—Será solo una semana de vacaciones, yo lo sé, pero por que no pasarlas en la cabaña de verano, será increíble. — dijo el señor Hemmings.

Zack y yo asentimos y el se fue dejándonos solos en la cocina.

—¿Y donde queda la cabaña?.— dije

Zack me miro como si fuese un bicho raro.

—Playas de Miami, nena.—sonrió y se fue dejándome sola.

(...)

Entre rápidamente a la habitación que sería mía por una semana, todo era realmente hermoso, estaba organizando mis cosas cuando unos golpes en la puerta llamaron mi atención.

—Eh, hay una fiesta hoy en la noche, ¿quieres ir?

—Claro Zack.— sonreí.

(...)

Hay cierto momento en la vida donde te arrepientes de cosas que hiciste en tu pasado, podrían ser cosas que ocurrieron hace unos minutos, horas, días, semanas y hasta quizás cosas que ocurrieron hace años.

En estos momentos me arrepentía de haber aceptado un concurso de beber tequila con Zack, si, yo sabia que el es uno de los mejores y que yo me embriago con facilidad, pero mi orgullo no me dejaba ver con claridad la estupidez que estaba cometiendo.

¡Uno! ¡dos! ¡tres! ¡cuatro! ¡cinco! ¡seis! ¡siete! ¡ocho! ¡nueve! ¡diez!

Diez copas de tequila seguidas, sabia que iba a perder el concurso, pero eso es mejor que perder la conciencia por intoxicación.

—Debemos detenernos.

—¿Te estas rindiendo Leah Garret?

—Lo hago por nosotros, por nuestra salud, créeme.

—¿Así que ya hay un nosotros?— sonrió de una manera muy sensual.

¿sensual? Dios tengo que echarme agua en la cara.

—Deja de ser tan bobo

—Ven.— extendió su mano— Vamos a bailar un poco eh, ¿es una fiesta no?—sonrió y yo le sonreí de vuelta.

Tomé su mano y lo seguí a la pista de baile, empezamos a bailar y lo observé por un tiempo era realmente hermoso, todo de el era increíble, últimamente se había comportado muy bien conmigo, y yo no sabia si debía contarle sobre el pasado que teníamos juntos.

—Estas muy linda hoy.— dijo sonriendo.

—Gracias.— dije sonando más nerviosa de lo que quería.

—Me gusta cuando estas nerviosa y también cuando estas enojada.— sonrió y coloco un mechón de mi cabello tras mi oreja.— creo que eres muy hermosa Leah.—sonrió.

Yo no sabia que hacer, me gustaba cuando el era tierno, y de una forma muy extraña me gustaba cuando el era indiferente, era una combinación de sentimientos, y yo no sabia que hacer.

Una voz me sacó de mis pensamientos.

—Leah.— susurró Zack mirándome a los ojos y mordiendo su labio inferior —Aunque no lo creas, eres hermosa.—sonrió acercándose demasiado, yo me estaba derritiendo por dentro, sentía mis piernas como gelatina.