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El gran día Pt.1

El que no comente happy V day 💜 le teme al éxito c:

JUNGKOOK'S POV:

El día había llegado.

Después de altos y bajos, de algunas mentiras y miles de malentendidos, el día por fin había llegado.

TaeHyung y yo nos casaríamos.

Suspiré mirándome al espejo. Aún me costaba creer que aquel chico de traje blanco, que estaba a punto de casarse, era yo. Tantas cosas habían pasado para llegar hasta este momento que incluso me sentía extraño.

Pero a la vez tan estúpidamente feliz.

En cierto momento llegué a pensar que Tae y yo no estábamos destinados a estar juntos, que volver a Nueva York hubiera sido la mejor opción, pero véanme ahora, ridículamente emocionado y feliz de cambiar mi apellido a Kim.

Me reí internamente de mi mismo. Oh, Kim TaeHyung, ¿qué me hiciste?

El sonido de una puerta abriéndose y unos pasos acercándose a mí me hicieron salir de mis pensamientos.

-¿Estás listo?- supe que era mi madre al reconocer su voz, eso y que al estar parada detrás mío podía verla en el espejo.

-¿Te soy sincero?- ella asintió-. No, no lo estoy.

-Kukito, cariño- comenzó a decir ella en un tono suave y dulce-. Te levantaste a las cinco de la mañana para arreglarte y sé que estás listo desde hace, por lo menos, una media hora. Así que déjate de bromas y lleva ese blanco trasero al auto, Siwon y yo ya nos casamos de esperar.

-Mamá, déjame tener mi momento dramático, es mí día- me quejé con un puchero.

-Y el auto en el que vas a llegar a tu boda es mío, así que, menos charla y más movimiento- contraatacó ella sonriéndome y guiñándome un ojo.

Rodé los ojos y la seguí, ella ya había comenzado a alejarse en dirección a la salida. La verdad me sorprendía la velocidad con la que esa mujer caminaba, es decir, tenía puestos de esos tacones altos y de aguja que en momento de emergencia servirían mejor que un puñal.

-Hola, Simba- saludé a Siwon remarcando aquel apodo que un genio, aka yo, le había puesto.

-¿Enserio tenemos que llevarlo?- lloriqueó él, y yo solo reí.

-Sí. Lamento interrumpir tu ocupado horario de rey de la selva- le respondí tomando el asiento detrás del conductor y poniéndome en una posición cómoda desde la cual podía patear el asiento de adelante, en el que, por cosas de la vida, estaba Siwon.

-Me-niego-a-lle-var-lo- con sus brazos cruzados, se quejó el esposo de mi madre entrecortadamente debido a cada rebote que yo generaba pateando su asiento.

-Hay algo que se llama madurar y es gratis, deberían probarlo- dijo mi madre sin despegar la mirada de su teléfono-. Ahora, amor, conduce o tendremos problemas, ¿sí?

El gigante sentado en el asiento del piloto dirigió su mirada hacia al frente encendiendo el auto y de seguro guardándose sus mil y un comentarios. Yo sólo atiné a soltar una carcajada ante la situación. Amaba como mi madre controlaba a su hombre sin necesidad de mover siquiera un dedo.

Definitivamente necesitaría que me diera unas clases.

El auto arrancó y yo dejé de patear el asiento delante mío por seguridad de todos, inmediatamente un suspiro de alivio salió de labios de Simba. La verdad yo quería mucho a Siwon, él realmente hacía feliz a mi madre y se esforzaba por ser un buen padrastro para mí a pesar de que yo ya no era un niño pequeño. Eso de molestarlo sólo lo hacía por diversión, es que enserio, era muy entretenido verlo sufrir.

De todas maneras, estoy seguro de que él sabe que es con amor.

Suspiré y volví a la realidad cuando miré por la ventana y noté cómo íbamos camino al lugar de la boda.

Realmente me iba a casar.

<...>

-Ya es hora, cariño- dijo mi madre mirándome a los ojos al mismo tiempo que tomaba mis manos entre las suyas-. Mi pequeñito, te vas a casar... Ahora tendrás tu propia familia, tu propia casa, tu propia vida... ¿qué haré sin ti? Por más grandote que sea Siwon, no podrá llenar el vacío que dejará no tenerte siempre a mi lado- ella rió, pero aún así no pudo esconder el hecho de que sus ojos comenzaban a cristalizarse-. Sé qué tal vez no he sido la mejor madre, y que he cometido más que un error en el camino, pero realmente me hará falta ser tu y yo contra el mundo... Te amo tanto mi, JungKookie.

Solté las manos de mi madre y la rodeé con mis brazos en un abrazo. Ella me devolvió el gesto y segundos después se separó un poco para depositarme un beso en la frente.

-Mamá, no llores- le dije en un susurro, limpiando delicadamente con mi pulgar las pequeñas lágrimas rebeldes que descendían por sus mejillas.

-Lo sé, se me arruinará el maquillaje- dijo soltando una pequeña risita y separándose de mi, comenzando a limpiar aquellas lágrimas ahora por sí misma-. Creo que debo entrar, estaremos en la primera fila. Nos vemos pronto... Kim JungKook.

Ella me regaló una hermosa sonrisa llena de emociones y ví cómo abría la puerta dispuesta a salir, sin embargo, antes de lograr aquello, se detuvo y volvió su mirada hacia mí.

-Y recuerda que si TaeHyung hace algo mal, mamá siempre estará aquí para patearle el trasero con sus tacones de aguja- esta vez sí desapareció tras la puerta.

Me quedé mirando hacia el lugar por el que su esbelta y femenina figura se había desvanecido, mientras reprimía las lágrimas que querían salir. Me quedé así unos segundos, hasta que una voz detrás mío me sacó de mi trance.

-¿Vamos?

Reconocí su voz al instante y me volteé hacia él.

Era NamJoon.

Me abalancé a abrazarlo. Él realmente estaba aquí. Había pasado todo ese largo y cansado viaje de Australia hasta aquí sólo para mi boda.

-Pensé que no podrías venir- susurré separándome del abrazo para poder mirarlo a la cara, mi sonrisa sin abandonar mis labios.

-Yo también lo pensé, pero no me perdería por nada del mundo tu boda- dijo él enseñándome sus hermosos hoyuelos-. ¿Aún sigue en pie lo de llevarte al altar?

Yo asentí efusivamente con la felicidad llenando cada rincón de mi cuerpo. En un segundo había pasado de tener que caminar solo al altar, a que mi primer verdadero amigo me llevara y me entregara en manos del hombre que amaba y con el que pasaría el resto de mi vida.

Yisus hyung, sí que eres grande.

NamJoon me extendió su brazo en la típica forma de gancho y yo solo sonreí enganchándolo con él mío. Escuché cómo me susurró un pequeño "vamos" y yo inhalé todo el aire que mis pulmones podían retener.

La puerta se abrió. NamJoon y yo comenzamos a ingresar al lugar al mismo tiempo que la típica música de bodas sonaba.

Miré a mi alrededor y esta vez no pude evitar que mis ojos se humedecieran. Tal vez el lugar no estaba que reventaba de gente, pero aquellos que estaba allí valían por mil. Sin embargo, lo que rebosó el vaso e hizo que todas mis emociones se dispararan, fue el hecho de ver a TaeHyung allí parado con su traje negro, esperando por mí al final del camino.

Después de unos pasos que se me hicieron eternos, por fin llegamos al altar. NamJoon soltó mi brazo y me sonrió antes de dirigirse a su puesto. Yo me ubiqué en mi lugar y dirigí mi mirada a TaeHyung.

Él me regaló una brillante sonrisa y movió sus labios articulando un "te amo" mudo. Allí fue como sentí la primera lágrima bajar por mi mejilla.

Tae se acercó a mí limpiando con extremo cuidado aquella solitaria lágrima que bajaba por mi mejilla. Ahora fui yo el que articuló un "te amo" mudo. Él me sonrió tomando mis manos entre las suyas y haciendo que todo al rededor desapareciera.

Sólo éramos él y yo.

-Estamos aquí reunidos para unir a estos dos hombres, Kim TaeHyung y Jeon JungKook, en santo matrimonio.

***

-Yo, Kim TaeHyung, te garantizo que habrán épocas difíciles y te garantizo que en algún momento uno de los dos o los dos querremos dejarlo todo, pero también te garantizo que, si no te pido que camines por siempre junto a mí, me arrepentiré el resto de mi vida, porque sé que estamos hechos el uno para el otro. Prometo amarte hasta el final de mis días, prometo cambiar mis "te lo dije" por un "ven, vamos a resolverlo juntos" Hoy te prometo, amor eterno y ser para siempre tuyo en el bien y en el mal- Tae deslizó el anillo por mi dedo y alzó su mirada conectándola con la mía. Era increíble cómo con sólo una mirada lográbamos decirnos tanto-. ¿Por qué te quiero? Porque sin querer cambiar nada en mí, llegaste a cambiarlo todo. Por ti aprenderé historias para contarte, inventaré nuevas palabras para decirte en todas que te quiero como a nadie- su voz sonaba dulce pero segura, y sus ojos se habían llenado de lágrimas al igual que los míos. Él tomó aire antes de continuar-. Jeon JungKook, tú eres la historia más bonita que el destino escribió en mi vida y sé lo que es el verdadero amor gracias a ti. Te amo. Te amo más que ayer y menos que mañana.

Por mis mejillas caían y caían lágrimas, pero no me importaba. Inhalé todo el aire que pude y enseñándole mi sonrisa más sincera y llena de amor a TaeHyung, comencé a hablar.

-Yo, Jeon JungKook, te elijo a ti para caminar a tu lado y dormir en tus brazos, para ser alegría para tu corazón y alimento para tu alma, para aprender de ti y crecer contigo, incluso cuando la vida nos cambie a los dos- a pesar de mi vista nublada por las lágrimas, logré tomar su mano, y despacio, coloqué el anillo en su dedo, tal cual él había hecho conmigo momentos antes-. Prometo que nunca renunciaré a la felicidad de despertarme a tu lado, prometo tardar poco en la ducha, recoger mi toalla y dejarte un corazón pintado en el espejo, prometo hacer del camino una aventura, sin olvidar quien y como eres- alcé mi mano para limpiar con cuidado algunas de las lágrimas que escapaban de sus ojos. Sonreí-. Quiero ser lo que tú eres, ver lo que tú ves, amar lo que tú amas... Tú eres mi amor y mi vida para siempre. Recuerda que no te quiero para mí, TaeHyung, te quiero conmigo que es diferente. Te amo. Te amo más que ayer y menos que mañana.

-Por el poder que se me concede, yo los declaro marido y esposo. Puede besar al novio.

Dicho eso por el padre, TaeHyung me tomó de la cintura y juntamos nuestros labios en un beso que más que demostrar las mil y un emociones que recorrían nuestros cuerpos en ese momento, era una promesa de amor. Era el puente que unía dos corazones para volverlos uno sólo, cómo debió ser desde un principio.

-¡Ese es mi amigo! ¡Aleluya!- HoSeok gritaba, saltaba y aplaudía con todas sus fuerzas, mientras que JiHoon, a su lado, tapaba su rostro con sus manos avergonzado. Yo sólo reí.

Pero mi risa se detuvo al sentir cómo mis pies dejaban de tocar el suelo. Tae me había tomando entre sus brazos y ahora me cargaba de forma nupcial.

-¡Aleluya! ¡Aleluya!- comenzó a gritar y saltar conmigo en brazos, uniéndose a Hoseok.

Yo estaba tan muerto del miedo, como JiHoon de la vergüenza, pero Tae y HoSeok estaban siendo tan estúpidamente felices en su mundo que ya nada importaba.

-¡Que vivan los novios!- gritó la voz de la madre de Tae, mi suegra, la señora Suni.

-¡Que vivan!- respondieron todos los demás presentes al unísono.

Yo reí de nuevo. TaeHyung ya había dejado de saltar, y agradecía mentalmente que mis pies habían vuelto a tocar el suelo. Ví cómo todos los invitados comenzaron a pararse de sus puestos, seguro para comenzar a dirigirse al lugar de la recepción.

Tomé la mano de Tae, dándole un cariñoso apretón y sonriéndole cuando nuestras miradas se encontraron. Así fue cómo ambos nos comenzamos a dirigir juntos hacia el lugar de dicha fiesta.

Juntos. Así sería de ahora en adelante.
















De verdad amé mucho este extra :c enserio me esforcé mucho para hacerle justicia a lo hermoso que es el amor del taekook akiskssk

De nuevo me disculpo por los guiones cortos): y gracias por leer ♡

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