Maratón 3/4.

Nora- Te clavó la espada -dijo curando mi brazo.

Yo- No me preguntes de donde saqué la fuerza para ayudar a Rubius -sonrió.

Nora- Ya te darás cuenta de lo que es -me puso una venda-.Nadie debe de enterarse de lo de hoy, actúa como si no hubiera pasado -cerró el botiquín-. Rubius mañana nada más despertarme te vengo a buscar, por las mañanas hay mucho movimiento por los pasillos y no quiero que te vean.

Rubius- Yo no quiero madrugar -hizo puchero.

Nora- Cenad y descansad que mañana no os dolerá nada -abrió la puerta y se fue, me acerqué a la puerta y la cerré con llave.

Yo- Voy a hacer la cena, ¿quieres verlo? -asintió y fuimos a la cocina.

Saqué los artilugios de la cocina.

Rubius- Qué grande es esto, hiciste bien viniendo -metí en un bol la harina de las bolitas.

Yo- La cosa era que cumplieras tu promesa, al menos lo hiciste -sonrió y se acercó.

Rubius- Intento lo que puedo nena -puso las manos en la encimera-, ¿te ayudo?

Le indiqué lo que tenía que hacer para preparar el postre mientras yo seguía con las bolitas. Me contó cómo había conocido a su mejor amigo Mangel, también me contó que tiene un canal de YouTube y que está muy preocupado de sus visitas y de sus suscriptores.

Yo- Normal que lo estés, llevamos siete meses aquí por lo menos y vamos por el jefe 68 -suspiré.

Rubius- Espero que Mangel esté subiendo vídeos de los que tengo grabados, como iba a estar preocupado con este videojuego grabé como treinta vídeos y se los dejé a su cargo.

Yo- Al menos tienen algo que ver -puse a freír las bolitas.

Le conté sobre mis hermanos y mis padres, lo mucho que significaban y que Helen mi mejor amiga estaba en el videojuego pero que aún no la he visto.

Yo- Yo solo pienso en que ella no esté muerta.

Rubius- Ya verás, la encontraremos.

Oír encontraremos me hace sentir bien, siento que me apoya.

Sacamos toda la comida a mi mini comedor, lo colocamos todo en la mesa y empezamos a comer.

Rubius- Hacia tiempo que no comía algo tan bueno -dijo con la boca llena.

Yo- Te juré un manjar y ahí lo tienes -sonreí.

Rubius- Gracias -sonrió.

Yo- De nada -agaché la cabeza sonrojada.

¿Porque su sonrisa era tan bonita?

Después de la cena llevamos todo a la cocina y lo lavamos. Me dirigí a la cama y me metí en ella, Rubius estaba en el baño haciendo no sé qué e iba a tardar.

Yo- Buenas noches -susurré y al instante me dormí.

Mamá- Hija -me miraba con los ojos aguados-, es nuestra culpa -respiró fuerte-, no deberíamos haberle regalado.

Papá- ¿Quieres dejar de culparte? -le agarró por los hombros-. No es culpa de nadie, le dimos lo que quería y ella tampoco sabía que iba a pasar, Alexia.

Relájate mamá.

Sara- ____ sal -dijo llorando-. Te echo de menos -apoyó la cabeza en mi brazo-, te quiero -susurró lo bastante alto como para yo oírla.

Ojalá pudieran oírme, ojalá pudiera decirles que estoy bien, que volveré, que jamás tocaré este casco, que jamás les dejaré.

---------

Mis comentarios en el último cap♥