Zack Pov

Me estaba volviendo loco, en verdad no entendía el porqué Leah estaba enojada, sé que gracias a las hormonas del embarazo ella se pone así, pero aveces siento que no voy a poder con esto, luego recuerdo que la amo, que ella es la mujer de la cual estoy completamente enamorado,y que soportaría cualquier cosa por ella. 

Sabía que Leah estaba desconfiando de mi, y yo la entiendo, sé que si ella fuese la de las llamadas y que se fuese sin avisarme, yo ya hubiese enloquecido, y ella esta haciendo todo para no enloquecer. Yo no estaba ocultando nada, y mucho menos estaba con otra, yo sería incapaz de hacerle algo así a la mujer que amo.

La primera vez que viajé a Nueva York vine a encontrarme con Juliet y su novia Emilia para buscar un apartamento adecuado para mi, Leah e Isabella, cada vez que hablaba con ellas no quería que Leah me escuchase ya que quería que fuese una sorpresa,obviamente ya había hablado con Louis el padre de Leah y el muy feliz accedió a que viviésemos juntos. Esta vez viaje a Nueva York para terminar de comprar los muebles de nuestro nuevo hogar, obviamente la parte de la bebé no la había tocado, ya que quería que fuésemos juntos a comprar las cosas y decorarlo juntos también.

—Iré a buscarla, creo que hoy es el gran día.

—¿Seguro? — preguntó Emilia.

—Más que nunca, sé que ella esta desconfiando de mi.

—Esta bien, si necesitas algo nos llamas.— gritó Juliet.

Salí del departamento que mi prima y su novia compartían y me dirigí a donde se estaba quedando Leah, al apartamento de mis suegros. Timbré y nadie abría, hasta que por fin salió Maggie.

—¿Hoy le dirás?— preguntó.

—Claro que sí.

—Menos mal, espero que acepte.— rió.— Ella esta  en su habitación, o bueno, en la de huéspedes.— me guiñó un ojo.

Entre al departamento en busca de la mujer de mi vida, cuando visualice cual sería su cuarto golpee varias veces y al no tener respuesta decidí entrar.

—Hola.— dijo dándome la espalda.— ¿Por que no me dijiste que ya habías llegado a Nueva York cuando te llamé?

Ajá, así que por eso estaba tan enojada, es tan tierna, en serio, la amo demasiado.

—Todo tiene una explicación.— me acerqué a ella.— ¿Me dejarás que te explique?— la abracé por la espalda.

— ¿Tengo opción?— preguntó girándose hacia mi.

—Vamos.— dije tomándola de la mano y saliendo de la habitación.  El día de hoy Leah estaba realmente hermosa, tenía un vestido de rayas y un saquito largo de color gris.

Salimos en dirección a mi auto, y bueno, llegamos a los apartamentos donde ahora viviríamos.

—Ven, vamos.— dije tomando su mano, mientras ella solo me miraba confuso.

Cuando entramos supe que le iba a gustar, sus ojos casi se caen de sus órbitas, el apartamento había quedado hermoso y espero realmente que a ella le haya gustado.

—¿Que hacemos acá?.— preguntó algo confusa.

—Bueno Leah..— estaba algo nervioso.— Quiero que estemos juntos en esta nueva etapa de nuestras vidas, quiero despertar cuando Isabella llore, quiero que compartamos muchas cosas juntas, y eso no va a ser posible si vives con tu padre.— ella sonrió.— Leah, quiero que vivas acá conmigo, tú padre compró la mitad, y yo la otra, por lo cual este apartamento es tuyo también.

—¿En serio?.— dijo emocionada.— ¿Quieres que vivamos juntos?

—Si Leah.— ella corrió hacía mi y me besó.— Por eso había actuado tan raro, quería que fuese una sorpresa.— sonrió.

—Eres increíble.— me abrazó más fuerte.— Eres el mejor de todos.

—¿Entonces eso es un sí?

—Claramente.— me besó.

—Ven, quiero que veas esto.— nos dirigimos hacía el cuarto de nuestra bebé.

—Acá no hay nada.

—Lo sé.

—¿Y entonces que querías que viese? 

—Pues que estaba vacía, que el cuarto de Isabella esta vacío.

—Esta bien.— dijo riendo.

—Leah, lo que quiero decir es que no tengo nada acá porque quiero que juntos consigamos las cosas para Isabella.

—Eso es genial, ¡Eres el mejor novio de todos!— me besó.— Te amo, te amo, te amo.

(.....)

Cogí todas las cosas de Leah y las guardé en el auto.

—Mi pequeña ya embarazada y apunto de dejar la casa.— dijo Louis.— No sé si llorar de la felicidad o de la tristeza.

—Papá.— ella lo abrazó.—¡Puedes visitarme siempre! Y yo lo haré también, ¿vale? Te amo.

—Cuídalas mucho Zack.

—Así será.— sonreí.

—Papá, además no estaremos tan lejos, cálmate. 

—Las despedidas me ponen sentimental.

Después de salir de casa de Leah ella llegó con la sorpresa que en dos días tendría la última ecografía, y realmente yo estaba nervioso.

(....)

—Buenos días.— dijo la secretaria en cuanto llegamos.

—Hola.— respondimos al unísono. 

—¿Tú eres Leah Garret Verdad?— dijo señalando a mi chica y ella asintió— Muy bien, te llamaremos en unos minutos, pueden esperar ahí.—señaló una sala de espera.

Minutos después salio una doctora y nos llamó, la seguimos y le indicó que hacer, ambos estábamos realmente nerviosos, ya que estimaría la fecha del parto, después de la ecografía nos indicó que probablemente Leah daría a Luz en dos semanas, lo cual me ponía aún más nervioso.

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¡Lo que Leah tenía puesto, obviamente ignoren la cara de la chica!

Acá esta el segundo cap de la maratón, no sé si les pareció aburrido pero realmente espero que no, no he subido porqué la universidad me tiene loca jaja, espero que me dejen un voto y pronto subiré, en esta semana :) 

Espero que se pasen por mi novela ¡Hermana de un Nerd! y bueno, eso es todoo, sus comentarios me alegran mucho jesjes, ¡Nos leemos pronto!