Flasback

− ¡No puedes salir con ese chico! – dice el innombrable de mi hermano. No he vuelto a decir su nombre desde el asesinato, solo le vi en una ocasión después de eso, cuando me llevé las cosas del piso en el que ambos vivíamos.

− Ja ja ja, así es como me río yo de lo que tú me digas – digo consiguiendo cabrearlo aún más – Si al menos me diera un motivo para no verlo, quizás y solo quizás entonces me plantearía no verle – añado.

Yo sabía que Lucas era un vampiro, lo conocía desde hace poco, apenas unas semanas, pero era como si lo conociera de otra vida, esa mi alma gemela. Mi hermano sabía que era un vampiro, pero no sabía que yo lo sabía. Mi hermano era un cazador de vampiros y yo no lo sabía, me enteré el 14 de febrero, el horrible día que le clavó una estaca a Lucas cerca del corazón.

Me encerró en mi habitación, pero yo me escabullí por la ventana hasta las escaleras de emergencia en caso de incendio y me encontré con Lucas en la discoteca. La noche fue genial. Hasta que mi hermano me llamó y el muy idiota, rastreó la llamada y me encontró. Por suerte había en la disco un par de chicas de mi clase, una de ellas, no recuerdo su nombre, era por la que babeaba mi hermano. Cuando mi hermano me llamó supuse que aparecería en menos de cinco minutos en la discoteca y en realidad solo tardó cuatro y medio. Total, me acerqué a las chicas y las dije que mi amiga de otro instituto al final no había podido venir porque sus padres la habían castigado y les avisé de que el lunático de mi hermano iba a venir a buscarme porque me había escapado para verla. Les conté una pequeña mentira y las pedí que me cubrieran y dijeran que había quedado con ellas, pues mi hermano pensaba que era una mala influencia para mí. Me cubrieron y me sonrieron amablemente cuando mi hermano me colgó cual saco de patatas para sacarme de la disco.

Una vez en el coche le conté que había cancelado muy planes con Lucas y había quedado con ellas. Él se lo creyó y me pidió que no volviera a escaparme así nunca más. Yo simplemente mi hice la dormida. Me subió a mi habitación, me depositó en la cama y me dio un beso en la frente antes de cerrar la puerta del cuarto.

Fin del flashback.