ZACK POV

Había intentado ignorar a Leah de todas las maneras posibles, la besé pensando que ella seria como todas las chicas con las que me acuesto, pero pensé mal. Leah me dio un golpe bastante duro que me había sacado de la borrachera en la que me encontraba.

Aún no entendía el porque de su odio, realmente no lo entendía, y no es por ser un cabrón pero yo no sabia de su existencia, o bueno eso creía yo.

Fui a buscar a Kate ya que me sentía como la mierda por ser rechazado por un chica, y bueno, ella siempre me hacía sentir mejor.

Cuando llegue a casa y la vi viendo la televisión, no pude evitar sonreír, era tan inocente y tierna, me daban ganas de ir a abrazarla.

¿Pero que mierdas estoy diciendo?

Cuando Kate preguntó por ella, supuse que debía decirle algo que la hiciera sentir mejor, pero sinceramente Kate no tenia nada que Leah no tuviese.

En la escuela ella había ido a buscarme, se lo había prohibido, y me jodía bastante que hubiese ido, cuando ella se acercó pude notar como todas las miradas de mis amigos se posaban en ella y en sus largas piernas, logre escuchar un par de comentarios acerca de lo buena que estaba, lo cual me cabreo más,era por eso que le pedí que no se acercara a mi.

Después de que me arrojo esa bebida quería asesinarla, aunque me parecía bastante bien que ella no dejase que nadie pasase por encima de ella.

Me encontraba buscando algo de comer en la cocina, cuando involuntariamente mis ojos se posaron en la pelinegra que iba entrando por la puerta, pude notar que estaba algo diferente, así que supuse que era el momento de ir y hacerla enfadar más.

—¿Crees que se me olvido lo de hoy en la cafetería?

Ella solo miraba al suelo, no me miraba.

—Lo siento, no volverá a pasar, no te volveré a hablar.

¿Que? ¡Yo no esperaba esa respuesta! Estaba esperando algo tipo "que te den" o algo así.

Así que finalmente levantó su mirada, sus ojos estaban algo hinchados y rojizos, su cabello estaba desaliñado y su uniforme no se encontraba como ella solía lucirlo.

—¿Estas bien?

—Si, Zack.

—¿Segura?

—¿Me podrías abrazar?— dijo con la voz temblorosa y los ojos nublados.

No sabia que hacer, realmente me quede algo paralizado, no sabia que hacer. ¿Realmente Leah me estaba pidiendo un abrazo? Esperaba cualquier cosa de ella menos eso.

La miré de nuevo y sentí que debía protegerla como si fuese su hermano mayor, se veía realmente débil, como un cachorrito triste y abandonado.

Así que lo hice, la envolví en mis brazos y la atraje hacia mi, ya que yo era mas alto que ella, el perfume de su shampoo ingresó por mi nariz, olía realmente delicioso.

—Tranquila.