Capítulo 19
La semana vacacional había acabado, en cierta parte me alegraba, por fin iría a "casa", aunque no era mi casa en cierta parte me sentía más cómoda allá, que en la cabaña de Miami.
Las cosas con Zack no mejoraban, en ciertas ocasiones me invitaba a la playa y a estar con el, pero el resto del tiempo se mostraba algo frío conmigo, y bueno yo tenia que mantener las ganas de preguntarle sobre el dichoso chupon que tenía.
—Por fin en casa.— dijo Zack en cuanto llegamos.
—Voy a mi despacho.—dijo el señor Hemmings.
—Estoy agotado del viaje, iré a descansar.— dijo Zack y se fue.
Me quedé unos segundos en la sala, y subí a mi habitación, miré la hora, aún era temprano, así que decidí ir a visitar a mi mejor amiga.
Tomé el auto de Zack, obviamente el me mataría cuando se enterara, pero no quería coger autobus.
—¿Hola?— pregunté en cuanto llegue.
—¿Le? ¿Eres tú?.— gritaron desde adentro.
—Si.—dije igualando su tono.
—Hola pequeña.—dijo sonriendo mi mejor amiga.
—Dak, ¿Porque tan sonriente? ¿Estabas con Alex haciendo porquerías y los interrumpí?— sonreí.
Ella negó.
—Bien, entra, tienes mucho que contarme.— dijo empujando adentro literalmente.— ¿Algo de tomar?.
—Un té estaría bien.
—¿Y bien?— dijo entregándome el té.
Le conté todo, desde lo ocurrido después de la casa de Alex, de nuestro primer beso, de cuando Drake se enteró quien era yo, de Laura, de Miami, todo, con detalles y ella solo asentía, cuando terminé baje la mirada, no quería ser juzgada por haberlo besado aún estando con Alex.
—Woaw Leah, esto es increíble.— dijo sonriendo.— Entiendo que lo hayas besado, de que estuvieras celosa de Laura y de que su actitud en Miami te haya confundido, sabes que creo, creo que te gusta .—dijo y luego negó con la cabeza— Lo que no entiendo es que no sepa quien eres tú, vaya ese chico si que es idiota.— rió— y me alegra que hayas encontrado a alguien como Drake, yo creo que el te considera su mejor amiga también y que el no va a decir nada- dijo sonriendo.
—Ese es el problema.— suspiré.— no quiero que me guste, tu sabes todo lo que yo sufrí por cometer ese error una vez.— sentía como se me quebraba la voz.
—Leah— dijo abrazándome.— No pienses en eso, ¿Vale?— dijo y yo asentí levemente.— Quizás deberías contarle la verdad, pero no lo sé, no quiero que te sientas presionada, y si ese gilipollas te hace algo me avisas que yo le rompo las bolas.—dijo y yo reí.
—Gracias Dak, eres la mejor amiga.— sonrió— Ahora tú, cuéntame como va todo con Alex.
—¿No te incomoda?— negué.— Esta bien, Amiga el es maravilloso, es tan comprensivo, yo te conozco Leah y se que a ti el no te gustaba, el es increíble, Le, me gusta mucho y quiero que nos veamos los tres, quiero que ustedes se lleven bien, digo, es mi novio y tu mi mejor amiga y quiero eso.— dijo suspirando— sólo cuando tú estés lista, lo que te hizo fue horrible y no quiero presionarte.
—Dame tiempo Dak, ahora me tengo que ir, te quiero.
—Yo también.
(....)
—Estas exagerando.— dijo Drake
—No, te lo juro.—Zack respondió.
Ok, escuchar conversaciones ajenas es malo.
—Hola chicos.— dije entrando a la cocina.
—Hey pequeña, ¿Cómo estuvo Miami? ¿La pasaste bien?—dijo Drake moviendo sus cejas.
—Increíble.— sonreí.
—Que bien.— dijo sonriendo.
—Adiós chicos, me voy a dormir, nos vemos mañana Drake, buenas noches Zack.— dije dándoles la espalda.
—Adios Le.—dijo Drake
Y Zack no dijo ni una sola palabra, no esperaba que lo hiciera, el últimamente solo me hablaba lo más mínimo.
—Leah espera.— dijo Zack
—¿Si?
—Puede que vivas acá, pero hazme el favor de no tomar mis cosas, sé que mi padre dijo que compartiéramos el auto, pero solo para ir a la escuela, así que deja de tomarte atribuciones y no tomes mis malditas cosas.—dijo tan frío.
Sentía como las lágrimas se acumulaban en mis ojos, sus palabras, su forma de mirarme y todo, me hacia sentir como hace unos años.
—¿Eso es todo?—dijo con la voz entre cortada.
—No, recuerda que las reglas siguen en pie.— dijo y yo asentí.
Subí rápidamente, no quería llorar frente a él ni por el, no otra vez.
—Eres un imbécil.—escuché un grito de Drake.
—Si quieres ve y te la coges.— gritó Zack y sentí como mi corazón se encogía.
No escuche respuesta de Drake, solo sentí unos pasos tras de mi, y a alguien envolviéndome en sus brazos, mientras nos dirigíamos a mi habitación.
—No llores por él.
—Drake, no lo entiendes, esto es como un horrible deja vú— sentía como ya no podía retener las lágrimas.
—No va a ser igual, yo voy a estar contigo.— dijo y no pude responder ya que el llanto no me dejaba hablar.
Sentía como mis ojos pesaban y como lentamente me iba quedando dormida.
(...)
—¿Te dijo eso?— dijo Dakota y yo asentí.
—No entiendo como Drake no lo golpeo.— dijo Kylie.
—Yo lo hubiera golpeado.— dijo Dakota y todas reímos.
Nos encontrábamos en la cafetería de la escuela, presenté a mi mejor amiga a mis otras amigas, y puedo decir que se llevan de maravilla.
—No se trata de eso, no quiero que ellos peleen por mi culpa, además ellos son mejores amigos.— dije.
—Si, pero tú eres su mejor amiga.—dijo Hayley.— pero hay algo que no comprendo, ¿porque esta actuando así?
—Yo no lo sé.—suspiré.— estábamos bien y luego se puso así.
—¿Y que vas a hacer?—dijo Nicole.
—No lo sé.
El descanso paso rápido, y el día igual, me encontraba en "casa" junto a Dakota, ya que no quería estar sola.
—Ya se que voy a hacer.
—Cuéntame.
—Voy a llamar a mi papá.
—¿Qué?
—Si, el se ofreció a cuidarme y mamá se negó, pero yo lo quiero, y quiero estar con él, puede que ya tenga otra familia, pero el me dijo que yo siempre iba a ser su niña consentida. Ahora mismo voy a llamar a mi mamá, le voy a comentar la idea.
—Si tu quieres—dijo Dakota.
Tomé mi teléfono y llamé a mi mama, la cual respondió al segundo tono.
—Querida, ¿Que tal todo?— dijo.
—Digamos que bien, mi relación con Zack no es la mejor y quisiera hacerte una pregunta.
—Claro hija.
—¿Puedo ir a vivir con papá?.
—¿Qué?
—Ir a vivir con mi papá.
—¿El que dijo?
—No le he dicho, estaba esperando tu permiso.— escuché un suspiro.
—Leah, si es lo que tu quieres, por mi esta bien, llámalo y me cuentas tu decisión.
—Claro mami, te quiero y te extraño.
—Yo también Leah, Luego hablamos, te quiero más. —dijo y colgó.
—¿Y que dijo?—dijo Dakota.
—Que si era lo que yo quería, que lo hiciera, pero no lo voy a llamar, vamos a ir a verlo.
—¿Vamos?— dijo levantando una ceja y yo asentí.—Esta bien, ¿Cuando iremos?
—Ahora mismo.— sonreí.
(....)
Nos encontrábamos en un lindo condominio de casas, estaba nerviosa, desde que mis padres se separaron pocas veces nos hemos visto.
—Toca el timbre.— dijo Dakota.— Te espero en el auto.
—Esta bien.— dije y lo hice.
Esperamos unos segundos hasta que la puerta se abrió, un chico de cabello castaño y ojos lindos, sonrió.
—¿Hola?— dijo algo confundido.
—Estoy buscando a Louis, ¿se encuentra?— dije nerviosa.
—¿Y tu eres?— dijo mirándome de arriba a abajo.
—¿Te importa?— dije encarnando una ceja.
—Así es como me gustan, bravas.—sonrió y me dejo entrar.
—Louis,te busca una chica.— gritó y nos dejo en la sala.
Mi papá y el chico lindo intercambiaron algunas palabras, y por fin el me vio y sonrió.
—Hija, cuanto tiempo.— dijo abrazándome.
—Papi.— sonreí—¿Como estas?
—Muy bien Leah, ¿y tú?
—Bien papá, quería preguntarte algo.— dije nerviosa.
—Claro corazón lo que quieras- sonrió.
—Espero que alguien me ayude con esto.— dijo una voz femenina. — ¿Leah?— dijo en cuanto me vio.
—Maggie.— sonreí.
A pesar de que era la nueva esposa de mi papá no sentía resentimiento alguno, era muy amable.
—Los dejo solos.— dijo y se fue.
—¿Y?— dijo mi padre.
—¿Puedo vivir acá? sólo será un tiempo, mientras mamá arregla unos asuntos.
—Leah, en estos momentos nos encontramos en mudanza, sabes que te amo y eres mi hija preciosa pero ahora no se puede.
—¿Porque?— dije al borde del llanto.
—En unas dos semanas ya estaremos instalados en la nueva casa, y ahí si podrás vivir conmigo, ¿te parece bien?
—Esta bien.— dije suspirando— ¿Quién es el chico que me abrió?
—Thomas—dijo.— El hijo de Maggie.
—¿Tiene un hijo?
—Sí— dijo— Y ahí viene.
—Thomas, te presento a mi hija Leah.—dijo y el sonrió, ¡que linda sonrisa!— Leah, el es Thomas.
—Un gusto.—dijo besando mi mejilla.
—Lo mismo digo. — sonreí.— Bueno papá, estamos en contacto, te quiero.
—Yo a ti, pequeña.
—Te acompaño a la puerta.— dijo Thomas.
Cuando nos encontrábamos en la puerta, el finalmente habló.
—Te he visto en la escuela, probablemente tú a mi no, soy algo así como invisible.
—Yo también lo soy.
—No lo eres, por Dios, eres ex novia de Alex y mejor amiga de Drake.— dijo sonriendo.
—Ahora que lo pienso, yo sí te he visto, en el equipo de natación.— dije.
—¡Que bueno que me reconoces!— gritó.—Adiós hermanita.—dijo sonriendo.
—Adiós Thomas.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro