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¿Estas borracho?

Nota: Es la primera vez que lo hago, así que tenganme paciencia, la verdad es que me llegó la inspiración para ese reto, todos sin excepción serán one-shots (más tarde veré si alguno puede ser una historia más... Larga)

Esta es mi primera historia de Kimetsu no Yaiba, los personajes no me pertenecen, solo los tome prestados para esta historia

Se tocaran temas no aptas para audiencias menores de 15 años

──────⊱◈◈◈⊰──────

Son las tres de la mañana,
y estoy intentando hacerte cambiar de opinión.
Te dejé múltiples llamadas perdidas
y a mi mensaje tú respondiste:
¿Por qué solo me llamas
cuando estás borracho?
Hola, ¿por qué solo me llamas
cuando estás borracho?

──────⊱◈◈◈⊰──────

Era una cálida noche, los tenues rayos lunares apenas entraban atreves de las persianas, ella dormía plácidamente, cuando un fuerte ruido la despertó, pero no solamente a ella, si no también a sus vecinos y por supuesto a su hermana mayor, la menor de las tres había ido por un vaso de agua a la cocina cuando observo que un hombre estaba intentando entrar por la ventana de la cocina, tan pronto lo vio el vaso de vidrio se le cayó de las manos, un fuerte grito salió de la boca de la joven, quien alarmada hizo sonar la alarma contra incendios.

Ambas Kocho bajaron de inmediato, la mayor abrazó fuertemente a Kanao, quien estaba despavorida señalando a la ventana, sin embargo, la misteriosa figura ya no se encontraba, Shinobu en cambio llevaba su fiel macana eléctrica, debido a que un hombre rubio cuyos ojos arcoíris comenzó a acosarla, decidió que sería su fiel amiga.

– ¿estas completamente segura que viste a alguien pequeña Kanao? – Le pregunto calmada aquella dulce chica, mientras que le ayudaba a levantar los pedazos del vaso que aún seguía en sus pies.

Shinobu salió al patio, para buscar si efectivamente había alguien, escucho ruidos de los próximos arbustos, con sumo cuidado, se acercó, miraba como un par de pies se escabullían por aquellas ramas, quien fuera debía ser un idiota para tratar de entrar a robar a una casa donde las tres hermanas supieran como defenderse, capturaría al invasor y con su pequeña amiga, le harían pensarlo de nuevo sobre interrumpir el sueño, pero justo cuando se dirigía a la calle, escucho como sus hermanas la llamaban de vuelta, seguramente eso ahuyento al tipo.

Suspiró resignada, entró a su casa, observó como ambas estaban en la cocina, por fin la más joven se había calmado, bebía con más tranquilidad aquel liquido refrescante, sin embargo, el sonido del teléfono hizo que las tres giran de repente.

Shinobu tomó la llamada, mataría a quien se atreviera a llamarla hasta esas horas de la noche

– ¿Quién eres y que deseas?

– ¿Kocho? ¿eres tú? – aquella voz masculina la lograba reconocer donde fuera que sea

– ¿Rengoku? ¿Sabes qué hora es?

– lo siento Shinobu, solo que tengo una duda enorme ¿Alguno de los muchachos te han llamado?

– ¿Muchachos?

– Si... los chicos, Sabito o Uzui... es sobre Giyu

Ante aquello, la preocupación de la Kocho mediana se hizo presente, más que nada porque ella se había peleado con el ultimo, llevaban cerca de seis meses de noviazgo, sin embargo, odiaba que el pelinegro siguiera callándose las cosas, siempre que le pasaba algo, tenía que enterarse por otras personas. Ahora quizás él este herido o peor.

– Dime donde están, iré en seguida

– Ese es el punto, no sabemos donde están, la ultima vez estaban con nosotros en un bar, ahora estoy tratando de comunicarme con alguno de ellos, pero no me parecen responder ¿Sigues ahí Shinobu?

Sin dudarlo, la joven de mechones morados, subió a su habitación, se cambió lo más rápido que podía, su estúpido novio debía estar por ahí, ella iría a buscarlo si era necesario, antes de bajar de nuevo tomo su celular, un suéter y algo de dinero, estaba llamando a los celulares de los anteriores nombrados, comenzó con el de cabellos color melocotón: directamente al buzón. Ahora era turno del tipo "extravagante": fuera de servicio, quizás a una de sus tres novias, sabría algo.

Justo cuando iba a salir, Kanae, su hermana mayor, la detuvo de manera preocupada, no era normal que la chica actuara así, más que nada por que siempre fue de carácter frio, pero para que algo la mantuviera así de preocupada, es por que algo verdaderamente alarmante estaba ocurriendo.

– ¿Shinobu? ¿A dónde piensas ir?

– Yo... no lo sé, Kyojuro me habló hace un momento, me comentó que no sabe donde esta el idiota de Tomioka... Tuvimos una pelea hace unas horas, me preocupa que hiciera algo tonto

Tan pronto terminó de hablar, la chica se dirigió a la puerta, justo cuando se disponía a salir, escucho como su teléfono comenzó a sonar, era un numero desconocido, por lo que intuía lo peor.

– ¿Bueno? – la voz de la chica sonaba angustiada – ¿Quién habla?

– Shinobu... – Esa voz masculina la conocía perfectamente

– ¡¿Tomioka?! ¡¿Dónde estás?!

– A fuera de tu casa...

Abrió la puerta de inmediato, observando que efectivamente, cierto chico pelinegro era sujetado por Sabito y por Uzui, a pesar de que el comportamiento de la chica era calmado, esta vez quería estrangular a los tres, pero en especial quería asesinar al tarado que tenía por novio, estaba a nada de recorrer media ciudad para saber sobre el paradero de su querido Tomioka. Ahora los tres podrían darse por muertos.

– ¿Cuál es el motivo para que ninguno de ustedes tres los deje sin herederos?

Aquella voz hizo que ambos jóvenes sintieran miedo, Giyu por su parte, miraba de manera triste a la chica, realmente no quería que ella se enojara.

– Bebé, vida bella, mi preciosa mariposa ¿sigues enojadita conmigo?

¿Bebé? ¿vida bella? ¿mi preciosa mariposa? ¿Desde cuando era más cariñoso con ella? Ni en su sano juicio usaba esos despectivos para ella ¿al menos qué?

– ¡TOMIOKA GIYU! Acaso tu... ¿Estas Borracho?

Una vena enorme se formo en su sien, realmente ahora si mataría al trio de idiotas que estaba parado frente a su casa, a pesar de estar a una distancia prudente se podría sentir el ambiente tenso, un aura asesina rodeo a la chica ¿estaba bien contarle?

...

La tarde recién comenzaba, otra pelea con la chica que había terminado mal, un inexpresivo muchacho estaba tratando de concentrarse en aquella clase de cálculo, miraba de forma despreocupada a la pizarrón, sin embargo no lograba tener concentración absoluta, Shinobu había sido muy clara esa tarde, juraría que ambos estaban a nada de terminar, quería ir tras ella y mostrarle que realmente confiaba en ella, que solo eran aquellos trastornos de la niñez, que realmente se estaba esforzando por dejar de tener tantos remordimientos, por consejo de Sabito y a regañadientes por parte de Makomo, comenzó a ir a terapias, deseaba que fuera una sorpresa para la chica, pero no resultaron ser como lo planeaba, ya que sus citas eran 3 veces en la semana, por desgracia tenia que usar tiempo que pasaba con la joven para ir a las terapias, otro factor que no parecía jugar a su favor era que la psicóloga era una maestra de la universidad a la que asistía, por lo que a veces se encontraba en los pasillos.

En un principio todo iba bien, Giyu trataba de mantenerlo en secreto, no deseaba que Kocho se enterara de que él había estado viendo a una psicóloga, más que nada por miedo a que ella lo rechazara, tanto le había costado que ella se fijara en él, por lo que se lo ocultaría hasta que sus temores se disiparan, pero algo que no contaba era que, ella comenzó a creer que se veía con otra mujer, era cierto, se veía con una mujer ajena al grupo de amigos y conocidos, por eso cuando ella le pregunto, no se negó en admitirlo, lo que no estuvo bien era que no le explicara más a detalle sobre aquella situación.

La gota que derramó el vaso, fue que ella misma los vio, Giyu estaba cargando libros pesados a una mujer de cabellera negra, nunca le negó que se veía con una mujer, pero nunca pensó que seria con la profesora Tamayo, su maestra de Psicología y Neurología, sentía que su corazón se destrozaría por completo.

La primera en sentir la presencia enojada fue Makomo, ella estudiaba en la facultad que estaba alado de la suya, la chica fue victima de una dolida e iracunda Shinobu, ya que por ella había decidido entablar una relación con Tomioka, en cuanto se tranquilizó, Makomo, le explico todo a la chica de ojos violetas, pero su ira ahora se transformó en tristeza ¿Por qué no confiaba en ella?

Paso una semana de aquel incidente, Shinobu, tomó la decisión de que quería un tiempo, cuando Giyu le exigió la explicación, ella simplemente le contó sobre todo lo que la hizo pasar, realmente estaba dolida por que él no confiara en ella, siempre desde que fueron amigos, ella se enteraba por terceras personas sobre cómo se sentía cierto azabache. Incluso sus sentimientos por ella los supo por otros y no por él.

Ambos quedaron devastados cuando ella decidió marcharse, dejando solo al pobre muchacho, este por su parte, solo hizo lo que mejor sabia hacer: derrumbarse en silencio.

Lo único malo, es que sus queridos colegas y amigos no se lo permitirían.

Una vez que acabaron sus clases, Sabito secuestro a cierto chico de ojos azules, había hablado con Uzui y con Rengoku, para saber de qué forma podrían ayudar a su amigo, Rengoku había propuesto que pasaran una tarde de hombres para animarlo y así ayudarle, sin embargo, Uzui pensó que eso sería yendo a un bar del "distrito Rojo".

Sabito y Rengoku dudaban un poco, Tomioka termino aceptando, según su psicóloga, era tiempo de que se abriera a nuevas propuestas, pero no era algo que seguramente ella estuviera a favor.

Uzui invito a otros dos amigos más: Iguro y Sanemi, aunque ninguno de los dos se llevaba con Tomioka, el hecho de tener alcohol gratis era algo que no se podrían negar, solo había un problema para Sanemi, si su novia se enteraba de que estaban en un bar cuyo atractivo no solo eran las bebidas, Kanae seguramente lo cortaba y si eso pasaba él dejaría sin sobrinos a su amada señora.

Todo comenzó a ir de maravilla, Uzui pedía botellas tras botellas, era extravagante ver a sus amigos de toda la vida reunidos disfrutando, incluso había pedido una cabina para ellos solos, esta noche sería inolvidable para ellos.

– El motivo por el cual estamos reunidos hoy se debe a este muchacho

– ¿Y eso por qué? – pregunto indiferente Iguro

– Al pobre lo voto la novia...

Sabito frunció el ceño, sabía que esos dos podrían hacerle la tarde pesada a su amigo, sin embargo, todo cambio cuando el novio de Kanae, le dio una palmada en la espalda a Tomioka, al parecer sentía pena por él.

Regoku se había designado como el conductor responsable así que él prefirió beber poco, temía por Giyu, sabía de ante mano que no tenia resistencia al alcohol, por lo que ahora cuidaría de él, no era que dudaba de las capacidades de Sabito para mantener a salvo al chico de ojos azules, más bien su temor era que Uzui hiciera alguna idiotez

– muchachos, esto no es un funeral, diviértanse, la noche es joven

Tal como temía Kyojuro, Uzui estaba tratando de alentarlos a beber toda la noche, ahora sí que estaban perdidos.

Entre risas y alcohol, Giyu no parecía mejorar, pensaba a cada instante en Shinobu, realmente fue un idiota al ocultarle que estaba yendo a terapias, su hermana siempre le dijo que nunca deben tenerse secretos, pero realmente todos merecían un poco de privacidad ¿no era así? Pero cada vez veía que era mejor contarle todo a la chica, suspiro pesadamente, realmente había fracasado en aquello que tanto amaba y eso, le dolía demasiado.

– Oye Tomioka – la voz rasposa de Tengen hizo que dejara de ver el vaso donde estaba bebiendo aquella bebida ámbar – ¿Qué clase de mujer te gusta?

– ¿A qué te refieres?

– Ya sabes, cual es tú ¿Cómo decirlo? ¿tú tipo de mujer? Mira la de Rengoku son las rubias y de piernas largas, la fantasía de este cabrón son las voluminosas y las de mi buen amigo Sanemi son las altas, morenas y de cuerpo dotado... al parecer a Sabito le encantan las bajitas, las mías son las chicas extravagantes y de ricas curvas, ahora vas tú

– Seguramente son las enanas y enojonas – esta vez fue Sanemi quien le hizo burla

– Me gustan las pelirrojas y maduras... – dijo Giyu de forma tranquila, quizás a esto se refería su psicóloga cuando le dijo que tendría que abrirse ante las personas.

– Entonces mi hermano, es tiempo de ir a saciar esos deseos

– Imbécil ¡si Mitsuri se entera te juro que te mató!

– Tranquilo, tú solo tienes una... Yo tengo tres, así que, muevan ese trasero.

– Rengoku ¿no te parece que se está pasando?

– Quiero Sacar al pobre de Tomioka de aquí... pero Uzui no me la pone fácil

– Ustedes dos, caminen, la sala será para nosotros

Arrastras, Giyu entró a dicha habitación, según Tengen, era momento de divertirse ¿Qué no se supone que ya lo estaban haciendo? antes de que se sentara, el albino lo tomo del cuello, si le decía una sola palabra a Kanae, el mismo se encargaría de arrancarle el miembro, cosa que hizo temer al azabache. En cuanto entraron Sabito y Kyojuro, Uzui apago las luces, sentándose alado de Iguro, una hipnótica música comenzó a sonar, el rostro de Giyu se sonrojo por completo cuando observo a una bailarina exótica, meneándose seductoramente... observo como los otros comenzaban a festejar, realmente quería huir de ahí, no era algo que esperaba ver esa noche, salvo si fuera a solas y claro que sea su linda mariposa, en lugar de esa mujer.

Tras una infernal hora, Tomioka, salió huyendo directo al baño, las nauseas comenzaron a salir a flote, su cuerpo no resistía el alcohol, de eso estaba muy en claro, en cuanto estuvo frente a un sanitario, su cuerpo vacío todo lo bebido aquella noche.

Escucho un par de pasos viniendo en su dirección.

– Lamento lo que hicieron esos tres – Era Rengoku quien salió tras él – ¿quieres que te lleve a casa?

– No es necesario... continuemos

– Tomioka, no tienes que hacer esto si no lo deseas

– quiero hacerlo, mi psicóloga dijo que hiciera cosas nuevas, que no me reprimiera

– No creo que ella este de acuerdo con esto – ahora era la voz de Sabito entrando al lugar – Giyu vamos a casa

– Estoy bien... Vamos a seguir

Tras pensarlo, Tomioka salió del baño, fue directo a la mesa, tomo un par de yenes y los puso sobre la mesa

– Pidan Whisky

Esa actitud le estaba gustando a Tengen, realmente su amigo se estaba abriendo ante los demás, en el fondo realmente Rengoku se arrepentía de la actitud de su compañero, Sabito únicamente veía, mientras Tomioka no se metiera en problemas todo estaría bien... sin embargo, fue hablar tempranamente...

Ya ebrios, Uzui comenzó a preguntarle sobre la intimidad a cada uno, el primero en hablar fue él por supuesto, decía que tener tres novias era maravilloso, era como tener el triple de placer, Iguro simplemente se quedo cayado, le daba un poco de vergüenza decir que Mitsuri era algo dominante por lo que dijo que aún no lo había hecho, Sabito dijo que él tampoco había tenido intimidad con su novia, Makomo quería esperarse hasta el matrimonio y eso realmente respetaba, podría ser lo que sea, pero no obligaría a hacer nada a su chica, Rengoku era el único soltero así que se obstinó de hablar, Sanemi, simplemente dijo que Kanae podría ser ruda pero que siempre terminaba siendo él quien dominaba, mientras tanto solo quedaba uno, al principio dudo si hablar o no, pero como todos hablaron, él también lo dijo, Shinobu era una mezcla rara entre lo pasivo y lo dominante, si algo amaba de ella era cuando le demostraba que podría dominarlo, pero realmente lo que le gusta era cuando terminaban de una forma dulce.

Cuando terminó de hablar, sintieron como aquellas palabras salían con tristeza, realmente extrañaba a su mariposa.

Uzui se levantó, verlo de esa forma tan miserable le carcomía, así que ahora se le estaba ocurriendo un plan, se llevo a Tomioka a una parte alejada de los demás, le contaría su plan para que la chica lo perdonara, era simple, debían ir a la casa de la chica para sorprenderla, si la Kocho mediana realmente estaba enamorada de él, podría lo perdonaría estando allá y para que se viera más creíble, el azabache debía verse un poco más afligido, pero si por alguna razón ella no lo perdonaba, podrían regresar al bar y seguir con la fiesta ¿Qué podría salir mal?

Tan pronto llegaron a la puerta, Tengen se llevó al chico hasta la puerta ahí pidieron un taxi para ir directamente a la casa de la chica, lo que no contaban era que Sabito los estaba siguiendo, no dejaría que su amigo hiciera alguna idiotez...

El plan consistía en que Giyu entraría a la casa, Uzui lo hacía cuando alguna de sus novias le hacia la ley del hielo, entraba sigilosamente a sus habitaciones, donde hablaba con ellas y después venía la reconciliación, por lo que pensó que resultaría igual.

Una vez que llegaron observaron que todas las luces de la casa estaban apagadas, eso sería un problema, no tenían llaves ni una forma de como entrar, pero Tomioka le explico que, la ventana trasera, en la cocina, no le servía el seguro, siempre que alguna de las chicas olvidaba sus llaves adentro, la ventana servía de apoyo, aunque claro tenía un truco, y era que se tenia que levantar presionando la ventana por dentro (debido a que en una ocasión Shinobu olvido las sus llaves y tuvo que entrar por la cocina)

En cuanto Tomioka abrió la ventana, trato de entrar por ahí, sin embargo, sus reflejos no estaban del todo, la sensación de mareo estaba volviendo, sus brazos comenzaron a flaquear, apenas podía concentrarse en no vomitar adentro, de pronto, el sonido de un vaso cayendo alertó a Giyu, tan pronto se escuchó la alarma contra incendios, el azabache fue jalado por alguien, Sabito lo había llevado a rastras hasta los arbustos

– ¡¿quieres que te lleven a prisión por interrumpir en casas ajenas?! ¡Urokodaki no tiene dinero para sacarte de prisión por pervertido!

– Yo solo quería darle una sorpresa a Shinobu...

– Esa no es la forma Tarado

Escucharon como alguien estaba saliendo al patio, rápidamente Sabito intentar sacar a Giyu de ahí pero el joven de ojos azules se había tropezado con algunas raíces que había sueltas, sin más remedio, lo volvió arrastrar para sacarlo de ahí, pobres de los vecinos de las Kocho, ya les había desgraciado sus arbustos.

En cuanto llegaron a la calle, Uzui, quien veía todo desde una distancia prudente, se acercó a ellos

– ¿Cómo te fue Romeo?

– ¡¿Cómo querías que le fuera?! Casi lo descubren

– ¿fuiste tú quien activo la alarma? – Ante aquello Tengen comenzó a reír a carcajadas

– Llévame a casa Sabito...

– Nada de eso, regresaras ahí y le dirás a Kocho: "mujer... te amo ¡Ven aquí preciosa!" a las mujeres les encanta lo cursi

– Eso es muy estúpido, si no fuera por que este mal nacido este ebrio, sabría que es mala idea

– Regresare, si eso me ayudara a hablar con Kocho, yo... lo haré

Dio unos pasos hacia adelante, sin embargo, sus piernas se sintieron débiles, lo cual hicieron que él chico cayera al pavimento, Uzui y Sabito fueron a ayudarlo, realmente el alcohol le estaba pesando.

– Sera mejor dejarlo así hermano – trató de convencerlo Sabito

– No... quiero decirle que ella me interesa, que sin ella yo me siento triste, Sabito ¿Qué harías si Makomo un día te dijese que la olvides? ¿la obedecerías?

– Llámala – otro consejo de Uzui – Si la amas llámala, total, ya está despierta – Tengen le entrego un teléfono celular, Tomioka marcó el numero de su amada, él se lo sabia de memoria, se sentía nervioso, pero trataría de sonar convincente

– Shinobu... – Tomioka sonaba algo serio – A fuera de tu casa...

La chica abrió la puerta de inmediato, observando que efectivamente, cierto chico pelinegro era sujetado por Sabito y por Uzui, a pesar de que el comportamiento de la chica era calmado, en el fondo Giyu sabía que quería estrangular a los tres.

– ¿Cuál es el motivo para que ninguno de ustedes tres los deje sin herederos?

Aquella voz hizo que ambos jóvenes sintieran miedo, Giyu por su parte, miraba de manera triste a la chica, realmente no quería que ella se enojara.

– Bebé, vida bella, mi preciosa mariposa ¿sigues enojadita conmigo?

¿Bebé? ¿vida bella? ¿mi preciosa mariposa? Nunca en su vida usaba esos calificativos, sin embargo, salieron de su boca como ultimo intento para apaciguar a la chica.

– ¡TOMIOKA GIYU! Acaso tu... ¿Estas Borracho?

Esa pregunta cayo como valde de agua fría ante él, sabia que no debía mentirle, aprendio a la mala a no ocultar nada ante su chica, si es que ella sigue siendo su chica...

– Si, Shinobu, estoy ebrio, bebi por que creí que solo así podría olvidar que hoy discutimos, bebí porque creí que podría tratar de dejar de atormentarme, bebí por que pensé que podría tener el valor para venir hasta aquí y decirte que soy un idiota... ¡por que creí que solo así las palabras saldrían de mi boca! ¡PERDON KOCHO SHINOBU!

Los tres quedaron en shock, si bien el alcohol podría hacer que las personas dijeran cosas, nunca pensaron que realmente armarían de valor a cierto chico para pedirle perdón a la chica. Ella solo trataba de que las lagrimas no brotaran de sus orbes violetas, aunque sabía que era la embriaguez la que hablaba por Giyu, en el fondo sonaba a él.

– Vayan a casa, yo me quedare con él

– ¿estas segura Shinobu?

– Si Sabito...

Ambos chicos ayudaron a pasar al joven, cual niño chiquito, se arrojo ante Shinobu, las lagrimas comenzaron a brotar, abrazo a la chica como si realmente la necesitara para toda su vida, por que realmente la necesitaba, ella era uno de sus motivos para no querer lanzarse de un puente (otra vez) para encontrar una nueva forma para mejorar, quizás era posesivo o muy egoísta, pero él le pertenecía a Shinobu, no quería a otra mujer a su lado si no era ella.

En cuanto entraron a la casa, Kanae observo como su hermana subía con el muchacho a su habitación, desde en la tarde, Shinobu tenia un pésimo humor, quizás ahora podrían arreglar las cosas de una buena vez, ella quería mucho a Tomioka, sabía que nada malo le pasaría a su hermana, él era un buen chico.

– ¿Por qué dejas que Shinobu suba con él? – la voz de Kanao resonó en el fondo

– Tranquila, no harán nada malo

– ¿y entonces por que no dejas que yo suba con Tanjiro a mi recámara?

– por que tú eres una niña y aun necesitan de mi supervisión

Tan pronto llegó a su habitación le mando un mensaje a Rengoku, él se había quedado preocupado por sus amigos, por suerte mañana no irían a clases por lo que hablaría con Giyu en la mañana, quería escuchar aquellas palabras de nuevo, pero cuando el estuviera en sus cinco sentidos. Lo recostó en la cama y ella aun lado, Tomioka abrazo a Kocho, aun con lágrimas comenzó a dormir.

Era el mediodía, Giyu comenzó a despertar de poco en poco, la resaca invadió su cuerpo, su cabeza le dolía, lo peor era que los vagos recuerdos comenzaron a atormentarlo, observo que estaba en la habitación de Shinobu, lo sabía bien porque, en el techo, había un patrón de mariposas.
En una esquina, la chica lo observaba tranquilamente, eso hizo estremecer al joven, ella sonreía únicamente

– Te he dejado algo para curar la resaca

Él sin titubear comenzó a beber el liquido azul en aquel vaso, agradeció a la chica, ella se acercó a su cama, se sentó en la esquina inferior, era tiempo para escucharlo

– ¿y bien? ¿recuerdas lo que me dijiste anoche?

– No mucho, pero tratare... Shinobu, fui un completo idiota, no quise perjudicarte, lamento mucho si te lastime, pensé que te irías si descubrías que estoy yendo a terapias con la profesora Tamayo, en mi mente solo podía imaginarme que te irías de mi lado por ser una persona tan defectuosa... lo siento Shinobu

No era exactamente lo que esperaba, pero, aquello fue un gran avance, tomó desprevenido al muchacho al abrazarlo, realmente se sentía feliz de que por primera vez no se guardara las cosas, era horrible tener que enterarse por alguien más, siempre dejo que los malos entendidos comenzaran a afectarle, ahora se sentía como una idiota, aunque la culpa era de él, por no hablar con franqueza desde un principio.

– Eres un idiota Tomioka, pero eres mi idiota, debiste decirme todo desde un principio, pasé varias noches pensando que me eras infiel, incluso pensé en que me votarías ¿Crees que es justo?

Tomioka la abrazo fuertemente, nunca quiso hacerle sentir eso a su chica, realmente fue un idiota

– Sin embargo, no quiero que vuelva a pasar, tienes que decirme todo lo que te pase, ¿Cómo esperas que te ayude si no deseas ser ayudado? te perdono, pero la condición es, pase lo que pasé tienes que decirme que es lo que pasa en esa cabeza – ante aquello le dio un beso en la frente, él estaba llorando, no pensó que ella lo perdonaría, abrazo con más fuerza a la chica, realmente necesitaba estar a solas con ella, para derrumbarse y volverse a armar con más fuerza y valor.

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