Día 76
En momentos como estos, me dedico a delirar;
me concentro en la música y me dejo llevar.
Navego en el mar de la tempestad.
Nada ni nadie me podrá parar.
Cuando siento que todo se va a desenfrenar,
me detengo a pensar
en la vida y en el más allá,
en donde me debería hallar.
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