Capítulo 28
Zack Pov (1/2)
Ese recuerdo me persigue, no he podido dormir y cada vez que veo a Leah me da una culpabilidad que no puedo controlar, por tal motivo no sabia como actuar frente a ella.
Cuando fuimos a Miami el ver a Laura me hizo caer en cuenta que lo que sentía por ella había muerto y que un nuevo sentimiento estaba floreciendo y era hacia Leah. Después de haber besado a Leah fui a ver a unos viejos amigos de Miami, empezamos a beber y sentí como iba perdiendo el control de mis actos,quizá bebí mucho y cuando desperté estaba con Laura, estábamos desnudos maldita sea. Me levanté rápidamente, no era muy tarde, cuando entre a casa Leah estaba ahí, tan hermosa como siempre. Ella estaba de un gran humor y yo me sentía culpable de haber hecho lo que hice. Así que intenté ser grosero con ella.
Cuando regresamos a casa fui una mierda con ella, todo el tiempo me comporté como una persona detestable ya que la culpa seguía presente. Aunque yo no me acordaba de lo ocurrido sentía que si había pasado, y Laura no dejaba de recordarmelo, Drake me decía que estaba exagerando que no me comportara así, pero la culpa era grande. Dakota se acercó a mi diciéndome que Leah estaba bastante preocupada por mis cambios de humor, ya que ella sentía algo hacía mi, o bueno eso decía esta chica.
Le preparé una hermosa canción a Leah, quería que me perdonara, realmente me estaba pasando en mi actitud con ella, ella me perdono, pero lo que más me molestó fue como prefirió irse con su amiguito Thomas. Cuando ella llegó a la casa estaba ¿Sonriente? pero que mierdas.
—¿Y bien?.—dije en cuanto cruzó la puerta.
—¿Bien que?.—dijo divertida.
—¿Cómo te fue con Thomas?.
—Bien.— sonrió.
Era ahora o nunca, tenía que salir de la duda:— ¿Estas saliendo con él?
Su cara fue muy rara, no logre comprender, quizás no sabia como decirme que si.
—¿Con Thomas?.—asentí.— No.
Una sonrisa se hizo presente en mi rostro, y no pude evitarlo.
(...)
Cuando llegué a mi casa se me hizo extraño el silencio, creí que no había nadie, pero un ruido proveniente de arriba llamó mi atención, subí rápidamente y la imagen con la que me encontré me sorprendió.
Leah estaba sentada en el suelo, llorando y algo ebria, también unos cristales en el suelo, me senté junto a ella y no sabía que decir.
—¿Que ocurrió?
Pero que pregunta tan estúpida, obviamente no iba a decirme, un sollozo salió de sus labios y yo solo la abracé.
—Todo estará bien, yo estoy aquí para ti.
—Zack ¿porqué?.— dijo susurrando.— ¿Porque lo hiciste?
¿Porqué la abrace?:—Un abrazo siempre lo soluciona todo.
—No hablo de eso. ¿Porque me hiciste tanto daño si yo no te había hecho nada?
¿Que? ¿Me odia por las reglas? ¿Me odia por haberla besado? ¿Me odia por como me comporté?
—Leah, yo.. perdón por las reglas de verdad.—suspiré.— No fue mi intención, también perdóname por haberme comportado como un imbécil, yo, no se que me pasa.
Una risa sarcástica salió de sus labios.
—Zack yo era diferente..¿sabes?.— ¿qué? —Olvídalo, déjame sola.
—¿Segura?
—Si.
Salí de su habitación y obviamente no la iba a dejar sola, llamé a su mejor amiga Dakota, tal vez ella sabría como controlar la situación y podría ayudarme.
La rubia llego en unos diez minutos, estaba algo preocupada, le explique la situación y ella me miró asintió y se fue.
—Dakota, dile que a las 10 vamos a salir. ¿si?
—Esta bien.
(.....)
El camino hacia el parque de diversiones fue exasperante, quería que fuera sorpresa pero la intensa de Leah me hizo confesárselo. El día había sido increíble hasta nos habíamos besado y Leah no me había golpeado, increíble.
—Me gustas.— dije.— Quiero que lo intentemos, de verdad.
—¿Hablas en serio?.— dijo nerviosa.— Esta bien.
—¿Yo también te gusto?
—Claro que si tonto.
Acto seguido, junte mis labios con los suyos, atrayendola hacía mi, un beso tierno y luego salvaje, coloque mis manos en su espalda y las baje hasta su trasero.
—Buenas.— gritó una voz en la cocina.
—Mierda, es mi padre.— dije separándome de ella.
—Will, buenas noches.— dijo nerviosa.
—Buenas noches chicos, me voy a descansar, si necesitan algo me avisan.
—Tu y yo tenemos una charla pendiente.— dije acusatoriamente,
—¿Una charla?
—Si, de lo que ocurrió anoche.
—Eh si, claro, pero no ahora ¿si?.— dijo nerviosa.—Ahora a descansar, mañana tenemos que estudiar.
Invité a Leah a ver peliculas, lo cual subió de tono y terminamos teniendo relaciones sexuales, había sido increíble, realmente increíble.
(...)
Era viernes y el día de mi charla con Leah, se le veía muy nerviosa y por lo que veo no sabía como empezar, empezó muy nerviosa y yo no entendía nada, sacó una fotografía de su bolsillo y obviamente yo sabía quien era, la chica que había destrozado. Me sentí una mierda y de verdad había actuado como una basura con ella.
*Flashback*
La había visto en algunas clases, no sabía su nombre, solo que me parecía bastante linda y cada vez que hablaba hacía un gesto raro con su boca, las cosas que decía en la clase la hacían ver muy inteligente, era el paquete completo.
Era una fiesta de celebración de un partido, me encontraba algo ebrio y una chica en la barra llamó mi atención, tenía el cabello rubio y aunque estaba un poquito gordita se veía bien, me acerque a ella y era la chica de las clases, gracias a Dios sabía quien era yo, así que no se me hizo muy difícil besarla, pero el imbécil de Alex no me dejó dijo que era su chica o algo así.
El día lunes fue una mierda, me encontraba sacando mis libros cuando una carta cayó al suelo, no tenía intensión de leerla, ya que probablemente sería de otra admiradora más, justo ahí llegó Kate la tomo entre sus manos y empezó a leerla, cuando terminó de hacerlo me miró y soltó una carcajada.
—¿Quien es Leah Garret?.- preguntó
—Yo que voy a saber.
—Pues deberías saberlo.— rió.— Porque ella dice que estas enamorada de ella, y que eres tan poca cosa que por eso tu madre se fue.
¿Que? y ella como sabía. La iba a hacer pagar, nadie hablaba de mi ni de mi madre de esa forma.
—Déjame ver.-— ella negó y guardo la carta en su bolso.
—Mira a quien tenemos acá.— dije cuando la ví.
—Pero si es la enamorada.— dijo Drake.
—Drake, ¿Tu crees que yo estaría con alguien como ella?
—Si no estuviera tan gorda tal vez.
—¿Y de verdad crees que yo estaría con alguien como tú?
—Yo..yo.- dijo casi llorando. Una parte de mi se sintió mal, pero la otra recordó como se había referido a mi madre.
En ese momento llegó Kate y empezó a balbucear cosas que no puse atención, solo ví cuando la rubia se fue corriendo.
Cada vez las burlas de Kate y sus amigas se hacían mas fuertes, al principio me pareció divertido pero luego cuando una rubia llamada Dakota la defendió me di cuenta que tal vez, solo tal vez me había pasado.
Hace seis meses que recibí la carta de esta chica Leah, Kate se había puesto en la labor de hacer que casi todos odiaran a Leah, y esto era realmente preocupante. Quizá no la conocía pero antes que nada me había llamado la atención lo linda e intelectual que era, y quizás lo que habíamos hecho había superado los límites.
—Estaba pensando.— dijo Drake
—¿Tu pensando?
—¿Que tal lo que dijo Kate sea falso? Mira como esta la pobre chica.— señaló.— Se le ve mucho más delgada, y es preocupante.
—Es cierto. Yo nunca leí la carta.
Cuando empezó la clase de deportes, entramos al vestidor de chicas, la clave de Kate era bastante fácil así que lo abrimos y la carta nos sorprendió, no decía nada de lo que Kate había mencionado y eso me hacía sentir como una mierda, había sido un completo idiota con la chica que alguna vez llamó mi atención.
Unos gritos fuera llamaron nuestra atención, Leah se encontraba tirada en el suelo, se le notaban los huesos y estaba completamente pálida. La ambulancia no tardó en llegar y Drake y yo fuimos detrás, queríamos disculparnos.
—¿Que quieres?.— dijo la rubia.
—Disculparme.
—Vete a la mierda Hemmings.— gritó.— Por tu maldita culpa mi mejor amiga esta en una cama, y con anorexia. ¿sabes?
—Yo lo siento.
—Vete, por favor.
Y eso hice, me sentí culpable.
*Fin Flashback*
—Leah, yo lo siento.
Y de verdad lo sentía, yo no quería que ella pasara por eso, de hecho no quería que ninguna persona pasara por eso.
— No importa ya Zack, el pasado es pasado.
—Si importa Leah, yo fui el culpable de que pasarás por todo lo que pasaste.—negué con la cabeza.— Fui un imbécil.
—¿Drake sabe?
—Si
—¿Y por que no me lo dijiste?
—Yo no sé.
—Si sabes Leah.— subí el tono de voz.
— Es que..—susurró.— tenía miedo.
—¿Miedo?.- asintió.—¿De que tenías miedo?
—De que se repitiera todo.
Y ahí me di cuenta que la amaba, que desde que la vi hace unos años con su cabello rubio y sus gestos raros me había llamado la atención.
—Te prometo que no voy a dejar que nadie te lastime, aunque no creo que tu dejes que eso pase.— reí.— y te prometo que yo tampoco te voy a lastimar, por que a pesa de que llevamos poco tiempo saliendo te considero alguien importante en mi vida Leah Garret.
(...)
Una semana había pasado, días después había ocurrido el accidente de la madre de Leah, ella estaba destrozada y yo quería estar con ella, no quería que se rindiera o que algo malo le pasara, tenía que estar con ella.
Nos encontrábamos en casa, Leah había subido a su habitación, y con Drake nos quedamos en la sala de estar.
—¿Ella esta acá?
—Si.— respondió Drake
—¿Y que mierdas quiere?
—Yo no se Zack.
— ¿Porqué se tiene que aparecer?.— dije frustrado.—¿Porque cuando todo va bien?
—No te dejes atormentar por lo ocurrido con ella, ni siquiera sabes si ocurrió.
—¿Y que te dijo cuando te llamo?
—Que quería hablar contigo, básicamente dijo que la llamaras o ella se aparecería acá.
Suspiré.— Esta bien.
(....)
Leah se encontraba en una tarde de chicas, así que yo aproveche el momento para encontrarme con Laura y saber que mierdas quería. Cuando llegué al Local donde ella se encontraba logré verla en una mesa, se colocó de pie para saludarme, su cabello rubio estaba recogido en una coleta alta y algo me llamó la atención, tenía una barriga de esas que tienen las embarazadas.
—¿Estas embarazada?
—Hola Zack, estoy bien, gracias ¿y tú?
—Responde.
—Si, estoy embarazada y adivina quien es el padre.- dijo sonriendo
—¿James?— James era el chico por el cual Laura me dejo.
—No, eres tú.
¿Qué? Esta mierda no puede estar pasando, esto tiene que ser una jodida broma, me niego a creer esto.
—¿Es una broma?
—¿Acaso crees que soy una zorra?.
En ese momento el teléfono empezó a sonar y logré ver que era Leah, pero Laura me lo arrebató de las manos y no me dejo contestar.
—Mira Laura, yo no creo que ese bebe sea mío por Dios.
—Pues tienes que creerlo, por que lo es, aunque no te preocupes yo no le voy a contar nada a Leah- sonrió y se fue.
(...)
La madre de Leah había fallecido y yo iba a acompañarla en cada momento, apesar de que estos días había estado distante ya que no sabía como verla a la cara sin sentirme culpable por no haberle dicho nada acerca del supuesto bebé que tenía con Laura. Obviamente ya le había contado todo a Drake, el me había dicho que iba a distraer a Leah mientras yo arreglaba todo el asunto. Estaba viendo televisión cuando el timbre llamó mi atención, era Laura.
—¿Que quieres?
—Hablar contigo, necesito un lugar donde vivir, la madre de tu hijo debería vivir acá.
—La supuesta madre de mi supuesto hijo debería regresar a Miami.
—Que grosero.— dijo acomodando su cabello.— En fin, ¿Puedo vivir acá?.— negué.—¿Porqué?.— chilló
—Porqué acá vivimos mi padre y yo, sin chicas.
—¿y Leah?
—Leah es Leah.
No se como ocurrió pero plantó sus labios con los míos, aquellos besos que antes me atraían, ahora solo me daban asco. La empujé para separarme de ella, pero un golpe me hizo girar.
—Mierda.— murmuró Drake entrando por la puerta.
—Esto tiene que ser una jodida broma.— dijo Leah
—¿Leah?-susurré. Sentí como mi mundo se iba abajo y como quería correr a abrazarla.
—¿Como pudiste?.— dijo llorando.
—Leah no es lo que crees.
—Claro que si.— gritó.— La estabas besando, estabas besando a Laura.— sus ojos se colocaron en la barriga de Laura.— ¿Esta embarazada?
—No es obvio.
—Callate.— gritó.— Maldita sea.
Drake susurró algo y Leah grito cuanto lo odiaba.
Quería explicarlo, pero Leah no dejo, subió a su habitación llorando y yo solo quería correr detrás de ella, obviamente Laura se fue de la casa y no sé en que momento llegó Thomas pero sólo noté cuando se iba con Leah.
—¿A donde vas? No puedes irte, puedo explicarte todo.
—No.— dijo Thomas.— Ya le hiciste daño una vez, no dejaré que lo hagas de nuevo.
—Leah, por favor.— supliqué.
—Esto se acabo.— dijo con los ojos cristalizados.— Lo que sea que tuvimos se acabo.
Y cuando pronunció esas palabras sentí como mi mundo se derrumba, y como quería correr a besarla.
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holsss, bueno a mi me gusta subir cuando tengo tiempo y digamos que en estos momentos teeengo mucho tiempo jaja, pero no sé cada cuanto subir :( Graciaas por leer y perdón por las fallas ortografías pero escribo desde mi celular,♡♡♡♡♡
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