Pov Masato

Sus labios del color de un pétalo de cerezo son cálidos y suaves. Después de alejarme por un momento, vuelvo a besarla, esta vez agarrando su cabeza para que dure al menos cinco segundos y parezca real.

—Oh, parece que ya había alguien aquí. Vámonos, Yuuto —sugiere Mari al entrar y Rui voltea a verlos. Pero cuando lo hace ya están bajando las escaleras.

—¡¿Por qué demonios hiciste eso?! —exclama Rui y me empuja, y como estamos sentados casi caigo de cabeza. Pero levanto mi torso rápidamente—. Además, no creo que casualmente hayas hecho eso cuando se te olvidó cerrar con llave. Todo esto estaba planeado, ¿cierto? —cuestiona Rui y lo único que hago es asentir—. Ahora dime, ¿Quién te dio esas llaves?

Nunca la había visto tan alterada. Todo su cuerpo está temblando de furia y parece que en cuanto pueda, me va a golpear. Su actitud me pone nervioso.

—Supongo que te alteras tanto porque te gusta ese estúpido pelicastaño.

—¡No me cambies el tema! ¿Quién te las dio? —Ahora se acerca mucho a mí y me pone nervioso en otro sentido.

—Fue Kanami. Me dijo que te besara cuando Yuuto estuviera viendo para que al fin él se diera por vencido —respondo y la cara de Rui muestra confusión, pero inmediatamente se sonrosa—. Vaya que te gusta.

Rui carraspea y contesta.

—Me he dado cuenta de que, a pesar de todo, sigo buscando a Yuuto. No estoy segura si sea amor de pareja, pero me siento cómoda a su lado y siento que él me protege. También estoy dispuesta a hacer todo lo que pueda por él.

Ahora habla más calmada, pero tiene sus brazos cruzados, como si estuviera alerta de mí. Agacho la cabeza. Yo también la he ayudado, he estado en sus momentos difíciles para darle consejos, y la he protegido, pero ella sigue pensando en él a pesar de ya no verlo tan seguido.

—Entonces en lugar de quedarte aquí, y esperar a que él venga a ayudarte como siempre, lucha. Igual con Kanami y Mari. Demuéstrales que tienes tus límites y ya no soportarás más sus atrocidades —digo, dejando de lado el hecho de que yo nunca me he enfrentado a la realidad. Pero es que, si yo no pude, al menos ella debe hacerlo para ser feliz—. ¿No preguntarás por qué acepté el trato con Kanami?

—Puedo asumirlo, y no me interesa hablar a fondo de eso. Además, sé que le gustas a una niña y no quiero que pierdas el tiempo conmigo cuando puedes obtener la felicidad con alguien más. —Sonríe tenuemente.

—¿A quién le gusto?

—Tendrás que averiguarlo tú mismo. Ahora dame las llaves de la azotea y déjame sola. Las dejaré escondidas detrás de las escaleras, así que ven por ellas mañana. —extiende su mano en frente de mí y yo vacilo—¿Qué esperas? —Suspiro y le entrego las llaves, y me encamino hacia la salida.

—Adiós, Rui —me despido por última vez.

—Adiós, traidor.

Bajo de la azotea me siento ahí en el suelo. No debí hacer ese trato solo para tener una excusa para acercarme a ella sin que los demás dijeran algo, para no ser criticado y que alguien quisiera arruinar mis sueños. Pero ahora lo arruiné todo por mí cuenta, así que no importa.

Pov Yuuto

—¿Qué es tan importante para que me lo quieras decir justo ahora? —exijo y Mari toma aire.

¿Qué será lo que me quiere decir, días después de que se acabó el festival deportivo?

—Me has gustado desde hace muchos años y me gustaría preguntarte si... ¿Quieres salir conmigo? —Ante su declaración repentina, quedo estupefacto pero respondo firmemente.

—Lo siento, siempre te he visto como mejor amiga, y no creo que podré verte como algo más. Además, me gusta alguien más. —Mari parece decepcionarse por mi respuesta, y está al borde del llanto.

—Bueno, al menos seguirás siendo mi mejor amigo, ¿verdad? —pregunta y asiento silenciosamente—. También te quiero pedir un favor... ¿Podemos fingir que somos novios de vez en cuando?

Levanto una ceja ante su petición, pero trato de ser lo más amable posible. Después de todo, al perder su amistad también podría perder mi buena reputación en la escuela.

—Solo cuando estemos solos, y eso mientras esté soltero.

Sin embargo, al siguiente día ya había roto el trato. En el receso le dijo a todos mis amigos que empezamos a salir oficialmente y todos me felicitaron con vitoreos. Haruya fue el único que me preguntó sobre el asunto, y le dije la verdad. Dijo Mari le daba pena. Casi todos los días se la pasa pegada a mí cuando puede, y el rumor de que nosotros andamos ya se extendió por toda la escuela.

Un día le pregunto algo que he repetido muchas veces.

—¿Dondé estará Rui? Algunos dicen que está escondida en un lugar de la escuela. —Normalmente Mari responde que no sabe y no le importa. Pero hoy es diferente.

—Te enseñaré dónde está para que la superes de una vez.

Lo dice como si tuviera un significado profundo y me lleva hasta la orilla del pasillo.

—Aquí no hay nadie.

—Pero allá arriba sí —señala. Luego saca unas escaleras, las cuales subo con ella, y estas se conectan a la azotea. Sin tiempo de sorprenderme por la existencia del lugar, veo una escena que me sorprende más: Rui y Masato besándose apasionadamente—. Oh, parece que ya había alguien aquí. Vámonos, Yuuto.

Dice en cuanto se asegura que veo la escena, y me jala fuertemente para que baje rápido. No puedo creer, no, más bien no quiero creerlo.

—¿Eso es lo que me querías mostrar? ¿Acaso crees que eso haga que me deje de gustar y automáticamente guste de ti? —Mis palabras parecen apuñalar a Mari en lo más profundo de su ser.

—¿Por qué eres tan cruel conmigo? ¿Por qué tiene que ser ella y no yo? —pregunta y las lágrimas brotan y brotan de sus ojos. Pero tengo que ser sincero con ella.

—Me caías bien antes de que empezaras a despreciar a otras personas, y a ser cómplice del acoso escolar. ¿Se supone que debería enamorarme de alguien así? —Mari se queda callada por el resto del receso y cuando suena el timbre se va sin despedirse.

Los siguientes días en los que evito contacto con cualquier amigo de la primaria excepto Haruya para no tener que estar con Mari se vuelven semanas. A principios de diciembre, Aki se acerca a mí.

—Tengo que hablar contigo sobre algo.

—¡Claro! ¿Qué pasó?

—Es sobre Rui.

Pov Aki

—¡Qué raro, hoy no has desaparecido en el receso! —exclamo y Masato me voltea a ver.

—¿Por qué me iría si ya no tengo que cuidar a Rui? —cuestiona y yo me sorprendo tanto que me paro de mi asiento.

—¿Rui había estado viniendo todo este tiempo? Y, ¿Qué hiciste para que Rui dejara de venir por completo? —Masato aparta la mirada de mí y entrecierro los ojos— Necesito una explicación.

—Te la daré, pero no aquí —dice y también se levanta de su asiento. Me lleva hasta la azotea, cuyas llaves mágicamente estaban escondidas por ahí, y me explica cómo empezó todo.

—Ya habían pasado varios días desde el festival deportivo cuando Kanami me habló después de clases, dándome las llaves de la azotea. Me dijo que era para que llevara a Rui ahí y fingiera ser su pareja, el día que Mari me dijera. No sé por qué me lo dijeron a mí, pero pensé que sería una buena oportunidad para poder acercarme a ella sin tener que preocuparme del pelicastaño.

—¿No pensaste que era una trampa? —cuestiono.

—Lo único que pensé es que al fin podría saber más a fondo lo que había en esa mente que veía las cosas desde unos ojos azules. Siempre supe que no eran lentes de contacto, pero era una buena excusa para hablarle. Durante el tiempo que estuve en la azotea con ella en los recesos, descubrí que a pesar de sufrir tanto no había renunciado a la vida y sentí admiración hacia ella. Se convirtió en un ser perfectamente imperfecto para mí. Pero el día que Mari me habló, tenía que llevar a cabo el plan para que no sospecharan.

Me duele escuchar cómo habla maravillas de ella mientras yo podría estar hablando de lo que hace especial a Masato. Por fuera puede parecer un típico niño rebelde que trae audífonos cada vez que puede, le gusta el manga y algunos libros de fantasía, su color favorito es el azul, su tipo de sangre es O, su signo zodiacal es libra, y su estatura es de 1.65. (No pregunten de dónde conseguí toda esa información.)

Pero en realidad es un chico delicado el cual tiene muchos sueños, pero no se los dice a nadie porque todo lo que desea en voz alta, las personas se encargan de destrozarlo. Quería ser un gran futbolista y todos en el club de fútbol se encargaron de molestarlo y hacer que lo corrieran del equipo. Quería aprender a dibujar, y le rompieron todo su cuaderno de bocetos. Quería tener una familia feliz por siempre, pero sus padres se divorciaron. Suena como si fueran estupideces, pero si lo piensas bien es lógico que ahora todo le dé igual y nunca diga lo que más anhela y se comporte como si no lo quisiera, para que los demás piensen que de verdad no lo quiere y se lo dejen a él, en lugar de quitárselo por quererlo.

—Hey, Aki. ¿Me estás poniendo atención? —pregunta Masato y vuelvo a la realidad.

—Sí. Mira, la verdad creo que lo tuyo era obsesión y no amor, pues si de verdad la amaras no hubieras aceptado ese trato, el cual sabías que de cualquier manera iba a herir a Rui. Si de verdad la amaras, sabrías decir más cosas de su personalidad, no solo cosas superficiales. Tú solo estabas encaprichado por ella, por su belleza. Estabas buscando amor, pero no correctamente —bramo, en parte desquitandome porque a mí nunca me ha puesto atención a pesar de que siempre escucho sus más profundos lamentos.

—Hablas como si supieras mucho de amor —comenta Masato y mi corazón sobresalta—. A ver, según tú, ¿Qué es el amor y cuál es la forma de buscarlo? —cuestiona y suspiro. Tendré que responder algo relacionado pero un poco diferente a lo que preguntó.

—¿Sabes por qué todos buscan amor de pareja verdadero? Porque es algo mágico e inexplicable que no es como el amor de hermanos o de padre e hijo, donde ya tienes a una persona asignada, y es más fuerte que una amistad, en la que no se llega a conocer a la persona tan detalladamente. Todos buscan sentir que les tiembla el alma al ver a una persona, sentir alegría al verla y tristeza al despedirse cada día. Incluso cuando la otra persona no siente lo mismo y les toca sentir un nudo en la garganta y el corazón, al punto de derramar lágrimas. Todos hablan de él y desean tenerlo, porque correspondido o no, es el tipo de amor que te hace sentir más vivo. Te enamoras de su carácter, no solo de su físico y, no solo buscas contacto físico.

—Vaya, te conozco desde tercero de primaria y no sabía que eras tan poética.

Yo también te conozco desde que te mudaste debido al divorcio de tus padres, y a veces pienso que es imposible saber mas de ti.

—Supongo que es porque no te interesa saber sobre mí.

—Puede ser. ¿De quién estás tan enamorada para que te salgan esas palabras?

—De nadie, es algo que leí en una comedia romántica —miento y el silencio nos invade.

Algún día te lo diré, y a diferencia de tú con Rui, será algo que los dos estemos cómodos y sin malas intenciones.

Pov Yuuto

Eso no me lo esperaba. Tanto tiempo sin mencionarla en alguna conversación, y ahora la que supongo que es su mejor amiga viene a hablarme de ella.

—¡¿Rui?! ¿Ella está bien? —pregunto un poco alterado.

—No lo sé si deprimida en su casa cuente como bien, pero al menos está a salvo de Kanami y Mari. —Suelto un suspiro de alivio—. ¿Tú de verdad quieres a Rui?

Me mira directamente a los ojos y la pregunta me hace sonrojar. Nunca nadie me lo había preguntado directamente, sólo lo asumían.

—¿Por qué preguntas?

—Porque estoy segura de que si llegas a su casa con algún detalle, ella se alegrará muchísimo. Y tal vez si se da cuenta de que tiene tu apoyo, se anime a venir a la escuela.

La idea me hace sonreír. Por fin podría ayudar a Rui.

—Yo lo haría con gusto pero, ¿tú no lo harás?

—Una de las causas por las que dejó de venir fue porque sintió que era una carga para mí. Por eso tú tienes que hacerlo.

—Pero... ¿Qué hay del beso con Masato? —pregunto y Aki me dirige una mirada triste.

—Todo fue un teatro para hacerte creer que ella ya tenía pareja. Pero en realidad tú tienes oportunidad, y mucha. —Sus palabras me hacen sonreír de lado a lado.

—¿Qué debería regalarle?

—Ya casi es su cumpleaños. Regálale algo que sabes que le gustará y una carta de amor, expresando todo lo que sientes por ella.

Asiento, convencido ante sus palabras y le digo antes de que se vaya.

—Gracias por darme consejos. Rui es muy afortunada de tener una amiga como tú.

Aki solo asiente.

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—Shuuto, necesito tu ayuda en algo —comento después de la cena.

—Claro, te ayudaré con lo que sea. —Así es, ahora que confirmo que Rui no me odia, hay que poner manos a la obra.