10
"Datos al final del capítulo"
"Personajes secundarios-no anime"
"Vida de personaje"
"Parejas secundarias"
"Punto de vista de secundario/ extra"
"Flashback"
"Mensajes"
"Escena futura"
— ¡Sospechosa Número 745 y 723... Realmente me facilitaron tanto el trabajo! — exclamó feliz aquel hombre de cabello blanco, mientras caminaba algo inestable, apuntando a la mujer junto a su hija con el maletín. — realmente me causaste muchos problemas, al igual que el 696, el bastardo si que supo cómo ser precavido y trajo a un amigo. Dime, ¿quien era? ¿Lo conoces no? Tú cara lo dice todo — aquel tono de voz perverso hizo que por instinto Riōko abrazara a su hija, temiendo de su seguridad y dudando en atacar primero.
— Donde estás Himawari... Por favor, regresa. — suplicó mentalmente, mientras sus ojos cambiaban en su forma Ghoul. Mientras su Kagune las protegía a ella y su hija.
• • •
— Entonces el idiota intentó lucirse, ¿pero saben que sucedió? ¡Fui hacia él y le parti la cara humillandolo! — contó Himawari, comiendo su helado de cono sabor vainilla, las otras dos mujeres rieron ante su entusiasmo mostrado. Himawari podría ser algo seria, muy astuta y decidida ante sus acciones. Pero su actitud amable y traviesa siempre estaría con ella.
— Tsukiyama-San me dió un sobre de dinero si es que lo necesitaba, ¿lo quieres Himawari? Después de todo, no tienes el tiempo para trabajar de forma decente. Puedes ir a una tienda cerca de aquí a comprar unos libros, se dicen que tienen muchos interesantes... — Riōko golpeó en el punto sensible de la joven, quien al saber sobre aquel decir de libros. Agarró la mano de Hinami y empezó a dar unos saltitos.
— Hinami, ¡podemos ir a comprar algunos! Ven anda, ¡podemos comprar algo para beber mientras! — y sin conseguir lo que quiso, Himawari tuvo que irse sola a el fantástico gran lugar. Prometiendo verlas el día siguiente para seguir entrenando. Dejando al dúo de mujeres solas, quienes rieron viendo el estado depresivo de la ya alejada Himawari.
— mamá, ¿podemos ir con Touka? — pidió la joven, caminando junto a su madre, quien le sonrió y acepto.
El CCG que espiaba a las mujeres solo podían de sonreír, uno salió mientras se acercaba. Riōko pudo verlo y quiso correr, saliendo el otro para alcanzarla. Llevando arrastrada a Hinami quien no pudo encontrar la razón de la ida de su madre.
— Mamá, ¿qué sucede? — preguntó preocupada.
— nos vieron Hinami, tienes que correr e irte a buscar a Hima. Vamos corre — dijo mientras la empujaba, Hinami la vió con tristeza, viendo cómo se acercaban más y más los agentes quiso correr. Pero no dejaría a su madre sola.
— mamá, ven. Corre. — tomó su mano y la llevó hasta un callejón, sacando una risa de el agente, viendo que cayó.
— el pájaro llegó a la jaula, Mado-San. — informó, recibiendo una risa algo pertubadora, haciéndolo sudar un poco.
— buen trabajo muchachos, realmente me sorprenden... No, la verdad no tanto. — su vaga respuesta hizo suspirar, sí. Así era él, demasiado bueno era al principio para ser verdad.
Riōko fue llevada al callejón, cuando se dió cuenta de lo que quería su hija. Escapar por arriba.
— Hinami, eres la más ligera y rápida. Intenta acércarte al hombre más joven. Intentaré atacar al otro si interrumpe. — le ordenó su madre entre un susurro— Maki no está aquí, debes de desmayar lo si te es posible.
— h-hai... — dudó un poco, teniendo algo de miedo dale hombre más alto que podría atacarla en cualquier momento.
— ¡Sospechosa Número 745 y 723... Realmente me facilitaron tanto el trabajo! — exclamó feliz aquel hombre de cabello blanco, mientras caminaba algo inestable, apuntando a la mujer junto a su hija con el maletín. — realmente me causaste muchos problemas, al igual que el 696, el bastardo si que supo cómo ser precavido y trajo a un amigo. Dime, ¿quien era? ¿Lo conoces no? Tú cara lo dice todo — aquel tono de voz perverso hizo que por instinto Riōko abrazara a su hija, temiendo de su seguridad y dudando en atacar primero.
— Ahora. — el primer ataque llegó del hombre, cuando su Quinque había salido del maletín. Empezó a intentar atacar a la joven, que intentaba acercarse y esquivar los posibles ataques del hombre.
— Amon, ten cuidado. — Amon entendió y sacó su maletín, sabiendo que en fuerza no podría ganar. Eligió atacar primero.
— Hinami, ¡ya!. — gritó su madre, mientras su Kagune protegía a su hija y con el otro se protegía ella.
— mujer... Eres mucho más fastidiosa que tu propio marido — murmuró mientras se acercaba a la mujer, quien intentó cubrirse, más recibió una estocada en su estómago. Pues su velocidad no había sido buena.
Hinami quiso irla ayudar, pero fue interrumpida por un golpe por parte del Quinque, se recompuso rápido bosta defenderse.
— Hinami, arriba. Corre — le ordenó, Hinami sin querer irse, no quería abandonarla.
— Hinami... — susurró su nombre, no quería ver a su hija luchar con los dos hombres. Se tambaleó para cubrirse de otro ataque, contrataco. Siendo esta vez el distraído y atacado el hombre llamado Amon, que salió volando y siendo incrustado en una pared. El humo salió, sin dejar ver si el hombre estaba bien. Kureo se dió cuenta que todo se estaba poniendo muy problemático, con su Quinque empezó a atacar sin descanso, queriendo ir a paso lento a Amon. Pero el Doble Kagune de Hinami no lo dejó, Riōko empezó a atacarlo, queriendo lastimar al otro hombre en el humo contra las esquivadas del otro.
— falló, señor. — susurró Hinami, mientras penetraba una pierna del hombre, quien se vió inmovilizado anteriormente por su madre.
— ¡Mado-San! — gritó, llenó de polvo y rasguños el anterior joven. Recién recuperado.
Hinami vió que su Quinque no estaba y sabía que no sería estúpido como para enfrentarlas a ella y a su madre con el compañero herido y su arma confiscada. Dejándolo ir le susurró.
— no vuelvan por favor, mamá se enojará... — aquel hombre solo pudo escucharla, se acercó al hombre llamado Mado, quien había soltado su Quinque a causa de su lesión. Arrodillado empezaba a intentar detener la hemorragia. Las mujeres veían todo, con algo de alegría.
— Toma, desinfecta y envuelve por el momento — le sugirió la menor, acercándose con una botella de alcohol y vendas. El mayor no confiaba en quien lo había causado, pues no quería aceptar ayuda de un Ghoul.
— hazlo, mí hija lo hizo para defenderse, no tiene que haber remordimientos — habló la madre, su tono de voz sonaba algo frío pero su típico tono dulce no se afectaba tanto.
La joven ofreció de nuevo la botella y venda siendo aceptadas, el hombre con incomodidad y vigilancia, empezó a curar a su compañero. Quien se encontraba empapado de sudor ante el soportar del dolor. El hombre por más que fuera algo perverso, no era inmune por ello. Amon empezó a desinfectar la herida, limpiando con un paño la sangre y empezando a encerrar la herida con un poco de instrucciones de las mujeres. No entendía su actitud de ayudarlos, pero tampoco rechazo. No tenía oportunidad de vivir justo ahora, pudiendo ser sometido en cualquier momento y morir junto al hombre, teniendo su ayuda pensó en diferentes cosas. Lo querían dejar en paz por su derrota, querían engañarlo y sacarle su última esperanza, tenían algunas órdenes y cumplieron, su fuerza se había deteriorado y solo intentaron quitarse problemas. Ninguno le daba alguna respuesta lógica a la actitud.
— Nami y Oko, lamento haber llegado tarde — los tres viajaron su mirada a la voz desconocido, a una figura pequeña y delgada, tenía una máscara de felino de color negro, Sakuras por su izquierdo y un delineado dorado por dónde serían los ojos. Aquella figura adivinando que mujer, miró el maletín caído y luego la pared destruida. No era mucho tiempo para que se enviara a alguien a investigar y tal vez más agentes — Nami, los Quinques, Oko. Si puedes intenta tapar posible entrada de agentes. La pelea es innecesaria ahora.
Amon tomo a un mejor Kureo, quien ya se encontraba sin peligro por su herida. Pero cansado, no podrían salir los dos vivos de aquí a menos que lo dejarán. Lo sabía.
— te lo advierto, Agente Amon. No quiero peleas entre ustedes, no se acerquen a la número 745 y 723 por qué si no las muertes no serán peores ni mejores que un Ghoul hambriento y perverso. — amenazó, sin tener respuesta del hombre — me lo imaginaba, se rindió de intentar escapar. — pensó Himawari, para alejarse del hombre y tomar el ya levantado Quinque. Busco en la pared el otro Quinque, pero parecía haber sido incrustado y algo dañado — ¿debería reemplazarse? No, por ahora está bien — susurró casi inaudible, mientras lo recojia.
— agentes Amon y Kureo, a costa de sus vidas. Sus Quinques serán confiscados, con ello nos retiramos. Un gusto verlos — se despidió, mientras Hinami saltaba a la pared en Zig Zag. Llegando al techo al mismo tiempo que su madre. — Adiós~... — fue lo último que dijo la desconocida, para retirarse al igual que las otras dos mujeres.
— ... ¿Qué acaba de pasar? — preguntó a duras penas el hombre, sintiéndose confundido.
No hubo partes... Bueno xd.
¡Hice dos capítulos en un día! Me alegro de mí misma... Realmente es un logro para mí, ya que soy muy vaga...
Ahora unos datos y sigo escribiendo.
— Nami "Ola" y Oko "enojado(?)" Son abreviaciones de los nombres de la family Fueguchi, aunque Oko realmente no sé si pueda ser Enojado, por como he visto en unos lados parece ser así y en otros se le da otro significado... Investigo luego, me gusta como queda aún si tienen significado o no.
— ¡La family Fueguchi y Family Uzumaki crearon una mini organización! El nombre luego será dicho :)
— Riōko es algo aterradora si se enoja aquí xd.
Bueno, tampoco quiero decir mucho, ¡me voy!
¡Adiós!
1628 palabras.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro