Capítulo 9.
Minho se levantó en medio de la noche y se dirigió a la cocina, sintiéndose de repente sediento, por lo que se sirvió agua en un vaso y bebió de él. Al dejar el vaso vacío, salió y estaba dispuesto a regresar a su habitación cuando escuchó el timbre de su apartamento sonar. Frunció el ceño y miró el reloj que se hallaba colgado en la pared, eran pasadas las 2 a.m. Claramente no esperaba a nadie, sin embargo se dirigió hacia la puerta y al abrirla, se encontró con su amigo.
— ¿Hyunjin? ¿Qué carajo estás haciendo aquí? ¿Ya viste la hora que es? — inquirió, sin entender por qué estaba allí a altas horas de la noche.
— No planeaba venir aquí, yo sólo le di una dirección al chófer. Supongo que era la tuya — explicó y se encogió de hombros.
— ¿Estás borracho? — preguntó, aunque no necesitaba una respuesta para eso. Minho podía notar que a penas podía mantenerse de pie.
Se preguntó cuánto tiempo había estado tomando para terminar así. Hyunjin no tenía tan mal aguante en realidad, aunque no se comparaba al de Minho, que le costaba un poco más.
Por un momento perdió el equilibrio cuando se tambaleó, y tuvo que sostener su peso apoyándose en el marco de la puerta — ¿Puedo pasar o me harás dormir afuera? — lo ignoró y Minho lo miró por un momento como si fuera buena idea.
Aunque sabía que sí debía dejarlo entrar. No podía simplemente mandarlo de vuelta en medio de la noche, y no sabe cómo reaccionaría Chan al (probablemente) verlo borracho de nuevo.
— Ugh está bien, sólo porque es tarde y me das lástima — abrió más la puerta para dejar pasar a su amigo.
— Me amas.
Minho rodeó los ojos, intentando ocultar su sonrisa y cerró los ojos cuando Hyunjin ya se hallaba adentro, llevándolo hacia su habitación con pasos torpes pero que evitaba que se cayera. Cuando llegaron, lo colocó sobre la cama con cautela y le quitó los pantalones al igual que los zapatos, escuchando las risitas de su amigo y simplemente lo dejó hacer lo que quisiera.
Casi olvidaba que estaba borracho.
— Hablemos de esto mañana — le dijo, y estuvo a punto de irse para dormir en el sofá cuando una mano lo tomó de la muñeca.
— No te vayas, por favor quédate conmigo — rogó, haciendo un puchero.
Minho odiaba ser débil ante él.
Suspiró — De acuerdo, no quiero que te ahogues con tu propio vómito. — bromeó y luego un pensamiento le vino a la cabeza — Pero tienes que tomar agua, déjame ir por un vaso.
— No, no te vayas por favor.
— Va a ser rápido Jin, es para la resaca — le insistió, y pareció suficiente porque su amigo pronto soltó su mano para ir rápido a la cocina.
Lo hizo beber todo el vaso cuando volvió y lo colocó en la mesita de noche, para después acostarse a su lado.
No dijeron nada por un buen momento, que hasta le hizo pensar que Hyunjin ya dormía, pero confirmó que no cuando lo sintió tocar su muslo con suavidad.
— Estás borracho Hyunjin — sentenció, apartando su mano. Sabía que no era la primera vez, pero sentía que esta vez era diferente para su amigo.
— No voy a follarte Min, no me siento capaz de hacerlo hoy. — explicó brevemente — Sólo quiero sentir tu boca en mi verga.
Minho lo miró en silencio, simplemente mirando su rostro en la penumbra, y Hyunjin llevó su mano a su abdomen esta vez, acariciándolo.
— ¿Sólo quieres que te la chupe?
— Sólo eso, nada más — le prometió, esta vez llevando su mano a uno de sus pezones y jugando con él.
Odiaba ser débil cuando se trataba de Hyunjin.
Minho suspiró y se colocó en medio de sus piernas antes de quitarle los boxers a su amigo y lo masturbó un poco antes de llevar su pene, escuchando los gruñidos que Hyunjin soltaba mientras que una de sus manos jugaba con su cabello. No estaba yendo rápido y parecía que no quería, quizás estaba lo suficientemente borracho como para acelerar todo, hasta de follar la boca de Minho pero él no se quejaba, le gustaba tener su pene en su boca.
— Carajo sí, justo allí Innie — le dijo Hyunjin y Minho se congeló en su lugar por un momento antes de volver a su tarea en silencio.
Sacó el pene de su boca y lo masturbó rápidamente, escuchando a Hyunjin aún más desesperado, probablemente ya no podía aguantar más.
Lo vio cerrar sus ojos mientras mordía su labio, y Minho intentó olvidar lo que Hyunjin acababa de decir, intentó olvidar que escuchar su nombre se sintió como un golpe en su corazón.
— Mierda, voy a correrme — anunció y Minho chupó su miembro nuevamente, esta vez más rápido que antes, esperando que se corriera en su boca.
Y no mucho después, así hizo. Minho tragó todo lo que pudo, siendo atraído por Hyunjin para unir sus labios en un beso.
Una vez que su amigo finalmente se durmió, Minho lo miró en silencio con la cabeza apoyada sobre sus manos, apreciando su belleza, sabiendo perfectamente que Hyunjin nunca sería suyo y eso lo molestaba aún más.
Minho, para su mala fortuna, no había podido dormir en toda la noche, pensando en lo que estaba ocurriendo. Había pasado casi un mes desde que Jeongin había terminado con Hyunjin y aunque usualmente lucía estar perfectamente, él sabía que ha estado bebiendo con más frecuencia de lo normal, y nunca había llegado a su apartamento como aquella noche.
En realidad le sorprendía que siquiera hubiese sido la primera vez que hubiera dado su dirección por error en lugar de la suya, así que le hacía preguntarse si había llegado con bien las veces anteriores... ¿O acaso Hyunjin había estado yendo a la casa de Jeongin? Si ha estado ebrio desde que terminaron eso podía significar que Hyunjin seguía sintiendo algo por él, que lo extraña y quizás hasta se arrepentía de lo que había hecho con Minho.
Quizás piensa que si tuviera la oportunidad de regresar en el tiempo, no iría a aquella fiesta, o no se acostarían y Minho sentía un nudo en su garganta comenzar a formarse. No quería llorar, no con Hyunjin al lado suyo. Porque corría el riesgo de ser demasiado ruidoso y de despertarlo, entonces le preguntaría qué sucede y Minho simplemente le diría la verdad.
Se talló los ojos con fuerza, en un intento de borrar cualquier rastro de que estuviesen rojos y se dio la vuelta mirando hacia el techo, cerrando los ojos, exhalando para tranquilizarse un poco.
Te está haciendo daño.
Las palabras de Chan habían llegado a su mente en seguida y no abrió los ojos por un buen rato, incluso los apretó, como si aquello hiciera que dejara de reproducirse aquellas palabras en su cabeza.
Lo odió, porque sabía que tenía razón. Siempre lo supo, sin embargo había estado intentando olvidar aquel dolor, simplemente disfrutando de los pequeños momentos que lograba tener con su amigo, aunque fueran superficiales. Minho estaba mintiéndose a sí mismo y estaba consciente de ello, de que simplemente lo olvidaba cuando follaban, cuando su mente se ocupaba de lo bien que lo estaba haciendo sentir, de disfrutar verlo a la mañana siguiente dormir y levantarse a veces a hacer el desayuno, como si fueran una pareja real.
Pero aquello sólo le estaba haciendo daño a él y la única persona que estaba saliendo lastimada de aquella relación, era Minho.
Sin darse cuenta, sintió una lágrima resbalar por su mejilla y se sorprendió, en seguida deshaciéndose de ella con sus manos con brusquedad, mirando a Hyunjin rápidamente para asegurarse de que siguiera dormido.
Cuando Minho se giró, logró ver el sol comenzar a salir a través de su ventana y se maldijo en voz baja. No durmió, y se acomodó para ver a Hyunjin, que parecía demasiado cansado luego de beber por quién sabe cuánto tiempo.
Sin pensarlo demás, decidió que sería mejor levantarse y preparar el desayuno. Era bastante temprano, por lo que pensó que sería bueno ir a comprar cosas que necesitara para comer, mientras dejaba a su amigo dormir plácidamente.
Si había algo que le tranquilizaba a Minho, era cocinar cuando tenía demasiadas cosas en la cabeza, ya que le podía ayudar a enfocarse en su tarea por completo. Entonces aprovechó para tomarse su tiempo escogiendo los ingredientes, lavando y picando verduras, sabiendo que sólo le importaría pensar en cómo debería cortar la comida y si no se pasaría de picante.
— Buenos días — habló una voz ronca a sus espaldas unas horas después, tomándolo desprevenido y Minho se giró, regalándole una sonrisa, sin mostrar sus dientes.
— Oh, ¿ya despertaste? — notó que Hyunjin tenía el ceño fruncido y se agarraba la cabeza con una mano mientras tomaba asiento en una de las sillas de la cocina — Toma esto — dijo, entregándole una pastilla y un vaso con agua.
— Gracias, Min.
Hizo un sonido con su garganta y asintió sin decir nada más, dedicándose a seguir haciendo el desayuno, a veces teniendo pequeñas pláticas con su amigo. Mayormente se trataba de cómo había dormido y si le dolía mucho la cabeza.
Al terminar, colocó el desayuno en la mesa y tomó asiento. Hyunjin le sonrió y agradeció, por lo que Minho le pidió que disfrutara de la comida.
Había decidido hacer algo de haejangguk para que le ayudara con la resaca, mientras que Minho simplemente se había hecho unas tostadas y café.
Minho se aclaró la garganta antes de hablar — Creo que deberíamos de parar — soltó, inseguro de si quería sostenerle la mirada.
Hyunjin, quien se hallaba aún comiendo, hizo contacto visual con él cuando lo escuchó, dirigiendo toda su atención a él — ¿A qué te refieres?
Colocó sus manos alrededor la taza, tragando con fuerza sus nervios — Que ya no deberíamos vernos, Hyunjin. No así — dijo, casi en un murmuro.
Minho seguía siendo un poco vago sobre lo que estaba intentando decirle, pero para su buena suerte, estaba entendiendo a lo que se refería cuando el azabache sacudió la cabeza con el ceño levemente fruncido, como sin poder creer lo que le estaba diciendo — ¿Por qué? ¿Pasó algo?
Minho suspiró y negó — No es nada, es sólo que... — empezó, pero fue interrumpido.
— Entonces no entiendo, Min.
Cerró los ojos y desvió la mirada — Está mal Hyunjin, lo que hicimos estuvo muy mal y lo sabes. Lastimaste a Jeongin en el proceso y yo, yo fui un idiota — un idiota por dejarme llevar.
— ¿Por qué de repente te importa Jeongin? — inquirió, con incredulidad y aunque le molestó, Minho sabía que tenía razón. ¿Qué importaba si el daño ya estaba hecho? — Además él me terminó porque está viéndose con Jisung o algo así — explicó, sin darle mucha importancia.
Minho no pudo evitar soltar una risa amarga, cuando miró a Hyunjin, tenía el ceño fruncido levemente — Te mintió, Hyunjin. Él sabía que teníamos algo tú y yo. No sé porqué te mintió, pero yo lo escuché. ¿Recuerdas ese día en el aula donde nos besamos? Él nos vio porque había ido a buscarte y te terminó como a la semana, porque fue inteligente.
— Bueno, ¿y? ¿Por qué de repente te importa? — volvió a preguntar — Nos acostamos una vez e íbamos a fingir que no había ocurrido nada pero ¿y la segunda vez? ¿Cuando te sugerí coger cuando quisiéramos? Pudiste haberte negado pero no lo hiciste, casi ni dudaste Minho.
Tomó una bocanada de aire en un intento de tranquilizarse, no podía reclamar porque era verdad, se dejó llevar sólo por el hecho de que se trataba de Hyunjin, de no poder ponerle un alto, de negarse.
— Sé que ya es muy tarde, — empezó y vio a Hyunjin encogerse de hombros mientras hacía una mueca, como sabiendo que le estaba dando la razón — pero no para mí. Le hicimos daño a Jeongin pero todavía podemos parar por nuestro propio bien.
El azabache parecía cada vez más confundido, pero Minho no iba a seguir explicándole. Tenía que ser fuerte, no le importaba si no era ni la mitad de la razón por la que estaba queriendo detenerse.
Si Minho admitía sus sentimientos hacia Hyunjin podía seguir con lo que tenían y quizás hasta más, pero ¿había algo que le dijera que no iba a hacer lo mismo con él que lo que hizo con Jeongin? ¿Y si lo engañaba también a él? Preferiría que no lo supiera.
Otra opción que había pensado era el hecho de que Hyunjin no le correspondiera y en realidad no cambiaría nada, no pasaría nada entre ellos. Las cosas seguirían igual. No valía la pena.
Sin decir nada más, Minho se levantó de su asiento con sus platos en la mano y se dirigió al fregadero, colocando estos en él. Más tarde los lavaría.
— Sólo necesito que te vayas, ¿sí? Lo mejor será que no nos volvamos a cruzar — fue todo lo que dijo e iba a salir de la cocina, pero fue detenido, haciéndolo girar.
El rostro de Hyunjin tenía una expresión que no supo descifrar, ¿estaba triste? No, Minho no lo creía, quizás sólo estaba en una especie de shock — ¿No cruzarnos? Pensé que sólo querías acabar con esto...
Minho sintió un nudo en su garganta comenzar a formarse, pero mordió su labio — Sólo vete, Hyunjin. — dijo en voz baja, y para su suerte, logró zafarse de su agarre. Caminó un poco y se detuvo en la entrada, mirando al azabache por sobre su hombro — Puedes terminar de comer y lavarte, no soy tan malo.
En seguida salió de la habitación sin siquiera permitirle responder, dejando a Hyunjin solo en la cocina.
˖ ݁𖥔 ݁˖ 𐙚 ˖ ݁𖥔 ݁˖
holii dios, he tenido una semana caótica que creí que ya había actualizado, luego llegué a la conclusión de que no pero por estar ocupada con tareas se me olvidaba y se me olvidaba así que al fin vengo😭😭 no subiré el cap que falta pq quiero dejarlo en suspenso ?? un rato, espero que ahora no se me pase lmao
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