—¿Y esto como mierda funciona?— preguntó el menor mirando como la mujer reía y se encogía de hombros.

—Yo tampoco tengo demasiada idea, solo puedo decirte que esto va como la mierda.— murmuró viendo como todos los cultivos estaban marchitos y secos.

—¿Arat siendo pesimista? No lo creo.— Jackson se burló, viendo como la mujer negaba con la cabeza a sus palabras.

—No es ser pesimista, es puro realismo, es una puta fabrica no hay nada fértil aquí, y esto nunca funcionará.— concluyó la mujer, bajando la vista al ver llegar a los dos hermanos Dixon, Jackson alzó una ceja confundido.

—Ellos no son como Negan, no necesitas inclinarte.— mencionó, pero aún así la mujer se detuvo con la mirada baja hasta que ambos hermanos por fin desaparecieron otra vez de su vista panorámica, volviendo así su vista al frente.

—Solo están buscando un motivo para matarnos a todos, no voy a arriesgarme.— la mujer afirmó viendo algo detrás del menor y soltando un bufido. —Nunca lo sabrás ya que tienes un protector.— mencionó señalando a aquella persona detrás de Black, este volteó encontrándose a Carl, ya habían pasado algunos días desde aquél suceso y en todos esos días no habían vuelto a hablar.

—Un protector, ya quisiera. Me odia.— susurró Jackson lo último, escuchando como la mujer se burlaba de él, mientras Black comenzaba a caminar hacía el amor de su vida, en otras palabras hacía Carl.

—No te odio.— mencionó Carl cuando Jackson llegó hasta su lado, este frunció el ceño ya que desde aquella distancia era imposible que lo haya escuchado.

—¿Cómo-

—Te leí los labios.— interrumpió Grimes, encogiéndose de hombros.

—Claro...— Jackson se rascó la nuca, sin saber bien lo que tendría que pasar en esos momentos, ¿quedaría muy mal que se tire encima del de parche a besarlo? sí, probablemente.

—Oye, quería hablarte sobre... lo de la otra vez.— comenzó Carl, Black pudo notar que el mayor se encontraba nervioso, por lo cuál lo tomó como una buena opción, Carl se le declararía.

—Yo también quería hablarte sobre eso.— sonrió Black, acercándose un paso, quedando confundido cuando Grimes dió otro hacía atrás, alejándose.

—Sí, sólo quería aclarar que fue un error, no tendría que haber sucedido. Lo siento mucho Jackson.— habló Carl, notando como rápidamente la sonrisa de Black se iba desvaneciendo, se sintió mal durante un momento pero después recordó todo lo que el menor le había causado, volviendo a estar serio.

—¿Qué?— susurró Black, mordiéndose el labio fuertemente, por supuesto que no iba a llorar, pero ¿sinceramente? no se había esperado aquello para nada.

—Eh, sucede que extrañaba besar a alguien... Y estaba muy lejos de Enid, y tú en cambio estabas ahí... y bueno, yo realmente te quiero Jackson, pero- — suspiró, tomando fuerzas de algún sitio, viendo como el menor se encontraba suspirand fuertemente, conteniendose por hacer algo. —Nosotros solo somos y vamos a ser amigos.

Después de decir aquello, miró por última vez el rostro del menor, y dió media vuelta, yendose a paso calmado, sonriendo tristemente pero sabiendo que había hecho lo correcto, aquello entre ellos dos nunca funcionaría, no esperaría a que alguno de los dos terminé demasiado mal y no se pueda solucionar jamás, lo mejor era terminarlo antes de que comience.

Para Jackson aquello ya había comenzado, sabía que no era del todo verdad aquellas palabras, pero aún así allí se encontraba, en un rincón de lo que era su improvisada cárcel, llorando. Hasta entonces se había prometido no llorar, ni por sus padres, ni por su hermano, ni por nadie, y no entendía como algo tan estúpido como lo era el amor lo hiciese llorar de aquella manera, se sentía mal por aquella relación, pero se sentía peor por él mismo, por darse cuenta en ese momento lo afectado que se encontraba por Carl Grimes, que hasta había sido corriendo hacía el lado contrario únicamente para llorar en paz, sabía que si subían a aquél piso ya escucharían sus lamentos, pero aún así no podía detenerse, quiso decirse a si mismo que lloraba por todo, que había comenzado por Carl y había seguido por toda su familia pero aquello era mentira, todas aquellas lágrimas eran por Grimes y no sabía como detenerse. No podía creer lo bajo que había caído, él que decía no tener ninguna debilidad después de la muerte de su familia se encontraba llorando como un niño chiquito solo porque lo habían rechazado.

Unos pasos se escucharon por la planta alta, pero eso no fue suficiente para que Jackson se detenga, ni cuando Daryl se asomó por el marco de aquella habitación sin puerta, logró detenerse. Dixon se quedó allí por unos momentos sin saber muy bien que se suponía que debía hacer, para luego recordar porque estaba buscando en aquellos momentos a Black. Se terminó de acercar al menor, sentándose como indio frente a él y esperando a que el menor se calme, cosa que comenzó a suceder después de unos momentos, cuando ambos fijaron sus ojos en los del contrario, Jackson tomó aíre, soltandolo después de unos segundos lentamente y asintió.

—¿Por qué estas mal?— preguntó Daryl, evitando la típica pregunta del "¿estas bien?" cuando estaba claro que no era así, Jackson sonrió de lado, apartándose las lágrimas del rostro fuertemente con la chaqueta, sintiendo como esta le dejaba ardiendo la zona por la cuál pasó.

—Carl.— susurró el menor sin poder evitarlo, podría haber mentido y no parecer tan ridículo de encontrarse llorando por un rechazo, pero simplemente sentía que no podía mentirle a Daryl, no cuando recién estaban comenzando.

—Oh.— simplemente dijo Dixon, para después asentir levemente, no necesitaba más, ya sabía lo complicado que aquella relación era, y aunque le había sorprendido encontrarse a Jackson llorando, ya que en todo momento había demostrado ser fuerte, simplemente no dijo nada, porque después de todo Black era solo un niño y aunque intente siempre parecer fuerte, a veces lo único que se necesita es llorar, él mismo lo sabía de primera mano.

—¿Qué sucede?— preguntó entonces Jackson, sabiendo que si Daryl había entrado en vez de dejarlo solo, era porque algo estaba sucediendo.

—Oh... Rick está aquí.— dijo después de unos segundos haciendo que Black rápidamente se reincorporé.

—Vamos.

—¿Entonces Daryl, aceptas?— preguntó Rick, viendo como este terminaba de bajar las escaleras, siendo seguido por Black, Rick logró notar como este llevaba un guante de cuero en la mano izquierda, al igual que Negan y soltó un bufido de risa. Claro que el menor podría controlarlos, subió su vista hacía los ojos del menor, encontrándose con que los tenía inyectados en sangre, y parte de su rostro se encontraba demasiado rojo, toda una franja por debajo de los ojos, rápidamente logró descubrir que el menor había estado llorando, ladeó la cabeza entre curioso y confundido ¿quién podría haber hecho llorar a esa bestia? Siguió la mirada de Black hasta algo a su costado y lo supo, su propio hijo.

—Si yo acepto, ¿Quién va a liderar a los salvadores?— la voz rasposa de Daryl lo trajo de vuelta, desviando la vista hacía su costado, encontrándose a Carl, el cuál también esperaba una respuesta. Rick palmeó el hombro de su hijo y volvió la vista a Dixon, el cuál asintió, comprendiendo.

—¿Qué?— Carl en cambio preguntó.

—Tu estarás a cargo Carl.— respondió Grimes, sacándose la mochila, Merle lo ayudó aunque el hombre sabía que Rick podía solo, Grimes le agradeció y sacó de su mochila aquél cinturón de dagas, subió la vista para encontrarse a Jackson el cuál se había recostado en la pared de las escaleras, Black se encontraba mirando fijamente su antiguo cinturón, sin saber que pasaría a continuación y esperando que no sean más malas cosas. —Con ayuda de Jackson.— concluyó Grimes extendiendo las armas, Black al escuchar aquello sonrió, acercándose rápidamente hacía el brazo que Rick había extendido, agarró sus armas con rapidez y pasó el cinturón por su hombro y cuello, dejándolo en diagonal en su torso.

Subió la vista para encontrarse con la vista de Rick, él mayor notó como los ojos del menor habían vuelto a cristalizarse, pero esta vez de emoción. —Gracias, Rick Grimes.