Después de haber dormido como bebé, desperté. Me dolía demasiado la cabeza y ni podía abrir los ojos. Me molestaba la luz que entraba por la ventana y decidí levantarme a cerrarla. Todo este tiempo creí y supuse que estaba en mi casa en Venecia, que todo era como siempre. Reaccioné al darme cuenta que jamás había visto una ventana así, las cortinas no podían bajarse, ¿pero que rayos? Y recordé, estábamos en Los Ángeles, genial. Ni siquiera alcancé ir a ver mi cuarto ayer después de la cena por que tuve que arreglarme para la fiesta.

La fiesta. Lo había olvidado.

Beverly nos había llevado a mi y a Seth a la fiesta de Dave Franco, el guapísimo de Dave. Y el me vio muy mal, por ponerme como loca. ¿Pero que me pasa? que vergüenza, bueno al menos hable con el. Después de eso... creo que ya no recuerdo nada. Ni un poco. Seguramente fue cuando caí muerta y Seth y Beverly me trajeron de regreso a casa.

Me levanté de la cama de inmediato tratando de buscar una bata ya que traía tan solo mi ropa interior. Con todo esto de la mudanza es imposible encontrar mis cosas, mucho más por que ayer ni siquiera subí a mi habitación. Yo solo quería agradar le a Beverly y por eso deje que me arreglara, estuve en su habitación anoche. Me gustaba mi cuarto, quiero decir solo hay una cama y luego yo tengo que sacar mis cosas, solo un montón de cajas.

Encontré en una de las cajas mi camisón de Pulp Fiction y fue lo que termine usando. Había demasiado luz, me dolía horrible la cabeza, juro que no vuelvo a tomar. Nunca.

Se escuchaban ruidos en la cocina así que di por hecho que estaban ya desayunando todos aquí.

- ¿hola? ¿hay alguien en la casa? - nadie contestaba, supongo que ya era tarde. No podría checar lo ya que no se donde esta mi celular.

Había un plato de cereal en la barra de desayuno, supongo que Seth lo dejo aquí para mi, no lo sé. Es sábado y doy por hecho que llevo a Erika a pasear y mi padre ha de estar con su futura esposa. Los otros niños... no tengo ni la mas mínima idea. Así que empece a comer del cereal, era mi favorito, lucky charms. Definitivamente tuvo que ser Seth quien lo dejo aquí.

Esta casa, más bien mansión estaba llena de lujos, lujos que ni siquiera eran necesarios pero bueno, ellos son los ricos. La regla numero uno de los ricos es comprar cosas que no necesitas. Por ejemplo la pantalla gigante que había en la cocina, puedo firmar que nadie la ve. La prendí y puse netflix, siempre mientras desayunaba veía mi serie, Breaking Bad. Me encantaba.

- oye ese era mi cereal. - escuche una voz detrás mío, no la reconocí. - oh, buen capitulo.

- ¿disculpa? - me voltee de inmediato y vi a... no podía creerlo, después de tanto tiempo, veía a Tom. Se veía tan guapo.- no puedo creerlo. 

- hola Sophia. - se sienta a un lado mío pero yo me quede helada, no podía moverme. - no te preocupes por el cereal, ahorita me sirvo. ¿Como sigues?

De todas las personas en el mundo, jamás creí que el actor de el hombre araña estaría en esta casa, el que juraba que era el amor de mi vida, mi primer amor. Se veía tan bien, traía una camisa de color vino y unos jeans, yo en cambio solo un camisón y toda despeinada y demacrada. No creí así mi primer encuentro de nuevo con el.

- ¿hola? - me dice tomándome del brazo delicadamente. - ¿que tienes?

- ¿que haces aquí?

- estoy esperando a Beverly que acabe de arreglarse, me acompañara al set. - vaya. Era demasiado bueno para ser cierto, claramente nunca me hubiera buscado. - te ves hermosa, como siempre.

- no puedes decir eso. - el que me viera a los ojos me pone muy nerviosa. 

- ¿porque no? Es la verdad.

- por que no puedes decir "como siempre" no volví a verte nunca, desde que teníamos quince años.

- Sophia yo intente hablar contigo muchas veces, muchas. No tenía razones para alejarme de ti. Fue un poco de todo, las películas, mis agentes, las entrevistas.

- claro.- me voltee a ver la ventana, cualquier cosa era mejor que el. 

- perdón, jamás fue mi intención lastimarte. - me volteo el rostro, el que sus manos estuvieran de nuevo en mi me hacía la persona mas confundida. - ahora que te veré siempre, espero y estemos bien de nuevo.

- ¿porque te veré siempre? 

- la secuela de el hombre araña. - decidí ponerle pausa al programa, me interesaba esta conversación. -Lucille es la directora de la película.

- entonces definitivamente te  veré siempre. Que ironía de la vida. Esto era lo que más le pedía, el verte siempre, claro que en Londrés verdad, y ahora me lo da. Pero no es lo que quiero. 

- Sophia a ver, entiende. Yo no te deje por que quise. Fue mucho de todo y bueno ya pasó mucho tiempo, al menos dime que podremos ser amigos. Han pasado ocho años.

- tienes razón, tan solo era una niña, ni siquiera sabía que era el amor. - dije para molestarlo. - bien, si, amigos. - le estreche la mano. 

- ¿y como sigues? - no tenía ni la mas mínima idea de el por que su pregunta. Quiera abrazarlo y que ese abrazo durara toda la vida ya que así sentí el tiempo sin el pero claro que no, las cosas no podían ser así. 

- ¿como que como sigo?

- ayer en la fiesta, cuando estabas mal, Beverly me pidió que te dejara en tu casa. - oh, ahora lo recuerdo, fue el. - Hablamos en el camino.

- no lo recuerdo, no pienses que soy una borracha. Tan solo... dije ¿porque no? pero veo que fue una mala decisión.

- vomitaste en mi carro. - me sentí tan avergonzada, que pena. Me tape el rostro con ambas manos, este solo se ríe. - y luego te desmayaste y te cargue hasta tu cuarto.

- Dios mio, ¿mi padre vio?

- no, no había nadie en la casa... por alguna razón. Y mira, para que me creas, se muchas cosas de ti, que tu sola me dijiste ayer.

- ¿que tanto dije?

- dijiste que quieres ser directora de cine, eso me parece genial.- jamás le dije cuando niños, bueno ahora lo sabe. - Dijiste que preferías a Andrew Garfield y eso dolió. - se reía de esto tan tranquilo mientras yo me moría de la vergüenza.

- no sabía lo que decía... - me interrumpe.

- dijiste que amas Volver al futuro y que yo podía ser un buen Marty Mcfly. - ahora si me reía, era tan tonto que me puse a pensar en un nuevo cast para la película.

- si... admítelo, te queda totalmente. - su risa, definitivamente esa lo mas dulce que se podía escuchar.

- si en algún momento de la vida me piden que sea el en la nueva adaptación, diré que no. No pienso ser yo quien arruine una de las mejores películas del mundo.

- me parece una muy buena idea, te lo agradecería mucho.

- ¿que haces? - era Beverly bajando las escaleras. - hola Tom.

- que hay, ¿estas lista? - Tom se levanta de su asiento y toma sus lentes de sol.

- si, lamento tardarme. - cuando se saludan se dan un muy fuerte abrazo y esta le da un beso muy cerca de los labios... wow son novio. - oye Sophia, nuestros hermanos salieron 

- ¿quieres venir? - me pregunta el. - supongo y tu padre esta con mi madre en el estudio, Tom y yo iremos allá. ¿quieres ir?

- creo que mejor iré a conocer la ciudad. Es mi primera vez aquí.- todo el tiempo miraba a Tom. Era inevitable.

- adiós Sophia. - me dice el.

Adiós Tom.