—¿Por que estas tan feliz?

—¿Ah?.— dije algo confusa.

—Si Leah, porque estas así.—me señaló.— De sonriente.

—Pues..—Dakota me miró divertida.

—¿Tiene que ver con Zack?

—Si, ayer dijo que estaba enamorado de mi.— sonreí.— Y yo también estoy enamorada de el.

—Eso es muy lindo.— suspiró.

—¿Y tu como estas con Alex?

—Yo no sé.— miró al suelo.- A veces actúa demasiado raro, en verdad no sé que sucede.

—¿Y has intentado hablar con el?

—No, no sé.— suspiró.— No se como afrontarlo.

—¿Te estas escuchando? Eres Dakota, tú eres la personas más valiente así que ve y habla con el.

—Esta bien.

(....)

—Eres la embarazada más sexy de todas.— dijo moviendo sus cejas de forma sugestiva. 

—Deja de burlarte de mi.—dije divertida.

—Oh nena, no me estoy burlando.— sonrió Zack.

—Idiota.— susurré y Zack soltó una carcajada. 

—Deberíamos ir a comprar ropa para la bebe, ¿no crees?

—¿En serio?.— dije emocionada

—Claro que si, mira que después viene la graduación, las festividades y nuestra vida en Nueva York, y no tendremos tiempo.

—Es cierto.— reí.— Creo que eres la dama de esta relación.— me fulminó con la mirada.—Esta bien, era broma.

—Vamos.— se levantó de la cama y me ayudo a mi también.

En cuanto llegamos al centro comercial entramos a una tienda donde todo era para bebes,  quería llorar, todo era tan hermoso y pequeñito. 

—Iré a buscar unas cosas, y tu busca unas, y luego no las mostramos. ¿te parece?

No.

—Si

Lo primero que vi fue un gorrito rosado con un moñito en la mitad, este gorrito hacia juego con unas medias iguales, no lo puede resistir y lo tomé. Un enterizo de buhos apareció, era blanco y hermoso, también lo tomé. Un saco tejido se me hizo hermoso, no lo pude resistir y también lo tomé.

—Leah.—dijo Zack sonriendo.— Mira esto.

Me mostró un gorrito blanco que traía escrito "I love Dad", sonreí, no se por que no me sorprendió, lo segundo que me mostró fue un conjunto donde el pantalón era rosa y la camisa blanca con un lindo estampado que decía "Princesa de papá", sonreí, Zack era realmente tierno.

—Esta hermoso

—Lo tuyo también, y creo que ya es suficiente, te prometo que vendremos pronto.

—Esta bien.—reí.

Cuando llegamos a la caja Zack iba a pagar, pero obviamente yo no lo deje, se molesto al principio pero luego lo supero.

Salimos del almacén y nos dirigimos al cementerio, en verdad quería hablar con mi madre, hace mucho no lo hacia.

—¿Te espero acá?

—Si, por favor, no me demoro.

Baje del auto y caminé hacia la tumba de mi madre, coloqué las flores que habíamos comprado y me senté con cuidado junto a ella.

—Hola mamá.— suspiré.— No se por donde empezar, creo que tal vez por la parte del embarazo, estoy realmente gorda.— reí.— Desde que me entere de mi embarazo sentí como un cambio en mi, a pesar de mis depresiones hace mucho no me dan, creo que mi bebe es una luz en mi vida, así como Zack.— sonreí.— Creo que lo mejor que me pasó, fue ir a vivir a casa de Zack, en fin, te extraño tanto, quisiera que estuvieses acá conmigo.—sentí como mi humor se iba al suelo.— Que me hubieses regañado por mi embarazo, lo que sea, ya me tengo que ir, te amamos mucho mami.

Me levanté y fui en dirección al auto, cuando llegué Zack colgó rápidamente el teléfono, ya que se encontraba hablando por el, decidí ignorar esa situación, ya que estaba de buen humor.

(....)

—¡Leah!

—¿Que mierdas?.— abrí los ojos lentamente.— ¿Por que estas gritando Thomas? ¿Te enloqueciste?

El soltó una carcajada.— Levántate, hoy es la graduación y tu acostada como una ballena.

—Gracias por recordar que estoy gorda.—el rió.— Estoy ofendida, vete Thomas.

—Estas muy sensible, ven vamos a desayunar.— salió de mi habitación.

—Idiota.— susurré.

—Te escuche.

Baje y me encontré con un delicioso desayuno, comí con muchas ganas,  y cuando digo que con muchas ganas era enserio.

—Chicos, estamos muy orgullosos de ustedes.— dijo mi padre.— Hoy por fin serán bachilleres.— sonrió.

—Es cierto, nada nos hace más feliz que saber que ustedes por fin entraran a la universidad.— Maggie tomó mi mano.— Y sé que tu madre también lo estaría.

—Gracias.— dijimos al tiempo.

—Ahora, a arreglarse que hoy es el gran día.

Subimos a nuestra habitación, y bueno, el outfit de ese día era el grandioso uniforme, tomé la falda del colegio y me la puse, realmente con la barriga me quedaba un poquito más alta, la camisa también y obviamente mi figura de embarazada sobresalía.

En cuanto llegamos al auditorio de la escuela Thomas y yo tomamos asiento en la parte donde se sientan los que se van a graduar, en cuanto llegue logre ver a mis compañeros, a mis amigos y a el amor de mi vida.

—Que bueno que estén acá.— dijo el rector.— Hoy es un día muy importante para ustedes.—nos observó.— y también para sus padres, estoy muy feliz que el día de hoy culminen una etapa tan importante en sus vidas.— sonrió.— Y aunque quizás algunos tuvieron dificultades a lo largo del año estoy muy orgulloso de ustedes por continuar con sus estudios.— me miró.— Ahora si, empezaremos con la entrega de los diplomas.

Tenía la cabeza en otro lado, porque sinceramente no me di cuenta cuando me llamaron, solo sentí el codazo de Thomas y una mirada de "Parate idiota". Me levanté con cuidado y subí al escenario donde me darían mi diploma, en cuanto lo recibí el rector me susurró que dijera unas palabras, asentí pero en verdad no sabía que iba a decir, no le costaba nada avisarme.

—Buenos días.— sonreí, sentí todas las miradas en mi barriga, sentía nauseas.— En verdad estoy un poco nerviosa como se pueden dar cuenta.— Me encontré con la mirada de Zack el cual me daba apoyo.—Este año mi vida cambió por completo, mi madre falleció y como pueden ver estoy embarazada, llego un punto donde yo sentía que no podía más, intenté hacer cosas realmente estúpidas—se me quebró la voz.— Pero mirenme acá, logré salir adelante, y a pesar de todo lo que sucedió terminé mis estudios y acá estoy, recogiendo mi diploma.— reí. El primero en pararse y aplaudirme fue Zack, y bueno,  el resto lo siguió.

—Estuviste increíble.— me susurró Thomas.

— Gracias.— reí.

El resto de la ceremonia fue algo aburrida, y finalmente nos dirigíamos a casa de Zack, el cual iba a dar un almuerzo para celebrar la graduación.

—Tu discurso me llegó al alma.— dijo Dakota.

—¿Hablas en serio o te estas burlando?

—Hablo en serio.— se ofendió.

—Ya, ya perdón.— sonreí.

—¿Has visto a Zack? Desde que llegamos no lo he visto, solo me abrazo cuando se acabo la ceremonia y no lo he vuelto a ver.

—No, depronto está adentro.— dijo Drake.

—Esta bien, iré a buscarlo.

Cuando entré a la casa logré escuchar la voz de Zack en el estudio, me acerqué sigilosamente, quería asustarlo.

—Si tranquila.— dijo al teléfono.—Apenas llegue a Nueva York paso a verlo y nos vemos.

¿Qué? ¿tranquila?¿Se van a ver? ¿Con quien habla Zack?

—Claro que no le he dicho a Leah.— susurró.— Vale, gracias por todo, te quiero.

Sentí ganas de llorar, ¿porqué? Bueno, no lo sé, quizás estaba siendo algo exagerada y no era nada, y yo estaba actuando como una loca.

Respira Leah.

—Hola.— susurré cuando entré al estudio.

—Hola Nena.— besó mis labios.— ¿Cómo la estas pasando?

—Bien, ¿y tu? ¿Que haces acá tan solo?

—Eh..nada.- se rascó la nuca.—¿Vamos al jardín a almorzar?.— me extendió la mano.

—Claro.— sonreí.

(.....)

—Puedes dejar de llorar.— dijo Thomas alterado.

—No.— tomé otro cleneex y limpié mis lágrimas.

—¿Al menos puedes decirme por que lloras?.— se sentó junto a mi.— Por favor.

Negué con la cabeza, sentí como las lágrimas salían de nuevo, y como Thomas perdía la paciencia.

—Leah.—suspiró.—¿Que ocurre?

—Es que..no lo sé.

Se quedó viendo algo sobre mi cama y me miró con el ceño fruncido.

—¿Porque estas viendo Juno ?.— preguntó.—¿Estas llorando por eso?

—Thom, es que.— susurré.— Que tal que Zack me deje como le sucedió a Juno, y entonces.— se me quebró la voz.— ¿Que tal cuando estemos en Nueva York el se consiga a alguien mejor o peor aún, que tal ya este con otra?.—sentí como las lágrimas volvían a salir.— Y no esté el día del parto.

—Leah.— dijo y me abrazó.—¿Estas llorando solo por eso?.— asentí.— ¿Segura?.— negué.— Cuéntame, que ocurrió con Zack.

Respira Leah, por tu bebé.

—Hace unos días el estaba de viaje, y bueno, cuando lo llamé me dijo que estaba ocupado, y al día siguiente contestó una chica, y últimamente esta hablando por teléfono, y cuando yo llego actúa nervioso.

—¿Y has hablado con él?

—No, no he sido capaz.— susurré.

—Ay Leah, por favor, no llores más.— besó mi frente.—Es hora de ir a dormir.

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Holsss, bueno primero disculpen las fallas ortográficas jaja, por que el tiempo no me da para corregir, la universidad me tiene cansada y sin tiempo, y bueno hoy no tuve clase así que decidí subir un capítulo. 

Segundo quiero contarles que empezaré a editar y corregir los capítulos anteriores por lo que obviamente les saldrá la notificación de actualización, pero esto no quiere decir que deje de subir capítulo nuevo, esta semana subiré otro y así. 

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