Capitulo 18
Leah POV
Quizá estoy exagerando, no lo sé, probablemente ayer actué como una novia psicópata frente a Zack, oh dios, que estúpida fui.
Pero es que yo no quería ser una más, yo ya sabia lo que significaba serlo.
*Flashback*
—Pero mira lo que nos trajo la vida, una rubia enamorada.— dijo Zack riendo y mirándome de arriba a abajo —¿Podrías ser mi puta personal que dices? No eres tan gorda ni tan fea.
Yo sentía como las lagrimas empezaban a salir, quería insultarlo pero las palabras no salían.
—Zack detente.— dijo una rubia que llego junto a mi.
Tanto Zack como sus amigos rieron.
—Quítate del medio.—dijo Zack.
—No
—Tu verás, aunque bueno, cuéntale que tal soy en la cama.— dijo riendo Zack.
—Aléjate de ella.—dijo la rubia enojada
—Piénsalo, te haría un gran favor quitándote la virginidad, ya que nadie quiere.
—¡ERES UN CERDO HEMMINGS! —gritó la rubia.
Zack rió una vez mas y se fue.
—No llores por ese imbécil, es un cerdo.— dijo.
—Gracias.— medio sonreí.
—Mi nombre es Dakota, puedes contar conmigo si quieres.
—Leah— dije en un susurro.—Muchas gracias.
*Fin Flashback*
Sentía como las lágrimas amenazaban con salir, extrañaba a Dakota, ella fue mi salvación.
—Leah, ¿Estas despierta?.— dijo una voz a través de la puerta.
—Si señor.— dije abriendo.
—Voy a estar en mi despacho por si necesitas algo, Zack salió y si tu quieres puedes también.
—Muchas gracias Will.
(....)
Decidí salir a caminar, el clima de Miami es lindo y quería despejar mi mente, ese recuerdo me puso sensible,entre a un starbucks, pedí un frapuccino y me dispuse a hacer una llamada.
— ¿Leah?— dijo una voz femenina
—Hey.
—¿Estas bien? Digo, después de todo no creí que me llamaras.
—Dak, estoy bien, solo quería hablar contigo.—escuché una risa de su parte.— ¿y como va todo con Alex?
—Bien.—suspiró—¿De verdad no te molesta que este con el?
—Claro que no, si tu eres feliz yo soy feliz.
—Eres la mejor.
—Dak, ¿Seguimos siendo mejores amigas?— mordí mi labio inferior.
—Claro que si, eh, bueno si tú quieres, digo tu eres mi mejor amiga, ¿Yo soy la tuya?.— se le notaba nerviosa.
—Si lo eres, cuando llegué nos tenemos que ver, oye, ¿No te ibas a latinoamerica?— sonreí.
—Bien dicho, iba, mi padre canceló, creí que esta vez iba a dejar su trabajo pero no.—dijo con tristeza en la voz.
—Dak, tranquila, el te ama, y vas a ver que todo va a mejorar.
—Extrañaba hablar contigo.
—Yo también, y cuando llegue te presento a Kylie y las demás, son increibles, Dak perdón por todo, te quiero mucho, me tengo que ir.
—Leah, perdóname tú a mi, yo fui quien se alejó, te quiero también.— dijo y colgó.
Suspiré, realmente la extrañaba, ella fue quien me ayudo siempre, y quizás yo estaba exagerando.
Salí para dirigirme a la cabaña, el día se había pasado rápidamente.
—Hola — dijo Zack en cuanto entré a la cabaña.
—Hola— sonreí.—¿Donde estuviste hoy?
—Por ahí, con unos amigos.— dijo nervioso
—Me alegra.— dije mientras iba por algo de beber.
—¿Y tu?
—Dando una vuelta.— sonreí.
¿Porque coños estoy sonriendo? El ni una medio sonrisa ha mostrado.
—Me alegra.— suspiró.—¿Quieres ver una película?— dijo dirigiéndose hacia el sofá y yo lo seguí.
Que rayos le pasaba hoy, que humor de mierda el que traía.
Me quedé observándolo un rato cuando algo llamó mi atención, Zack tenía un chupon en el cuello.
Un chupon.
Vamos Leah, respira.
Inhala, exhala.
No podía reclamarle nada, digo no somos nada, pero una pequeña parte de mi tenía la ilusión de que el iba a cambiar.
Actúa natural.
—¿Todo bien? ¿Te pusiste pálida?— dijo.
Woaw, que natural actué.
—Si Zack, no pasa nada, me tengo que ir.— dije intentando controlar las ganas de ahorcarlo.
—Como quieras.—sonrió y yo subí a mi habitación.
¿Porque no aprendes Leah?
El que es, nunca deja de serlo.
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