Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 46

Tuve problemas para subir este capítulo, así que lo volví a poner en borradores, pero espero que ahora si les salga.

__________________________________________________________________________________

—¿Porque hay solo dos habitaciones?

—Yo me iré con Dakota, pero mientras nos acomodamos viviremos acá ambos.

—¿En serio?

—Si.— se acercó y me susurró en oído:— No podrás tener sexo con Zack mientras durmamos juntos.

—Idiota.— articulé sin que mi padre me viese.

—¿Y bien? ¿Que tal les pareció el apartamento?

—Es muy bonito, además es tan moderno.

—Me alegra que te guste hija.- sonrió.

—Ahora vamos a comer, ¿no tienen hambre?.— todos asentimos.— Iremos a un restaurante por acá cerca, por que no quiero cocinar nada hoy.— dijo Maggie.

Salimos del hermoso apartamento y nos subimos al auto, el restaurante era cerca pero como yo estaba en mi ultimo trimestre decidimos ir en auto.

—¿Que desean?.—preguntó una señora mayor que nos atendió.

—Yo quiero lasaña.— dije mirando la carta.— Y de beber una Coca Cola Light.

—Yo quiero lo mismo.— dijo Thomas.

—Nosotros queremos spaghetti con carne.— dijo Maggie.— Y de beber queremos limonada.

—¿Como te has sentido últimamente?

—No me quejo, a veces se mueve, pero nada grave.

—¿Y como llevas el cambio hormonal?.— preguntó y Thomas me miró divertido.

—Es difícil controlarlo, y más cuando eres alguien tan sensible.— reí

El resto de la cena fue divertida y cuando regresamos al departamento fue muy raro tener que compartir habitación con Thomas.

(...)

Hola.— chilló Dakota a la otra línea.
Hola, no grites.—   ella rió.—  ¿Cómo estas?
—  Bien pequeña Leah, te tengo una gran noticia.
—  Te escucho.— reí.
Bueno, no sé si sabías pero voy a vivir con el sexy Thomas.
Si, el me contó, pero, ¿Porque?
Bueno, tú necesitas espacio para ti y la pequeña Isabella, y yo necesitaba un compañero con quien vivir, y el se ofreció.
 —  Esta bien, entiendo.
En fin, no te llamaba para eso.
¿Entonces para qué?
Mañana a primera hora viajo para allá.
¿Vienes en avión?.dije divertida.
  —  Si.—   chilló.—   Luego mi papá me mandará el auto, ¿Crees que me puedas recoger?
Tendré que pensarlo.—   escuché como suspiraba.—   Claro que iré por ti boba.
Gracias.—   gritó.—  Eres la mejor, nos vemos mañana, ¡Te quiero!

Colgó el teléfono.

Seguí revisando papeles de la universidad, en verdad estaba realmente emocionada por entrar a Columbia, digamos que siempre había querido estudiar allí y sabía que no iba a ser fácil con un bebé en camino.

La tarde pasó rápido y cuando menos me di cuenta ya estaba dormida.

¿Hola?
—  Leah Caroline Garret.
—  ¿Dakota?.— mierda, se me había olvidado.—Ya voy en camino.
Esta bien.— rió.— Ven con Thomas, que el conduzca.

Me levanté rápidamente y cuando fui a despertar a Thomas mi roommate el ya no estaba. En verdad era algo raro saber que estábamos en la misma habitación, me vestí, si, sin bañarme y salí en busca de Thomas el cual ya estaba desayunando y me estaba sirviendo.

—Siéntate a comer.— dijo.— Iremos por Dakota.

—Esta bien.

Desayune con muchas ganas, en verdad Thomas cocinaba delicioso y cuando estas embarazada todo es aún más delicioso, o bueno, eso me pasaba a mi. Terminé de comer y fui a lavar mis dientes, cuando estaba lista salimos en dirección al aeropuerto.

Cuando llegamos visualizamos una cabellera rubia con un montón de maletas, me pareció divertido porque Dakota tenía cara de confusión.

—¡Dak!..— ella giró en mi dirección.

—Son muy incumplidos.— dijo riendo.

—Relájate.— le dijo Thomas.

—¿Y hoy me dejarán conocer su bella morada?.— Pregunté pero ambos estaban mirando algo detrás de mi.— Chicos.— me giré y desee no haberlo visto.

Zack estaba detrás de mi, pero no, no como en esas películas que el iba a estar con un ramo de flores, estaba con su queridisima prima Juliet y con otra chica, con la cual estaban muy cariñosos, la estaba abrazando.

—Vamos.—dije.

—¿Segura?

—Si, quiero conocer su apartamento chicos.— sonreí.

—Esta bien, vamos.

Subimos al auto y yo solo pensaba en Zack, ¿Que mierdas esta haciendo acá? y peor aún, ¿Porque no me lo dijo?

—Voy a llamarlo.

—¿En serio?.— asentí.

Tomé mi teléfono y marqué su número, se tardó algunos segundos en contestar, y finalmente lo hizo.

Hola nena.
—  Hola Zack
—  ¿Esta todo bien?
Si, solo quería saber como estas, y eso.—   reí, aunque en realidad quería llorar.
—  Bien Leah, descansando en casa.—   se escuchaba nervioso.
—  ¿En serio?
—  Si nena, extrañándote un montón.—   rió.— Pronto iré a Nueva York.
—  Esta bien, bueno, te tengo que dejar.
—  Claro, hablamos luego, te amo.
—  Yo también.— dije finalmente y colgué, me estaba mintiendo y era obvio, ya que yo lo había visto con mis propios ojos.

—¿Que te dijo?

—Que estaba en casa, y que pronto vendría.

—Ay Leah.

—No pasa nada, ahora vamos a conocer su nuevo hogar.

Llegamos a una zona de hermosos departamento, en verdad eran realmente hermosos y costosos.

—Esto está hermoso.

—Y tienes que verlo por dentro.—dijo Dakota.

Subimos por el ascensor y llegamos a un hermoso apartamento de color crema, toda la decoración era moderna y quería llorar de la envidia, era tan elegante.

—Voy a llorar de lo hermoso.— grité.

—Podrás venir acá cuando quieras, hasta con Bella.— dijo Thomas.

—Obviamente vendré con ella idiota.— sonreí y el también.

—Me gusta la nueva Leah.— dijo Dakota.— Desde que estas embarazada eres una persona tan fuerte, tan hermosa, en verdad me alegra mucho que esta pequeña venga en camino.

—A mi también Dak, creo que desde que supe de mi embarazo me empeñe en ser alguien más estable.

—Estoy orgullosa.

—¿Y cuando te mudas Thom?

—Mañana mismo.

—Fue bueno tenerte como roommate.

—¿Pedimos comida china?.— dijo Dakota interrumpiendo nuestra conversación.— Hola.— gritó.

—Si.— chillé.— Sabes que amo la comida china.

(....)

El teléfono sonaba y sonaba, y yo no quería contestarle a Zack, en verdad prefería que me dijera "No quiero estar más contigo porque estas gorda y fea" a que me dijera mentiras, en verdad las mentiras me enfurecían.

Quería golpearlo demasiado, quería golpearlo a él y a su maldita prima Juliet, y también quería golpear a la pelinegra del otro día, ¿Porque? bueno, por mentirosos.

Un número desconocido apareció en la pantalla de mi celular, en verdad no quería contestar pero quizá era algo de la universidad.

¿Hola?
—  ¿Estas bien?
 —  ¿Zack?
—  Si, ¿estas bien?
—  Si, me tengo que ir.
—  Espera, no cuelgues.— dijo suplicante.— ¿Que ocurre?
¿De quien es este telefono?
—-De Emilia.

  dijo y colgué.

Quizás estaba exagerando, pero sus mentiras me tenían cansada, si no era nada malo, ¿Que problema tenía en decirme la maldita verdad?

Decidí enviarle un correo a la secretaria de la amiga de la doctora Martinez donde programaría mi última ecografía, quizás era algo rápido pedirla, pero es mejor prevenir que lamentar.

_________________________________________________________________________________

Este capítulo es de una MARATON, osea ya en unos momentos subo el otroooo jesjes.

¡Espero les haya gustado, y dejen un voto!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro