? - a Atsushi también le pareció percibir algo extraño así que se levantó con cuidado de su cara y dejó expuesto el rostro de Dazai con una marca roja en forma de trasero, con los ojos en blanco y con la nariz sangrando - ¡Ah, Dazai-san!
- ¡Lo mataste, maldita puta!
- ¡¿Ah?! ¡No, no, no! ¡No está muerto! ¡Dazai-san, aguante, por favor, Dazai-san!
Lo último que vio Dazai antes de perder la consciencia fueron los rostros preocupados de Akutagawa y Atsushi y lo último que pudo pronunciar fue digno de estar escrito en su lápida si no salía vivo de esta.
- Trasero...
Los ojos de Dazai se acabaron abriendo poco a poco, pudo identificar el sitio en el que estaba como su habitación. Buscó con la mirada a los chicos que le estaban acompañando antes y los encontró uno a cada lado, con medio cuerpo recostado sobre la cama y agarrando cada uno una de sus manos. Parece que el removerse en la cama fue suficiente para despertarlos ya que estos abrieron sus ojos poco a poco y le miraron aliviados.
- Dazai-san, se encuentra bien, menos mal.
- El pensar que el asqueroso culo del ninfómano este le había matado me causó mucho estrés.
- Ammm... trasero...
- ¡Lo siento mucho, Dazai-san! - se disculpó Atsushi completamente avergonzado.
- Te debería dar vergüenza, casi lo matas, pero no tema, Dazai-san – el gótico acercó la mano del mayor a su mejilla y comenzó a restregarse contra esta – Yo estoy aquí para usted.
- ¿Crees que se me va a olvidar como te restregabas encima de mí? Lo del trío era una broma, no teníais que haberlo llevado tan lejos. ¿De verdad os habría parecido bien tener sexo?
- Yo... si a usted le complacía...
- Ha estado mal... lo siento mucho, Dazai-san.
- Bueno, bueno, no pasa nada – se sobó su cara anteriormente aplastada por el trasero de Atsushi – No todo ha sido malo... pero la próxima vez, dejadme acabar de hablar ¿vale?
- Sí... / Sí... - ambos agacharon el rostro como si fueran animalitos arrepentidos.
- Dazai-san – tras un rato en silencio, Atsushi se decidió a hablar – Me gustaría disculparme.
- ¿Otra vez? No pasa nada, buscaremos otra manera de...
- No es por caer sobre su cara, es... porque me retiro de la grabación.
La confesión no pilló por sorpresa a Dazai, era obvio que en cualquier momento podía pasar pero parece que no fue lo mismo para Akutagawa que aunque intentó disimularlo, la noticia no pareció ser de su agrado.
- No puedo trabajar con Akutagawa, ya está bastante demostrado que no podemos estar bajo el mismo techo y lo que he estado a punto de hacer solo porque él me ha incitado... ha estado muy mal.
- Pero...
- Ha sido una falta de respeto hacia usted y no me lo puedo perdonar.
- Atsushi-kun, si abandonas la grabación, no habrá nadie para sustituirte.
- Ya lo sé, pero es que yo.... - levantó la mirada para observar a Akutagawa, este se estaba manteniendo extrañamente callado – Simplemente no puedo trabajar con él. Es imposible.
- Gatito.
- Perdón por lo de hoy, me marcho ya.
Ni Dazai ni Akutagawa dijeron nada más, Atsushi abandonó la habitación y escucharon como la puerta del piso se abría y se cerraba, indicándoles que el chico ya no estaba allí. Un profundo suspiro escapó de los labios de Dazai y este se recostó más sobre las almohadas detrás de él.
- Eso es todo, ¿qué te parece? - no obtuvo respuesta, solo sintió como Akutagawa apretaba más fuerte su mano – Aunque es curioso, os lleváis tan mal y aun así Atsushi-kun cedió a grabar el CD drama. Creo que cualquiera en su lugar no habría aguantado tanto.
- Él... tampoco quiso desde el principio.
- No, pero al menos lo intentó ¿no? La verdad es que llegué a pensar que no aceptaría en ningún momento. En realidad, podrías ser buenos amigos ¿no crees?
- Imposible.
- ¿Por qué?
- Porque es un obstáculo en el camino.
- ¿Desde el primer momento? Ni siquiera le dejaste decir más de una palabra y ya le empezaste a insultar. Si le pidieses perdón creo que él aceptaría tus disculpas, a pesar de que le rompieras la pared. Atsushi-kun tiene un buen corazón.
- ¿Por qué él? - murmuró no lo suficientemente bajo para que Dazai no pudiera oírlo - ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué es él todo el rato?! ¡No le aguanto! ¡¡Le odio, le odio, le odio!!
El gótico acabó soltando su mano y se marchó de la habitación. Parece que esa grabación estaba completamente perdida.
Katai acababa de terminar su última grabación de la mañana, ahora podría disfrutar de su descanso en compañía de su consola y de un poco de ramen antes de volver al trabajo. Puede que fuese debido a que hacía mucho que no trabajaba, pero su espalda dolía un poco, ahora le tocaba volver a acostumbrarse a la molesta actividad de abandonar su casa y tratar con extraños por el camino. Como odiaba eso, pero al menos tenía a un fiel compañero en este edificio.
- Kuniki... - se asomó a la cafetería pero desistió en llamarle al verle sentado en una mesa junto a Yosano – Me abandonó... por un par de tetas, traidor - sacó la consola de su bolsillo y la encendió mientras abandonaba el edificio. Pasaba de comer solo mientras Kunikida se ponía coqueto con la guionista más sexy que podía existir en todo Japón - Yo nunca le habría hecho eso.... creo.
La luz del sol cegó sus ojos de hikikomori. Una vez fuera no tenía claro a donde dirigirse así que caminó sin rumbo fijo hasta llegar a un parque cercano. Pensó en sentarse a jugar encima de algún aparato para niños pero un moño rubio llamó su atención. Higuchi estaba en ese mismo parque, con su común traje de dos piezas que usaba para el trabajo y sentada en uno de los columpios con la mirada agachada. La consola seguía emitiendo ruido pero cesó cuando Katai pulsó el botón de apagado y la devolvió a su bolsillo para caminar tranquilamente hacia la mujer. Al llegar a su lado, no hizo ninguna pregunta, se sentó en el columpio que estaba a su lado y se impulsó suavemente con los pies, tampoco quería caerse al suelo.
- ¿Un mal día? - aunque le costó, decidió preguntar.
- ¿Eh? - Higuchi, que no había caído en su presencia, por fin le notó - Digamos... que algo complicado.
- Claro – tras dejar unos segundos el silencio correr, decidió volver a hablar – Felicidades.
- ¿Por qué?
- He escuchado que el perro rabioso tiene una grabación por fin con Dazai y que ha sido gracias a ti. Debes sentirte orgullosa de tu logro.
- Ah... eso. En realidad, ya no hay grabación.
- ¿Qué?
- Nakajima Atsushi se echó para atrás, en realidad era algo que estaba dentro de mis previsiones. Después de todo... Akutagawa-senpai es así de complicado.
- Creo que es normal que Nekojima reculara, seguro que Kurogawa no puso nada de su parte, a pesar de que por fin le conseguiste aquello que tanto quería - Katai detuvo su balanceo y se quedó mirando el cielo – Oye, ¿a qué viene ese apoyo incondicional a alguien tan agresivo y borde como él?
- Se llama Akutagawa, ¿quién es Kurogawa? Y no es agresivo, es... complejo.
- "Kuro" de "negro" y sí es agresivo. A todo esto, ¿por qué le llamas senpai? Si él es un seiyuu y tú una manager.
La pregunta causó una pequeña sonrisa en Higuchi, algo más animada por el recuerdo, comenzó a mecerse en el columpio.
- Pues porque yo antes era una seiyuu.
- ¿Eh? - la revelación le tomó tan por sorpresa que casi se cae del columpio - ¿Tú? ¿Cuándo?
- En la preparatoria comencé con los audiciones y cuando me gradué, un estudio de animación me contactó para poner voz a la protagonista de un nuevo anime.
- ¡¿Ah?! ¿Tu primer papel fue como protagonista? Eso es inaudito, los seiyuus novatos suelen empezar como extras.
- Sí, por eso me hizo muy feliz. Estaban tan emocionada - ganó impulso, columpiándose más alto - Pensé... que tenía talento.
- ¿Pensaste?
- Sí - estiró sus piernas para frenar en seco, levantando algo de polvo del suelo en el proceso – El anime había sido muy esperado por los fans ya que había un manga previo. Cuando el primer capítulo se estrenó... las críticas llegaron enseguida.
- ¿Cómo fueron?
- Lo cancelaron – la sonrisa que Higuchi le dedicó no encajaba con lo que estaba diciendo – Los críticos se cebaron todo lo que pudieron con cada mínimo detalle, pero lo que más criticaron fue la actuación de la protagonista, "Higuchi Ichiyo, el peor debut de una seiyuu", nunca borraré ese titular de mi mente.
- Es un titular muy cruel.
- El anime solo tuvo 6 capítulos, las críticas llegaban cada semana. Para el séptimo episodio estaba tan estresada que... mi voz simplemente dejó de salir. El fracaso del anime acabó afectando al manga, fue perdiendo seguidores y lo acabaron cancelando igual.
- Vaya...
- Se supone que los animes se estrenan como apoyo publicitario de los mangas, pero yo... acabé siendo la culpable de que cancelaran la obra original.
- ¿Por qué dices eso?
- Pues porque todo estaba a favor. Las investigaciones de mercado fueron favorables, todo apuntaba al éxito, pero yo... yo lo estropeé todo.
- ¿Dejaste de ser seiyuu por eso?
- Tardé un poco más en rendirme. Cuando pensé que había recuperado la voz, me apunté a otra audición, quería resurgir de mis cenizas, pero al recordar mi primer y mayor fracaso, me volví a quedar sin voz en medio de la prueba. Akutagawa-senpai hacía la prueba para el mismo anime, a pesar de que su actuación me cautivó, también le rechazaron, pero al contrario que yo, él no agachó la cabeza. Akutagawa-senpai la mantuvo en alto porque supo que lo había hecho bien, por un momento llegué a pensar que si recibía clases suyas, podría volver a tener una oportunidad en este negocio.
- ¿Y qué te dijo?
- "¿Ah?" - hizo una mueca rara e imitó a Akutagawa - "¿Por qué malgastaría mi tiempo en una seiyuu que ha tocado lo más profundo de su carrera?"
- Que cruel, bueno, en su línea.
- Jajaja, ¿verdad? Pero no me ofendió y justo por eso, supe que era lo que estaba mal conmigo. Yo misma era incapaz de valorar mi trabajo, ¿cómo lo iba a valorar alguien más? Fue agresivo y maleducado, pero me resultó admirable. Era alguien que confiaba en que era el mejor en lo que hacía, le podían llover críticas, pero se recomponía y seguía adelante. Mi carrera como seiyuu me empezó a dar igual y en su lugar... me llamó mucho más la atención la de Akutagawa-senpai. Investigando descubrí que teníamos la misma edad pero él llevaba algo más de tiempo en el negocio, por eso lo de senpai, además había conseguido papeles secundarios en varios animes, pero nunca uno principal, la razón podía tener que ver en que era alguien muy agresivo y eso le acusaba problemas en las audiciones. Necesitaba un manager, pero nadie quería serlo.
- ¿Te acabó aceptando?
- Sí, pero porque no quedaba de otra. Se lo consulté a Mori-san y me aceptó, aunque supongo que fue porque en realidad no había muchos candidatos más. Desde entonces, me he esforzado para conseguir todo papel que Akutagawa-senpai quisiese, aunque el que nunca he conseguido es el de pareja de Dazai Osamu en un CD drama y cuando por fin lo consigo... aaaaaaaaah... que fracaso. Bueno... - volvió a agachar la mirada para jugar con su pie en la tierra – Otro más a la lista.
- No - Katai apretó con más fuerza las cadenas del columpio – No eres una fracasada.
- ¿Eh?
- No he visto ese anime, pero seguro que tu voz era la mejor, la culpa es del mundo por tener tan mal gusto.
- ¿Q-qué estás...?
- Y si es un logro tan importante haber conseguido por fin un CD drama de Kurogawa y Dazai, entonces no te des por vencida tan fácilmente.
- Pe-pero Nakajima Atsushi...
- Nekojima es un ser humano racional y más importante aun, en la categoría BL es un pasivo, por lo que es más débil a súplicas y peticiones.
- ¿Y qué es lo que propones?
- Sígueme - Katai se levantó del columpio, como todo un héroe a punto de librar la batalla más importante de su vida.
Viéndole por unos segundos como una especie de dios, Higuchi lo siguió en silencio de regreso hacia el edificio. Tras preguntar por la ubicación de Atsushi y seguir el camino hacia la dirección en la que se encontraba, acabaron pillándole de frente mientras caminaba por el pasillo en compañía de Tanizaki.
- ¿Hmm? ¿Katai-san? ¿Ocurre algo?
- Nekojima... - Katai se dejó caer al suelo de rodillas y pegó su frente contra el suelo en una posición demasiado patética que avergonzó a Atsushi - ¡Nekojima, te lo suplico, graba ese CD drama!
- ¡Ka-katai-san, levántese por favor!
- ¡Por favor! ¡No lo hagas por Kurogawa, hazlo por los millones de femboys que son profanados diariamente en la página de la rule 34!
- N-no sé qué es un femboy... ni la rule 34.
- Atsushi... mejor vámonos - propuso Tanizaki, confuso por lo que estaba teniendo lugar.
- ¡Espera! - Higuchi se arrodilló al lado de Katai. Era humillante, pero al pensar en Akutagawa, no le podía dar más igual el rebajarse a ese nivel - ¡Por favor! - acabó pegando su frente al suelo - ¡Yo también te lo suplico! No lo hagas por Akutagawa-senpai, hazlo por el pene de Dazai Osamu que tanto amas.
- ¡¿Ah?!
- Es lo que me contó Akutagawa-senpai, que eres un adicto al sexo obsesionado con el pene de Dazai Osamu.
- ¡Por eso precisamente no quiero trabajar con él!
- ¡Pero por favor! ¡Dale una oportunidad más! - Higuchi levantó su rostro solo para engancharse de una de las piernas de Atsushi - Sé que eres alguien piadoso, así que apiádate de mí.
- ¡Nekojima! - motivado por la iniciativa de Higuchi, Katai se enganchó a su pierna libre - ¡La paz del mundo está en tus espaldas! ¡¿Te rendirás tan pronto?!
- ¡¿De qué paz hablan?! ¡Y suéltenme por favor!
- Oi – Dazai llegó, mirando con ojos vacíos y sin alma el cómo Katai le abrazaba la pierna a Atsushi - ¿Cómo te atreves a poner esa sucia mano otaku sobre el sagrado muslo de Atsushi-kun?
- Da-dazai-san ¡espere! - aunque intentó detenerlo, el pie de Dazai se acabó estampando contra la cabeza de Katai y aunque este cayó, siguió agarrando a Atsushi aunque ahora su tobillo.
- ¿Se puede saber qué hacéis? Atsushi-kun me dio a mí el permiso exclusivo para manosearle.
- ¡Yo no hice eso!
- Graba el CD.
- Graba con Akutagawa-senpai, por favor.
Al comprender el verdadero motivo del manoseo, Dazai suspiró pero tampoco iba a dejar eso así. Solo él tenía derecho a manosear disimuladamente y no tan disimuladamente a Atsushi.
- Oye, oye, Atsushi-kun ya ha dejado clara su postura en ese tema – agarrando las caderas del más joven, le levantó sin problema haciendo que por la sorpresa se agarrase de sus hombros. Al estar ahora elevado en el aire, los brazos de Katai e Higuchi terminaron cediendo y soltando al chico – Te regreso al suelo, gatito.
Atsushi asintió, una vez en el suelo, miró con algo de culpa a Katai e Higuchi. No creía que el chico se mereciese recibir una segunda oportunidad, pero ver a su manager humillándose solo por él le hacía sentir algo culpable.
- Higuchi – Akutagawa acabó llegando con sus comunes aires de superioridad, Atsushi solo se pudo quedar mirándole mal aunque este ni siquiera se fijó en él - ¿Se puede saber qué haces? Levanta la cabeza, es patético.
- No.
- ¿Qué?
- ¡Que no! E-es decir – su confianza comenzó a flaquear, no estaba acostumbrada a ir en contra de una orden de Akutagawa - Sé que lo que más desea en el mundo es grabar un CD drama junto a Dazai Osamu y nada me haría más feliz que conseguírselo.
- Pero tú ya lo conseguiste.
- ¿Eh?
- Conseguiste la grabación, así que hiciste correctamente tu trabajo. Lo que pasó después en realidad no tiene nada que ver contigo.
La mirada azabache chocó por fin con la de Atsushi. Lo que para algunos les podría parecer un gatito y un cachorrito a punto de pelearse era en realidad un tigre salvaje y un dragón furioso a punto de clavarle las fauces al otro. Aunque Atsushi esperó pacientemente el primer comentario mordaz que lanzase el acosador número uno de Dazai, este no llegó. Akutagawa seguía manteniendo esa postura recta y esa barbilla en alto que lo hacían ver como todo un marqués ante un plebeyo como él.
- ¿De qué vas?
- Ya estabas tardando.
- ¿No es acaso normal que pregunte? Aceptaste grabar el CD drama, pero al mínimo problema tiras la toalla, me pones enfermo.
- Si me he echado para atrás es precisamente porque tú...
- ¿Con esa actitud te atreves a caminar a su lado? - a Atsushi no le hizo falta que concretase para saber que se refería a Dazai - ¿Qué te crees? Renunciando a un trabajo cuando ya lo habías aceptado. ¿Crees que por tratarse de un CD drama puedes ser menos profesional? Si fueses un seiyuu de verdad te tomarías más en serio tu trabajo.
- ¿Con qué cara vienes a hablarme de profesionalidad? Tú tampoco te ves muy profesional cuando insultas a tu compañero de trabajo.
- Oye, oye, no hace falta que peléis por eso. Ambos sois muy profesionales – Dazai decidió colaras entre medias usando la vieja confiable con los niños pequeños de ambos tenéis razón, pero no le fue tan bien como pensaba ya que las miradas de los dos chicos acabaron encima de él.
- Usted también a veces es muy poco profesional, Dazai-san.
- A pesar de la habilidad divina de Dazai-san, si se me permitiera poner una crítica sería que a veces peca de irresponsable.
- Ah...
- Dazai-san se distrae con camareras.
- Y con putas.
- Con chicos jóvenes.
- Y con zorras albinas.
- Que ataque de sinceridad tan cruel... - Dazai se comenzó a sentir cada vez más pequeño ante las acusaciones que le hacían.
- Vaya... sorprendentemente, ambos os parecéis mucho.
Las palabras de Katai fueron recibidas por unas tétricas miradas de Atsushi y Akutagawa.
- Ambos sois ukes con gran potencial en la Rule 34, parecéis animalitos y sois muy buenos criticando la manera de vivir de Dazai. Puede que una combinación vuestra haga seguramente arder el Internet, aunque para eso deberías ser capaces de hablaros sin intentar mataros.
Una vez más, ambos chicos se miraron aunque no muy bien entre ellos. El primero en apartar la mirada fue Akutagawa, que al observar de reojo a Higuchi y lo roja que estaba su frente por haberla estampado contra el suelo para suplicar a Atsushi, maldijo por lo bajo.
- Te odio, nunca me caerás bien, eres el ser más odioso que he tenido la desgracia de conocer.
- ¿Y qué planeas hacer continuando con los insultos?
- Pero soy un profesional, mucho más que tú. En este trabajo no todo es un lecho de rosas, muchas veces te encuentras con personas que no soportas, pero las ignoras y sigues adelante. En lo que a mí respecta... no pienso ignorarte.
- ¿Hmm?
- Te pienso aplastar, porque soy mejor que tú y porque yo... - miró de reojo a Dazai – Soy la elección correcta.
- ¿Qué es eso? ¿Un desafío?
- Es una declaración de guerra. Si te crees alguien digno de grabar con Dazai-san, entonces ven, te demostraré en primera persona lo superior que soy.
- Es una forma muy rebuscada de decir "graba conmigo, por favor", pero en realidad... no me parece mala idea. No te verás muy profesional cuando la grabación de un novato te eclipse.
- ¿Eclipsarme? Que broma tan graciosa, te dejaré tan humillado que volverás de rodillas al prostíbulo de donde saliste.
- Tú quedarás tan humillado que necesitarás todo tu sucio dinero para secar tus lagrimitas, aunque siempre podrás ir a llorar a las rodillas del pervertido de Chuuya-san.
- Tch – Akutagawa le agarró del cuello de la camisa y lo acercó a él - No dudaré en darte una patada si vuelves a hablar así de Chuuya-san.
- Yo también podría acabar dándote una patada si me vuelves a llamar puta.
Las chispas volvieron a saltar entre ellos, dejando al resto en un segundo plano. La grabación se retomaba, pero ahora Dazai se preguntaba si era lo mejor, lo mismo acababan tirándose de los pelos como siempre. Aunque el temor a una pelea en la grabación le echaba para atrás, el verlos ahora mismo con esa rivalidad en sus miradas le hizo pensar que tampoco estaba mal. Para seguir creciendo, siempre venía bien el tener a alguien con el que competir y aunque se llevasen fatal, eran inconscientemente el motivo del otro para seguir mejorando.
Sí, definitivamente esos dos eran idénticos.
Diez era las llamadas perdidas que Ozaki había obtenido al intentar contactar a Chuuya, el día de ayer salió a la venta un nuevo CD drama que involucraba al dueño de los pensamientos de su representado y aunque habría preferido que Chuuya no se enterase de esa nueva grabación, le fue imposible debido al éxito que pareció tener. El que contasen con Dazai como seme ya era un éxito 100% seguro pero los comentarios que llegaron alababan sobre todo el papel que desempeñaron los ukes de la relación. Algunos decían que envidiaban a Dazai por haber disfrutado en primera persona de tal espectáculo.
Cuando llegó por fin a su piso, Ozaki dirigió su mano hacia el timbre pero al ver la puerta abierta le hizo temer lo peor.
- ¿Chuuya? - preocupada se adentró en la vivienda y buscó por los alrededores la enana cabellera pelirroja - ¡Chuuya! - como todo estaba a oscuras, no veía por donde pisaba, pero un escalofrío recorrió su cuerpo cuando la dureza del suelo fue sustituida por algo más blando. Al agachar la mirada se encontró con que había pisado el estómago de Chuuya - ¡Chuuya!
- Fahajskala - comenzó a balbucear cosas inentendibles.
- ¡Chuuya! ¿Qué te ha pasado? - al agacharse a su lado, se percató de que unos auriculares unían sus orejas a su teléfono móvil. ¿Acaso sería esto una de esas maldiciones que se difunden enviando imágenes o audios? Con el afán de descubrir que era lo que había pasado, le quitó uno de los auriculares y lo acercó a su oreja, enseguida fue recibida por una mezcla de gemidos de Akutagawa y Atsushi y unos comentarios sucios de Dazai que le colorearon el rostro de rojo - ¡Pero Chuuya! - como si el auricular ardiera, Ozaki lo dejó caer - ¡Esto es tan vulgar! ¡¿Cuál es tu problema?!
- Ese hijo de puta... - Chuuya abrió su puño, dejando ver que ahí tenía un muñeco vudú fabricado especialmente para Dazai – No le perdonaré nunca... el haber profanado al amor de mi vida.
- Oye... ¿sabes que no es real?
- El muy desgraciado.... ¡el muy desgraciado se ha hecho un trío! ¡¡Hijo de puta!! - por su mente no dejaba de pasar la imagen de un Dazai de rostro diabólico haciendo toda clase de perversiones a un Akutagawa y un Atsushi a cuatro patas, desnudos y gimiendo en la cama.
- Si tanto te enfada, mejor deja de escucharlo – aunque le intentó arrebatar el auricular, Chuuya rodó como croqueta en el suelo y lo esquivó.
- No puedo ignorar un trabajo de mi Ryu.
- Es decir, te has excitado por Ryunosuke. ¿En serio te da igual escucharle con otro hombre?
- Es mi Ryu... es suficiente con silenciar el audio cuando hable Dazai y ponerme a hablar yo.
- Ugh... - el rostro de Ozaki perdió color – Querido, eso es muy patético y si me permites, algo asqueroso.
- Ryu... ¡¡¡¡¡RYU, TE QUIEROOOOOOOOO!!!!
- Chuuya, para ya y dame eso. ¡Chuuya!
Ozaki comenzó a perseguir a Chuuya para arrebatarle los auriculares, pero el chico continuaba en modo culebra reptando por el suelo. Entretenidos en esta pequeña persecución, ninguno prestó atención a la televisión que se mantenía encendida y dónde estaba teniendo lugar una entrevista.
- La última película en la que ha participado ha recaudado bastante en taquilla, Sasaki-san. ¿Qué es lo siguiente que hará en su carrera como actriz?
- Es una pregunta difícil - la cámara pasó de enfocar a la presentadora a enfocar a una hermosa mujer joven de piel pálida y cabello largo y oscuro – Pero de momento regresaré a Japón.
- ¿A Japón? ¿Por qué motivo? ¿Familia? ¿Amigos? O tal vez... ¿un romance?
- Jajaja - usó su mano para tapar su boca mientras reía - Digamos simplemente... que tengo asuntos pendientes allí.
- Que mala, no nos deje con la intriga, Sasaki-san. ¿Qué es, qué es?
- Lo siento – la mujer miró de frente a una de las cámaras, puso su dedo por delante de sus labios en señal de guardar silencio y guiñó uno de sus ojos – Es un secreto~
Hola!!! Hasta aquí el capítulo. No me pueden gustar más los apodos que pone Katai, los amo. Nekojima supremacy 🛐
Hay un dicho en España, no sé si en otros países igual que dice: "Hay gente que nace con estrella y otros estrellados". Creo que es el caso de Dazai y Chuuya XD
Spoiler del próximo capítulo: Sasaki Nobuko. Agárrense porque vienen curvas y problemas.
Gracias por leer, os quiero y nos vemos en el próximo capítulo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro