Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO 38

El mundo ya no es lo que era, ya nada volverá a ser lo que alguna vez fue.

¿Vivir para matar? ¿Y por qué no? Si estamos en el fin del mundo.

Jackson solía tener el impulsivo pensamiento de que ya nada de lo que haga ahora tendría algún tipo de consecuencia.

Si ahora él decidía matarlos a todos mientras dormían y volver a Alexandria con excusas de que fueron los susurradores, nadie podría intentar decir lo contrario.

La oportunidad estaba allí, aquél pensamiento recurrente de que había una manera más fácil de salir de las circunstancias, de que Jackson podía matar y era bueno haciéndolo, de que su arma se encontraba cargada en el cinturón y que él tenía una puntería muy buena.

Pero una vez más, apartó el pensamiento de su mente, se movió por los pasillos del silencioso santuario y se aseguró de que todos se encuentren durmiendo y a salvo, porque él ya no era más ese niño pequeño que le gustaba jugar a ser Dios.

Él no era Negan, tal vez jamás lograría serlo.

Jackson lo admiraba, como nunca había admirado a nadie antes, pero él jamás lograría ser Negan, porque Negan fue de aquella forma una vez que estuvo roto, una vez que quebrado y herido decidió que no tenía nada más que perder y se amigó con la parca y comenzó a caminar a su lado en vez de evitarla. Jackson ahora no se podía permitir eso.

Negan siempre había sido temido y respetado, porque parecía no temerle a nada, ¿Y cómo podría? Él ya lo había perdido todo, y una vez que ya está todo perdido solo queda lo que alguna vez fuiste y una armadura inquebrantable que te ayuda a sobrevivir en el fin del mundo, Jackson una vez creyó que también lo había hecho que él podría ser igual de fuerte que Negan porque ya lo había perdido todo, que ya no había nadie más por quién ser bueno.

Pero entonces allí estaba Carol, curando sus heridas y asegurándose de que cada noche tenga cada una de sus comidas en aquél oscuro sótano.

Allí estaba Merle, a su tosco modo bromeando de que lo sacaría pronto de allí y lo pondría a trabajar nuevamente, que pronto el encierro sería solo un recuerdo.

Judith, mirándolo con ojos soñadores y prometiendole que todo estaría bien cuando ese era el trabajo de Jackson, hacerla sentir bien a ella, no al revés.

Allí estaba Mikey... Quién se acercó con la única intención de ayudarlo y se ganó su quebrado y magullado corazón, se aseguró de cuidarlo, amarlo y respetarlo como Jackson no sentía que se merecía. Mikey tomó su corazón quebrado entre sus manos y con mucha paciencia logró unir las dos partes quebradas.

Una persona como él, un asesino como él no debería tener a alguien como Mikey a su lado, pero lo hizo, por un largo tiempo, hasta ella, hasta Alpha.

Sus pasos se detuvieron y Jackson se concentró en nivelar su propia respiración, aún no se había permitido llorar a Mikey, sentía que no tenía derecho a hacerlo después de haberlo dejado de lado los últimos días que estuvo vivo.

Jackson estaba ocupado en otra cosa, emocionandose de que la relación de Carl y Judith seguía mejorando con el paso del tiempo.

Ignoró a Mikey la mayor parte del tiempo, sin escuchar lo que él decía, con sonrisas y asentimientos vacíos, dejando suaves besos en la mejilla del pelinegro que para Jackson no signfiicaba nada más que una distracción, distracción de que sus ojos estaban moviéndose sobre Carl en la distancia hablando con Judith y no mirando a su novio.

—¿Todo bien? —la voz de Daryl en su espalda logró sorprenderlo, Jackson volteó a verlo medio aturdido y asintió lentamente.

Intentó regular su respiración cada vez más agitada, intentó apartar el pensamiento de Mikey de su mente, sus manos se movían ansiosas por su chaqueta de cuero, intentando llegar a sus brazos y rasparlos con las uñas.

Arañarse calmaba su respiración, el dolor lo relajaba, la sangre lo aturdía y podía volver a la normalidad pronto, pero la atenta mirada preocupada de Daryl no le permitió hacer eso.

Daryl no sabía eso de Jackson, Jackson no quería que él lo sepa.

Se rascó el dorso de una mano con el pulgar de la otra, intentando encontrar algún rápido consuelo en rápidos arañazos en su mano, pronto su respiración se estabilizó al sentir un líquido húmedo contra sus uñas, finalmente mirando a Daryl a los ojos.

Para suerte de Jackson, Dixon no lo estaba mirando, su mirada estaba fija en donde su hermano y Carol dormían abrazados.

—¿Te molesta eso? —preguntó Jackson en un susurro, limpiando la sangre del dorso de su mano y tomando fuertes bocanadas de aire.

—No. —declaró Dixon, mordiéndose la parte interna del labio.

Jackson sabía que Daryl en algún momento había tenido sentimientos por Carol, fue aquello lo que detuvo también por mucho tiempo a Merle de hacer algún movimiento, además de la clara negación del tipo de que podría ser algo más que un estorbo tóxico en la relación.

Carol mantuvo la esperanza y sólo tardó unos años en convencer a Merle de que todos esos besos y caminatas de la mano con Carol eran algo muy parecido a una relación entre ellos. Jackson todavía se reía al recordar el leve momento de pánico que Merle había tenido cuando descubrió que amaba a Carol.

—La amo, como una hermana. —dijo Daryl en el mismo tono bajo y susurrante que ambos mantenían, Jackson asintió comprendiendo—. Y ya tengo a mi chico.

Jackson alzó una ceja interesado al escuchar eso, había tenido un par de ideas y teorías acerca de la relación de Daryl y Derek pero no había querido mencionar nada ya que había tenido la suficiente experiencia con un Dixon que le aseguraba que no era lo mejor apurar las cosas, Daryl se lo diría cuando tenga que hacerlo.

—¿A sí? —Jackson preguntó divertido, Daryl le dió un tímido asentimiento, sus ojos recorriendo el lugar hasta detenerse en dónde Derek dormía plácidamente, una pierna sobre Magna mientras la chica abrazaba el brazo de Alden.

Esos tres se habían vuelto cercanos una vez se unieron al pequeño equipo de Jackson, él no conocía muy bien a Magna ni a Derek, pero sí a Alden, ya que habían sido trasladados un par de veces a un puesto de avanzada juntos cuando los salvadores todavía existían.

Alden era lo más parecido a lo que las historias solían decir de Glenn Rhee, era intrepido, amable y compañero, se aseguraba de que todos estén bien pero era el que podía hacerse cargo de la situación si nadie más podía dar un paso al frente, a Jackson le había gustado antes cuando lo conoció, ahora lo reconoce como un gran aliado y posible amigo.

—¿Y tú? —preguntó Daryl en lo que pareció un largo tiempo después, ambos ya se habían movido para volver a recorrer todo el lugar, asegurándose de que la tormenta no entre por ninguna de las ventanas tapeadas en madera ya húmeda e inestable.

—¿Yo? ¿Qué hay conmigo? —preguntó Jackson, el rostro de Mikey volvió a él y Jackson lo apartó tan pronto como llegó.

—Tú y Carl. —murmuro Daryl después de otro corto silencio.

Jackson estaba a punto de preguntar ¿Y qué con ello? Pero sabía la mirada que recibiría por parte de Daryl, así que al final terminó por encogerse de hombros.

A Jackson mismo le gustaría saber que pasaba ahora entre él y Carl, después de la muerte en las picas no habían tenido un tiempo a solas en donde puedan hablar y llegar a algo parecido a un acuerdo entre ellos.

Todavía faltaban disculpas por decirse, todavía Jackson tenía un poco de ganas de gritarle, la carta de Rick Grimes permanecía en su bolsillo y Jackson a veces la sacaba para releerla, intentando imaginarse y no por primera vez qué habría estado haciendo Carl esos cinco años.

¿Carl habría pensado tanto en él como Jackson lo hizo?

¿Habría llorado por él como Jackson lo hizo?

¿Se habría lastimado a si mismo para intentar apartar el pensamiento de su mente, como Jackson lo hizo?

¿Carl había sentido su visión nublada y cómo la sangre caía cubriendo sus ojos después de haberse golpeado la cabeza, intentando alguna manera de hacerse perder la memoria, como Jackson lo hizo?

Jackson no lo sabía, y seguía preguntándose, y seguía culpandose por hacer todo lo que alguna vez hizo.

No a si mismo, Jackson sabía que todo el dolor y el sufrimiento se lo merecía, por ser un asesino, un psicópata, un sádico, como todos solían murmurar una vez que él salió de la jaula, él sabía que se lo merecía y se culpaba por merecerlo.

¿Carl querría volver con él de todos modos? Se preguntó Jackson.

Había creído que la carta era una declaración de paz que Carl le había dado, un esto es lo que estuve haciendo, quería recuperar al padre de Judith, no podía volver con las manos vacías y aún así tuve que hacerlo por esto. Y Jackson aceptó la declaración de paz porque no sentía que podía seguir combatiendo a Carl.

Jackson tampoco podía seguir combatiendo lo mucho que lo amaba, sin remedio, sin explicación, casi dolorosamente, pero Jackson Black amaba a Carl Grimes y era un hecho.

Pensó en las palabras de Rick en su nota es un buen chico que sufrió demasiado... sé que todos allí algún día aprenderán a amarlo y a valorarlo como el gran tipo que es.

Entre todas las personas que Jackson había conocido e hizo sufrir, Rick Grimes decidió creer en él, entendió que Jackson solo era un niño confundido que sufrió demasiado y no tenía ninguna mejor manera de liberar toda su tristeza.

Rick Grimes dijo que Jackson Black era un buen tipo y que merecía ser amado y valorado.

A Jackson le gustaría creer eso.

Buenas buenas, me di cuenta que en los últimos capítulos que escribí (hace un año o creo que más) estaba apurando todo demasiado para terminar la historia y seguir adelante, pero una vez que la releí y reí y lloré con las propias palabras que yo misma escribí alguna vez, me di cuenta de que Jackson se merecía un final mejor que unos cuántos capítulos escritos por arriba y sin entrar en profundidad.

Así que, aquí estoy de vuelta con esta hermosa historia y tengo preparado al menos diez capítulos más para darle un hermoso cierre a Jackson Black con el final que se merece ♡⁠

¿Hay alguien que siga por aquí? Los leo♡⁠

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro