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4

Pov Rui

—¿Pero de qué está hablando, abuela? Yo voy a quedarme en casa este fin de semana y no tengo planes de salir —espeto y me aproximo tranquilamente a las escaleras para ir a mi cuarto.

—Bueno, Rui, tendrás que cambiar de planes porque... Los boletos al parque ya están pagados y no por mi parte, así que sería muy descortés rechazarlos —dice rascándose su sien.

—¿Desde cuándo los tiene? —pregunto enojada por el hecho de que no me había dicho nada.

—Desde que vino Yuuto. Dijo que iban a ir unos amigos y que era cortesía de su padre. También me dijo que no te dijera hasta hoy por el miedo de que le dieras el boleto a alguien más.

—¿Eso significa que usted confía más en Yuuto que en mí? —hago otra pregunta, ahora con indignación.

—Sé que hice mal al no consultártelo pero como ya dije, necesitas salir y convivir y esta es una gran oportunidad. Por favor entiende que lo hago por tu bien —me dice dándome el boleto. Me dan ganas de romperlo pero al recordar que es un regalo, me contengo, lo agarro y me voy corriendo a mi cuarto.

No puedo creer que mi abuela sea tan infantil que les siga el juego a niños de mi edad en lugar de poner un ejemplo. En fin, ya estando en mi cuarto me quito el uniforme para ponerme un short y una blusa de manga larga y buscar un atuendo adecuado para el domingo. Al final termino eligiendo uno que no es muy cómodo que digamos pero es muy lindo y al descubrirme emocionada de ver a Yuri y Aki y pensar el cómo reaccionarían, reconozco que no es tan mala idea.

Pov Yuuto

Apenas son las 7 de la mañana y ya estoy listo para irme. Lo que causó esto es que casi no pude dormir nada así que me levanté a las 5 y me hice desayuno, me cambié de ropa y acomodé mis cosas. Ya he salido muchas veces con mis amigos, y con algunos de los miembros de hoy también, pero lo que hace especial y emocionante de este día es la presencia de Rui. Bueno, si es que mi plan fríamente calculado ha funcionado.

Le dije a su abuela que mi hermano y yo iríamos por ella. Me espero a que Shuuto se aliste y salimos de la casa a las 9:30 para llegar a la hora acordada a su casa.

Al llegar salgo del carro de mi hermano, y como la casa no tiene timbre, toco la puerta. En unos diez segundos su abuela abre la puerta.

—Hola, Yuuto. ¿Gustas pasar?

—No gracias, yo solo vine por Rui —contesto con un poco de nerviosismo.

Llama a Rui y ella sale de mala gana después de discutir un poco con su abuela dentro de la casa. Lleva puesto un vestido morado con volantes que le llega hasta la rodilla. Sinceramente se ve muy bien.

—Ese vestido está bonito —digo honestamente, intentando que por lo menos se ría pero solo me dedica una mirada pesada y fría.

—Gracias. Oye, ¿cuántos años tiene tu hermano?— pregunta. Bueno, sólo dije que su vestido estaba bonito, no ella en sí. Le abro la puerta y entra al carro, y yo la sigo.

—Tiene veinte años. La que va a su lado es su novia.

—Mucho gusto a los dos —dice educadamente y los adultos le regresan el gesto—. Entonces, Yuuto, ¿todos los que estudiamos en la biblioteca vamos a ir?

—Exacto —respondo y se queda callada observando la ventana.

Después de los treinta minutos de camino, Rui está totalmente dormida. La sacudo delicadamente y se despierta. Al entrar en conciencia del lugar que está quita rápidamente mis brazos de su cuerpo y se baja del carro después de mi hermano y su novia.

En la entrada del parque nos encontramos con Yuri y Aki.

—¡Buenos días tortolitos! Los estábamos esperando desde hace rato —grita Yuri con mucho entusiasmo.

—¿A qué hora llegaron? —pregunto un poco incrédulo.

—No te creas, yo llegué hace cinco minutos —dice Yuri en tono de burla.

—Pues yo llegué hace media hora y me dejaron sola mis padres. Y todo esto solo por causa del amor de Yuuto hacia Rui —dice Aki en tono quejumbroso por lo que yo me sonrojo y Yuri la voltea a ver feo.

Rui se queda con la misma cara y mirada inexpresiva y parece que no está poniendo atención en nada. No sé si eso sea bueno o malo. En eso llega Haruya corriendo y entramos con los boletos. Ya adentro se nos une mi hermano y su novia que dicen que nos van a acompañar ya que no podemos andar por ahí solos.

El primer juego que nos subimos son las copas de té. Rui sostiene la agarradera muy fuerte y tiembla mucho. En ese momento parece muy indefensa pero esa sensación se sale de mi cerebro cuando entramos a la casa de espantos y no se asusta para nada y lamentablemente no se aferra a mí. Y en la montaña rusa está riéndose y yo a su lado estoy gritando de miedo. ¿Cómo es que le da miedo las copas de té que dan vuelta y las otras dos cosas no?

Después de comer, la última atracción que nos subimos es la rueda de la fortuna. Pero no la común que da muchas vueltas. Es una rueda gigante que tarda como cinco minutos en dar una vuelta y desde la cima se puede ver toda la ciudad. Mi hermano obviamente se sube con su novia, mientras Yuri convence a Aki y Haruya que se vayan los tres para dejarnos solos, cosa que agradezco con la mirada.

—Eres más miedoso que yo —se burla Rui en cuanto nos quedamos solos en el cubículo.

—Pero tú te asustas por cosas insignificantes —contraataco.

—Solo estaba fingiendo —dice con un pequeño puchero en la cara.

—Pues no lo hagas.

—Wow, gracias, has solucionado mi vida. —Rueda los ojos y ríe.

—¿No crees que tenemos una buena conexión? —pregunto repentinamente. Creo que eso fue bastante sentimental.

—Sí. Es como... ¿Amistad a primera vista?

Esa respuesta me hace despertar de mi pequeño ensueño. Desde la primera vez que la vi me gustó pero nunca consideré lo que ella pensaba. La seguí como acosador hasta el hospital, la obligué a relacionarse con personas a las cuales nunca les había hablado y ahora con mi plan sucio hice que viniera con nosotros aquí. Yo disfruto verla todos los días y tenerla a mi lado en este momento pero, ¿ella se estará divirtiendo? Además acabo de darme cuenta que rechazó cualquier oportunidad de ser más que amigos.

—¿Qué? Fue lo primero que se me vino a la mente —dice al ver mi expresión seria, y empieza a reír. Al fin se ve feliz.

—Nada, Rui, Nada.

Pov Rui

Toda la siguiente semana tuvimos descanso por el Golden Week, y me la pasé en mi casa viendo anime y películas. El miércoles de la segunda semana de mayo, es decir después del Golden Week, nos regresaron los exámenes. Yuri se había sacado 400 puntos de 500, al igual que Aki. En cambio, Haruya, Yuuto y yo sacamos 350.

—¡Es la primera vez que saco calificaciones tal altas! —grita Yuuto efusivamente.

—No quiero arruinar tu felicidad, pero el profesor nos amenazó diciendo que las calificaciones más altas salen en este trimestre y desde el segundo todos salen bajos —digo con mala intención.

—Rui, eso fue cruel. No llores mi amor, abrázame —dice Haruya, primero a mí y luego a Yuuto, y empiezan a formar una escena homosexual.

Yo no pienso bajar de calificaciones. Las calificaciones de esta vez son justificables, pero tengo que recuperar mi nivel. No puedo estar perdiendo el tiempo saliendo con personas que apenas conozco hace un mes y un acosador.

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Cuando menos me doy cuenta, ya estamos a mediados de junio y casi todos los días llueve. Para mí, que me gusta estar más en casa leyendo y viendo películas, no es un gran problema, excepto cuando tengo que ir a la escuela, o sea, de lunes a viernes. Irónico.

Me he seguido juntando con las mismas personas pero ya no he entablado una conversación que de verdad se pueda llamar así con Yuuto. A veces Yuri me sugiere que no sea tan dura con él pero no pienso hacerle caso, pues me incomoda el hecho de que cambie mi entorno de un día para otro y haga que mi corazón sobresalte con preguntas inesperadas.

Cuando me cambio de zapatos para entrar al edificio de la escuela, Yuuto me saluda, a lo que respondo con un leve movimiento de mano. Todas las mañanas tiene prácticas de fútbol, pero debido a la lluvia estas se cancelan, y es común que nos topemos y vayamos juntos al salón, aunque no es por mi voluntad sino la suya, pues él sigue mis pasos, sean lentos o rápidos. Este incómodo momento dura bastante ya que nuestro salón está hasta el cuarto piso.

—¡Miren, ahí van los novios! —exclama Masato al vernos entrar al salón juntos. No se le ha quitado esa idea de que somos más que amigos desde el primer día. Y eso que yo no me relaciono mucho con él.

—¡Qué hermosa pareja! ¡Beso, beso!

Los demás niños le siguen la corriente. Parece que sus mentalidades se quedaron atrapadas en primaria y no llegaron a secundaria.

—A mí no me engañan, se estaban dando de la mano antes de entrar al salón —asume Masato y cruza sus brazos sentado en su silla.

—Pues —Yuuto me agarra de la mano bruscamente y la levanta—, la verdad es que sí, y si quieren también lo hacemos aquí —exclama y se sonroja al darse cuenta del disparate que acaba de cometer y me suelta rápidamente. Confianzudo.

—Hasta que lo admiten. ¿Y para cuándo los hijos? —Los ojos entrecerrados de Masato me miran y los demás se ríen.

¿Por qué nadie aquí considera mis sentimientos y dice lo que se le da la gana? Ah, es cierto, frente a ellos yo no tengo sentimientos. Si Yuri estuviera aquí ya los hubiera callado.

—Por eso no tienes novia, Masato —dice Aki con cara igual de inexpresiva que siempre. En parte ella se parece a mí. Las burlas ahora van dirigidas a Masato.

—¿De qué rayos hablas, Aki? ¿Acaso crees que quisiera andar con una criatura complicada y fea? —responde Masato cuando llega la maestra y todos guardan silencio por un segundo y siguen hablando.

Definitivamente Yuri está loca. Según ella yo le gusto a Masato y debería andar con él, a pesar de decirme que no sea mala con Yuuto. Pero lo único que Masato hace es molestarme por juntarme con Yuuto. Es vulgar y para nada amable. Y lo peor de todo, se sienta a un lado de mí. Los hombres son unos tontos.

Se acaba la primera, segunda, hasta tercera clase y Yuri no llega. Y nunca llegó. Cuando acaban todas las clases me voy solitariamente hacia el salón de música donde practicamos las canciones de coro y me encuentro con una niña de segundo.

—Oye, ¿podrías ir por la llave del salón por favor? —pregunta con un tono que no acepta negación.

—Sí, pero no sé dónde están.

—Está en el edificio norte —responde con desdén.

En este momento estamos en el edificio sur, al lado está el edificio central y hasta el otro extremo de la escuela está el edificio norte. Tengo que recorrer toda la escuela pero como nunca he ido y se supone que se turnan para ir hasta allá, empiezo a caminar sin quejarme.

Cuando apenas cruzo el pasillo que conecta el edificio central y norte, me pongo a pensar cuál es el camino. Nunca había venido por acá porque son los salones de tercero. Caminando lentamente veo a tres niñas acercarse. De ellas sólo conozco a una. Y es que si eres de primero tienes que conocer a Ishikawa Mari, la líder de todo el grado. Está en el grupo 3, tiene muchas amistades y excelentes calificaciones.

—Hola, Rui, ¿Qué haces aquí? ¿Te puedo ayudar en algo? —pregunta con su afeminada voz. No puedo creer que sepa mi nombre.

—Estoy buscando la dirección para ir por unas llaves —respondo con una pequeña sonrisa falsa.

—Nosotras te llevamos, síguenos.

Me agarra de la muñeca para que siga su paso. Creo que ya encontré a la segunda Yuri en esta escuela.

—Disculpe, ¿Nos podría dar la llave del salón de música? —Mari entra antes que yo y pregunta.

—Claro que sí... Aquí tienen.

El maestro que estaba ahí le entrega las llaves.

—¡Gracias! —dice Mari igual de alegre que hace rato y me las entrega a mí, y ni siquiera tuve que entrar.

—Muchas gracias, Mari. —Agacho un poco la cabeza en forma de reverencia.

—No hay de qué. Puedes pedirme ayuda para lo que necesites. —Después de su trato cortés se va corriendo con sus amigas.

Más adelante se topan con un profesor, el cual las regaña, cosa que hace que se rían a carcajadas. Yo me voy corriendo lo más rápido que puedo hacia el salón de música.

—¿Por qué te tardaste tanto? Sólo necesitabas cinco minutos para ir y regresar —se queja la de segundo entre todas las voces de las demás, pero la ignoro y abro la puerta.

—Hoy vamos a practicar nuevas canciones, así que vengan a tomar las partituras —indica la líder del club. Todas van tomándolas rápidamente y yo me espero. Cuando sólo quedan para una persona, las agarro, pero alguien me las arrebata.

—Eres muy buena para cantar, no creo que necesites esto —dice la mismísima chica de segundo que me pidió que fuera por las llaves.

—¡Regrésamelas! —grito y trato de recuperarlas pero es más alta que yo y con sólo alargar los brazos logra que no las alcance.

—Tienes que pedirlo a favor, somos mayores que tú —reprocha exigiendo el respeto que no se merece y les va pasando las partituras a las demás. Yo persigo su camino pero ninguna tiene sentido común para dármelas. Todas se paralizan cuando la puerta se abre.

—¡¿Qué están haciendo?! ¿Y esas notas? —pregunta la maestra de música.

—Son mías —digo con una voz casi inaudible.

—Rui, aquí tengo otras notas. —La maestra percibe mi presencia a pesar de mi tono de voz y me da las hojas.

—Muchas gracias —digo con sumo respeto porque ella sí lo merece y empiezan los ensayos. Nadie más me volvió a molestar ahí.

En cualquier lugar hay personas odiosas, pero también otras muy buenas. Aunque creo que hoy las odiosas destacan, porque al llegar a la entrada después del club encuentro mi paraguas quebrado junto con una nota.

"Las extraterrestres con ojos azules no necesitan paraguas"

Y eso me hace recordar a mis compañeros de primaria...

—¿Qué quieres, huérfana? Das asco —dice Kanami con mi cuaderno de tareas en la mano.

¿Para qué quieres ese cuaderno?—pregunto un poco frustrada.

—Pues ni modo que para observar su belleza. O sea obviamente para copiar, ¡Tonta! No creo que con tus neuronas de animal hayas podido hacer esto, así que supongo que lo copiaste de otro lugar. No te preocupes, voy a tirar tu tarea copiada en el bote de basura del baño —escupe mientras transcribe en su cuaderno.

Notas desagradables en mi casillero. Mis zapatos en la taza del baño. Encierros en el lugar donde guardan artículos de limpieza. Todo eso y mucho más me han hecho y lo único que hacen los maestros es "regañarlas" a medias. Ya estoy más que harta que me olvido del miedo y grito.

¡Ya basta! ¿Qué les hice yo para que me traten así?

Huérfana, lo único que nos impedía humillarte era la presencia de tu madre. Pero ya que no está, nos tomamos la libertad de hacerlo. Al fin y al cabo, no vales nada, y la única persona en este mundo que te apoya es tu madre. Ah, cierto, ya murió.

Pov Yuuto

Hoy sólo vimos a los de voleibol jugar como cada vez que llueve. Después de la aburrida hora, me voy con Haruya hacia la salida del gimnasio. Afuera encuentro a Rui con la cabeza gacha y mojándose en la lluvia. Corro hasta dónde está y sitúo el paraguas de modo que cubra a ambos. Ella no levanta la cabeza.

—Oye, ¿qué te pasó? ¿Por qué no traes paraguas? —cuestiono en susurros. Al fin ella me voltea a ver. Sus ojos color cielo están cristalinos.

—Es una larga historia.

—Cuéntame —le sugiero pero ella me ignora y sigue caminando. Yo la persigo para que no se moje.

—¿Sabes? Si compartimos paraguas nos van a decir que somos novios —masculla.

—¿Tú crees que te voy a dejar sola no más por la opinión de los demás? Tal vez a ti te importe que piensen eso, pero a mí me importa más tu bienestar —le contesto acercándome a su oreja.

—Estás en toda la libertad de dejarme sola —susurra volteándome a ver con lágrimas en sus ojos.

—Pero no lo haré. Ahora, cuéntame qué te pasó —digo y, después de pensarlo mucho y dar un gran suspiro, abre la boca.

—Bueno... Hoy iba al club y me pidieron ir por las llaves y —me cuenta lentamente lo de Mari hasta lo que pasó con el paraguas y sobre la nota. Sorprendentemente, se abrió lo suficiente como para platicarme sobre lo que sufrió en la primaria.

Eso me hace enfurecer mucho y aprieto mi puño. La acompaño los cinco minutos de trayecto a su casa, me fijo que entra a su casa sin problemas y me voy caminando al lado contrario, donde está mi casa. El camino fue más largo que de costumbre, pero por alguien como Rui, todo vale la pena.

Ahora entiendo por qué no quiere abrirse con la gente y le incomoda la cercanía. Espero y ahora pueda ayudarla a que sepa que está con buenas personas y que mientras esté con nosotros eso nunca volverá a pasar.

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Gracias por leer esta historia, espero que les haya gustado
 Los próximos capítulos se los dedicaré a los que más hayan comentado en el capítulo anterior :3

Ishikawa Mari石川真里

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