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Capítulo único


Nota: No vivo en USA, y tampoco nunca he viajado a Las Vegas así que todo lo que está plasmado aquí lo recogí de información de diferentes películas y series que he visto.

Había sido una decisión estúpida, debían admitir. Se habían dejado llevar por el juego y habían sido estúpidos. Pero no había nada que hacer, les había gustado jugar ese juego que llevaban.

No había sido difícil. Había sido la cosa más fácil del mundo. Lo difícil fue convencer a su gerente de tomar aquella parada improvisada durante su gira.

Le habían suplicado, casi arrodillado. Querían conocer Las Vegas, debían aprovechar estar en el país para poder ver la ciudad.

Los gerentes, al final, aceptaron.

—GPS encendido —les instruyó cuando llegaron al hotel—. Los fans creen que van de regreso a Corea, así que será bastante fácil. Solo irán al bar dentro del hotel, a la piscina dentro del hotel, por el amor de todo lo que es bueno, no beban demasiado, no quiero escándalos —lo último, lo dijo mirando directamente a Jisung, Félix y Changbin, sabiendo cómo se podían colocar ellos cuando bebían demasiado. Le entregó a Chan ocho tarjetas—. Dos por habitación, disfrútenlo sin pasarse, por favor.

Los chicos les dieron sonrisas inocentes provocando que el gerente se frotara las sienes, sentía que le iba a dar algo, él conocía a sus chicos, él predecía que algo no iba a salir bien.

Pero quería pensar que iba a salir bien.

Quería pensar que volverían todos en una pieza a Corea.

Sí, todo iba a estar bien.

Ni él mismo se lo creyó.

.

Tal y como esperaba (o más bien, decidieron), Jisung y Hyunjin compartieron habitación.

—¿Vas a desempacar? —preguntó Hyunjin dejando su maleta a un lado— Yo no lo haré, solo estaremos aquí un fin de semana.

Jisung se había trasladado a la ventana para ver el paisaje. La ciudad se encontraba bajo las luces que comenzaban a encenderse a medida que la noche caía encima. Jisung miró hacia abajo, y vio algo al lado del hotel.

Se le ocurrió la que, según él, fue su mejor idea.

—¡Hyunjin! —exclamó yendo hacia el chico y tomándolo del brazo para jalarlo y llevarlo a la ventana. Hyunjin miró la ciudad.

—Dios... ¿Te digo la verdad de que no recuerdo absolutamente nada de cuando vivía aquí? —dijo— Me gustaría poder sentir nostalgia —Jisung le sonrió. Casi se distrae con las bonitas facciones de Hyunjin, pero recordó para qué era que lo había jalado.

—¡Hay una capilla de bodas falsas al lado del hotel! —señaló. Hyunjin soltó una risita mirándola.

—¿Enserio? Siempre quise ver esas cosas.

—Vamos a casarnos —decidió Jisung provocando que el corazón de Hyunjin saltara a su garganta.

—¿Qué? —lo miró. Jisung se encogió de hombros.

—Vamos, sabemos que no son reales. Me gusta nuestra relación en la familia ficticia que tenemos. Tener un certificado de bodas lo hará más divertido —Hyunjin se mordió el labio.

—Por mucho que sea broma, los gerentes no van a darnos permiso.

—No tienen que saber. Lo de los GPS encendido es por si nos pasa algo, pero en realidad ellos no van a andar al pendiente. Sabes que nos dan privacidad —se le colgó del brazo— ¡VAMOOOOOS! —Jisung le puso ojos grandes.

Hyunjin era un hombre débil. Han Jisung era una de sus debilidades y él sabía que lo era.

Suspiró.

—Bien.

.

Evadir a sus gerentes había sido fácil, los hombres habían caído derrumbados en la cama con facilidad.

Evadir a Chan, era algo más complicado.

—Vamos a recorrer el hotel primero —dijo Hyunjin pasando su brazo por los hombros de Jisung. Chan los miró entrecerrando los ojos y luego suspiró.

—¿Y luego irán al bar o a la piscina?

—A los baños termales.

—¿Hay baños termales? —exclamó Changbin—. Necesito relajar mis músculos. ¿Quién va conmigo?

—¡Yo! —exclamó de inmediato Seungmin provocando que los demás chicos lo miraran sorprendidos. Seungmin se encogió de hombros y se cruzó de brazos—. Necesito relajar mis músculos también —Minho bufó en una burla mirando a su amigo.

—¿Cuáles? —Seungmin le lanzó una mirada. Chan rodó los ojos y volvió a mirar a Hyunjin y a Jisung.

—Tengan cuidado. Llámenme cualquier cosa.

—No van a secuestrarnos dentro del hotel, hyung —dijo Jisung. Chan se encogió de hombros.

—No sabemos.

Y todos volvieron a sus habitaciones para cambiarse e ir a los diversos lugares que ofrecía el hotel.

Jisung y Hyunjin se dirigieron enseguida al ascensor, de forma inocente mientras bajaban y salían del hotel.

La capilla era pintoresca. Era muy bonita y tenía un buen número de parejas, tanto heterosexuales como homosexuales.

La mayoría de parejas homosexuales eran de países donde no era legal su matrimonio y venían a buscar la legalidad de su unión. Claro, Jisung y Hyunjin no sabían eso y solo creían que era broma.

Se estaban riendo, las otras parejas los veían con una sonrisa, puesto que suponían que eran solo dos chicos coreanos comunes que escaparon de sus familias y su país para casarse.

Cuando llegó su turno, el juez les comenzó a explicar el proceso, pero el inglés de Jisung se estaba oxidando y el de Hyunjin todavía no era tan avanzado como para entender todo.

¿Nombres? —preguntó el juez. Jisung y Hyunjin se miraron.

—¿Usamos nuestros nombres bautismales? —preguntó. Hyunjin se encogió de hombros.

—Tendría más sentido —Jisung asintió y miró al juez.

—Peter Han —contestó.

—Joseph Hwang —respondió Hyunjin. Jisung lo miró.

—Creí que era Sam.

—Ese fue el que usé cuando viví aquí hace tantos años. Joseph es el que me dieron en el bautismo.

El juez carraspeó, mirándolos con el ceño fruncido. Estaban hablando en coreano, por supuesto que el hombre no les entendía nada.

¿Alguno de ustedes sabe hablar inglés? —cuestionó. Jisung levantó la mano.

Yo. Solo estábamos conversando algo privado —El juez asintió y comenzó la boda.

Les indicó que se tomaran de las manos mientras el fotógrafo que venía en el paquete que habían pagado, les tomaba las fotos.

Fue una boda sencilla, durante esta, el corazón de Jisung simplemente latía a toda velocidad ante la perspectiva de que, aunque fuera falso, estar parado en un altar con Hyunjin.

Nunca había pensado antes en el matrimonio, menos teniendo la vida que tenía, pero la perspectiva de hacerlo con Hyunjin comenzaba a ser tan tentadora.

Peter Han, ¿aceptas a Joseph Hwang como tu querido esposo, para amarlo y respetarlo hasta que la muerte lo separe? —Jisung le guiñó el ojo a Hyunjin provocando que el otro chico soltara una fuerte risa.

Acepto —respondió.

Joseph Hwang, ¿Aceptas a Peter Han como tu querido esposo, para amarlo y respetarlo hasta que la muerte los separe? —Hyunjin le sacó la lengua a Jisung.

Acepto.

Yo los declaro, esposo y esposo. Pueden besarse.

Oh mierda. Jisung no recordaba que incluso en el proceso de boda falsa, también había el momento del beso. Sin embargo, a Hyunjin no pareció importarle tener que besar a Jisung en los labios así que simplemente puso sus manos en torno al rostro de Jisung y le dió un corto pero suave beso en los labios que Jisung deseaba, no, anhelaba continuar.

Jisung tomó a Hyunjin en brazos y lo levantó de forma nupcial, dándole vueltas para las fotografías.

Iba a tenerlas en su habitación por siempre.

.

Fuera del matrimonio, pasaron el resto del fin de semana disfrutando de maravilla. Luego de la boda, fueron a la piscina y se bañaron un rato hasta que los sacaron. Luego fueron a su habitación y durmieron juntos.

Se emborracharon en el bar a la noche siguiente para dirigirse en silencio al aeropuerto con tremenda resaca a la mañana que seguía.

Fue meses después, cuando decidieron juntarse todos en uno de los departamentos a ver películas.

Justamente, en la película que estaban viendo, una comedia absurdamente romántica, la pareja decide casarse en Las Vegas. Jisung y Hyunjin se miraron de reojo y soltaron risas provocando que los chicos los miraran de forma extrañada.

—¿Qué les sucede? —preguntó Changbin, su barbilla apoyada en el hombro de Seungmin mientras lo tenía abrazado por la cintura.

—Nada, solo... —Jisung comenzó y señaló la película, la pareja ya estaba frente a la capilla esperando su turno—. Me acordé de algo.

Miró a Hyunjin y éste soltó una risa. Chan los miró con los ojos entrecerrados y le puso pausa a la película.

—¿Qué te acordaste? —luego miró a Hyunjin— ¿Que se acordaron? —La pareja volvió a reírse y ya todos estaban completamente extrañados. Nadie sabía que pasaba por la cabeza de los dos chicos.

—Ya, Hyune —dijo Jisung limpiándose el rabillo del ojo—. Vamos a decirles —Hyunjin asintió con una sonrisa—. Nosotros tuvimos una de esas bodas falsas allá en Las Vegas —y volvieron a reír. Luego, fue que se dieron cuenta que eran los únicos riendo y que los otros chicos los miraban con HORROR.

—¿Ustedes qué? —exclamó Chan, provocando que ambos se encogieran.

—Nos casamos en Las Vegas ¡Pero era una boda falsa! —dijo Jisung soltando una risita nerviosa.

—Tenemos fotos —dijo Hyunjin pasando su celular. Los chicos miraban las fotos de la boda con la boca abierta. Luego de que llegó a Chan y este las miraba con horror, escucharon a Minho reírse.

Pero la risa de Minho simplemente les causó escalofríos.

—¿Hyung? —preguntó Hyunjin nervioso— ¿Que pasó?

—Hyunjin —respondió Changbin—, esas bodas no son falsas.

—Se casaron en verdad —dijo Félix.

La risa de Minho aumentó de volumen.

.

El gerente iba de un lado a otro. Jisung y Hyunjin lo miraban con miedo de que el hombre explotara en cualquier momento.

Habían casi llorado para que Chan no los obligara a decirle al gerente, pero el chico los había convencido de que lo hicieran, ya que no sabían lo que aquel papel legal haría con ellos.

El hombre se detuvo frente a ellos y apretó el puente de su nariz.

—Entonces... se casaron —dijo por quinta vez.

—¡Fue un error! —aclaró Jisung, también por quinta vez.

—No sabíamos que era real —dijo Hyunjin.

El abogado que estaba sentado, leyendo el certificado bajó el papel y los miró.

—¿Peter y Joseph son sus nombres bautismales? —los chicos asintieron. El abogado miró al gerente—. Esto es legal. No importa si no tienen sus nombres coreanos, los otros también son legales.

—¿Hay alguna forma de disolverlo? ¿Se verá plasmado aquí?

El abogado negó con la cabeza.

—El matrimonio entre parejas homosexuales no es legal en Corea del Sur. Así que este papel aquí no significa nada, si se llegan a casar en un futuro no se verá plasmado en el sistema aquí, pero tampoco se puede disolver. La única forma en que lo disuelvan es volver a Las Vegas y hacerlo allá.

—O sea, ¿que ellos estén casados no significa que haya un problema aquí? —el abogado negó con la cabeza. Jisung observó que el alma volvía al cuerpo del gerente. Luego les lanzó una mirada que los hizo temblar— Ustedes no piensan ¿Verdad? Les dijimos que no salieran del hotel.

—¡Queríamos jugar un poco! —exclamó Hyunjin—. En verdad, lo juro, no pensamos que fuera real.

—Bien, les salió perfecto su jueguito —tomó el certificado de las manos del abogado y se las puso a ellos en la mesa—. Felicidades, están casados en USA, porque no volaremos para que se divorcien sino hasta la próxima gira. Porque la empresa se entera de esto, y mi cabeza va a volar. Así que se mantendrán callados de este asunto, y le dirán al resto de los chicos. Ah, y díganles que el privilegio de dejarlos solos en un hotel ya no está disponible gracias a su jueguito.

Jisung tomó el certificado, lo dobló para guardarlo, y se levantó junto a Hyunjin. Ambos salieron de la sala de reuniones hasta el salón de entrenamiento, que era dónde habían dejado sus cosas.

Ahí el resto de los chicos los estaban esperando.

Los iban a ahorcar.

.

Estaban acostados en la cama de Hyunjin, uno al lado del otro luego de que los chicos los enviaran a casa.

Jisung pensaba que ellos estaban muy molestos, pero ellos insistían en que no. Él hubiera estado muy molesto.

Escuchó a Hyunjin suspirar por sexta vez.

—Somos unos tontos —replicó el chico. Jisung suspiró.

—Lo somos.

—¿Por qué se te ocurrió esa absurda idea primero que todo?

—Porqué sonaba divertido. Te lo dije, me gusta la dinámica que tenemos en la familia.

—Yo tu esposa —Hyunjin hizo una mueca provocando que Jisung soltara una risa.

—Mi adorable y hermosa esposa —puntualizó. Sintió que Hyunjin se estremecía y creyó que había dicho algo mal, así que miró a su amigo para encontrarlo con las mejillas sonrojadas— ¿Te gustó que te dijera así? —Hyunjin se tapó la cara provocando que Jisung soltara una risa— ¿Te digo la verdad? Yo nunca antes había tomado en serio la idea del matrimonio —Hyunjin destapó su cara para mirar a su amigo—. Sé que muchos idols se casan en secreto y todo, pero he estado tan centrado en la música y que nunca pensé alguna vez en eso.

—Yo sí la he pensado antes... —dijo Hyunjin—. Solo que sabía que sería realmente difícil porque... no sería aquí.

—¿Eh? ¿Por qué? —Las mejillas de Hyunjin se colorearon más de rojo.

—Porque aquí no me podría casar.

Jisung lo entendió enseguida, de forma indirecta, Hyunjin le estaba diciendo que en sus planes no estaba el casarse con alguna mujer.

—¿Tienes...?

—¿Novio? —completó Hyunjin. Luego soltó una risita— ¿Me ves con el tiempo de formar una relación, Han Jisung?

—Que bueno que dices por el tiempo, porque si me dijeras por tu cara no te creería. ¿Nunca coqueteaste con alguno de la empresa? He visto otros aprendices mirarte...

—Intenté algo con Seungmin cuando éramos aprendices pero no funcionó.

—¿Seungmin! —exclamó Jisung sorprendido— Wow... no lo esperaba.

—¿Que lo intentamos o que es gay?

—Lo primero. Lo segundo se le puede ver por lo idiotizado que está con Changbin hyung.

—No lo intenta ocultar.

—Yo soy... bisexual —confesó. Hyunjin le brindó una sonrisa.

—Lo sabía.

—¿Qué? ¿Cómo? ¿Es tu radar gay? Yo nunca sé cómo usar eso —Hyunjin se echó a reír.

—No. Solo lo supuse.

Se quedaron callados un rato, luego Jisung recordó algo que había dicho Hyunjin.

—Dijiste que pensabas casarte fuera de aquí —dijo Jisung—. Entonces tenemos que divorciarnos, porque si te vas a casar en USA, apareceré yo como tu esposo.

—¿No te querías divorciar? —preguntó Hyunjin. Jisung lo miró y suspiró.

—No. No me molesta estar legalmente casado contigo —Hyunjin le brindó la sonrisa más bonita que alguna vez Jisung hubiera visto.

—Yo tampoco —y volvieron al silencio, pero Jisung miraba a Hyunjin. Lo veía jugar con su labio inferior y deseaba volver a probarlo, esta vez bien.

—¿Hyunjin?

—¿Hum?

—¿Puedo besar al novio? —Hyunjin soltó una risa y miró a Jisung, sus ojos estaban tan brillantes.

—Sí.

Acortaron la distancia y unieron sus labios en un dulce beso.

Esta vez duró más.

.

Nota: Solo quería que fuera algo tonto y dulce, tal y como ellos lo son. Espero que les haya gustado.

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