Encontré este meme por ahí y sonó demasiado familiar... *guiño, guiño

[En fin, por cuestiones de eventos canónicos en mi vida, tuve que dejar esto de escribir por un buen rato para enfocarme en otras cosas... ¡pero al fin estoy de regreso!]

Cómo sea, no estamos aquí para hablar de mi vida, estamos aquí para seguir subiendo contenido de este par de tortolitos que me van a matar de un coma diabético un día de estos. 

Claro que si 💙🤍 

«El amor es para los vivos»

Hace poco tuve la fortuna de jugar Grim Fandango y ahora no puedo dejar de verlos como mini Manny y Meche

Es que- VEANLOS

ME DAN LA MISMA ENERGÍA 

Hasta he llegado a imaginar un AU completo.

He aquí un ejemplo corto.

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｡⁠*ﾟEl boleto dorado ｡⁠*ﾟ

A una semana del incidente del boleto perdido, sin oportunidad de abordar su tren, Cristina se abrió paso, yendo a pie por el traicionero camino del Inframundo hacia el mictlan.

El octavo nivel estaba colmado de bichos, ansiosos por clavar sus fauces en cualquier corazón con pulso, cosa que aunque no tenía de manera física, aún conservaba la sensacion, era un pulso fantasmal latiendo a todo lo que da, dentro de sus costillas, con el sentido de supervivencia agudizado.

Cristina pudo darles frente sin salir demasiado herida, gracias a su ingenio. Liberando toda su frustración por el viaje fallido, sobre los bichos.

Mientras tanto, en la tierra de los vivos, la culpa perseguía a Víctor noche tras noche desde el incidente. Él había escondido el boleto de Cristina, conservando con recelo el boleto como un constante recordatorio de todo lo que había querido decirle a su amiga y nunca se atrevió.

Antes de poder confesar todo lo que pasaba por su mente, ella se había marchado.

Quizás fue que el tiempo apremiaba para ella.

Quizás que él quería pausar la eterna marcha del tiempo

Pero ambos caminos estaban destinados a converger, desde el día en que la muerte la recogió de este plano existencial.

Ninguno esperaría que ese mismo destino, los ataría a reencontrarse tras un accidente.

Un día, simplemente pasó.

con un recuerdo borroso en la mente, Victor despertó en el Izcuintlán.

Frente así, tenía a un disgustado Achi mirándolo con sus ojos de estrella en medio de sus cuencas vacías.

—Vaya, vaya, vaya... Miren a quien tenemos aquí... Al niño Calavera.

Sabemos lo que hiciste, por lo tanto tenemos una misión especial para ti—

—Yo no pertenezco aquí, yo estoy... ¿Vivo? —

Dudó mientras miraba sus pequeñas manos huesudas, Achi se regodeó ante las dudas del niño y negó con la cabeza.

—Estas muerto, baboso, ahora, escucha con atención...—

El perro esqueleto encaminó a
Victor hacia un templo.

—Tú no perteneces a este mundo, pero no podrás ir a dónde te corresponde hasta saldar tu deuda—

—¿Deuda? ¿Cual deuda, Achi? ¡Yo no tengo una deuda con nadie!—

Protestó Vic.

Un destello de luz apareció fugazmente frente a él, develando entre su halo un par de boletos dorados.

Victor intentó agarrarlos desesperadamente, ante esto, uno de ellos se evaporó entre sus dedos, el otro comenzó a tambalear  frenéticamente.

—Calavera, para tener derecho a tu pase dorado al noveno, tienes que ayudar a esa alma inocente que perdió el suyo por tu culpa.

Encuéntrala y devuélvelo.

Ninguno podrá regresar a la tierra de los vivos, ambos pertenecen a este mundo ahora—

Río Achi con cinismo.

—¡Muy bien, Suerte en tu viaje!—

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Ahí se los dejo ^^