—Tienes que levantarte Leah Caroline Garret.

—Primero que todo no me llames por mi nombre completo Thomas, y segundo, no quiero.

—Vamos Leah.— dijo Thomas quitándome las cobijas— Es por tu bien y por el de mi sobrino.

—Esta bien.— dije levantándome de la cama ganándome una mirada aprobatoria de parte de el.

—Mamá manda a decir que te coloques una camisa suelta para la ecografía. —dijo Thomas saliendo de la habitación. 

Solté un suspiro, sería un día largo, iría a mi primera ecografía para saber cuantos meses tenia mi bebe, no podía dejar de pensar en Zack, desde que habíamos terminado mi vida se había vuelto dura, en varias ocasiones había querido acercarme a el y contarle toda la verdad, pero como la cobarde que soy no lo había hecho.

—Listo, que rico huele a pancakes.— dije sentándome para desayunar.

—¿Quien quieres que vaya contigo?.— preguntó mi padre, negué con la cabeza.

—Dakota irá, y quisiera que también fuese Maggie.

—Claro que si linda, yo iré contigo.

Terminamos de desayunar y salimos en el auto de Maggie, nos encontraríamos con Dakota en el hospital, coloqué las manos en mi vientre, dentro de nada sería un barriga muy grande y tendría a un hermoso hijo mío y de Zack.

—¿Has pensado en hablar con Zack?

—Si, pero aún no sé Maggie.

—¿No sabes que?

—Pues no sé si es preferible que me odie por que le termine sin decirle la razón, o que me odie por tener un bebé.—negué con la cabeza.— No quiero que el piense que quedé embarazada apropósito, que lo hice por su dinero.

—Leah, sé que no es fácil pasar por lo que estás pasando, y Zack debe entender que tu tampoco querías tener un bebé tan joven, pero son cosas que pasan.

—No quiero que me odie.

—Leah, piénsalo bien, no vaya a ser que te arrepientas.

Hasta ahí llego la conversación acerca de Zack, el resto del camino Maggie no paró de hacerme preguntas sobre si Thomas tenía pareja o algo así, yo solamente le decía que no sabía ya que probablemente Thomas se enojaría si yo abría mi bocota.

Cuando Maggie se estacionó creí ver un auto similar, se parecía al de Kate, pero probablemente existirían muchos autos así.

—Hola.— dijo Dakota.

—Hola.—saludamos ambas.

—¿A que horas es la cita?

—A las 10:30

—Vale, iré a registrarme.

Después de haberme registrado en recepción me senté en una de las sillas de la sala de espera junto a Maggie y Dakota, obviamente cuando estaba ahí sentada me gane varias miradas reprobatorias de las señoras que allí se encontraban.

—Señorita Leah Garret.— dijo una enfermera.— Por aquí por favor.— señaló un corredor.

La seguimos, llegamos a un cuarto completamente blanco, donde nos esperaba una doctora joven.

—Leah, buenos días— dijo

—Buenos días.—respondí

—Por lo que veo es la primera vez que vienes a una consulta conmigo, así que te pediré algunos datos para tu historia clínica, ¿vale?

—Si señora.— ella sonrió.

—¿Nombre completo?

—Leah Caroline Garret Grier.

—¿Edad?

—18 años.

—¿Primer embarazo?.—asentí.— Muy bien, ¿Y el padre del bebe?

—¿Esa pregunta es necesaria para la historia clínica?

—Leah.—susurró Dakota.— No seas grosera.

—El no está.

—Esta bien, terminamos. Por favor acuéstate en la camilla mientras viene la enfermera por favor.

Hice lo que me pidió, me levantó la blusa que llevaba puesta, esparció un gel en mi creciente vientre y cogió un aparato, algo así como un "micrófono", el cual emitiría unas ondas de ultrasonido, las cuales formarían una imagen en la pantalla. 

—Muy bien Leah, vamos a ver cuanto tiene tu bebe.

Colocó el aparato en mi vientre y en la pantalla apareció un pequeña manchita, yo realmente no le veía forma de bebe, y al ver la cara de Dakota supe que ella tampoco, pero al parecer la doctora y Maggie si.

—Muy bien Leah, tu bebe esta de aproximadamente 13 semanas.

—¿13 semanas?

—Casi cuatro meses y medio-sonrió.

—¿y está sano?.— preguntó Maggie.

—Pues por lo que veo en el momento si.

—Me alegra mucho.— sonreí.

—Muy bien Leah, eso es todo por hoy.— me tendió una toallita para limpiarme— Espero que nos veamos en tu próxima cita, ¿Vale?

—Claro que si doctora.

—Un gusto conocerlas.

Saliamos del consultorio de la doctora, y antes de llegar a la puerta que separa los consultorios de la sala de espera una voz llamó mi atención.

—Ella esta acá. —¿Esa era Kate?

—No les puedo dar esa información.

—Mire señora, para nosotros es muy importante saber que está haciendo Leah Garret acá.

Esa voz, era Zack.

—¿Leah que ocurre?.— pregunto Maggie.

—¿Estas bien?.— dijo Dakota.

No respondí nada, porque básicamente mi cabeza estaba en la conversación que estaba teniendo Zack con la secretaria.

—Ella esta practicándose una ecografia.

—¿Una ecografía?.— dijo Kate.

—Si— respondió.

Inhala, exhala.

—Zack esta afuera.— susurré

—¿Cómo lo sabes?

—Lo escuché.

Salimos e intentamos atravesar la sala de espera sin ser vistas, creímos que logrado, pero cuando estábamos saliendo de la clínica tropecé con una chica.

—Mierda.

—¿Leah?.—me miró.— Zack acá esta.— gritó Kate en dirección a Zack.

—Mierda Kate.

—¿Leah?

Si no lo miro, no es conmigo.

—Leah Garret, ya voltéate y mírame.

Ya estábamos fuera de la clínica, fui girándome lentamente encontrándome con un Zack bastante enojado, y con Kate y Drake algo confundidos. Maggie y Dakota me miraban como dándome ánimos.

—Hola Zack.— susurré.

—¿Estas embarazada?.

—Estoy bien Zack, ¿Y tu que tal?

—¿Estas embarazada?.— insistió.

—Si.

—¿Es mío verdad?.— No respondí.— ¿Leah? Estoy esperando una respuesta.

—Si

—¿Porqué Leah? ¿Porqué mierda lo hiciste?.— sentí como mi corazón se partía.

—Zack, yo..— mi vista se nublo.— Yo no quería quedar embarazada.— Empecé a llorar.— No es algo fácil para mi, de verdad.— sorbí con la nariz.— No te pediré nada para mi bebé.— rompí en llanto aún mas.— Quiero que sepas que nunca ha sido por dinero.—seguí llorando.

El no decía nada, estaba como en una especie de shock, sentí como unos brazos me abrazaban, y aunque me hubiese encantado que fuesen los de Zack, eran los de Dakota.

—Es mejor que nos vayamos Leah.— dijo Maggie.— Esto no es sano para ti, ni para el bebé.

—Leah, espera.—dijo Kate.— Tienes que hablar con él.

Quería responderle, pero las palabras no salían.

—No.— dijo Dakota.— Que pena con ustedes, pero mira como esta Leah, esto no es sano, y míralo a el, no dice nada.

—Es verdad.— dijo Drake.— Es mejor que te vayas Leah.— pronunció con frialdad.

Sentía que Drake estaba enojado conmigo por no decirle nada, pero es que básicamente sólo mi familia y Dakota sabían.

—Adiós.— susurré.

Subí al auto, en el asiento de atrás, cerré los ojos y me dispuse a dormir durante el trayecto a casa.

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Graciasss en serio gracias por sus lindos comentarios, me pone muy muy feliz saber que les gusta la novela.
Yo sé que la novela es cliché pero no les miento, a mi me gusta este tipo de novelas :):)
Si les gusto el capitulo dejen su voto, y ya eso es todo,gracias de nuevo ♡♡♡♡♡