Entramos al sótano, Silas encuentra el libro, pero este no tiene nada.

―Es una trampa ―murmura mi novio.

La puerta de atrás de nosotros se abre, entonces vemos entrar a Vagdae, el tipo con el traje de mayordomo.

―¿De verdad creíste que podías deshacerte de esa maldición?

―¡¿Quién eres tú?! ―Se gira a mirarlo, enfadado.

―Los susurros en tu cabeza te mintieron, intentan salvarse de quien los persigue, pero este es el final del camino.

―¿Acaso eres Crawford?

―¿Quién es Crawford? ―pregunto, perdida en la conversación.

―Soy yo. ―Entra Tructor con su arma y nos dispara a todos, atrapándonos con una red, incluyendo a Vagdae―. Debí aparecer en el epílogo, pero ya qué. No iba a perder la oportunidad de atrapar a las voces de Odrelion esta vez.

―¡¿En el epílogo?! ―chillo.

―Felicidades, Nam. ―Sonríe el rubio―. Al final cumpliste tu sueño, estás en un libro de Wattpad.

―¿Qué? ―Esperen un segundo―. ¡¿QUÉ?!

Se abre una serie de portales debajo de nosotros y somos envueltos por unas extrañas burbujas amarillas. Mientras el cazador se me aproxima, Silas regresa a cambiar a su forma de mujer, así que se nota que su maldición continúa. Solo espero que no se haya olvidado de mí.

―Me la llevaré a otro sitio ―le cuenta―. Si quieres recuperarla, dile a tus vocecitas que no se opongan a este viaje.

Antes de responder, Silas es el primero en ser absorbido por un portal, luego le sigue Vagdae, pero él escapa, creando uno diferente para huir. Al parecer soy la única que no tiene oportunidad de salvarse, ya que no poseo ningún poder.

―No sufras, pequeña. ―Sonríe Crawford―. No es el fin de la magia negra, es el comienzo de otra historia.

El último portal se activa y soy absorbida, entonces floto al llegar al otro lado. ¡Oh, es tan alto! Siento un poco de vértigo al ver todo desde aquí. Creo que hay gente hablando en aquel pastizal, lástima que no escucho nada sobre estas nubes. ¿Ese es Silas? Quizás mi final feliz sí exista.