Seguí bebiendo hasta que ya iba perdiendo la noción de mis actos. Fui al cuarto de mi madre y encontré una fotografía de ambas, estábamos tan sonrientes que pude recordar cuando fue. En mi cumpleaños numero 10. Sentí como las lagrimas empezaban a salir y ya no hacia nada por mantenerlas, estaba cansada de todo, estaba cansada de tener que fingir que no estaba mal, estaba cansada de Zack, estaba cansada de estar sin mi madre.

Me senté en el suelo de la habitación y tome otro trago de vodka. Quería acabar con todo, tomé unas pastillas que se encontraban ahí pero el sonido de mi teléfono me sacó de mis pensamientos.

—¿Hola?.—dije

—Leah, ¿Que ocurre? ¿Estas ebria y estas llorando?

—¿Porqué Zack? ¿Porqué lo hiciste?.— ya no podía controlar mi llanto.—Prometiste que no me ibas a lastimar. ¿Que hago si la única persona que me me hace feliz es la misma que me hace llorar?

—¿Leah donde estas?.—Escuché preocupación en su voz.—Dime por favor.

—Zack, ya no puedo más.—sollocé.— Lo intenté, te lo juro, pero no puedo.

—No vayas a hacer ninguna estupidez Leah Garret ¿Donde estas?

—En el único lugar en el que podría estar, del que nunca debí haber salido.

—No me cuelgues, por favor.

—La vida me odia Zack, todo me sale mal, ya no quiero sentir más este dolor.

—No hagas nada por favor.

—Quiero estar con mi mamá Zack, ya no quiero estar más acá.- tomé otro trago más.

Sentí como la puerta de la casa se abría y como Zack entraba por ella, hasta llegar al cuarto de mi madre donde yo me encontraba.

—Leah.— dijo abrazándome.

—Zack..—sollocé en sus brazos.

—No soporto verte así, me duele Leah, duele ver a la persona que amas sufriendo y más si es por mi culpa.—dijo besando mi frente.

Y lloré hasta quedarme dormida.

—¿Que estabas haciendo?

—¿Mamá?

—Si señorita, ¿Que ibas a hacer?

—Acabar con todo, quería estar contigo mami.

—Esa no era la forma, ¿Sabes que quiero? Que seas fuerte por mi, que salgas adelante, tienes a tu padre, a tus amigos y a Zack.

—Pero Zack me engañó.

—Escuchalo hija, hazlo por mi.

Abrí los ojos rápidamente, y me di cuenta que todo había sido un sueño, pero lo había sentido tan real que creí que mi madre se había aparecido y probablemente así sería.

—¿Cómo estas?.— preguntó

—Mejor.

—Me alegra mucho.— dijo.—¿Quieres ir a comer algo?

—¿Que hora es?

—Son casi las ocho de la noche.

—Gracias, por haber estado conmigo, eres el mejor de todos.

—No hay de que Leah.

—¿Vamos a comer?.— yo asentí.— ¿Que quieres?

—Lo que tu quieras, por mi, estaría bien.

Salimos de la casa de mi madre en dirección a un restaurante que no sabia donde era ni de que. Llegamos a un lindo restaurante mexicano, realmente amaba este tipo de comida y Zack lo sabía.

Se bajó del auto y abrió mi puerta, entramos y era un restaurante muy bonito, la decoración me gustaba y el olor de la comida hacía que mi estomago rugiera.

Nos sentamos en una mesa, hicimos nuestro pedido y nadie sabía por donde empezar.

—Feliz cumpleaños.— dijo

—Gracias.— dije tímida.— ¿Cómo lo sabias?

—Un novio debe saberlo.— dijo incómodo.— Toma, ya lo tenía y es para ti.— extendió una cajita de terciopelo, cuando la abrí me encontré con un brazalete que tenía una L&Z en este.

— Muchas gracias Zack.— susurré.

—No hay de qué.-dijo.

— Explícamelo.

—Pues tiene una L de Leah y una Z de Zack.—dijo y yo reí.

—Eso no tonto.—el sonrió.—Explícame lo que ocurre entre tu y Laura.

—¿En serio?.—dijo algo emocionado.

—-En serio.— sonreí.

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Proximamente un point of view de Zackyyyyy♥♥♥

Mañana cumple 22 mi bebe justin y estooooy sensibleee lool.

Graciass por leer.