Capitulo 86 - El castigo de las brujas
Con ayuda de Steve, subimos a Pietro al coche, pero antes de que condujera al hospital, Wanda subió con Joseph en brazos –No sé que le sucede, no ha parado de llorar desde hace rato-
Toque su frente, estaba caliente, solo basto una mirada para que Steve manejara; mientras, tome el teléfono –Clint, soy Loki. Escucha, vamos para allá. Isabella empujo a Pietro por las escaleras, así que prepara la sala de operaciones, debes sacar al bebe lo antes posible. Y también ten listo un pediatra, Joseph tiene fiebre-. Por supuesto que se escucho alterado, pero no había tiempo que perder. En pocos minutos, por fin llegamos al hospital, 2 camilleros ya estaban esperándonos. Apenas nos visualizaron, se acercaron al coche, y con sumo cuidado, recostaron a Pietro en la camilla antes de entrar al edificio
-¿Qué es lo que tiene Joseph?-
-Tiene un poco de fiebre, tal vez sea un resfriado-
-Por favor, llévalo con Johnson, debo ir con Pietro-
-Claro-. Su colega se encargo de revisarlo minuciosamente, ambos notamos como su estomago lucia levemente hinchado -¿Qué es lo que tiene, doctor?-
-Es una infección estomacal, seguramente la fórmula que le dieron estaba caducada. O no le sacaron el aire una vez que terminaba de comer-
-Esa bruja...-
-¿Se refiere a la Dra. Isabella? T-Tal vez estoy metiéndome en algo que no me incumbe, pero... Ella mantiene una aventura con el Dr. Harry. Si la conocieran, podrían jurar que guarda cierto parecido con Joseph-
-No se preocupe, créame, yo también sospecho de ella. ¿Dónde puedo encontrar al Dr. Harry?-
-Creo que esta en medio de una consulta, pero si se trata de hacerles una prueba de ADN, yo me encargare de sacar una muestra-
-Se lo agradezco mucho, por favor, llámenme si ocurre algo-
Algunas horas pasaron, todos menos Natt (Quien se había quedado a cuidar de los niños) nos encontrábamos en uno de los pasillos a la espera de noticias sobre Pietro. Algunos ya comenzaban a cabecear, hasta que Clint salió de cirugía –Clint... ¿Cómo están?- pregunto Anthony, haciendo que todos saliéramos del trance
-Fue algo difícil, pero... Ambos están bien, Pietro tuvo un niño, está muy sano y fuerte-
-Gracias al cielo, Clint, hay algo que debo contarte-. Nos alejamos de los demás, tuve que observar detenidamente los pasillos para cerciorarme de que no hubiera alguien cerca –Clint, existe la posibilidad de que Joseph no sea tu hijo, al menos no biológicamente-
-¿De qué estás hablando, Loki?-
-El Dr. Johnson me confesó que Isabella tiene una relación con otro empleado de este hospital. El también tiene la sospecha de tu paternidad con Joseph. Conseguirá una muestra suya, pero es necesario realizar una prueba de ADN para confirmar la mentira de Isabella. Aun si Joseph no llevara tu sangre, puedes pelear por él-
-Poco me importara si él es hijo de otro hombre, Joseph es mío y eso no cambiara-
-Hay otra cosa que podría ser útil. Joseph presenta una fuerte infección de estomago, y el solo estuvo con nosotros mientras esa bruja tenía su "reunión". Puedes demostrarle al juez que, a pesar de ser su madre, no es apta para cuidarlo-
-Te agradezco mucho tu ayuda, Loki, iré a ver a Pietro antes de que enloquezca por no sentir su vientre-
Ambos regresamos con los demás, claro que Clint se fue directamente hacia la habitación de la nueva madre -¿Hay nuevo jugador, cariño?- pregunto Thor apenas todos se fueron a comer
-Sip, una bruja como Isabella merece un juego adecuado-
*POV's Clint*
Entre a la habitación, tratando de hacer el menor ruido posible; pero aquello provoco que Pietro se moviera entre quejidos –C-Clint...-
-Shh... Aquí estoy- susurre mientras me sentaba a su lado, pero cuando la mano que reposaba en su ahora plano estomago, se sentó de golpe –Tranquilo, mi amor, el bebe está bien-
-Júramelo, Clint, júrame que Matt está bien-
-Calma, te llevare con el-. Con cuidado, lo coloco en una silla de ruedas, pues su herida estaba fresca. Lo empuje hasta los cuneros, no paso un solo segundo cuando lo visualizo. Estaba envuelto en una cobija amarilla, herencia de Lila
-Oww, Clint... Es hermoso-
-Hasta ahora no ha mostrado señal de daños por la caída, pero estará en observación al menos esta noche-
-Si esa bruja le hizo algo a mi bebe...-
-Tranquilo, ella pagara por todas las cosas que ha hecho-
-¿Las cosas? ¿De qué estás hablando?-
-Te lo contare pronto, mi amor, ahora debes descansar-
.
.
.
-Y eso fue lo que Loki me conto-
-Podría decirte que todo lo que acabas de decirme es increíble, pero a estas alturas, a esa mujer puedo creerla capaz de cualquier cosa. ¿Qué cosa sucederá con ello?-
-Probablemente Loki la pondrá a prueba-
Y así fue. A los pocos días de que Pietro y Matt fueron dados de alta, Tony se encargo de llevar a Isabella hasta el lugar donde se llevaría a cabo el juego. Se trataba de una pequeña bodega, todo el piso a su alrededor estaba cubierto de trozos de vidrio rotos, frente a ella había una caja fuerte con una pequeña veladora encendida, y las paredes estaban pintadas con números. Pietro estaba a mi lado, observando todo a través de un monitor. Isabella despertó a los pocos minutos
-¿Q-Que mierda es esto?-
Wanda tomo uno de los micrófonos, ni siquiera se molesto en usar el modificador de voz –Hola, Isabella, quiero jugar un juego. Por mucho tiempo, creaste una mentira, usando como cebo a tu propio hijo-
-¿En verdad crees que caeré en su estúpida broma, Wanda? Eso y más se merecía la puta de tu hermano-
Pude notar como Wanda apretaba sus manos en un puño, casi rompiendo el micrófono –Por tus venas corre un veneno de acción lenta, y el antídoto se encuentra dentro de la caja fuerte. La combinación puedes encontrarla en la pared, pero deberías tener cuidado donde pisas. Y por cierto, lo que tienes untado en el cuerpo es inflamable, así que se cuidadosa con esa vela. No querrás terminar como todas las mujeres condenadas por brujería-
-¡¡Son unos malditos!! ¡¡Sáquenme de aquí!!-
Isabella sabía perfectamente que, cuando se trataba de una prueba, no había bromas. Y aunque al principio dudo, comenzó a caminar hacia las paredes, alumbrando los números con la vela. El dolor en su rostro era evidente cada vez que daba un paso; ya había colocado algunos números en la caja fuerte cuando la vela se resbalo de sus manos. Aunque fue solo un roce, aquel pequeño toque con la flama hizo que su cuerpo se viera envuelto en llamas. Sus gritos de dolor inundaron la habitación, pero nadie mostro alguna señal de compasión o pena; tras varios minutos, los gritos cesaron. La pesadilla por fin había terminado
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